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Cuba 1998: La reanimación económica y las restricciones del crecimiento

Juan Triana Cordoví

1. Comportamiento de la oferta global

El año 1998 resultó ser también un año de crecimiento para la economía cubana, con lo cual se mantiene por cinco años consecutivos la tendencia a la reanimación de la economía iniciada en 1994.

Si se tiene en cuenta el efecto combinado de un adverso sector externo, los resultados de la zafra azucarera, el recrudecimiento del bloqueo norteamericano, y afectaciones climáticas severas ocurridas durante el año, entonces hay que concluir que el desempeño del año, aunque distante de las metas fijadas y todavía mas de la tasa de crecimiento anual promedio declarada en la Resolución Económica del V Congreso del PCC, resulta significativo, sobre todo en lo tocante al "esfuerzo interno" para sostener la reanimación en condiciones de escasos márgenes de maniobra, determinados por las restricciones financieras externas y por la presión del bloqueo norteamericano cuyo costo tangible rebasó los 670 millones(1) de pesos (en términos de peso en el PIB significa un 4.5%).

Con relación al comportamiento de la oferta global, en 1998 se mantiene la tendencia moderada al incremento del peso de las importaciones en la misma, lo cual se explica por factores estructurales asociados a la dependencia histórica del sector externo que ha tipificado a la economía cubana, así como, en el caso del año que recién termina, a la disminución relativa de la tasa de crecimiento del producto. Debe significarse, sin embargo, que aun las importaciones no han alcanzado el peso en la oferta que tuvieron en 1989.

Fuentes: 1989-1996 ONE, Anuario Estadístico 1996. 1997,ONE, La economía Cubana en 1997. 1998, estimado sobre Rodríguez, José Luis, Granma. 23-12-98

Crecimiento del PIB

En 1998 el PIB total creció con relación a 1997, al igual que el PIB percápita. Sin embargo, la dinámica de ambos indicadores fue muy similar y resultó menor que la del año anterior.

Fuente: PIB 1989- 1996, ONE, Anuario Estadístico de Cuba 1996. PIB/pc (1997 y 1998) Estimaciones del autor.

Las tasas de crecimiento del PIB y del PIB/pc tuvieron un comportamiento muy similar. En el caso del PIB/pc ello estuvo determinado por el bajo crecimiento de la población.

En el caso del PIB total, el pobre desempeño de ramas de producción y sectores claves en la dinámica del Producto, junto a los resultados desfavorables del comercio exterior de bienes determinaron ese resultado.

En cuanto al aporte de las diferentes actividades al crecimiento del producto, puede afirmarse que no existieron diferencias sustanciales respecto a 1997 (con excepción del sector industrial), de donde que la estructura del producto por actividades no haya variado sustancialmente.

Efectivamente, la tasa de crecimiento de la industria (3.1%)(2) resultó menor que la obtenida el año anterior (8,3%),(3) e incluso, sin considerar el pobre desempeño azucarero, la tasa de crecimiento obtenida por el sector industrial (4%) sólo alcanzaría a la mitad de la de 1997.

De igual forma, el decrecimiento experimentado en el sector agrícola (- 11,2%)(4) resultó sustancialmente mayor al del año anterior (0,2%)(5).

Si bien los malos resultados de la agricultura cañera fueron determinantes en el mismo, debe significarse que la agricultura no cañera, no obstante no decrecer y obtener incrementos en casi una decena de rubros, tampoco experimentó crecimientos sustanciales que pudieran revertir el desempeño negativo del último año (1997), en especial en la producción de viandas, y compensar con ello la caída del nivel de actividad del sector en su conjunto.

El crecimiento combinado del turismo (18% en ingresos), el níquel (12%), el petróleo (12%)(6) y el gas natural, junto al buen desempeño de un grupo de producciones industriales de menor peso en el resultado ramal y sectorial, sostuvieron la dinámica de crecimiento de la economía en su conjunto.

1.1. Importaciones

En 1997 al incremento de las importaciones en un 5,4% le correspondió una respuesta productiva que hizo crecer el producto en 2,5%, sin embargo, en 1998, la tasa de crecimiento de las importaciones fue del 6%, pero la respuesta productiva, medida en términos de crecimiento del producto fue mucho menor.

Ello puede estar determinado por cualquiera de los factores siguientes:

No obstante, cualesquiera sean las variantes, haber obtenido una respuesta menor del sistema productivo a las importaciones es un alerta.

2. Comportamiento de la demanda global

La evolución de la demanda global durante 1998 siguió las tendencias de 1997 de un cierto crecimiento del consumo total, negativo comportamiento de las exportaciones y tendencia a la recuperación de las inversiones.

2.1. Consumo público y privado

Si tenemos en cuenta que los mercados no racionados tuvieron una dinámica positiva experimentando crecimientos en sus volúmenes de venta, y que el crecimiento del índice general de precios al consumidor (2,7%)(7) fue menor que la tasa de crecimiento de cada mercado, así como el hecho de que el consumo de alimentos tuvo un pequeño crecimiento, entonces podría afirmarse que el consumo total debió crecer en 1998. Sin embargo, dado el deterioro acumulado, también es posible afirmar que la mejoría no es relevante(8).

