Derechos para Tod@s
Número 1
agosto-septiembre-octubre 2000


 

Yalálag 
Una propuesta para la reconstitución de los pueblos indígenas de México       


Taller de Investigación de la tradición Zapoteca.  México

 

La comunidad indígena de orígen zapoteca llamada Yalálag se encuentra enclavada en las montañas de un estado sureño de México: Oaxaca. El colectivo abajo firmante, así como otros grupos solidarios con la Comunidad Zapoteca de Yalálag  nos informan sobre la problemática que les afecta:
 
Yalálag es un claro referente y ejemplo de lucha por la autonomía y la libre determinación de las comunidades indígenas de México y del continente americano. Desde 1981, de manera pacífica y a través de la solidaridad y la fuerza de la Comunidad, se restituyó la Tradición Comunitaria (el Consejo de Ancianos, la Asamblea Comunitaria, el Tequio y el Sistema de Cargos). A partir de este momento, se han impulsado los proyectos de desarrollo comunitario que han hecho menos difícil la vida de l@s Yalaltecas, encabezando uno de los proyectos políticos y culturales más avanzadas de la región, sirviendo como referencia a dirigentes e intelectuales indígenas, basándose siempre en los principios comunitarios y en la tradición zapoteca. 

A nivel regional y nacional, las autoridades comunitarias de Yalálag han impulsado el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, tratando de que queden reconocidos en la Constitución Federal y en las Constituciones Estatales. Han participado en la Conformación del Congreso Nacional Indígena, en el Foro Nacional Indígena, teniendo una destacada participación como asesores en las negociaciones entre el Gobierno y el FZLN, que se plasmaron en los Acuerdos de San Andrés, aportando su amplia experiencia en la Autonomía en el marco de la libre determinación comunitaria. 

Por otro lado, el Gobierno del Estado y los grupos caciquiles implementados por éste, y apoyados por el gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) local, estatal y nacional, se han dedicado a interferir en el proceso. En el año 1998 se decreta la desaparición de los poderes comunitarios para en su lugar instalar un administrador municipal, impuesto por el gobierno, que se dedicó a provocar y respaldar al grupo caciquil mediante el uso de la fuerza y de las armas. Con un procedimiento amañado, en 1999 se impuso el grupo caciquil en el poder, sin respetar las decisiones de la asamblea comunitaria, hasta que en el presente año, el 6 de Marzo, el Consejo de  Ancianos decide recuperar, con el respaldo de la Asamblea Comunitaria, el Palacio Municipal, para restituir las instituciones comunitarias. Se produjo horas más tarde un grave incidente al llegar grupos armados del sistema caciquil, que comenzaron a disparar, produciéndose la muerte de uno de sus propios líderes en la confusión, así como numerosos heridos de la Comunidad.

La respuesta del Gobierno del Estado fue la represión y detención de 34 compañeros del Consejo de Ancianos y de la Asamblea Comunitaria, y ninguno del grupo caciquil armado que efectuó el ataque y los disparos. De estos 34 compañeros detenidos, 11 han sido procesados de manera evidentemente irregular, negándoseles a 9 de ellos el derecho a un traductor, cuando son monolingües, siendo obligados a autoinculparse en castellano, presentando evidencias inequívocas de tortura y maltrato físico, existiendo a su vez órdenes de aprensión en contra de Joel Aquino y Juana Vásquez, integrantes de la Asamblea Comunitaria. 

Ante esta situación de irregularidades y de hostigamiento a la Comunidad de Yalálag, así como por la situación de los detenidos, distintos colectivos políticos y sociales están haciendo una campaña exigiendo la excarcelación inmediata de los presos, el respeto a los Derechos Humanos y el reconocimiento de los derechos y de la cultura indígena, en base a los Acuerdos de San Andrés.

"Somos indígenas, hemos sufrido siglos de desprecio y marginación, de persecución, de olvido y muerte. Muchas veces el verdugo ha tenido piel clara y lengua diferente pero también han existido en nuestro camino hombres y mujeres con esta piel clara con esta lengua diferente. En el mundo que quieren los indígenas de México caben todos los colores de piel, todas las lenguas y todos los caminos. Porque el mundo bueno no sólo tiene un camino o un rumbo, tiene muchos caminos y en esos caminos debe haber respeto, tolerancia y dignidad".