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El nuevo patron de crecimiento industrial: principales restricciones

Hiram Marquetti Nodarse

El desarrollo de la crisis impactó negativamente en la evolución de la industria manufacturera, de hecho provocó la parálisis del proceso de industrialización e incluso que entrara en crisis el patrón de desarrollo industrial basado en el liderazgo del sector exportador tradicional, aunque fundamentalmente de la agroindustria azucarera.

En estas condiciones se decidió preservar el tejido industrial resultante del proceso de industrialización, y en paralelo, evaluar variantes que permitieran la articulación de un "nuevo patrón" de desarrollo industrial que propiciara la reinserción internacional de la economía cubana y, que a su vez, evitara el colapso externo del sistema productivo local.

La priorización del turismo respondió a estos imperativos, tanto por constituir la única rama con capacidad de liderear la estructuración del "nuevo patrón", así como con potencialidades para propiciar algunas transformaciones cualitativas en la industria manufacturera. Al respecto cabe destacar que en el desarrollo de este proceso se han conjugado, por una parte, el relanzamiento del sector II productor de bienes de consumo y, por otra, la ampliación de la incidencia económica de ramas vinculadas al desarrollo del progreso científico técnico como son: La industria electrónica y las telecomunicaciones.

De igual forma, en relación con el incremento del impacto económico del sector del turismo, se han ampliado las posibilidades de utilizar con mayor intensidad el potencial de servicios que posee la industria manufacturera cubana e incluso transformar esta opción en una importante fuente de ingresos. (1)

Un aspecto importante es que el "nuevo patrón" de crecimiento industrial no constituye la sustitución plena del patrón anterior, sino que por el contrario, intenta aprovechar al máximo sus potencialidades y propiciar su reestructuración gradual con el nivel mínimo posible de destrucción de las fuerzas productivas.

En el presente trabajo se hace una caracterización general del "nuevo patrón" y se analizan las principales restricciones que enfrenta el mismo, tanto en los aspectos tecnológicos, como en lo relativo a las nuevas exigencias del proceso de reinserción económica internacional.

I.- LA CRISIS Y EL PROCESO DE REACOMODO DEL SECTOR INDUSTRIAL

Los cambios que se produjeron en el contexto externo de la Isla en las postrimerías de los años ochenta, provocaron un sensible retroceso del sector industrial e incluso la crisis del "patrón de industrialización que desarrolló el país después de su incorporación al sistema de división internacional socialista del trabajo".(2) En repuesta a esta situación se inició la reevaluación de nuevas prioridades del desarrollo industrial.(3)

La abrupta ruptura de las relaciones económicas con los antiguos países socialistas supuso un importante reto a la preservación de la industria como eslabón principal del desarrollo económico del país, ya que los progresos alcanzados por este sector se apoyaron de forma creciente en las facilidades financieras que otorgaron estas naciones. A lo que se adicionaba en el orden estructural que las capacidades industriales desarrolladas se sustentaron en la utilización de tecnologías que se caracterizaban por su sensible retraso con relación a los standares mundiales, elevados niveles de consumo de energía, combustible y materias primas, esquemas técnicos productivos inflexibles, bajos niveles de integración, cooperación y complementación productiva interna. Esta situación obligó al país a replantearse con fuerza en qué medida se podrían aprovechar las potencialidades del sector industrial en el reacomodo externo de la Isla y en evitar el "colapso internacional" de la economía cubana.(4)

En este contexto, los criterios de política aplicados por el gobierno en el sector industrial respondieron al proceso de ajuste que experimentó la economía. En correspondencia con esta lógica se priorizó el funcionamiento de aquella parte de la industria generadora de ingresos en divisas y las actividades industriales que participan de forma directa o indirecta en la satisfacción de las principales necesidades de la población.

En complemento a las direcciones anteriores comenzó la evaluación de las potencialidades de cada una de las ramas, con el propósito de facilitar su participación en el proceso de apertura externa.(5) Estos aspectos se convirtieron en los soportes mínimo para el diseño ulterior de políticas más específicas -organizativas, tecnológicas, de empleo, de financiación, salarial, inversionista y de desarrollo- que de una manera u otra fueron instrumentadas con posterioridad en los diferentes ministerios.(6)

Una resultante del proceso anterior fue comenzar a trabajar en la búsqueda de un "nuevo patrón" de desarrollo industrial, en que se conjugaran: la máxima utilización de los progresos alcanzados con el proceso de industrialización,(7) el aprovechamiento de las potencialidades de exportación y de sustitución de importaciones existentes en las diferentes ramas, así como de las reservas de ahorro y eficiencia.

