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Conferencia Mundial contra el Racismo en Durban

Conferencia Mundial Contra el Racismo, la Discriminación racial, la Xenofobia y Otras formas relacionadas con la Intolerancia

Durban, Sudáfrica del 31 de agosto al 7 de septiembre de 2001

La "Conferencia Mundial Contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y Otras Formas Relacionadas de Intolerancia" CMCR) es una Conferencia de los gobiernos del mundo, convocada por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta definió que la CMCR será orientada a la acción y examinará las medidas prácticas para eliminar el racismo. Asimismo, deberá tratar todas las formas de racismo, incluidas las formas contemporáneas de intolerancia.

OBJETIVOS DE LA CONFERENCIA:
Pasar revista al progreso realizado en la lucha contra el racismo y la discriminación racial, para reevaluar los obstáculos al progreso en este campo, e idear maneras de superarlos.

* Considerar cómo asegurar una mejor aplicación de los estándares existentes para combatir la discriminación racial.
* Sensibilizar sobre el racismo y sus consecuencias.
* Formular recomendaciones concretas sobre cómo las actividades y mecanismos de la ONU pueden ser más efectivos en el combate al racismo.
* Pasar revista a los factores políticos, históricos, económicos, sociales, culturales y otros, que han contribuido al racismo.
* Hacer recomendaciones con respecto a nuevas medidas nacionales, regionales e internacionales que podrían adoptarse para combatir al racismo;
* Formular recomendaciones para asegurar que las Naciones Unidas tengan los recursos necesarios para combatir al racismo y a la discriminación racial.

Conferencia Mundial en Durban: La agenda contra racismo y xenofobia

Leisa Sánchez

En medio de una incertidumbre generalizada, el 31 de agosto inicia la "Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y otras Formas Conexas de Intolerancia", en Durban, Sudáfrica, que se desarrollará hasta al 7 de septiembre. En esta cita, los Estados miembros de la ONU tendrán el reto de presentar a la humanidad un esquema efectivo de medidas que apunten a la erradicación de diversas formas de discriminación y exclusión que se manifiestan en el mundo entero.

No obstante, el ambiente está caldeado por la amenaza de Estados Unidos, que tiene a Israel de
aliado, de boicotear la reunión mundial si se iguala el sionismo con el racismo y si se trata el tema de indemnizaciones por el colonialismo, que reclaman los africanos y que tampoco los europeos han querido aceptar. Tampoco la mayoría de gobiernos han buscado dar un perfil alto a su participación en la Conferencia.

Las organizaciones africanas, indígenas y palestinas, por citar algunos ejemplos, no han encontrado el eco que esperaban y se teme que las demandas de otros grupos excluidos como mujeres, minorías sexuales y migrantes queden en mínimas expresiones literarias que no reflejen la realidad ni las violaciones sistemáticas de sus derechos.

Más allá de las realidades nacionales, Durban deberá comprometer un serio compromiso internacional que reconozca el racismo en relación directa con otras formas de discriminación por razones de raza, orígenes, color, idioma, sexo, religión, discapacidad, edad, así como por condición social, económica, cultural o laboral, entre otras causas.

La agenda latinoamericana

Sudáfrica no sólo será anfitriona de las delegaciones oficiales, sino también del Foro Mundial de ONGs, que se realizará del 28 de agosto al 1 de septiembre 2001, y de la Cumbre de la Juventud que se llevará a cabo el 26 y 27 de agosto de 2001. Organizaciones indígenas, afrodescendientes, migrantes, incluyendo a mujeres y jóvenes, entre otros sectores sociales, enviarán delegaciones al Foro.

La sociedad civil de América Latina y el Caribe confía como el resto de las demás regiones del mundo en que la Conferencia aborde la problemática que afecta a sus pueblos, que tienen sus propias necesidades y visiones de una realidad, en la que sobresalen grupos excluidos o minoritarios.

Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, dirigió una carta a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, en la que advirtió que los pueblos indígenas no están dispuestos a que sus demandas históricas sean "deformadas y subastadas", ni a "cohonestar un acuerdo que viabilice la Conferencia a expensas de nuestra dignidad y nuestros derechos".

En tal sentido llamó a que se atiendan igualmente los derechos de movimientos sociales y "millones de hombres y mujeres que padecen la discriminación por múltiples causales y que esperan de esta Conferencia una palabra clara y contundente en contra del inmovilismo y la impunidad".

Denuncia asimismo que los avances que los indígenas han logrado en la esfera internacional "parecen perder significación ante la persistente negativa de algunos Estados y otros actores internacionales a reconocer a los Pueblos Indígenas como lo que han sido por milenios y son hoy: 'Pueblos', con plena capacidad de determinarse libremente, con un bagaje cultural y valórico que aportar a una humanidad cada vez más confundida sobre su destino común, cada vez menos solidaria y consciente de su responsabilidad en la preservación del equilibrio natural, y cada vez más impotente frente una minoría que cree poder imponer sus designios a costa del bienestar y la dignidad generales."

Se espera que en la Declaración política que adopten los gobiernos en Durban, por primera vez en la ONU se acepte el término "pueblos" en lugar de "poblaciones" en referencia a los pueblos indígenas.

Igualmente, el Caucus de jóvenes recogió inquietudes de indígenas, afrodescendientes, Rom, migrantes, inmigrantes y mujeres para exigir la eliminación de leyes y practicas que colocan a los jóvenes como "sujeto criminal", basado en estereotipos raciales, clase social y/o por orientación sexual; y de las normas que en los sistemas jurídicos prevean condenas máximas para niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

Camino a Durban, varios foros han llamado la atención sobre los problemas que afectan a la región.

El Foro de ONGs de las Américas por la Diversidad y la Pluralidad, que se celebró en Quito, Ecuador, en marzo, sirvió de pauta para que 500 representantes de la sociedad civil formularán propuestas y demandarán a los Estados acciones concretas en pos de la erradicación del racismo, la intolerancia y la xenofobia.

En esa ocasión, los pueblos indígenas reclamaron formas de coexistencia basadas en el respeto a la libre determinación, a la diversidad social,cultural, espiritual, lingüística, de ordenamiento jurídico territorial y organizativo.

Mientras, los afrodescendientes hicieron hincapié en que se les proporcione el derecho al trabajo, la educación y la salud y el fortalecimiento y promoción de la ciudadanía plena, junto a otros sectores sociales. A nivel regional, los pronunciamientos se han dado en la Comunidad Andina de Naciones y en el Grupo de Río, que celebró su XV Cumbre en Santiago de Chile, el 16 y 17 de agosto.

Con motivo de la posesión del presidente peruano, Alejandro Toledo, el 28 de julio pasado, los presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela firmaron la Declaración de Machu Picchu en la que señalaron "la finalidad de asegurar el ejercicio pleno de los derechos humanos de las poblaciones indígenas conforme al principio de no discriminación" y la decisión de impulsar la elaboración y aprobación de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Se compometieron a desarrollar "estrategias y políticas dirigidas a revalorizar la pluralidad étnica y la multiculturalidad de nuestras naciones, con el fin de promover la plena participación de los pueblos indígenas y las minorías étnicas".

De su lado, la Cumbre del Grupo de Río incluyó en su declaración final una escueta alusión al tema con el acuerdo de "coordinar acciones conjuntas" frente a la Conferencia Mundial contra el Racismo.

A esa declaración, antecedió un mensaje de los mapuches, firmado por el líder chileno del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán, que reivindicó la autodeterminación de las comunidades indígenas y la recuperación de las tierras "usurpadas".