Por las implicaciones que este aspecto tiene en la reanimación económica y en especial en los equilibrios macroeconómicos, conviene detenerse brevemente en el mismo. En primer lugar cabe significar que si bien es cierto que la profundización de la crisis a partir de 1990 magnificó el deterioro del consumo, no es menos cierto que una de las tipicidades del socialismo en general fue la postergación del consumo individual, dada la insuficiencia de la oferta. Cuba no fue ajena a esta tipicidad, además, durante los años 1987 y 1990 se tomaron medidas de recorte material del consumo como primera respuesta a la disminución del crecimiento global primero y al choque externo después. De esta forma los ajustes al consumo posteriores a 1990 se realizaron sobre un consumo ya reducido.

La restricción al consumo individual vía restricción directa de la oferta actúa entonces en el sentido de factor que desestimula la producción y la productividad generando a la vez comportamientos nocivos, como el de cargar una parte del consumo individual al consumo productivo de las empresas, o el de compensar la restricción de oferta con fuentes ilícitas, dado que el consumo tiene un límite físico inferior determinado por las propias necesidades de la reproducción de la fuerza de trabajo, las cuales tienen una determinación histórico - concreta y no sólo material.

La existencia de diferentes mercados que permitirían una elevación sustancial del consumo privado, hace de la restricción salarial y de los niveles de los precios relativos de todos los bienes (incluyendo el dólar) uno de los principales obstáculos (no el único), a la recuperación del consumo.

De esta forma, la elevación del consumo y su mejoramiento cualitativo es condición fundamental para alcanzar un proceso de recuperación sostenida sobre bases sólidas.

2.2. Inversión

La inversión mantuvo su tendencia a la recuperación, al crecer en un 7,4%, contra el 2.1% en 1997, alcanzando un monto de 1908.6 millones de pesos(9).

Cabe significar que se consolida la tendencia a que una parte de las inversiones (alrededor del 30%) sea asumida por las empresas a partir de sus propios recursos. La tendencia a la recuperación de la formación bruta de capital, aunque aún débil, resulta de importancia estratégica en los esfuerzos de desarrollo futuro del país.

2.3. Exportaciones

En 1998 se reforzó la tendencia negativa del comportamiento de las exportaciones, que unido a una tasa de crecimiento del 6% de las importaciones incrementa el déficit comercial externo y grava el balance en cuenta corriente complicando adicionalmente la situación de la balanza de pagos del país. A los factores estructurales que limitan su expansión, se suman aquellos otros de tipo coyuntural (evolución de los precios internacionales), sobre los que Cuba no tiene posibilidades reales de influencia.

Desde la perspectiva del comportamiento macroeconómico, el débil desempeño exportador debilita los esfuerzos de recuperación pues incrementa la necesidad de financiamiento externo, siempre de elevado costo para el país.

3. Finanzas

También como en años anteriores el comportamiento de las finanzas, en sus principales partidas, resultó positivo.

Dicho comportamiento refleja la consolidación de la política fiscal implementada desde 1994, en especial en el sector empresarial, donde se ha logrado disminuir la utilización del subsidio y comienza a desarrollarse una cultura financiera, que si bien está lejos aún de los niveles necesarios, constituye un paso imprescindible para metas mayores. En parte ello está asociado a la continuidad del sesgo restrictivo de la política asumida, en parte también a la restricción financiera global en la cual se encuentra la economía nacional y en parte también a las crecientes relaciones y vínculos directos e indirectos entre el sector tradicional y el sector emergente y al consecuente traslado de las prácticas comunes de este último al sector tradicional.

No ocurre lo mismo, sin embargo, en lo tocante a las relaciones interempresariales, donde las cuentas por cobrar y por pagar ascendían a 4 230 y 4 560 millones de pesos a la altura de los primeros nueve meses del año. Una parte importante de estos montos se arrastran de ejecuciones anteriores, lo cual indica que a pesar de que también en este aspecto se ha avanzado, la resistencia es mucho mayor y está asociada a la permanencia de una cultura financiera pretérita, combinada con la conservación de sistemas de cobros y pagos obsoletos y con cuentas acumuladas de años anteriores, que si bien permanecen como deuda nominal ya han perdido su significado real. La posibilidad de declarar una moratoria parcial y selectiva de una parte de estas cuentas, y la conversión (también selectiva) de otra parte de las mismas en deuda con los bancos, con el requerimiento entonces de la anuencia del banco para cualquier tipo de operación financiera futura por parte de la empresa, podría contribuir parcialmente a solucionar dicho problema. La cancelación total de los saldos existentes antes de una fecha determinada también podría contribuir a solucionar dicho problema.

Este fenómeno no es privativo de las operaciones realizadas en pesos, la cultura del impago también se ha extendido a las operaciones en dólares (no se disponen de cifras al respecto), generando impagos por más del tiempo permitido y comprometiendo la credibilidad de financiera y la dinámica productiva de empresas importantes del país. Aunque los montos puedan ser menores que los existentes en moneda nacional y la demora en saldar compromisos también, dadas las características de este sector, su importancia en la dinámica de crecimiento global de la economía (recuérdese, por ejemplo, que ya hoy la producción nacional abastece 46% de la demanda del turismo y el 54% del mercado nacional en divisas(10).

3.1. Ejecución del presupuesto

Como expresión financiera de la voluntad política del Estado, el presupuesto y su ejecución siguen expresando la decisión estratégica de conservar el régimen socialista sobre la base de mayores niveles de eficiencia y la conservación de los grandes programas sociales como garantía fundamental de la equidad.

Al mantener el déficit alrededor de los 550 millones de pesos(11), la ejecución fiscal de 1998 logró cumplir el pronóstico acordado de un 2,5% de la relación déficit/PIB, hecho sin dudas destacado si se tiene en cuenta que durante 1998 ocurrieron una serie de eventos económicos y extraeconómicos de influencia negativa para el manejo fiscal.

