Según Aja, la nueva Ley de Extranjería "peca de arbitrariedad" al "permitir ejecutar políticas contradictorias" y señaló el cambio de rumbo de la política de inmigración registrado con la entrada del nuevo ministro de Interior, Mariano Rajoy, que "acabó con los viajes de los ecuatorianos y abrió un nuevo proceso de regularización".

A modo de ejemplo de esta arbitrariedad, Aja indicó que, desde el año 2000 "ha habido dos procesos extraordinarios de regularización legales", en referencia al proceso abierto con el cambio de Ley en el año 2000 y la revisión de los expedientes denegados que fue impuesta por la reforma de la Ley.

Además reconoció que "no se puede estar en contra de esa regularización porque resolvió el problema de muchos inmigrantes irregulares", consideró que representa una "muestra de la arbitrariedad" con la que el Gobierno aplica sus políticas migratorias.

Asimismo, indicó "algunos problemas graves" que plantea la nueva Ley de Extranjería, entre los que destacó el establecimiento de la "expulsión preferente", es decir, la posibilidad de expulsar a un inmigrante en un máximo de 48 horas. Aja señaló que esta medida imposibilita "la tutela jurídica efectiva del expulsado" que establece la Constitución, por lo que indicó que "este hecho ha sido incluido en los recursos presentados ante el Tribunal Constitucional".