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Federico Engels: la rama eterna

Romelia Pino y Edwin Pedrero

Este 5 de agosto se cumplen ciento diez años de la muerte de Federico Engels, fundador junto a su entrañable amigo Carlos Marx de la teoría de la clase obrera, de los pobres del mundo.

Es acto de justo reconocimiento a su estatura intelectual no olvidar que los aportes trascendentales de este genial fundador de la concepción marxista-leninista del mundo fueron en su mayoría derivados de la síntesis filosófica de los logros más relevantes del desarrollo científico de su época y que sus principales tesis generales sobre el carácter dialéctico de la realidad, se han visto confirmadas una y otra vez de manera irrefutable en el devenir de los principales acontecimientos sociales y científicos de la humanidad, particularmente en la última centuria.

Al evocar la figura de Engels, una de las cosas que más resalta por su valor humano es la ejemplar amistad que lo unió a Carlos Marx, ésta trascendió los límites temporales de sus vidas. En los doce años que mediaron entre la muerte de Marx (14 de marzo de 1883) y la muerte de Engels (5 de agosto de 1895), éste último postergó una vez más sus proyectos personales para volcarse a dar cima a la obra teórica magna que dejó inconclusa Marx, El Capital, cuyo segundo tomo vio la luz dos años después de su muerte y el tercero -al que consagró Engels sus últimos diez años de vida-, fue publicado sólo a pocos meses de que un cáncer tronchara su valiosa existencia. En esa fecunda última década, escribió textos indispensables como El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado y Ludwig Feuerbach y el fin de la Filosofía Clásica Alemana. Simultáneamente se dedicó por entero al movimiento obrero internacional, a hacer importantes aclaraciones ante las acusaciones de los enemigos del marxismo del carácter puramente economicista de la teoría social de la doctrina del proletariado y a establecer con precisión el papel del factor subjetivo en la historia, y la relación de lo necesario y lo casual en el movimiento de la sociedad entre otros aspectos no menos importantes, como su prólogo a La lucha de clases en Francia de Marx

En este año 2005, declarado por la UNESCO como “Año Mundial de la Física”, en merecido homenaje al centenario de los célebres artículos del eminente físico alemán Albert Einstein que representaron un salto cualitativo en el desarrollo de la Física y de las ciencias en general, nos parece un hecho significativo y poco conocido que Einstein fuera consultado por Eduard Bernstein (conocido por sus posiciones revisionistas acerca del marxismo) sobre de si debía ser publicado el libro Dialéctica de la Naturaleza de Engels. En su respuesta a Bernstein, Einstein escribió el 30 de junio de 1924: “… este manuscrito puede ser considerado para publicar por cuanto constituye una contribución interesante para comprender la personalidad intelectual y espiritual de Engels”, a quien Einstein consideraba una personalidad histórica.

Es necesario apuntar que entre 1882 (último de los nueve años de trabajo sistemático de Engels en esa obra) y 1924, habían tenido lugar sucesos tan revolucionarios en el campo de la Física como el descubrimiento de la radiactividad natural por Becquerel en 1896 (al año siguiente de la muerte de Engels), que marcó el inicio de la Física Nuclear; el descubrimiento de electrón por Thomson en 1897, con su impronta en la Física Atómica; la introducción del concepto de cuanto de energía por Planck en 1900, que dio inicio a la Física Cuántica; la Teoría Especial de la Relatividad y la Teoría General de la Relatividad, dadas a conocer por Einstein en 1905 y 1916 respectivamente; entre un conjunto de numerosos aportes significativos a esas nuevas direcciones de desarrollo de la Física, que obviamente Engels no pudo llegar a conocer. Lo más relevante, no obstante, es que ninguno de esos y otros descubrimientos espectaculares de la ciencia ha restado validez a sus conclusiones gnoseológicas y filosóficas, acerca del conocimiento y el impetuoso desarrollo de la ciencia y su cada vez más importante papel en la sociedad.

Como anticipándose a los acontecimientos que dieron inicio un año después de su muerte a la llamada “crisis de la Física”( sobre la que Lenin dijo “La Física moderna ha caído en el idealismo, sobre todo, precisamente porque ignoraban la dialéctica”) [2], en su Dialéctica de la Naturaleza, una de las obras fundamentales del marxismo, obra por demás inconclusa, que cumple este año los ochenta de su primera edición, dijo Engels: “…la dialéctica es, precisamente, la forma más cumplida y cabal del pensamiento para las modernas ciencias naturales” [3] y que “… allí donde se trata de conceptos, el pensamiento dialéctico lleva, por lo menos tan lejos como el cálculo matemático” [4]. Digamos de paso, que lo dicho en este párrafo demuestra (reafirma) el carácter científico de los presupuestos de partida de los fundadores del marxismo -leninismo, pues por más increíble que parezca, Lenin no conoció esa obra de Engels, ya que murió el año anterior a la primera publicación de Dialéctica de la Naturaleza.

Los nombres de Carlos Marx y Federico Engels son definitivamente inseparables, por más que se empeñen en separarlos determinados pensadores representantes del pensamiento burgués y ciertos intelectuales disfrazados de marxistas. A ellos se refiere acertadamente el destacado marxista italiano V. Guerratana, cuando con agudeza dijo que reconocer los méritos indiscutibles de Marx, para estos pensadores, tenía como condición amputarle todas sus ramas y con ello hacer del pensamiento de Marx un pensamiento infecundo. Refiriéndose a esto, otro destacado marxista italiano, Antonio Santucci escribió: “Y para los solícitos jardineros la primera rama, la más gruesa que había que segar no podía ser otra que Engels” [5].

Pero se equivocan los detractores de Engels. A la distancia de ciento diez años, esa rama se mantiene inconmovible en el fecundo árbol del marxismo, como una rama eterna que reverdece en cada batalla y en cada victoria del proletariado!

Referencias

  1. Dialektik der Natur (1873-1882). En: Friedrich Engels - Obras Completas (MEGA), Volumen 26, Primera Parte (Obras, Artículos, Ensayos). Editorial Dietz, Berlin, 1985
  2. Lenin, V. I. Materialismo y Empiriocriticismo. Editorial Progreso. Moscú, 1979. Pág. 275
  3. Engels, F. Dialéctica de la Naturaleza. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1982. Págs. 23 y 24.
  4. Engels, F. Dialéctica de la Naturaleza. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1982. Pág. 63.
  5. Santuci A. “El marxismo italiano y el “problema de Engels””. Revista Internacional Marx Ahora. No. 8/1999. Pág. 161.

Datos de los autores

Dra. Romelia Pino Freyre, investigadora del Instituto de Filosofía, coordinadora del grupo de estudios sobre Filosofía de las Ciencias, de la Cátedra de Estudios Marxistas “Julio A. Mella” del Instituto de Filosofía, que dirige la Dra. Isabel Monal.

Dr. Edwin Pedrero González, físico, Presidente de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad de La Habana.

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