En la práctica, la articulación de los aspectos antes indicados constituyó un proceso complejo, no sólo por tener que enfrentarlo en un contexto de ajuste, sino también por lo siguiente: primero, la diversificación del tejido productivo e industrial que se logró con la industrialización no tuvo orientado en términos reales ampliar la oferta exportable nacional(8) , segundo, el desarrollo industrial alcanzado se dirigió a crear la infraestructura material y productiva necesaria que respondiera a la lejanía en que se ubicaban los principales socios económicos del país, y por ende provocó, que estuvieran presentes con relativa fuerza aspectos de una típica de industrialización "hacia adentro".(9)

A los aspectos anteriores se adiciona que en las nuevas condiciones resultaría difícil preservar el liderazgo de las ramas industriales tradicionales en el "nuevo patrón",(10) debido entre otras razones, a la transformación de la estructura de los precios internacionales y porque éstas se caracterizan por concentrarse en la explotación de economías de escala, lo que en un contexto de predominio de restricciones financieras materiales y de bajas tasas de acumulación resulta difícil satisfacer.(11)

No obstante, a las limitaciones objetivas que enfrenta el desarrollo de las ramas tradicionales, se comenzó a trabajar en la variación de su "cadena de valor" y en la creación de condiciones que facilitaran el fomento de complejos productivos maduros.(12)

También por las razones antes indicadas, unidas a las dificultades objetivas que enfrentan para acceder a los mercados internacionales y a la debilidad que caracteriza los encadenamientos productivos con otras industrias, explican por qué las ramas vinculadas al desarrollo del progreso científico técnico -industria farmacéutica, la biotecnología y la electrónica- tampoco estaban en condiciones de liderear el proceso de reestructuración del sector industrial y constituir el núcleo duro del "nuevo patrón". (13)

De tal forma, mientras que el patrón de desarrollo industrial que se asumió a partir de 1976 se sustentó en la preeminencia de políticas y factores vinculados con la industria, en las nuevas condiciones creadas con posterioridad a 1990, aunque se conservó el carácter estratégico de este sector, su dinámica de transformación y crecimiento van estar relacionados con los efectos colaterales o inducidos por el desarrollo de otros sectores, por ejemplo el turismo.

La transición de un patrón a otro estuvo determinada también por la necesidad de impulsar el desarrollo de actividades que permitieran la recuperación más rápida de las inversiones realizadas, al tiempo que la capacidad de aporte en divisas permitiera aminorar los niveles alcanzados por el déficit de la balanza de pagos.

Finalmente, la transición no está dirigida a reducir en peso del sector industrial, sino que los cambio inducidos y los efectos reindustrializadores asociados a las nuevas actividades están dirigidos a propiciar que la industrial manufacturera preserve el liderazgo en materia de empleo, capacidad de arrastre e impacto económico global.

1.1- Factores claves del nuevo patrón de crecimiento industrial

En un trabajo anterior destacamos que los efectos recesivos asociados a las medidas de ajuste fiscal, fueron virtualmente anulados por la respuesta dada por la industria al crecimiento de un segmento de demanda efectiva que está relacionado con la evolución de la apertura a la inversión extranjera, la flexibilización de los mecanismos de gestión comercial externa, el crecimiento sostenido del turismo y del mercado en divisas. Asimismo la evolución de esta demanda contribuye, inercialmente, a preservar la dinámica global de reanimación de la economía e incluso al fomento de fuentes de acumulación en los diferentes sectores al margen del presupuesto.(14)

El papel de este potencial de demanda tiene un impacto mayor, en tanto tiende a convertirse en el soporte mínimo del "nuevo patrón" de crecimiento de la industria. En rigor, la acción del conjunto de estos factores ha propiciado la estructuración de una dinámica de crecimiento de la economía menos dependiente de la evolución exclusiva del sector exportador tradicional.

La particularidad principal de los aspectos que sirven de soporte a este "nuevo patrón" de crecimiento es que conjugan la capacidad de demandar y ofertar recursos. Igualmente están relacionados con un mayor fomento del sector de los servicios, especialmente de aquellos que poseían un insuficiente desarrollo en el período previo a la crisis, como son los de apoyo a la gestión empresarial, los bancarios y financieros, etcétera.

De otra parte, a tono con esta lógica de transformaciones, se ha logrado aprovechar con mayor intensidad las reservas existentes a escala empresarial, al tiempo que ha mejorado el mecanismo de asignación y control de los recursos. En general, los aspectos indicados han contribuido al saldo positivo que presenta la evolución de la industria manufacturera desde 1994.

