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Globalización


"Caso BBVA": Estos mismos elementos embargaban su laboratorio a Patarroyo, hace poco más de un año

"La excelencia de la empresa del futuro incluye, sin ninguna duda, reponsabilidad social. En BBVA entendemos la importancia del compromiso con la sociedad y lo desarrollamos, bien a través de una intensa labor de mecenazgo, bien mediante el impulso inteligente de proyectos emergentes en sociedades en las que actúamos y el firme posicionamiento en la familia, que es la estructura básica de todas las sociedades, como su socio financiero. La responsabilidad social se manifiesta asimismo en la calidad del servicio prestado, adaptado de forma flexible a todos y cada uno de nuestros clientes, en un intento de conseguir una relación equilibrada y transparente"

Emilio Ybarra, Presidente del Banco Bilbao Vizcaya-Argentaria (BBVA), en la Fundación Empresa y Sociedad, Marzo 2001.


Manuel E. Patarroyo, como es sobradamente conocido, es un connotado científico colombiano con gran reconocimiento internacuinal y que ha recibido gran cantidad de menciones y premios (y que permanentemente suena como Premio Nobel de Medicina) y que está desarrollando una investigación fundamental, para avanzar en la resolución de una de las más terribles enfermedades de la humanidad y que afectan a los segmentos más pobres de la sociedad: la malaria, de la que mueren en torno a tres millones de personas cada año.

En ello estaba, y de una forma muy avanzada, cuando una deuda de un millón de dolares con el banco BBV-Ganadero, hizo que su Fundación quedara embargada y, como dice en la nota que aparece más abajo tuviera que"empezar de cero".

Y, por lo poco que está saliendo ahora a la luz (aunque nos lo imaginamos siempre) un millón de dolares era una parte infima de las pensiones apañadas por los dirigentes-accionistas del BBV con el dinero de los impositores bancarios.

Este es sólo un caso más. Pero que habla bien a las claras de a que se refieren estos magnates-mangantes cuando hablan de "reponsabilidad social".
¡ Que cara más dura tienen !

Redacción de Derechos para Tod@s

Nota: Adjuntámos un informe reciente estractado de el periódico "El País" y el artículo sobre el embargo a Patarroyo, del Boletín "El Médico", de Febrero de 2001.


Investigación al BBVA
El BBVA gestionó sus cuentas secretas a través de una fundación en Liechtenstein

La última desviación de fondos fue realizada seis meses después de la fusión de BBV y Argentaria

Ernesto Ekaizer| Madrid ("El País", 5 de Abril de 2002)

La comisión ejecutiva del Banco de España adoptó el 15 de marzo el acuerdo de poner en marcha un expediente disciplinario al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y a 16 personas que habían sido miembros de la Comisión Delegada Permanente y otros consejeros o altos cargos, dos de los cuales ya han fallecido. La decisión tuvo lugar exactamente catorce meses después de que los entonces presidentes del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Emilio de Ybarra, y Francisco González, visitaran, la tarde del 19 de enero de 2001, el despacho del gobernador del Banco de España, Jaime Caruana.

Francisco González había hablado antes de esa cita con el gobernador y le había puesto sobre aviso de que le informarían sobre un asunto muy delicado: la existencia de una trama de operaciones ocultas en el exterior. Estas habían comenzado durante el viejo Banco de Vizcaya y continuó con la gestión del Banco Bilbao Vizcaya. Durante trece años de intensa actividad, la trama exterior había arrojado unos beneficios extraordinarios de 37.850 millones de pesetas (227,5 millones de euros). Ese dinero fue ocultado a la contabilidad del viejo Banco de Vizcaya y, después, a la del Banco Bilbao Vizcaya. Los dos presidentes afirmaron que Ybarra había informado parcialmente sobre esas operaciones a González en septiembre de 2000, un año después de la fusión entre el BBV y Argentaria.

El acuerdo del viernes 15 de marzo siguió al informe de la inspección del Banco de España sobre la documentación aportada por el BBVA tras la reunión del 19 de enero entre los presidentes y el gobernador.

Según ese informe, al que EL PAÍS ha tenido acceso, firmado el 11 de marzo de 2002, el Banco Bilbao Vizcaya realizó sus actividades ocultas a la contabilidad interna sobre la base de dos patas: un trust en el paraíso fiscal de Jersey, Islas del Canal, el llamado T.532, y su correspondiente sociedad, Sharington Company Inc; y, la otra pata, una fundación, la Amelan Foundation, constituída en el paraíso fiscal de Liechtenstein. Estas dos estructuras sustituyeron a partir de finales de 1991 a otras cuatro sociedades de Jersey que habían desarrollado una primera fase de actividades en el exterior sin control institucional y contable desde España, entre 1987 y 1991.