Entre los económicos cabe señalar la combinación de una política fiscal y de precios expansiva dirigida al sector azucarero (240 millones como subsidio al precio del azúcar, 324 millones de subsidio a las UBPC cañeras), que aunque no logró evitar los resultados negativos del sector en el orden productivo, permitió crear las bases para la reanimación futura del sector; a lo anterior se sumó una coyuntura desfavorable en el comportamiento de los precios internacionales del azúcar, de donde que el gasto realizado no pudiera ser recuperado por la vía del crecimiento físico o de valor de la producción.

Entre los factores no económicos que obligaron a un mayor gasto están los efectos de fenómenos climáticos, que a la vez tuvieron una repercusión muy negativa sobre los niveles de producción. De esta forma el crecimiento de los ingresos del presupuesto descansó en el crecimiento del impuesto indirecto general a los precios de productos no racionados (impuesto de circulación), al impuesto sobre las ventas y al impuesto sobre utilidades a las empresas.

Si se tiene en cuenta que en 1998 se elevaron los niveles de actividad en los grandes programas sociales (con excepción de la seguridad social, el resto tuvo niveles de ejecución iguales o superiores a 1997), se refuerza entonces la aseveración del buen desempeño fiscal del año de referencia.

En ese buen desempeño tuvo una influencia significativa el comportamiento de los ingresos tributarios (Ver Anexo 1), donde todas las partidas crecen con excepción de dos (impuestos sobre los servicios públicos y contribución a la seguridad social), lo cual facilitó hacerle frente al incremento de los gastos planificados y no planificados.

Desde la perspectiva de los gastos (Ver Anexo 2), el déficit de la partida correspondiente a la seguridad social se incrementó (565.4 millones en 1997 contra 618 millones en 1998)(122). Mientras, el crecimiento de los gastos del sector empresarial estuvo determinado fundamentalmente por el incremento del subsidio a productos (351.2 millones en 1997 contra 1005 millones en 1998)(13) debido a la decisión de apoyar la recuperación la producción azucarera(14).

El subsidio por pérdidas mantiene una tendencia general decreciente, concentrándose en la agricultura y la producción azucarera.

Fuente: Anteproyecto de presupuesto del Estado. MFP

En general puede afirmarse que en 1998 se mantuvo la tendencia a la recomposición de la política fiscal, a su influencia activa sobre el comportamiento macroeconómico y a su desempeño acorde a los objetivos generales de la política económica diseñada.

4. Circulación Monetaria

A diferencia de lo ocurrido con la ejecución fiscal, la circulación monetaria no tuvo una evolución general positiva.

El problema monetario sigue gravitando sobre los equilibrios macroeconómicos alcanzados, manteniendo la fragilidad de los mismos. La doble circulación monetaria, el diferencial de tasas de cambio del peso versus el dólar y la preferencia concedida a la circulación del dólar en el mercado interno de bienes pesan de forma significativa sobre dichos equilibrios macroeconómicos, a la vez que permanece su influencia nociva sobre el funcionamiento microeconómico.

Fuente: 1995 y 1996 Alvarez, José Cit. Ant. 1997 y 1998 estimaciones del autor

A estos problemas hay que sumar los procedentes de la moneda nacional, a saber, la cantidad de dinero en circulación, su concentración y el de la utilización de los excedentes monetarios acumulados en un sector reducido de la población.

El aspecto positivo de la evolución de la circulación monetaria en dólares se concentra en la reducción de la tasa de cambio del peso frente a dicha moneda, de esta forma, la moneda nacional ganó 9 puntos porcentuales al promediar 20 pesos por dólar en 1998 frente a 22 por un dólar en 1997. Sin embargo, más que a una recuperación sustancial del poder adquisitivo de la moneda nacional, la variación positiva de la tasa de cambio se debió al incremento de la oferta de dólares en la circulación interna, derivado del incremento de la actividad del turismo, del ostensible incremento de las remesas y de la expansión de formas de remuneración en dólares en un grupo de empresas estatales.

Desde la perspectiva de la moneda nacional, en 1998 no ocurrieron variaciones sustanciales en la cantidad de dinero en la circulación en uno u otro sentido. De hecho, los 9457 millones de pesos de liquidez con que cerró el año significan un ligero incremento de 18 millones con relación a 1997.

Sin embargo, lo realmente significativo de la liquidez no es la cifra de 1998, sino la confirmación de la resistencia a la baja de la cantidad de dinero en circulación, la poca variación de su estructura en efectivo y ahorro ordinario (aproximadamente 4000 y 5 400)(15) y la perdurabilidad de la concentración del mismo. Ello nuevamente vuelve traer a planos relevantes el problema de la monetización de la economía y la necesidad de culminar esta primera fase del proceso de transformación emprendido en 1994 con la Reforma Monetaria(16).

La monetización de la economía (en términos de liquidez nominal en pesos cubanos sobre PIB) apenas ha sufrido variación en los dos últimos años(17).

Varias son las razones de ese comportamiento. De hecho, el mismo confirma lo planteado en años anteriores acerca de la desvinculación entre el comportamiento del déficit fiscal (en especial del subsidio por pérdidas) y la monetización a partir de 1995(18). Ello obliga a buscar otras razones, las cuales están asociadas a los cambios que ha experimentado la economía en general y en especial la circulación monetaria en estos últimos cuatro años.