GRAFICO No 1


A los efectos de este análisis se ha considerado el impacto de los aspectos indicados: el efecto de arrastre ramal, la incidencia en las relaciones intersectoriales y en los niveles macro, meso y microeconómico, el grado de transformación tecnológica y las tendencias probables de cambio estructural de la economía.

a) Turismo(15)

El turismo constituye el sector líder en este "nuevo patrón", no sólo por su capacidad de aportar divisas y empleo, sino que es el único que posee condiciones para asumir este rol por lo siguiente: 1) existe una demanda potencial insuficientemente aprovechada; 2) escalas relativamente grandes y con fuertes vínculos intersectoriales que permiten la difusión del crecimiento del sector al resto de la economía; 3) una tasa de crecimiento sujeta a condiciones "exógenas", es decir, relativamente independiente de la tasa promedio general de crecimiento de la economía. (16)

Según estimados de especialistas del CEEC, el turismo aportó más del 10% del crecimiento acumulado de la economía en el período 1995-1998. De igual forma, se destaca que entre 1990 y 1993 no estuvo en condiciones de minorar los decrecimientos experimentados por la economía. En el gráfico siguiente se puede obtener una visión global de este desempeño.

GRAFICO No.2
EVOLUCION DEL TURISMO Y PIB 1990-1999

El desarrollo del turismo condujo a un replanteo necesario de la correlación entre el sector I y el II, ya que el esfuerzo industrializador realizado a partir de 1976 estuvo sesgado por el enfoque de preferenciar el fomento del sector I.(17) En rigor, ha sido necesario adaptar la industria local a las exigencias de la industria sin chimeneas.(18)

De igual forma, la evolución de este sector condujo a la introducción de modificaciones importantes en la elaboración de proyectos técnicos, la aplicación de novedosas técnicas constructivas, el desarrollo de nuevas tecnologías destinadas al sector y al completamiento de cadenas productivas. Asimismo se ha hecho necesario elevar sustancialmente la calidad tecnológica de los servicios de telecomunicaciones, aéreos e informáticos, acorde con las exigencias internacionales. De este modo, el turismo se ha convertido en un factor estimulador del desarrollo de actividades de mayor complejidad productiva.

Se prevé que el turismo continúe lidereando el proceso de recuperación de la economía, a la par que los requerimientos de la industria continuarán incrementándose en lo cuantitativo y cuantitativo, proceso éste que exigirá inversiones que posibiliten la modernización y actualización tecnológica de diferentes actividades industriales para que puedan responder a este reto.

Finalmente, los flujos financieros concedidos por el sistema del turismo a producciones destinadas al propio sector, tiendas recaudadoras en divisas y otras actividades sobrepasaron los 426 millones de dólares entre 1992 y 1998.

b) Mercado interno en divisas

La universalización de los mecanismos operacionales de la economía sustentados en el dólar ha contribuido a la estabilización del desempeño económico del país, en tanto facilita el cumplimiento de los objetivos del ajuste fiscal y evita la expansión de fuentes inflacionarias.(19) Igualmente esta situación ha funcionado como un instrumento que refleja de forma más adecuada las señales de precios necesarias para la asignación de los recursos, al tiempo que ha facilitado la adaptación de la producción de algunos bienes transables y servicios a las condiciones del mercado mundial. Asimismo ha posibilitado que se logre una mayor disciplina en el manejo de las variables financieras por parte del gobierno. En este sentido, los resultados aportados por la dolarización la han convertido en uno de los factores esenciales del proceso de reanimación de la economía como se puede apreciar en el gráfico No.3.

GRAFICO No.3
RELACION ENTRE LA DINAMICA DE CRECIMIENTO DEL PIB Y LAS VENTAS EN LAS TRD

La gradual extensión de las diferentes modalidades de autofinanciamiento, la elaboración de presupuestos y de los enfoques de planificación sustentados en la divisa, también han conducido a la gradual adecuación de las capacidades productivas a las demandas reales, con independencia del volumen de la demanda general (unitaria y masiva), al tiempo que las empresas tienden a concentrarse preferentemente sólo en aquellas producciones que tienen reales potencialidades de realización mercantil. De este modo, adquiere fuerza la tendencia a modificar los perfiles productivos históricos y de gestión comercial.