En las dos fases diferenciadas, la actividad resultó intensa y, a juzgar por las cifras analizadas por la inspección, produjo beneficios extraordinarios que el BBVA afloró en su primer ejercicio de banco fusionado...

... Una de las operaciones significativas, del orden de los 3.300 millones de pesetas, tuvo lugar en marzo de 2000, esto es, seis meses después que los dos bancos, BBV y Argentaria, ya estaban fusionados. Se trata de la constitución de 22 fondos de pensiones en Estados Unidos con la firma ALICO a nombre de consejeros del banco, que actuaron como fiduciarios para constituir los fondos. Este patrimonio fue reintegrado recientemente a España. De acuerdo con la inspección, cuyas conclusiones se recogen en el acuerdo, 'según el señor Ybarra la constitución de esos fondos tenía como objetivo último adquirir una participación en Bancomer por cuenta de BBVA'. Esta operación finalmente concluyó con éxito.

Manuel Patarroyo, descubridor de la vacuna contra la malaria, desalojado de su laboratorio

Isabel Fernández, corresponsal en Bogotá (Boletín de Noticias "ELMEDICO.NET", 16 de Febrero de 2001)

El científico Manuel Elkin Patarroyo dejará después de 25 años el Instituto de Imnulogía San Juan de Dios, en el que desarrolló la vacuna sintética contra la malaria. Patarroyo y su equipo de 160 investigadores abandonan el instituto y, lo más dramático, todos los equipos de biología molecular. Su capital de trabajo, valorado en unos 2,5 millones de dólares, es objeto de una orden de embargo a favor del BBVA-Ganadero.

«Empezaremos a partir de cero», confirmó Patarroyo al dar la noticia de la mudanza a la sede del Instituto de Asuntos Nucleares, una entidad estatal cuya liquidación se decretó hace unos tres años. El único patrimonio con el que Patarroyo y su equipo contarán ahora son las 26.000 moléculas y 48.000 sueros de experimentación que el jueves pasado fueron trasladados en cinco camiones al Instituto Nacional de Salud. Allí permanecerán almacenadas hasta que sean adecuados los nuevos laboratorios. «Esos sueros y moléculas representan el trabajo de 25 años y el conocimiento que no puede ser comprado, por eso no podía abandonarlos», dijo con rabia Patarroyo.

MALARIA, HEPATITIS Y TUBERCULOSIS

Los científicos trabajaban en nuevos avances de la vacuna contra la malaria, así como en otras contra la hepatitis y la tuberculosis. Todo ahora se encuentra paralizado. El lío financiero y jurídico en que se han visto metidos sin comerlo ni beberlo el científico y sus investigadores es la quiebra de la Fundación San Juan de Dios. A ella pertenecía jurídicamente el centro de investigación, así como un hospital de caridad del mismo nombre, con más de 400 años de historia, hoy en una agonía económica que acabará con él en pocas semanas, según su dirección.

La Fundación afronta unas deudas de más de sesenta millones de dólares con distintos acreedores, entre ellos el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria-Ganadero (BBVA-Ganadero). Aunque los equipos del instituto inmunológico habían sido donados o adquiridos de forma directa por él mismo, todos sus bienes figuraban a nombre de la Fundación San Juan de Dios. Y cuando a principios de enero pasado un juzgado falló a favor del BBVA-Banco Ganadero contra la entidad por un crédito no cancelado de un millón de dólares, ya no le quedaban más bienes embargables que los del inmunológico.

Patarroyo, premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 1994 y premio a la Excelencia de la Academia Nobel de Suecia de 1990, calificó entonces de «maquiavélica» la decisión judicial que dejaba a su equipo de trabajo con los brazos cruzados. El presidente en Colombia del BBVA, José María Ayala, replicó que la entidad financiera no tenía ninguna intención de entorpecer los trabajos y que si bien el instituto inmunológico tenía que entender que las resoluciones judiciales debían aplicarse, la actitud del banco era «positiva y abierta» para encontrar «una solución». En todo caso, dijo Ayala, los equipos no serían retirados de la sede del instituto y los trabajos podían continuar perfectamente.