Así tenemos que mientras en 1989 los salarios pagados por el estado, los pagos por concepto de seguridad y asistencia social y los pagos del estado a otros sectores constituían prácticamente el 100% de los ingresos corrientes de la población, ya en 1996 esa estructura había variado sustancialmente.

 
Estructura de la Circulación Monetaria(19)
1996
Total de Ingresos 100
a)Provenientes del estado. 51.12
de ellos:  
Salarios 26.24
Seguridad Social 5.69
b) Ingresos sector privado en el Mercado Agropecuario 2.66
c)Ingresos del sector privado en el Mercado A. Indust. 0.44
d)Ingresos en MLC convertidos a pesos cubanos* 45.78
*Se estima remesas en 500 millones a la tasa de cambio promedio 96  

Si tenemos en cuenta que en 1997 y 1998 la dinámica del sector no estatal se ha incrementado, ha crecido la inversión extranjera y las representaciones de firmas comerciales extranjeras, se ha expandido el turismo y por lo tanto los ingresos no declarados provenientes del mismo, ha aparecido la figura del arrendamiento de habitaciones (mas de 3 mil en todo el país, con ingresos sustanciales en Ciudad de la Habana) todo indica que los cambios operados van en el sentido de reforzar la tendencia a la disminución relativa de la participación de los ingresos provenientes del Estado(20). Esta diferente estructura y la dinámica propia que ella genera contribuyen sustancialmente a la resistencia a la baja de la liquidez.

Por otra parte, la existencia de mercados a precios no regulados (una parte de ellos en divisa), contribuye sustancialmente al incremento de la cantidad de dinero necesaria en la circulación. Sólo a modo de ejemplo, si la ejecución de las tiendas de recuperación de divisas en 1998 fue de 870 millones(21), y el acceso de la población a dólares de forma directa fue del 56.3%(22), es posible suponer entonces que una parte de los dólares gastados sean el producto del cambio legal e ilegal de pesos por dólares, alcancen los 50 millones(23), entonces tenemos que por ese solo concepto el dinero necesario para efectuar esas operaciones en moneda nacional alcanza la cifra de operación de 1200 millones, que sobre la base de una rotación anual de 4, determinarían una necesidad de dinero físico de 300 millones de pesos. Si a ello sumamos el valor de las ventas totales del Mercado agropecuario en 1998, (1300 millones(24)) con la misma velocidad de rotación, ello aporta otros 300 millones. Lo mismo puede hacerse con relación al Mercado de Productos Industriales, que aportaría una cifra parecida, resultando que al final, sólo por esta vía, la cantidad necesaria de dinero en la circulación (en términos físicos, no de volumen de operación) estaría alrededor de los 1000 millones de pesos, de hecho, la cuarta parte de todo el circulante efectivo.

A lo anterior habría que añadir el análisis del grado real de monetización(25), esto es, el efecto combinado de la variación de los precios minoristas y la cantidad de dinero nominal en circulación al final del año, de donde Lr= Ln/VPM, lo cual significa que el efecto de la variación de la liquidez nominal y la variación de los precios minoristas puede dar como resultado un incremento de la liquidez real, lo cual complica adicionalmente las soluciones a tomar ya que procesos deseados (disminución de precios) pueden traer como resultado un incremento de la liquidez real, dada la relación inversa entre estos agregados, si no son acompañados con un incremento proporcional de la oferta de bienes y servicios, o con otro tipo de medida que signifique la confiscación de una parte del exceso monetario.

5. Remuneraciones, mercados y precios

5.1. Salarios

Durante 1998 las remuneraciones de la población crecieron. El crecimiento del salario alcanzó los 217 pesos (1.4%)(26), al igual que los sistemas complementarios al salario(27). Desde la perspectiva de los equilibrios macroeconómicos, cabe significar que el incremento del salario fue mayor al incremento del producto, algo sin dudas no deseable, y a la vez, ese crecimiento del salario también fue menor al crecimiento del índice de precios al consumidos 2.7%(28), resultado también no deseable, en tanto significa un deterioro del poder adquisitivo real del salario, compensado en parte por el crecimiento de los sistemas complementarios, aunque tales sistemas solos abarcan a un tercio de toda la población empleada.

5.2. Situación de los mercados y los precios

Con excepción del Mercado de bienes racionados, el cual permaneció deprimido tanto en términos de oferta física como de precios, en el resto de los Mercados se observa una fuerte dinámica.

El crecimiento del 10.2% en el Mercado Agropecuario (1300 millones de pesos), se sustenta tanto en el crecimiento del valor de las ventas como en el incremento de la oferta de productos agrícolas, mientras en los productos cárnicos es posible esperar un volumen muy parecido o levemente menor que el del año anterior(29). También es posible esperar que el sector estatal sea el de mayor crecimiento respecto a 1997 con una tasa de crecimiento del valor de las ventas cercana o algo superior al 25%(30), mientras que el resto del sector socialista no debe crecer y el sector privado debe alcanzar un desempeño parecido al del año anterior. Conviene destacar también que mientras la estructura en valor de las ventas favorece al sector privado (casi el triple del sector socialista), en la estructura en físico de las ventas de productos agrícolas existe un equilibrio entre ambos sectores.

La dinámica del Mercado de Bienes Industriales, 26.3%(31) resulta menor que la del año anterior 49.7%. Sin embargo, un análisis más detallado para el cual se carecen de los datos necesarios debería mostrar cuál de los dos componentes (físico o precios) tuvo mayor influencia en dicho desempeño.