En términos de corto plazo el mercado interno en divisas ha influido positivamente en la evolución reciente de la industria, pero el mayor aprovechamiento de sus potencialidades exige extender algunos de los criterios vigentes en los suministros del turismo, establecer mecanismos de estímulo para aquellas instituciones que logren articular estrategias de comercialización coherentes en lo interno y lo internacional, fijar un marco de competencia más realista y de evaluación de la calidad de los productos que se comercializan en este mercado. Precisamente uno de los problemas por resolver es que la producción destinada al mercado interno presente las mismas características que la dirigida a la exportación.(20)

Otro aspecto importante es que la necesidad de incrementar los niveles de ingresos de este segmento de mercado a expensas de incorporar producción local sin observar determinados parámetros de calidad, actúa como un factor de protección de la industria nacional y contrario a los esfuerzos por elevar la competitividad de la producción doméstica. Esta situación es válida, tanto para los suministros a la población como en las relaciones interempresariales.

De otra parte, el empleo de los productos de importación como puntos referenciales para las producciones locales no siempre resulta adecuada. Recordemos que la función principal asignada a este mercado -básicamente el minorista- es la de recaudar, lo que conduce a que se comercialicen en magnitudes importantes productos donde la relación precio calidad no siempre se corresponde con la media internacional y, por ende, resulta cuestionable que se le conceda el calificativo de exportaciones en fronteras a estas producciones.

De igual forma esta situación se produce con frecuencia en las ofertas interempresariales,(21) aunque en menor medida.

A los aspectos anteriores se añade que la prioridad concedida a aumentar la presencia de la producción nacional este segmento de mercado determina que los ministerio concedan prioridad absoluta a este propósito en detrimento de ampliar la oferta exportable, la cual en términos de largo plazo debe ser la prioridad principal.

c) Evolución de los servicios financieros y bancarios

El proceso de reestructuración que experimentó el sistema bancario nacional, y junto con ello la diversificación de las instituciones financieras, no sólo ha tendido a suplir gradualmente una de las deficiencias históricas de la economía cubana, sino también a que los recursos canalizados por estas instituciones se hayan convertido en una fuente importante de asignación de recursos a la industria y a otros sectores de la economía.

En paralelo a este proceso se ha producido la paulatina recuperación de la cartera de préstamos del banco, la cual ha respondido en esta primera etapa a la lógica del proceso de dolarización de la economía y a la política de restringir las inversiones por medios propios en divisas.

TABLA No.1
CUBA: FINANCIAMIENTO BRUTO CONCEDIDO POR EL SISTEMA FINANCIERO A
SECTORES PRODUCTIVOS, 1997-1999

(en millones de dólares)



1997
1998
1999
Valor
Estructura
Valor
Estructura
Valor
Estructura
Total
779,1
100,0
1 005,4
100,0
1 522,7
100,0
Industria
387,2
49,7
544,1
54,1
745,8
49,0
Comercio
285,9
36,7
214,2
21,3
121,8
8,0
Transporte
49,1
6,3
82,5
8,2
137,0
9,0
Agropecuario
30,4
3,9
49,3
4,9
91,4
6,0
Construcción
12,5
1,6
21,1
2,1
45,7
3,0
Turismo
3,1
0,4
23,1
2,3
106,6
6,0
Cultura
1,6
0,2
2,0
0,2
----
----
Otros
9,3
1,2
69,4
6,9
274,1
18,0

Fuentes: BCC (1999): Informe Económico 1998, La Habana, Mayo. BCC (2000): Informe anual de la gestión del sistema bancario nacional, La Habana, Marzo.

Los criterios utilizados para conceder estos recursos están muy cercanos a las condiciones que debe pagar el país a los financiamientos a que accede. En este sentido, lo característico son los créditos de corto plazo y a elevadas tasas de interés. El propósito principal de la aplicación de estos criterios es propiciar una mejor utilización de los recursos existentes e ir creando en las empresas una cultura de trabajo en que predominen las restricciones financieras fuertes.

d) Inversión extranjera

El proceso de descapitalización que afectó con fuerza a varios de los sectores industriales constituyó uno de los elementos decisivos en la búsqueda de IED. Por otra parte, la falta de materias primas y la necesidad de realizar la reconversión tecnológica de varias actividades industriales implicó, en paralelo, el redimensionamiento empresarial y la búsqueda de nuevas tecnologías.

En general, la inversión foránea ha posibilitado cerrar ciclo productivos, restablecer el funcionamiento de plantas cuyas capacidades se estaban a niveles muy bajos, acceder a nuevos mercados -incluida la consolidación de nichos reducidos- y difundir nuevas formas de gestión empresarial. A esto se añade la incorporación de otro potencial de demanda que debe satisfacer con calidad la producción local.

