Mientras tanto en Dakar, entre el 11 y el 14 de diciembre próximo se llevará a cabo un encuentro panafricano destinado a discutir las consecuencias de la Deuda y del Ajuste estructural. Por primera vez, representantes de los movimientos sociales de toda Africa,  debatirán sobre el tema de la deuda y sobre los dos decenios de aplicación de los ajustes estructurales, en la intención de elaborar alternativas que posibiliten un desarrollo centrado en las necesidades de la población.

Desde hace tres años se han  venido realizando campañas sin precedentes, de ONGs, iglesias, sindicatos y oros movimientos sociales, basadas en la  recolección de firmas y en movilizaciones mundiales, tendientes a obtener la anulación de la Deuda de los países más pobres.
 
Sin embargo, este inmenso clamor, solo ha obtenido como respuesta "generosos" anuncios del FMI, el BM y de los países más ricos, sin que ninguno de ellos e haya concretado.
 
Africa es el continente más afectado. El ingreso por habitante es aquí menor que el de los años 60. El ingreso de 48 de sus países, con casi 600 millones de habitantes, supera apenas al de Bélgica y sus 10 millones de habitantes. Dos decenios de ajustes y de libertad comercial solo tuvieron como objetivo el reembolsode la deuda y como consecuencia el deterioro de las condiciones de vida de las capas más débiles de la población. Los compromisos de pago de la deuda priman sobre las necesidades vitales de sus habitantes y compromete toda perspectiva de desarrollo.
 
La deuda externa total del Africa Sub-sahariana alcanzaba en 1998 a los 210 mil millones de U$S equivalente al 68% del PNB del continente o a  U$S 370 por hab. con relación a un PNB promedio inferior a U$S 320 (excluyendo a Sudáfrica). En dicho año la misma región pagó en concepto de servicios de la deuda 14.1 mil millones, más del doble de todas sus inversiones en salud. Una evidencia más del estado de las relaciones Norte-Sur y de la dominación ejercida por los países desarrollados sobre un Africa exangüe.
 
Dakar 2000 será una oportunidad para realizar el balance de las campañas realizadas y de debatir como continuarlas movilizaciones: denunciar el impacto cada vez más pesado de los programas de ajuste estructural sobre el contexto económico, social y humano de estos países, pero también la ocasión de establecer una red entre los movimientos sociales francófonos, anglófonos y lusófonos para luchar por la anulación de una deuda insostenible, injusta e ilegítima.