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Niza 2000

Nice: not so nice 
(Juego de palabras en inglés que pierde sentido al  ser traducido. "Niza: no tan bonita") 

Declaración del Grupo Attac-Instituciones europeas  (Niza 3 de Enero de 2001)
  
Un primer balance de la Cumbre de Niza, tiene que comenzar, obligatoriamente, explicando las condiciones en las que los ciudadanos han tenido que ejercer sus derechos fundamentales, de manifestación y de reunión, así como el derecho de libre circulación dentro del territorio de la Unión.  Estos dos primeros derechos han sido ensombrecidos. 

-Los  obstáculos de todo tipo que han encontrado para manifestarse.
 
-Represión "ejemplar" contra los parados que querían coger trenes "gratuitos". 
-Negativa de las autoridades a conceder sitios públicos para albergar a los manifestantes así como espacios para las reuniones y debates. 
-Recorridos reducidos al mínimo para la manifestación del 6 de Diciembre.  
-Represión desmesurada de las manifestaciones del 7 de Diciembre. 
-Detención durante un mes de ciudadanos españoles que no habían tomado parte en ningún acto de violencia.  
-Evacuación con violencia y uso de gases lacrimógenos del gimnasio Lerys cuando estaba ocupado por una reunión de 2000 personas.  
-Y para terminar la paralización en la frontera italiana de un tren que transportaba 1500 pacíficos manifestantes italianos pertenecientes al grupo Tute Bianche. Una grosera interpretación de la libre circulación de personas. 

Todo esto ocurría mientras se proclamaba solemnemente, dentro del mayor sigilo, una Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea, que representa un retroceso en relación con las declaraciones internacionales de las que son firmantes todos los Estados miembros, y en muchos casos, con relación a las constituciones y legislaciones nacionales. Una Carta que seria el primer paso de un proceso constituyente europeo, que podría llegar a ser  el preámbulo  de una futura constitución federal, pero sobre todo porque el procedimiento seguido  para su elaboración y adopción seria el modelo para desarrollar textos más ambiciosos. Por consiguiente el método empleado para elaborar este texto es por sí mismo una amenaza para la democracia. La Carta, es en efecto, la obra de una convención cooptada por los gobiernos de los Estados miembros y por las instituciones europeas quienes, sin ningún mandato popular previo, han elaborado y negociado con instancias privadas (ONG, asociaciones, sindicatos, lobbies patronales etc..) este texto del mayor rango político. 

Dentro de esta forma de decisión post-moderna, todas las transacciones están permitidas, todos los agentes de la sociedad civil pueden intervenir: solo se excluye el que una representación popular con un mandato específico pueda decir la Última palabra, como conviene en democracia.
 

Este orden nuevo que pretende reemplazar la democracia coincide con un refuerzo de las competencias de la Comisión: que no solamente, se parecerá cada vez mas a un gobierno, su presidente podrá de ahora en adelante remodelarla, sino que obtendrá con más facilidad amplios poderes para las negociaciones sobre los servicios (excepto, por el instante, la educación y la salud) en la medida en que el Consejo, una vez modificado el artículo 133, podrá dar mandato en esta materia y en muchas otras a la mayoría cualificada. Por otra parte, la Unión se ha dado una fuerza militar que actuará dentro del marco de la OTAN,  según las modalidades ya probadas en Bosnia y Kosovo.
 

Cada vez mas, las instituciones europeas se alejan de la legitimidad democrática nacional sin construir una democracia federal europea. Las Instituciones europeas se orientan hacia un poder auto-proclamado, que ignorando la soberanía popular, "dialoga" con la sociedad civil. Esta situación que en otros tiempos se calificaba como "déficit democrático", ha pasado a ser ahora un modelo político que pretende servir de base para una nueva constitución: la "gouvernance (1)europea", sobre la que la Comisión prepara ya un Libro Blanco. La Gouvernance europea, lejos de crear un Estado Europeo, es un instrumento poderoso de la globalización en la medida en que priva a los ciudadanos de todo medio político de resistencia a la liberalización generalizada y a la transformación en mercancía de todos los aspectos de sus vidas.
 

El grupo ATTAC-Instituciones europeas, consciente de las amenazas que tal orientación política hace pesar sobre la democracia, llama a los ciudadanos de Europa a estar vigilantes y a hacer una defensa sin fisura de los principios democráticos. Igualmente invita  a la Comisión así como al conjunto de las instituciones de la Unión Europea a relanzar el proyecto europeo sobre una base democrática y ciudadana.