Por su parte el Mercado Informal mostró un crecimiento de su actividad durante el año, tanto en el número de transacciones (12.5%) con relación a enero de 1998(32), como en los precios (28.4%)(33) de diciembre con relación a enero. Con relación a diciembre de 1997, el promedio de precios de la canasta de productos en 1998 aumentó (8.38 vs 7.96).

Mientras, el Mercado en Divisas volvió a experimentar un crecimiento significativo (16.1%), alcanzando los 870 millones dólares. Los niveles de precios en este mercado se mantienen altos en comparación con el poder adquisitivo de la población.

Desde otra perspectiva el crecimiento de este mercado tiene una significación importante para un sector de la industria nacional que le asegura un espacio de mercado de alrededor de 230 millones de pesos (el 54% de las ventas totales descontado el impuesto indirecto promedio a la venta, estimado este último en 185%)(34), contribuyendo con ello a estimular la recuperación de algunas industrias. También mantiene su papel como instrumento de redistribución de la divisa a favor del Estado para su empleo con fines sociales, que sobre la base del mismo impuesto promedio, significa un ingreso neto de alrededor de 400(35) millones dólares en el año que recién terminó.

Desde la perspectiva de la dinámica macroeconómica, resulta claro que la relación entre los salarios y los precios en todos los mercados con excepción del de bienes racionados, es adversa a una dinámica expansiva de la economía, pues perpetua el deterioro real del salario y mantiene deprimido el consumo con las consiguientes consecuencias negativas en la producción y la productividad del trabajo.

6. Las restricciones al crecimiento; factores coyunturales y estructurales

Se examinará a continuación como los resultados del año confirman o rechazan las tendencias de la dinámica de crecimiento, de especial trascendencia en los propósitos de desarrollo el país.

Se parte de la idea de que todos los esfuerzos de desarrollo actual y futuro requieren de una dinámica de crecimiento que permita alcanzar al menos tasas de crecimiento del 4.5%, tal cual se explicitó en la Resolución Económica del V Congreso del PCC. Se analizarán entonces aquellos factores que pueden constituir barreras a tal propósito.

6.1. Factores estructurales

Nueve años después de haber entrado en una profunda crisis económica que redujo los niveles de actividad a los obtenidos en 1977 (en términos de volumen del PIB), y después de cinco años de crecimiento moderado pero sostenido, que en los últimos dos años ha visto sustancialmente reducida su dinámica, la continuidad del proceso de crecimiento y su dinámica siguen siendo aspectos relevantes en el futuro del país.

6.1.1. La dependencia del sector externo

Siete años de transformaciones en este sector no han podido eliminar fallas de orden estructural que tienen sus orígenes incluso más allá del proceso revolucionario de 1959. La desaparición de las condiciones bajo las cuales Cuba se insertó en el CAME, dejó al país atado a productos primarios de baja dinámica en el comercio mundial y por lo tanto con pocas potencialidades de generación de ingresos.

La dependencia del sector externo si bien se ha reducido en términos de volumen absoluto, permanece en términos de su importancia para alcanzar los niveles de crecimiento necesarios. De hecho, la misma se ha hecho más determinante pues a la dependencia física de las importaciones para el crecimiento, se suma la dependencia financiera, en tanto la economía sigue incapacitada de generar suficiente ahorro interno, incrementándose la dependencia del financiamiento externo para el crecimiento.

Desde esta perspectiva, tres son los problemas estructurales fundamentales que debe resolver la estrategia de desarrollo:

Transitar del sesgo importador al sesgo exportador.

Para lo cual se requiere de políticas que combinen los instrumentos macroeconómicos, con otras de tipo sectorial.

En el orden macroeconómico, la exención de impuestos sobre una parte de las utilidades obtenidas, el otorgamiento de regímenes arancelarios excepcionales, tasas de cambio preferenciales y una política crediticia expansiva, pudieran tener un efecto positivo sobre tal propósito. A la vez, en el orden microeconómico, fomentar una flexibilización aún mayor del funcionamiento de estas empresas e incrementar la estimulación vía salario a los trabajadores de ellas podría resultar relevante.

Incrementar el valor agregado de los bienes de exportación tradicionales.

En este sentido hay experiencias sin dudas exitosas, tal es el caso de las exportaciones de Habanos o de langosta viva. Aquí el esfuerzo fundamental es del orden de modernización y aprendizaje tecnológico de una parte y de identificación de mercados de otra.

Se trata pues de aprovechar capacidades existentes y conocimientos productivos básicos también existentes.

No se desconoce sin embargo, que la restricción financiera puede ser un obstáculo difícil de salvar en este propósito, no obstante, en tanto una parte de las capacidades productivas físicas existen, la restricción financiera puede no resultar determinante.

Diversificar el abanico de exportaciones.

Este ha sido un propósito sostenido desde siempre. Es quizás el más difícil de obtener. Aquí la utilización discrecional de políticas macroeconómicas que estimulen esta actividad y políticas microeconómicas es vital. Las excepciones impositivas y arancelarias no bastan, la política de estímulo al trabajador debe ser aún mayor y la voluntad de sostener dichas producciones mas allá de los primeros momentos de incertidumbre no debe dejar lugar a dudas.

Sin embargo, en lo inmediato la urgencia de obtener ingresos por exportaciones, vitales para una economía imposibilitada de acceder al crédito externo, obligan a concentrar los esfuerzos en los productos tradicionales de exportación, ello no impide ir creando condiciones que permitan amortiguar y posteriormente eliminar aquellos problemas.

