Info DpT
Colombia
 

Manifiesto por la Paz y los Derechos Humanos en Colombia

4 de septiembre de 2000

La PAZ será fruto del pleno respeto a los derechos humanos, la justicia, la verdad, la tolerancia, y del cubrimiento de las necesidades básicas de toda la población. Es decir, de la democracia con justicia social.

Quienes suscribimos este documento, observamos con esperanza como en Colombia, después de 50 años de violencia y conflicto armado interno, parece abrirse una posibilidad para una negociación política entre las organizaciones insurgentes y el Estado. Expresamos nuestro respaldo a esta búsqueda mancomunada por la solución política negociada en la que ha sido decisiva la participación de un movimiento social cada vez más fuerte clamando por la paz.

Nos alienta dar a conocer nuestras reflexiones a través de este manifiesto motivados por la idea de dar nuestro aporte a este incipiente proceso y apoyar las iniciativas de las organizaciones sociales y ONGs con las que trabajamos en el país. Lo hacemos desde nuestra posición de ONGs y Grupos de Solidaridad comprometidos desde hace muchos años con Colombia, con las mayorías que sufren por la no atención de sus necesidades básicas y, muy especialmente, con las víctimas de las múltiples violaciones a los derechos humanos, los defensores de derechos humanos y sus respectivas organizaciones. Queremos que estas mayorías pobres, carentes de la satisfacción de necesidades fundamentales, las víctimas de violaciones a los derechos humanos y los cientos de miles de desplazados internos no sólo sean incluidos en un proceso de Paz, sino que tengan en este su propia, auténtica y autónoma voz. Deben ser ellos, quienes sufren los rigores de la guerra, los primeros involucrados en un proceso de PAZ. 

Al Estado Colombiano y las organizaciones Insurgentes queremos expresarles que: 

A.- En materia de derechos humanos. El pleno respeto de los derechos humanos y el cumplimiento de las múltiples recomendaciones internacionales al respecto es tarea sustancial y obligatoria del Estado. Así como el acatamiento de las normas de Derecho Internacional Humanitario es deber fundamental de los actores armados en conflicto. No puede supeditarse su cumplimiento al éxito del proceso de paz, ni utilizarse como condición para el mismo. Por eso exigimos al Estado, independientemente del desarrollo del proceso de paz, el cumplimiento de sus deberes en materia de derechos humanos y de derecho internacional humanitario. Igualmente exigimos de las organizaciones insurgentes el respeto incondicional a las normas del derecho internacional humanitario. 

B.- Con relación a las víctimas. Las víctimas, sus organizaciones junto con las de derechos humanos, deben ser parte activa en el proceso. Ellos deben tener un LUGAR PRIVILEGIADO ya que son ellos, los que han sufrido los rigores de la guerra; los que han sido macartizados, señalados, calumniados. Deben ser ellos los protagonistas en la reconstrucción de una sociedad democrática, justa, participativa y pacífica. Ni el Estado, ni la Insurgencia pueden hablar en nombre de las víctimas, de las organizaciones sociales y de derechos humanos; debe respetarse su plena independencia y autonomía a lo largo del proceso. 

C.- La Justicia Social. Tenemos la firme convicción que solamente se puede hablar de PAZ cuando haya JUSTICIA SOCIAL. Esto implica el cubrimiento de las cinco necesidades básicas: Trabajo, Alimentación, Salud, Vivienda y Educación. Implica también una verdadera y profunda reforma agraria que prioritariamente devuelva las tierras sustraídas a millones de campesinos mediante la violencia, generando el drama de los desplazados forzados. Además el Estado tiene el deber de saldar sus deudas seculares con las comunidades indígenas y afrocolombianas, protegiendo ante todo sus conceptos integrales de la "territorialidad". De igual manera, con los sectores más victimizados por la llamada "guerra sucia" a lo largo de estos años: Los líderes populares, los miembros de partidos de oposición, los sindicalistas, los defensores de derechos humanos, las mujeres y los niños. 

D.- La impunidad y el derecho a la verdad. Un proceso de PAZ tiene que aclarar necesariamente los crímenes del pasado. Si estos quedan en IMPUNIDAD, será el obstáculo más grande para que se pueda realizar la paz. La sociedad entera tiene el derecho y debe saber la VERDAD HISTORICA. Hay que aclarar quienes fueron los promotores, los ejecutores, los encubridores nacionales e internacionales. Las razones políticas, económicas y sociales, los métodos, etc., de quienes cometieron crímenes de Lesa Humanidad e infracciones graves al Derecho Internacional Humanitario. Identificar también a los autores y estructuras comprometidas en las amenazas, hostigamiento y montajes que han llevado a miles de colombianos al exilio y a cientos de miles a desplazarse por motivos políticos. Es por tanto imprescindible crear los mecanismos de justiciabilidad de los crímenes de Lesa Humanidad cometidos en el pasado, respetando su carácter de imprescriptibles, no indultables ni amnistiables y su extraterritorialidad. 