La apertura a la inversión extranjera directa también ha contribuido a la formación de una cultura organizacional diferente, al tiempo que ha posibilitado elevar los resultados productivos y la competitividad en varias ramas industriales e incluso la introducción de transformaciones tecnológicas de relevancia Al respecto cabe mencionar las labores de exploración y extracción de petróleo que fruto de los acuerdos existente con el capital foráneo, ello ha posibilitado multiplicar los niveles de producción con relación a 1989 y, a su vez aprovechar el gas acompañante en la generación de electricidad.(22)

Igualmente en la minería metálica, la producción de lubricantes, artículos de aseo personal y material de limpieza, níquel, aguas minerales, concentrados y jugos a partir de cítricos En todos estos casos se produjo el mejoramiento de los encadenamientos productivos, el crecimiento de los volúmenes de producción, la mejoría de los indicadores de calidad y el completamiento de los ciclos de producción.

El cuanto al destino sectorial de la inversión extranjera en la Isla, al culminar septiembre la industria concentraba más del 31% de las asociaciones de capital registradas en el país. Mientras que la distribución por Ministerio la Industria Básica, Ligera y Alimentaria poseían más del 70% de las asociaciones existentes en el sector industrial.

En perspectiva, la inversión foránea continuará ocupando un lugar importante en los requerimientos de recursos que exige la industria manufacturera, para respaldar los crecimientos previstos en el turismo y el mejor aprovechamiento del potencial minero existente en el país.

e) Demanda del sector exportador

La demanda de este sector desempeñaba un rol decisivo en la dinámica del sector industrial, en tanto era la que garantizaba el vínculo activo con la economía internacional y posibilitaba la captación de un volumen apreciable de recursos que se transformaban en fuente de acumulación. De igual forma, constituía el factor que permitía minorar las restricciones asociadas a la balanza de pagos.

En la actualidad este sector aporta más del 35% de los ingresos en divisa de la economía nacional, mientras que en 1990 el aporte era superior al 95%.

La dinámica reciente de este sector se encuentra directamente relacionada con la flexibilización y adecuación de la gestión del comercio exterior cubano a las nuevas condiciones internacionales que enfrenta la Isla. Estas transformaciones han posibilitado, el crecimiento e incluso la diversificación de la oferta exportable en varios ministerios.

El incremento relativo de las exportaciones ha estado relacionado también con el ajuste de los mecanismos de control de la calidad de la oferta exportable según los mercados de destino, el uso más intensivo del marketing y el aprovechamiento de la contribución de las relaciones con el capital extranjero.

No obstante los progresos, aún el aprovechamiento de las potencialidades existentes en los diferentes ministerios productivos es insuficiente, por lo que se requiere hacia el futuro trabajar a fondo en la elevación de los resultados alcanzados en esta dirección, especialmente en la consolidación efectiva de nuevos nichos de mercado y consolidar una oferta exportable más diversificada y por niveles de competitividad superiores.

GRAFICO No 4


f) Reordenamiento del sistema empresarial

El desarrollo de la crisis implicó ampliar los márgenes de autonomía y descentralización de la gestión empresarial, a su vez, ello condujo a la necesidad de introducir nuevos métodos para fortalecer los vínculos al interior de la economía doméstica, así como fue necesario emplear un sistema de regulación básicamente indirecto anclado en las divisas.

La finalidad principal de propiciar un mayor protagonismo al sistema empresarial está relacionada con lograr un mejor aprovechamiento de las reservas de eficiencia existentes a este nivel, además de propiciar que las medidas de elevación de la calidad de la gestión empresarial posibilitaran minorar los efectos negativos asociados a las limitaciones de recursos materiales y financieros. Esta relación se puede apreciar en el gráfico No.5. Por supuesto, que este propósito es loable, aunque insuficiente para satisfacer los requerimientos de transformación del propio sistema empresarial a largo plazo.