Al respecto, existe la posibilidad de armonizar las políticas macroeconómicas con aquel objetivo exportador, en especial aquellas que permiten una transparencia mayor desde y hacia el mercado mundial(36).

Estos siete años de fuertes dificultades económicas contribuyeron a acrecentar el endeudamiento externo de la economía cubana. Desprovista de fuentes de financiamiento externo a largo plazo y obligada a contratar créditos a corto plazo a costos excesivamente altos, la economía cubana se encuentra atada también al fenómeno del endeudamiento y corre el peligro de la descapitalización real debido una erogación mayor que la captación de nuevos recursos. Aún cuando se han hecho esfuerzos por encontrar soluciones en los marcos de las relaciones bilaterales con los acreedores, la deuda continua siendo una de las presiones más graves sobre la dinámica de la economía. El año que terminó significó un avance importante en este aspecto al lograrse un acuerdo con Japón para la renegociación de una parte de la deuda. Dado lo exiguo del ingreso por exportaciones, resulta materialmente imposible pensar una solución masiva de este problema.

6.1.2. La expansión de la oferta total

Si bien es cierto que existen grandes restricciones para la expansión de la oferta por la vía estatal, no ocurre lo mismo en el caso del sector no estatal. Al respecto, existen espacios reales que podrían dar un impulso relativamente significativo a la oferta por la vía de la expansión del sector cooperativo en producciones industriales y a determinados servicios. Lo cual junto al propósito económico de expansión de la oferta tendría un efecto político al expandir las formas de producción más afines a nuestra ideología y objetivos que la producción privada individual.

Ello además permitiría generar nuevos empleos legales reduciendo de esta forma los espacios a la obtención ilegal de ingresos y generaría nuevos espacios productivos legales donde emplear una parte de la fuerza de trabajo calificada que hoy permanece subutilizada. También tendría un efecto fiscal positivo, pues reduciría los gastos en salarios e incrementaría la base impositiva.

6.2. Aspectos funcionales

6.2.1. Política fiscal

En cuanto a la política fiscal, resulta imprescindible mantener su carácter general restrictivo, y a la vez combinarla con medidas expansivas discrecionales dirigidas a sectores productivos (tal cual se hizo con el azúcar en 1998) que generen un impacto inmediato en la recuperación de las exportaciones, y a ítems de especial importancia en la dinámica macroeconómica como es el caso del salario.

La necesidad de mantener funcionando los grandes programas sociales, obliga no sólo a sostener los gastos en los mismos, sino también, a encontrar formas más eficientes de operación. En este sentido, existen limites físicos reales al incremento de los gastos en estos rubros, sin embargo, la posibilidad de encontrar formas más eficientes de uso y asignación es casi infinita. Al respecto, resulta relevante la experiencia utilizada con relación al financiamiento en divisas, de entregar los recursos financieros a los destinatarios finales del gasto y permitir a estos últimos la decisión de contratar uno u otro productor. Algo parecido pudiera hacerse en el caso de producciones o servicios que se contratan centralmente para estos sectores.

La necesidad de disminuir la inversión centralizada y darle mayor peso relativo al sector empresarial(37) en este aspecto obliga a su vez a pensar en cuáles deben ser los destinos principales de esa inversión. Dadas las características y necesidades de Cuba, resulta lógico pensar que la misma debe concentrarse en la infraestructura necesaria para garantizar la rápida expansión de sectores exportadores o sustitutos de exportación pero a la vez combinarla con inversiones en sectores y ramas generadoras de empleo, en tanto este, el desempleo, es un problema latente de nuestra economía, más que por su magnitud, por su connotación social.

6.2.2. Política monetaria

En cuanto a la política monetaria, aun cuando resulta imposible eliminar la dualidad monetaria en lo inmediato, resulta imprescindible continuar el proceso que permita alcanzar mayores niveles de estabilidad. Al respecto, iniciar un proceso de disminución del diferencial de tasas de cambio resulta necesario, primero, a través de la introducción de una tasa de cambio con fines contables en el sistema empresarial que permita conocer la magnitud real de los futuros ajustes y en segundo lugar, con la introducción de minidevaluaciones preanunciadas cuya dinámica estaría determinada por la capacidad de absorción del impacto de la economía medida en la variación del sistema de precios y la respuesta del sector productivo.

Sin embargo, una precondición para cualquier intento al respecto sigue siendo el desplazamiento del dólar norteamericano y cualquier otra divisa de la circulación minorista y el establecimiento de la obligatoriedad de la circulación del peso convertible como primer paso del arreglo monetario.

El saneamiento de la situación financiera en el sistema empresarial, bajo cualquiera de las formas que se apuntó anteriormente u otra que conduzca al mismo objetivo sin generar dinámicas recesivas, también resulta un prerequisito.

Cuba ha iniciado desde hace cinco años una senda de crecimiento económico después de una profunda recesión económica que determinó una drástica reducción de los niveles de actividad en casi todas las ramas productivas del país. Por otra parte, la imposibilidad de generar suficiente ahorro interno y la escasez del ahorro externo han determinado la necesidad de adoptar una política crediticia restrictiva, cuando lo conveniente para impulsar el proceso de recuperación hubiera sido una política expansiva del crédito.

