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USA



Cobertura médica, un problema crónico
Grandes Contrastes en Servicios Médicos de la Región


Pedro F. Frisneda, "Tiempos del Mundo"
(18 de Diciembre de 2003)

Mientras Canadá es un paraíso para la salud, con una cobertura del 97% para los inmigrantes, en Estados Unidos 40 millones de personas carecen de cuidado médico, 13 de ellos son hispanos. El país lucha con costos astronómicos tanto de atención como de medicinas. En México, los envejecidos hospitales causan la muerte de las personas por el incubamiento de virus y bacterias y expertos ponen en duda el plan de seguro popular de Fox. Empezamos con el caso de la niñez sin seguro en la primera potencia mundial: dos de cada tres infantes hispanos carecen allí de cobertura de salud.

Cada vez que a Joshur Fernández le da un ataque de asma, su madre, la dominicana Elpidia De la Cruz, debe correr a la sala de emergencia del hospital más cercano en busca de ayuda. Sin embargo, a pesar de lo grave que pueda llegar a ser la situación, De la Cruz debe esperar – a veces horas- hasta que su convaleciente hijo reciba la atención adecuada, debido al gran flujo de pacientes que se encuentran en las mismas circunstancias. “Es una experiencia muy dura. Él comienza a estornudar, a toser y bota sangre por la nariz y a los pocos minutos está asfixiado. Aunque le pongo la máquina con la medicina a veces sigue igual, por lo que tengo que correr para el primer hospital que esté cerca”, explica De la Cruz. “No tengo los recursos suficientes para tomar medidas preventivas o para llevar a mi hijo a un especialista que lo ponga bajo un tratamiento”, se lamenta la angustiada madre. El de Joshur es un caso muy común. Su familia, que reside en el barrio latino de Washington Heights, en Nueva York, presenta el mismo cuadro de pobreza de miles de inmigrantes hispanos en EE.UU., que no cuentan con un seguro de salud que les permita a ellos y a sus hijos tener una atención médica adecuada, oportuna y de calidad, por lo que deben usar -cada vez con más frecuencia- las salas de emergencia como su principal recurso de cuidado médico.

Según un estudio del Urban Institute, dos de cada tres niños hispanos – más de tres millones o el 12 por ciento- carecen de seguro médico en EE.UU. La misma investigación asegura que la mayoría de esos niños podría ser elegible para obtener cobertura de salud a bajo costo o gratuita a través de programas federales o estatales como el “Medicaid” y el “Children’s Health Insurance Program” (CHIP), sin embargo, muchas familias latinas no saben de la existencia de los mismos o desconocen cuáles son sus normas de aplicación.

Graves consecuencias

El Urban Institute asegura que, aunque el número de niños sin seguro médico en EE.UU. ha disminuido en los últimos tres años en un 18 por ciento, los latinos continúan rezagados en comparación con otros grupos. Los infantes latinos tienen una probabilidad de carecer de seguro tres veces mayor que los infantes blancos no hispanos y de dos veces y media en comparación con los afroamericanos.

“Al no tener seguro, estos niños crecen sin el hábito de visitar a un doctor regularmente, lo que significa que cuando sean adultos, van a desarrollar serias y crónicas condiciones médicas porque no tuvieron los tratamientos preventivos”, dijo el sociólogo Randy Capps, investigador del Urban Institute.

“Tendremos más gente con enfermedades de largo padecimiento que producirán períodos prolongados de inhabilitación, por lo que no van a ser trabajadores muy productivos. Eso sin contar las altas tasas de muertes en este grupo étnico”, aseguró el experto. Esta delicada situación hace que los inmigrantes hispanos vivan con el constante temor de que alguien en la familia – especialmente los más pequeñitos- se enferme o sufra algún accidente, porque en su caso, siempre resulta peor el remedio que la enfermedad (económicamente hablando).

Lo costoso de los tratamientos y las medicinas, llevan a estas personas a emprender una especie de vía crucis por diferentes consultorios médicos, en busca del más económico, muchas veces sin importar si se trata de un buen especialista. El factor monetario se antepone a la calidad, que en el caso de la salud debería ser lo primordial.

Otros, como Elpidia y su hijo Joshur, por no tener seguro y un médico que los represente, deben aguardar por largas horas en las salas de espera de los hospitales, antes de que sean atendidos. Esto no los salva de tener que pagar elevadas sumas de dinero por la atención recibida.

Latinos desprotegidos
Cerca de 13 Millones carecen de Seguro Médico en Estados Unidos


De todos los grupos que componen el variado mosaico étnico de Estados Unidos, los latinos son los que menos cuentan con cobertura médica y por ende sufren de enfermedades que se podrían prevenir. Las consecuencias socio-económicas para el país son enormes.

Cáncer, VIH/Sida, asma, enfermedades cardiovasculares, diabetes y hepatitis. Esos son algunos de los graves padecimientos que enfrentan los hispanos que viven en Estados Unidos, quienes, al no poseer seguro médico, no se realizan chequeos de salud rutinarios y terminan con grandes probabilidades de sufrir dolencias que podrían ser prevenidas. El resultado es una alta incidencia de muertes prematuras.