E.- La administración de Justicia. La justicia es pilar fundamental del ESTADO DE DERECHO. Ello implica la necesidad de crear un sistema de justicia creíble hacia el futuro, ágil, honesto, respetuoso de la dignidad humana y asequible a todos, pero sobre todo independiente e imparcial. 

F.- El derecho de Expresión. El derecho de expresión, de opinión, de manifestarse masivamente y de ejercer la actividad política con plena confianza y libertad no pueden esperar a la culminación de un proceso de PAZ. Es una necesidad inaplazable que los actores armados en conflicto permitan que las diferentes expresiones sociales se MANIFIESTEN LIBREMENTE, que fluyan los aportes e iniciativas para la reconstrucción de una cultura ciudadana de respeto, tolerancia y la diversidad que entraña la sociedad colombiana. 

G.- El derecho a la Reparación. Parte fundamental de un proceso de PAZ debe ser la REPARACION INTEGRAL. Las víctimas, los familiares de las víctimas, las organizaciones y comunidades afectadas tienen derecho a una reparación política, social, económica y moral. La reparación integral debe tratar de reconstruir lo destruido y el tejido social. Ello implica entre otros garantizar el retorno de los desplazados, de los exilados y apoyarles pare recrear sus anteriores condiciones productivas, sociales y culturales, así como indemnizar los perjuicios y daños sufridos. 

H.- Cumplimiento de Recomendaciones Internacionales. Reiteramos una vez más exigencias de la Comunidad Internacional en materia de Derechos Humanos: El desmantelamiento de los grupos paramilitares, la investigación y el juzgamiento de las violaciones a los derechos humanos y de infracciones al DIH, la reforma de la Justicia Penal Militar, la separación del servicio de aquellos agentes de la fuerza pública involucrados en graves violaciones a los derechos humanos. El cumplimiento de estos requerimientos sería una inmensa ayuda para la solución política del conflicto y la reconciliación nacional.

A los Estados Europeos, de Norte América e Instituciones Intergubernamentales queremos manifestarles que: 

Saludamos su apoyo e interés de cooperar en la superación del conflicto armado en Colombia por la vía de la solución política negociada y la construcción de un proceso amplio y participativo. Ello implica la necesidad de escuchar las iniciativas y propuestas de los actores armados en conflicto, como también las inquietudes de las organizaciones sociales, defensores de derechos humanos y muy especialmente de las víctimas. Es importante para nosotros enfatizar en la necesidad de respetar los derechos humanos como presupuesto fundamental para el desarrollo de un proceso de paz real y duradero. El respeto de los derechos humanos y su exigibilidad por parte de la Comunidad Internacional no puede quedar supeditado a la culminación definitiva y exitosa de un proceso de PAZ.

A.- El papel de las Instituciones Financieras. Al mismo tiempo queremos demandar de nuestros gobiernos y de las instituciones intergubernamentales como El Fondo Monetario Internacional -FMI-, el Banco Mundial -BM- y el Banco Interamericano de Desarrollo -BID-, que reflexionen sobre sus DECISIONES POLITICAS que muchas veces han aportado al aumento de la violencia y, sobre todo, no han tomado lo suficientemente en cuenta el empobrecimiento de siempre más amplias capas de la población colombiana. 

B.- Política Antidrogas. Queremos llamar la atención sobre la política antidrogas que viene afectando a pequeños cultivadores de coca, amapola y marihuana, desconociendo por completo la profunda problemática social que hay detrás de esta actividad y MILITARIZANDO UN PROBLEMA SOCIAL. Mientras los pequeños campesinos de cultivos ilícitos son golpeados, el narcotráfico ha sido un importante factor de violencia en Colombia: ha concentrado en sus manos millones de hectáreas de las mejores tierras, muchas veces mediante la violencia y el chantaje; ha promovido el paramilitarismo y ha generado la corrupción a todos los niveles del Estado. Mientras ello sucede en países como Colombia, no es exagerado afirmar que la ganancia del narcotráfico alimenta a gran escala el sistema financiero del norte. Por tanto, es una necesidad urgente, propugnar por un replanteamiento integral de la política antidroga imperante y más particularmente en la actual coyuntura colombiana "desnarcotizar" las relaciones con Colombia y sustituir la ayuda militar o afín destinada a la lucha antidroga por cooperación para un desarrollo sostenido y sostenible en las áreas de cultivo. 