Sin embargo, resulta conveniente significar la necesidad de utilizar una política crediticia expansiva, pero a la vez selectiva cuando sea posible, primeramente dirigiéndolo con prioridad hacia los sectores exportadores o de producciones realmente sustitutivas de importaciones y en segundo lugar, hacia objetivos que combinen el aseguramiento de infraestructura que facilita exportaciones o la creación de empleos en sectores complementarios a los sectores exportadores.

Utilizar la capacidad de financiamiento interno generada en los últimos dos años en el sistema bancario y en las instituciones de intermediación financiera no bancarias en esta dirección podría ayudar a revertir la situación actual.

6.2.3 Política de precios

El tema de los precios es sin dudas un tema pendiente dentro del proceso de transformaciones. Su significado en la economía, sin embargo, ha crecido. Por ello, el tratamiento del mismo requerirá en primer lugar de definiciones conceptuales de carácter estratégico, en tanto la economía cubana no dejará de ser una economía socialista, pero a la vez deberá insertarse en una economía internacional que exige altos niveles de eficiencia en los sistemas productivos de los países, en lo cual el sistema de precios al interior de cada economía alcanza una importancia vital.

Lograr pues una adecuada coherencia del sistema de precios con este propósito de eficiencia es una necesidad insoslayable. En tal sentido, un aspecto en el cual puede irse avanzando es en la paulatina eliminación del subsidio de precios a bienes de consumo y su sustitución por un sistema de subsidio a las personas, proceso en el cual ya se han puesto a prueba algunas experiencias. El otro aspecto en el cual también debe seguirse avanzando es en el relacionar los precios internos y los precios internacionales, como vía de acercar a los sistemas productivos nacionales a los patrones internacionales.

De hecho, ya hoy esa relación existe, aunque a veces indirectamente. La adopción de esperar la reducción de los precios minoristas en los mercados no racionados por la vía del incremento de la oferta, dada la evolución de los precios en los dos últimos años parece no ser suficiente, entre otras cosas, por aquella conexión indirecta a la que ya se hizo mención que hace que tales precios en moneda nacional ya sean sustancialmente medidos en dólares(38).

La adopción de una tasa de cambio contable para el sistema empresarial, en primera instancia para aquellas empresas que exportan o producen para el mercado interno en divisas, como ya fue planteado con anterioridad, contribuiría sin dudas a tal objetivo.

La política de empleo y la política salarial dependen en grado considerable de las decisiones que se adopten en relación los aspectos más arriba planteados.

Prevalece hoy, dentro del pensamiento económico sobre el desarrollo, el paradigma sustentado en el Consenso de Washington de que resulta imposible lograr a la vez la meta del crecimiento y la equidad. En muchos países de nuestra región el paradigma se ha convertido en política económica. Cuba ha optado por la posición exactamente contraria, aquella que postula que es necesario crecer con equidad, la tarea es en extremo difícil, pero en ningún modo imposible, pues parte de condiciones sociales que garantizan ya un alto grado de equidad, convertir ese alto grado de equidad en instrumento para alcanzar altos niveles de eficiencia es el reto del futuro.


ANEXO I

PRESUPUESTO DEL ESTADO
CONCEPTO 1997 1998 98/97
INGRESOS:


TRIBUTARIOS 8574.2 9350 9.05
Indirectos 5329.9 5600 5.07
Impuesto de Circulación y Ventas 4876.6 5153 5.67
Impuestos sobre Servicios Públicos 453.7 395 -12.94
Directos 3244.3 3750 15.59
Impuestos sobre utilidades 849.6 1100 29.47
Impuestos /utilización FT 562.3 711 26.44
Impuestos sobre Ingresos Personales 263.4 270 2.51
Otros Impuestos y Derechos 498.5 570 14.34
Contribución a la Seguridad Social 1070.5 1052 -1.73
NO TRIBUTARIOS 3629.4 3120 -14.04
Aporte de Empresas Estatales 2014.7 1905 -5.44
Otros Ingresos no Tributarios 1070.5 1052 -1.73
Total de Ingresos 12203.6 12470 2.18
de ello Ingresos de capital 629.5 501 -20.41

ANEXO II

GASTOS DEL PRESUPUESTO DEL ESTADO
CORRIENTES 1997 1998 98/97
Actividad Presupuestada 6807.8 7469 9.71
Educación 1453.9 1536 5.65
Salud 1265.2 1363 7.73
Seguridad Social 1635.9 1670 2.08
Asistencia Social 135.2 158 16.86
Vivienda y Servicios Comunales 487.6 596 22.23
Subtotal 4977.8 5323 6.93
Defensa 637.5 630 -1.18
Administración 431.2 459 6.45
Esfera Productiva 155.5 175 12.54
Cultura y Arte 164.7 168 2.00
Ciencia y técnica 109.2 110 0.73
Deporte 121.5 124 2.06
Otras Actividades 210.4 480 128.14
Subtotal 1830 2146 17.27
Total Gastos Esfera Presupuestada 6807.8 7469 9.71



 
Actividad Empresarial 2236.2 2898 29.59
Subsidio por pérdidas 1350 1310 -2.96
Diferencia de Precios 434.8 440 1.20
Subsidio a productos 315.2 1005 218.85
Rebaja de Precios Minoristas 7.9 3 -62.03
Otras Asignaciones 128.3 140 9.12
Subtotal 2236.2 2898 29.59
Ayuda económica a UBPC 718.1 265 -63.10
Operaciones Financieras 380.9 500 31.27
Gastos Extraordinarios 680.6 136.6 -79.93
Variación de Cuentas reales -264.8
-100.00
Subtotal 10823.6 11268 4.11
Más: Reserva

 
Total Gastos Corrientes 10823.6 11268 4.11
Superávit (Déficit) Corriente 750.5 701 -6.60
DE CAPITAL

 
Inversiones 1839 1750 -4.84



 
TOTAL DE GASTOS 12662.6 13018 2.81
DEFICIT FISCAL -459 -548 19.39


Notas:

1- Lage Dávila, Carlos Intervención en el 2ª Período de Sesiones de la ANPP", Granma, 22-12-98.

