Surgidas espontáneamente pocos días después del movimiento que derribó al gobierno de Fernando de la Rúa, las asambleas vecinales autoconvocadas se estabilizaron como formas de movilización social permanente. La primera asamblea habría surgido en el barrio de Floresta, después de que un policía asesinó a tres jóvenes en una gasolinera. Los vecinos se reunieron exigiendo justicia y ahí quedó establecida la asamblea.

Según una investigación del Centro de Estudios Nueva Mayoría, en marzo existían en todo el país 272 asambleas. De ellas 112 están en la Capital Federal, distrito que con sólo el 10 por ciento de la población cuenta con el 41 % de las asambleas. Belgrano (10) es el barrio porteño que más tiene, seguido de Almagro y Palermo (siete cada uno), Flores (seis) y Balvanera, Caballito, Centro y San Telmo con cinco. Esos barrios, típicos de la clase media capitalina, están sobrerrepresentados en el total. Por el contrario, los barrios más pobres de la capital, como Villa Soldati, Villa 31, Villa Mitre y Villa Luro, cuentan con sólo una asamblea cada uno.

En el Gran Buenos Aires hay 105 asambleas, el 39 % del total. La delantera aquí la llevan Vicente López, con nueve, Avellaneda, con ocho, La Matanza y La Plata, con siete, y Bahía Blanca, Lanús, San Isidro y Tres de Febrero con seis cada uno. Las asambleas de la provincia, en particular las del conurbano, donde gobiernan intendentes peronistas, han sido permanentemente acosadas por grupos fieles a los "punteros" del justicialismo o por la propia gendarmería.

Por otro lado, suelen destacarse las diferencias entre las asambleas de la capital y las del Gran Buenos Aires. Mientras las primeras son organizaciones primarias de funcionamiento horizontal, las segundas tienden a ser coordinaciones de las fuerzas vivas de la zona, aunque la gran heterogeneidad del movimiento no permite a menudo hacer generalizaciones.

En el resto de las provincias no han prendido con la misma fuerza, a excepción de Santa Fe, donde funcionan 37, y Córdoba, donde hay 11. Además, hay asambleas en Entre Ríos, Río Negro, La Pampa, Neuquén y San Juan.

En cuanto a las actividades que llevan a cabo, las de la Capital realizan gran cantidad de escraches a políticos. En general son multifacéticas: publican periódicos barriales, emiten programas radiales, gestionan comedores populares, trabajan en salud y educación, apoyan a los desocupados..