C.- Comercio de Armas y Ayuda Militar. Consideramos también que una importante contribución de nuestros Estados al proceso de PAZ en Colombia es CANCELAR LA EXPORTACION DE ARMAS y todo tipo de materiales de guerra e igualmente, suspender toda cooperación en materia de formación militar o cursos especializados de militares colombianos en nuestros países. La vinculación de altos mandos militares en graves violaciones a los derechos humanos y conformación de grupos paramilitares exige tomar en cuenta que cualquier cooperación en este sentido puede ser utilizada para la violación de los derechos humanos o como contribución a su impunidad. En la misma dirección nuestros gobiernos deben exigir a las empresas multinacionales presentes en Colombia el no propiciar la conformación de ejércitos privados para seguridad de sus intereses, ni enviar expertos extranjeros de dudosa reputación sobre la materia. 

D.- Mecanismos Multilaterales. Es importante que se comprometan a activar todos los recursos DIPLOMATICOS Y JURIDICOS a su disposición para que el proceso de Colombia este rodeado de los mecanismos multilaterales de mediación, veeduría, observación e investigación que se requieran para crear un clima de confianza y respeto entre las partes y de ellas para con las diversas expresiones sociales involucradas. Dentro de este marco consideramos especialmente importante el rol que debe asumir la Comunidad Internacional con relación a la investigación y el juzgamiento de los crímenes de Lesa Humanidad y de graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario, haciendo valer en todo momento los principios del derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación integral consignados en la doctrina internacional de los derechos humanos. 

E.- Cooperación Económica: Edificar la PAZ cuesta y exigirá también de los gobiernos el aportar económicamente en la RECONSTRUCCION de una sociedad equitativa y justa pare hacer posible una paz duradera. Igualmente, el compromiso de las empresas Europeas y multinacionales para aportar en los programas de reactivación económica sectorial y de reconstrucción del tejido social en sus áreas de influencia.

El largo tiempo de violencia y de conflicto armado interno ha dejado sus estragos dolorosos en toda la sociedad. El perdón se hará necesario. Sin embargo, valga señalar para finalizar, que el perdón solo podrá venir de las víctimas y nunca de los victimarios. El perdón no se decreta. La capacidad de perdonar es inherente a la víctima y está relacionada con la necesidad de saber la verdad y ver realizada la justicia. Solo así el pasado será pasado aunque nunca olvido.
 