2- Rodríguez, José Luis. Intervención en el 2ª Período de Sesiones de la ANPP, Granma, 23-12-98, pág. 5.

3- ONE "La Economía Cubana en 1997", julio 1998, pag. 6.

4- Rodríguez, José Luis. Intervención en el 2ª Período de Sesiones de la ANPP, Granma, 23-12-98, pág. 5.

5- ONE "La Economía Cubana en 1997", julio 1998, pag. 6.

6- Todas las cifras de este párrafo corresponden a Rodríguez, José Luis, cit. Ant.

7- Rodríguez, José Luis. Cit. Ant. Pág. 5

8- También resulta imprescindible una análisis cualitativo, tanto del consumo público y privado, atendiendo a los bienes y servicios que más crecen, lo cual requiere de datos aun no disponibles.

9- Estimaciones del autor sobre la base del Anuario Estadístico de Cuba de 1996, "La Economía Cubana en 1997" y la tasa de crecimiento de la inversión en 1998 ofrecida por José Luis Rodríguez.

10- Rodríguez, José Luis. Op. Cit. Pág. 5.

11- Millares, Manuel Intervención en el 2ª Período de sesiones de la ANPP, Granma, 24-12-98, pág. 4.

12- Cálculos sobre la base de "Presupuesto del Estado. Anteproyecto 1999" Ministerio de Finanzas y Precios. Diciembre 1997.

13- "Presupuesto del Estado. Anteproyecto 1999" Ministerio de Finanzas y Precios. Diciembre 1997. Pág. 24.

14- Dichos subsidios no son violatorios de los compromisos internacionales contraidos por el país con las diferentes organizaciones que fiscalizan estos aspectos (OMC y Ronda Uruguay).

15- Estimaciones del autor (sin confirmación.)

16- Más adelante se avanzaran algunas ideas al respecto.

17- Sin embargo, dada la expansión de las operaciones en dólares en el mercado interno, habría que considerar también la dinámica en esta moneda.

18- En el trabajo redactado por quien suscribe para el libro "La economía Cubana en 1996", ya se señalaba este hecho.

19- Alvarez Hernández José E. "La circulación monetaria de la Población en Cuba. Diagnóstico de la situación actual y elementos para el diseño de una reforma en la Política Monetaria". 3er. Forum Provincial de Economía, ANEC, 1997.

20- En realidad en la estructura presentada faltan fuentes importantes por considerar, como los ingresos devengados por el sector campesino privado, y por el sector cuentapropista, lo cual reforzaría aun más la disminución relativa de la participación de las fuentes netas estatales en la circulación monetaria.

21- Estimaciones del autor sobre la base de una ejecución en el año 1997 de 750 millones y un crecimiento de un 16.1% en 1998 declarado por José Luis Rodríguez, Granma 23-12-98, pág. 5.

22- Rodríguez José Luis. Cit. Ant. Pág. 5.

23- Estimados sobre la base de la ejecución de la CADECA en 1997, más un 20% correspondiente al mercado de cambio ilegal.

24- Estimado sobre la base de la ejecución de 1997 y el crecimiento del 10.2% anunciado por Rodríguez, José Luis. Granma, 23-12- 1998, pág. 5.

25- Ver Alvarez, José cit. Ant.

26- Rodríguez, José Luis Cit. Ant. Pág. 5.

27- Estimulación en divisa crece en 21% y alcanza a 1millón 125 mil trabajadores, mientras los "reforzamientos en especie" se incrementan en 19.7%.

28- Rodríguez, José Luis Cit. Ant. Pág. 5.

29- Las afirmaciones se basan en el comportamiento de los 11 primeros meses del año 1998, sin confirmación oficial.

30- Estimado sobre la ejecución de los primeros 11 meses de 1998, sin confirmación oficial.

31- Rodríguez, José Luis Cit. Ant. Pág. 5

32- ONE, "Sondeo de Precios en el Mercado Informal", diciembre de 1998, pág. 6.

33- Idem. Ant.

34- Estimado por el autor. Sin confirmación oficial.

35- Estimaciones del autor. Sin confirmación oficial.

36- Por ejemplo, las entidades de intermediación financiera cubanas cobran la misma tasa de interés sobre los prestamos cuya finalidad es la producción para la exportación que por aquellos que tienen como destino la importación de bienes finales.

37- Para 1998 el sistema empresarial se hizo cargo del 30% de toda la inversión aproximadamente.

38- Ello conduce a la paradoja de tener precios excesivamente altos comparados con el salario medio en pesos cubanos y a la vez significativamente bajos comparado con los precios internacionales de esos mismos productos medidos en dólares. La resistencia a la baja de los mismos se debe en parte a la estructura del costo de los productos, donde el componente salario (entre 20 y 30 pesos diarios) que paga el agricultor privado esta más en función de la tasa de cambio de CADECA.


Dr. Juan Triana Cordoví. Centro de Estudios de la Economía Cubana, adscrito a la Universidad de la Habana
     
   
   
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