Derechos para Tod@s 
Número 10 
septiembre - octubre 2002




CARTA DE CONTESTACIÓN A ROSA MONTERO, DE UNA MIEMBRO DE LA RED DE APOYO A LOS INMIGRANTES ENCERRADOS EN LA U.P.O. DE SEVILLA

Sofía Segura, de la Red de Apoyo al Encierro de la Universidad Pablo de Olavide


Querida Rosa:

Un estremecimiento me recorrió el cuerpo al leer tu artículo “¿Quiénes?” del pasado 3 de Sep. en el País. Y me recorrió un escalofrío porque, después de llevar leyéndote años sobre muy diversos temas, es la primera vez que no te reconocía, que creía leer a una extraña. Y porque, habiendo pensado siempre que te documentabas a fondo sobre los temas que elegías, esta vez – perdona que sea tan directa “has metido la pata hasta el fondo”.

Sé bien por qué lo digo: formo parte del Colectivo Mujeres de Negro de Sevilla y, desde el día 10 de Junio, he estado entrando a diario en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y he pasado, en el verano menos caluroso de los que recuerdo, el más grande calor por esas calles buscando alimentos para casi 500 personas; manteniendo reuniones diarias con la Red de Apoyo que se creó – y de la que formo parte desde entonces – para tratar de “apoyar” las peticiones de los trabajadores inmigrantes encerrados allí: “papeles para todos” y mientras tanto servicio médico, relaciones con los medios, clases de español, contactos con el exterior, etc. además del alimento; hablando a diario con una persona de la Universidad que ahora nos acusa, con el fin descubrir todas las necesidades que se iban planteando...hasta que fuimos expulsad@s de la Universidad porque no servíamos a su juego partidista, porque no imponíamos soluciones que los encerrados no querían. ¿Quiénes somos nosotr@s para imponer nada a personas conscientes de lo que hacen, a personas que corren con todos los riesgos de sus decisiones...?. Como bien dices: “cuando los desalojaron a mediados de agosto, en plena calma chicha y desparrame, todo el mundo miró para otro lado, pese a que salieron a la luz cosas gravísimas” sólo que no fue todo el mundo, porque unas pocas personas, la Red de Apoyo, hizo todo lo que pudo por seguir gritando que se estaba actuando contra la ley, que iba a haber deportaciones a un país en guerra como Argelia. Y se ha tratado de hacer un seguimiento en los centros de internamiento adonde fueron enviados, y se ha seguido hablando con abogad@s que tampoco descansaban por esta causa. Y, como tenían nuestros números de teléfono, nos han seguido llamando angustiados por la situación. Y desde Sevilla, se ha seguido llamando a Argelia para no perder este hilo de afecto que con muchos se tejió y que nos hace sentirnos muy mal tras el desenlace final. Todo ello mientras se nos machacaba – y se sigue haciendo – desde los medios que, una vez más están dejando claro a qué intereses sirven, actuando como portavoces del Rectorado de una Universidad que quiere lavar su cara (dando medallas a los que han sido fieles vasallos y además han echado un manto protector tras la entrada de la policía...¿qué país...!) y salir indemne de esta batalla.

Pero si el encierro ha terminado – lo han terminado – aquí seguimos un grupo de personas, no mafias, ni criminales, ni grupos políticos, ni oenegés. Personas, nada más que personas, pertenecientes algunas a colectivos bien conocidos en esta ciudad por nuestro trabajo al margen de instituciones y prebendas, que queremos seguir trabajando, como hasta ahora, en el campo de la justicia social, sin demagogias ni alharacas, pasito a pasito como siempre lo hemos hecho. Pero diciendo bien fuerte que no, que no traten los poderosos de esta historia echarnos a un lado con una cortina de humo mal levantada y peor mantenida, sólo con el propósito de desviar la atención de lo que verdaderamente importa. Que no se inventen fantasmas ni monstruos para desviar la atención de lo mal que lo han hecho. Que asuman sus errores y que den marcha atrás, porque ya está bastante mal la cosa con la Ley de Extranjería que tenemos como para empeorarla más.

Y un deseo: por favor, infórmate bien sobre lo que ha pasado consultando a todas las partes implicadas y entonces tendrás una visión más exacta. Ya nos han tratado bastante mal en los medios – es normal, no nos sorprende – tras haber hecho ruedas de prensa que no han servido para casi nada, enviado comunicados, cartas al director y un largo etc. Pero a tí no te corresponde este papel, Rosa. Desde aquí te invito a hacer un periodismo de investigación serio, en la línea de otros trabajos tuyos que conozco, también con este tema. ¡Vale la pena!.

Un abrazo.