Alemania: Coordinación "Justicia y Paz" de los Franciscanos en Europa Central; Obra Episcopal MISEREOR, Obra Diaconica de la Iglesia Evangélica; Pax Christi Alemania-Fondo de Solidaridad Un Mundo, Terre des Hommes-Alemania; Centro de Información para América Latina-ILA; Comunidad de Jóvenes Católicos de la Diócesis de Aachen-KJG; Grupo Colombia Nuertingen; Kolumbiengruppee.V; Menschenrechts koordination Kolumbien; Asociación para la Defensa de los Pueblos Amenazados–GfbV; Acción Pro Colombia e.V. Aachen; Caritas Alemana-DCV; Consejo Diocesano de Laicos Católicos de Aachen; Foro para el Tercer Mundo de Aachen ; Iniciativa Sur-Norte de Erkrath; Premio de Paz de Aachen ;Scouts San Jorge–Diocesis de Aachen. Diputados del Parlamento Aleman(Bundestag): Rudolf Bindig; Petra Blaess; Eva Bulling-Schroeter; Roland Claus; Heidemarie Ehlert; Heinrich Fink; Ruth Fuchs; Fred Gebhardt; Barbara Hoell; Carsten Huebner; Rolf Kutzmutz; Heidi Lippmann-Kasten; Ulla Loetzer; Christa LuPt; Kersten Neumann; Christine Ostrowski; Petra Pau; Uwe-Jens Roessel; Gustav-Adolf Schur. Austria: Iniciativa por Colombia Paz y Derechos Humanos, Grupo Socialdemócrata de la Asamblea de Vorarlberg, Bfegenz; Municipio de Maeder; Municipio de Goetzis; Municipio de Langenegg; Municipio de Hoerbranz; Municipio de Ludesch; Municipio de Zwischenwasser; Municipio de Winklarn; Municipio de Innerbraz; Parroquia de Braz; Parroquia de Frastanz; Parroquia de Winklarn; Colegio de Winklarn. Bélgica: Nationaal Centrum voor Ontwikkelingssamenwerking NCOS; Broederlijk Delen; Oxfam Solidariteit. Canadá: Canadian Iniciatives For Peace with in Colombia; Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia de Canadá, SEPAL-Canadá. España: Sodepaz-Sodepau; Paz y Tercer Mundo; Intermon; Cooperació, Acsur-Las Segovias; Entrepueblos; Equipo Nizkor; Secretaría de Derechos Humanos OSPML; Secretaría de Derechos Humanos IU; Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona FVAB; Juristes sense Fronteres; AMAT; Comité Catalá de Solidaritat amb Colombia; Asociación de Derechos Humanos de Extremadura, Comisión Ejecutiva Regional de UGT Extremadura; Juventud Obrera Católica JOC–Cáceres; Asociación Juvenil "Tierra Viva"–Cáceres; Movimiento de Objeción de Conciencia MOC–Cáceres; Verneda Solidaria de Barcelona; Al Sur del Sur; Derechos para Tod@s, Estados Unidos: Colombia Support Network. Francia: Terres des Hommes-France; Comite Catholique contre le Faim et pour le Developpement CCFD.  Grecia: Comité Griego de Solidaridad Democrática EEDA. Holanda: Novib. Irlanda: Trocaire Gran Bretaña: Catholic Institute for International Relations CIIR; Christian Aid; Suecia: CIVIS-Peace Building Initiative; Fundación Sueca para los Derechos Humanos; Asociación Colombo-Sueca " Simon Bolívar". Suiza: Comunidad de Misioneras Laicas CML; Grupo de Trabajo Suiza - Colombia; Caritas - Suiza; Acción Cuaresmal Católica de Suiza; HEKS Solifonds; Romero l~laus; Swissaid; Brucke-Cecotret. Parlamentarios suizos: Eugen David; Leu; Peter Hess Engler; Dumeni Columberg; Muhlemann;D. Vallender; Ruth Genner; Ruth Gonseth; Ruedi Baumann; Franziska Teuscher; J. Kuhne; Angeline Fankhauser; Ch. Keller; H. Fassler; Hans Zbinden; Peter Vollmer; Christine Goll; Thomas Burgener; Silva Bernasconi; Agnes Weber; Erwin Jutzet; Paul Gunter; Otto Hess; Rudolf Keller; William Wyss; Brigitta Gadient; Hans Ruckstuhl; Jeanpretre; A. Thanei; Armin Sans; Christiene Langenberger; Herczog; Barbara Geiser; Gaby Vermot; Jean Ziegler; Lisbeth Fehr; Jakob Trummel; Ernst Hasler; Theo Fischer; Christian Speck; Max Binder; Pia Hollenstein; Cecile Buhimann; Alex Heim; Boris Banga; Ruth Kalbermatten;Toni Eberhard; Odilo Schmid; Josef Lotscher; Rudolf Imhof; Norbert Hochreutener; Ambros Schaller; Roland Wiederkehr; Otto Zwygart; Ruth Grossenbacher; Judith Stamm; Rosmarie Dormann; Max Dunki; Barbara Haering; Ursula Hafner; Paul Rechsteiner; Gross; R. Aeppli; Didier Berberat; Franc~ois Borer; Victor Rufy; Pierre Aguet; Werner Carobbio; Franco Cavalli; Nils de Dardel; Jean Spielmann; Christiane Jaquet-Berger; Liliane Maury Pasquier; Maria Roth-Bernasconi; Yves Christen; Hans Meier; Bernard Comby; Daniel Vogel; John Durraz; Peter Tschopp; Michel Beguelin; Jean Charles Simon;R. Ostermann; R.M. Ducrot; Meyer; Andrea Hammerle; Leemann; Hans Widmer; Hans Werner Widrig; K.Bangerter; Remo Gysin; Jacqueline Fehr; Alex Tschappat; Vreni Hubmann;Doris Stump; H.U. von Allmen; Muller-Hemmi; Fredi Alder; Ernst Leueriberger, Regina Ammann Schoch; Rudolf Stramm; Christoph Eymann; Hugo Fasel Markus Ruf; Bosshard ;Peter Bircher; Hermann Weyeneth Kathrin Kuhn; Margrith von Felten; Albrecht Rychen; Edi Engelsberger; Fran,cois Loeb; Hanspeter Seiler; Remigio Ratti; Franco Donasi; Rudolf Rechsteiner; Jacques-Simon Eggly; Oscar Fritschi; F. Pelli; Christian Grobet; Emmanuella Blaser; Stephanie Baumann; Pierre Heby; PierreAlain Gentil; Gian-Reto Plattner; J. P. Maitre; Jacques-Simon Eggly; Oscar Fritschi; F. Pelli; Christian Grobet; Emmanuella Blaser; Stephanie Baumann; Pierre Heby; PierreAlain Gentil; Gian-Reto Plattner; J. P. Maitre; Lili Nabholz; Marc F. Suter; Pierre Chiffelle; Charles-Albert Antille; Trix Heberlein. Organizaciones Internacionales: FEDEFAM; Franciscans International; Caritas Internationalis; Pax Christi International; Serpaj Europa. Personalidades: Noam Chomsky, Eduardo Galeano, José Saramago, José Ramos Horta. Darío Fo.