A esto se le suma la barrera lingüística y cultural, discriminación, pobre calidad de servicios públicos de salud, poco acceso y la falta de estudios basados específicamente en este grupo étnico. Todo ello sin contar con la carencia de políticas gubernamentales para mejorar la situación. “Los hispanos utilizan frecuentemente el sistema de salas de emergencias, en vez de ir a consulta con un médico de cabecera o un especialista que le diagnostiquen los síntomas y las causas de la enfermedad y le hagan seguimiento. Por ello los decesos entre latinos son tan altos,” asegura la comisionada de Salud del estado de Nueva York y ex-Cirujano General de Estados Unidos, la doctora Antonia Novello.

La Sociedad Americana del Cáncer asegura que para finales del año 2003 se diagnosticarán 67.400 casos nuevos de cáncer entre los hispanos y cerca de 22.100 morirán a causa de la enfermedad.

Pero las consecuencias de no tener seguro médico no se limitan únicamente al área médico-asistencial o al ámbito familiar. Según el sociólogo Randy Capps, investigador del Urban Institute, con sede en Washington, esto también influye negativamente en el aspecto socio-económico del país. “El aumento en la incidencia de enfermedades hace que los latinos dejen de asistir a sus trabajos, por lo que se produce una baja proporcionalmente alta en la fuerza laboral, resultando en un descenso general de la productividad del país. La comunidad latina es muy dinámica y de rápido crecimiento, por lo que juega un papel destacado en el progreso económico y social de EE.UU.

El experto asegura que esto también tiene grandes costos para las finanzas municipales y locales, porque los centros de salud han elevado considerablemente el número de pacientes. “Hay hospitales en algunos lugares del país, especialmente en las zonas fronterizas de Texas y Arizona, que están atendiendo a muchas personas sin seguro y sin documentos legales. Esas instituciones están luchando con los pocos fondos que tienen para proveerles servicios a este amplio segmento de la población, pero eventualmente van a tener problemas para mantener sus puertas abiertas”. Esta preocupación es compartida por el doctor David Rosen, presidente del Hospital Jamaica, en Queen, Nueva York. “Mantener a los pacientes más tiempo del que requiere en las saturadas salas de emergencia desgasta los recursos de nuestros hospitales, que son los que soportan con mayor fuerza el incremento de los que necesitan cuidados, como los inmigrantes sin seguro de salud”. Las leyes federales de EE.UU. obligan a los hospitales a atender a cualquier persona que acuda a ellos por una emergencia, sin importar si pueden o no pagar por el servicio.

Alarmante realidad

Estadísticas de la Oficina del Censo de EE.UU. indican que el número de personas que no cuentan con seguro médico alcanza los 43,6 millones (15,2 por ciento de la población). Eso significa un aumento del 6% con respecto al año 2001 (más de 2,4 millones de personas). Según el mismo informe, los latinos sin seguro médico en el país superan el 32,4 por ciento. La cifra llega a 13 millones en el 2002.

Entre las razones dadas por Randy Capps a este problema destacan el número de personas hispanas que perdieron sus empleos el año pasado, y el aumento de los costos de las primas de los seguros médicos privados en más del 13,9%. Se estima que una póliza de salud para una familia de cuatro miembros cuesta un promedio de 9.068 dólares anuales. “Los hispanos tienen más de la mitad de probabilidades que los blancos de no recibir cobertura a través de sus empleadores, debido a la clase de trabajos que realizan y las posiciones que ocupan en industrias como la construcción, servicios de limpieza, fábricas, pequeños negocios o bodegas que no pueden cubrir las costosas pólizas de las compañías de seguros”, explicó el sociólogo.

Sin embargo, como asegura la doctora Novello, no todas las personas sin seguro de salud son pobres, desempleadas o con bajos salarios, sino que un gran número pertenece a la clase media. “Muchas familias latinas se han visto atrapadas en el dilema de no ganar suficiente dinero para pagar las costosas primas de los seguros privados, pero al mismo tiempo ganan más de lo establecido por el gobierno para poder ser elegibles a los programas de salud pública subsidiados por el Estado como el ‘Medicaid’, que se entrega a los que se encuentran viviendo por debajo de los niveles de pobreza”. “Algunos estados, basados en el aspecto migratorio, deciden no darle ninguna participación en los servicios de salud a los ilegales, porque la mayoría de esos seguros son mantenidos con el dinero de los contribuyentes, que se oponen a la inmigración ilegal”, afirma Novello.

Las Leyes de Inmigración y Asistencia Pública (Welfare) aprobadas por el Congreso en 1996, estipulan que sólo las personas que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales por más de cinco años pueden ser beneficiados con Medicaid. La misma situación se vive en la mayoría de los estados con gran población latina como Arizona y Nuevo México, aunque otros como California, Nueva York y Florida han logrado avances significativos mediante varios programas que ofrecen seguros de salud a bajo costo para los inmigrantes y sus hijos, sin importar sus estatus legal en el país.