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ALCA


Una minga contra el ALCA

Luis Macas (Quincenario Tintají, de Ecuador. 17 de Octubre de 2002)

Desde la perspectiva de los pueblos y nacionalidades indígenas pensar en una integración regional es pensar en identidades comunes, formas de convivir en armonía con el medio ambiente, y relaciones económicas con un sustento de equidad. Sin esas bases las integraciones son sólo tratados de libre comercio que dan la posibilidad a que los peces grandes se coman a los pequeños.

En ese sentido, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) es una propuesta que va contra los principios de nuestras nacionalidades y pueblos, generando más desempleo porque no es un modelo de integración equitativa. La región andina entraría en inferioridad de condiciones y las empresas nacionales no podrán competir con las grandes transnacionales estadounidenses que monopolizarán el mercado. La producción agropecuaria de la región no competirá con la producción norteamericana subsidiada. Nos hablan de integración y en la práctica excluyen y marginan nuestros productos.

Es necesario tener en cuenta la opinión del Premio Nobel de Economía Joshep Stiglitz quien sostiene que el ALCA no beneficiará a los países latinoamericanos porque se mantendrán las relaciones injustas debido a que Estados Unidos no levantará las barreras impuestas. Stiglitz afirmó que si bien Estados Unidos mantiene el año 2005 para iniciar el ALCA, los países latinoamericanos no deberían aceptar ni siquiera seguir adelante con las negociaciones si no se resuelven los desequilibrios económicos y sociales existentes.

Por lo tanto el ALCA es una estructura de anexión económica que puede engullir a Ecuador y a toda América Latina, por lo que es necesario instrumentar políticas comunes de oposición a este proyecto surgido desde el norte.

Es necesario trabajar hacia una integración económica, política, social tecnológica y cultural que tenga en cuenta la diversidad y la plurinacionalidad de cada país, y profundice en las relaciones interculturales poniendo énfasis en las identidades de cada nación y del continente en su conjunto, y en la defensa del medio ambiente. Los indígenas nos basamos en valores ancestrales, como el modelo comunitario y solidario. Cuando una familia de la comunidad está en situación difícil, todos se unen para ayudarla. Además, reivindicamos la ''minga'', es decir, el trabajo conjunto para construir una carretera o una casa o cosechar. Para lograr una verdadera integración andina, sudamericana y latinoamericana es necesario basarse en esos valores. La integración debe ser una minga por la vida de la región.