GRAFICO No 5


Las transformaciones desarrolladas en el decenio de los años noventa han propiciado el relativo sobredimensionamiento de las potencialidades reales del factor gerencial en el contexto nacional. Sin lugar a dudas, estas mutaciones implicaron la variación de concepciones históricas, la formación de una nueva cultura empresarial, etcétera. Sin embargo, la forma particular en que se han desarrollado las reformas económicas en la Isla, unida a las dificultades existentes para lograr una reconexión más efectiva con la economía internacional, restringen las posibilidades de alcanzar un mayor aprovechamiento de este factor e incluso el proceso de perfeccionamiento empresarial incorpora estas restricciones.

g)- Dimensión actual del proceso de sustitución de importaciones

La sustitución de importaciones es parte consustancial al "nuevo patrón de crecimiento industrial", ya que se encuentra en correspondencia con el desempeño de las actividades que mayor efecto de arrastre potencial tienen en este patrón, con las restricciones financieras que enfrentamos y está relacionada también con las posibilidades de ampliar la oferta exportable nacional. A esto se adiciona que este constituye un mecanismo que contribuye a un mejor aprovechamiento del potencial científico del país.(23)

De igual forma, el desarrollo de este esfuerzo debe propiciar la ampliación de los márgenes de autosustentabilidad en grupo importante de renglones productivos, así como posibilita el fomento y/o la reconversión de capacidades productivas que deben garantizar un mayor grado de autonomía económica.

El mantenimiento de la sustitución de importaciones como aspecto esencial del desarrollo industrial del país ha propiciado el retorno a los programas integrales de desarrollo. (24)

En general, las críticas realizadas al modelo de industrialización aplicado en América Latina y los trastornos provocados por la crisis financiera del sudeste asiático de 1997, han acentuado los criterios de que la sustitución de importaciones ha perdido validez, como fase necesaria de los esfuerzos de industrialización en los países subdesarrollados.(25) En rigor esta interpretación es errónea, ya que es inevitable transitar por esta etapa y aprovechar al máximo sus potencialidades.(26)

Finalmente cabe destacar que si Cuba desechara la opción de la sustitución de importaciones, ello significaría estimular el crecimiento de las importaciones que de forma objetiva tiende a favorecer el "nuevo patrón", debido a las limitaciones que tiene la industria para satisfacer el potencial de demanda existente. Si esto se adiciona la propensión histórica de estimular las importaciones, en ese sentido la única alternativa viable sería cerrar gradualmente la industria local.

II.- PRINCIPALES RESTRICCIONES DEL PATRON DE CRECIMIENTO INDUSTRIAL

El "nuevo patrón de crecimiento" de la industria manufacturera está relacionado con el peso que aún conserva en la dinámica global de la economía la industria azucarera, los problemas de naturaleza estructural que generó la industrialización, las nuevas exigencias impuestas a la Isla por el proceso de reinserción internacional y las dificultades derivadas de la situación compleja que presentan las finanzas externas.


GRAFICO No 6


Un análisis a fondo de las restricciones evidencia que el incremento de los resultados asociados al "nuevo patrón" depende en diferentes direcciones de la superación gradual de las restricciones antes descritas.

a) Industria azucarera
Desempeño global

La industria azucarera constituyó históricamente el sector principal de la economía cubana, ello se explica entres otras razones, por su peso decisivo en la dinámica reproductiva del país, así como en la definición del patrón histórico de inserción internacional de la Isla.

El desarrollo de la crisis impactó negativamente en la evolución del sector. En un primer momento la afectación mayor la provocó la reducción de los precios de comercialización externa de este rubro, lo que determinó una reducción sustancial de los niveles de competitividad de este sector. Posteriormente, la disminución sustancial de las disponibilidades de combustibles, fertilizantes y herbicidas afectaron sensiblemente el desempeño productivo de la agroindustria, ya que se produjeron descensos sucesivos del 4,5%, 5,2%, 44,2%, 47%, y en el 57,2% entre 1991 y 1995.

Las consecuencias negativas asociadas a la disminución de los volúmenes de producción de azúcar resultaron aún mayores por los siguientes factores: 1) encarecimiento de los recursos financieros a los que tuvo acceso el país en ese período;(27) 2) la ausencia de definición de una estrategia integral para el sector acorde con las realidades y perspectivas del período especial; 3) la relativa desatención de la actividad agrícola; 4) el mantenimiento de una lógica de dirección de la agroindustria similar a la existente antes de la crisis, es decir, privilegiando el enfoque material.

En este contexto se produjo la disminución de las inversiones dirigidas a este sector, lo que afectó de forma directa las reparaciones de los centrales, las industrias de apoyo y el sistema de transporte ferroviario azucarero. Al mismo tiempo se produjo un sensible proceso de descapitalización de todas las actividades que integran el sistema del MINAZ.

Por otra parte, las reducciones sucesivas que experimentó la producción de azucarera no sólo contribuyeron a la disminución de los volúmenes de ingresos por concepto de exportación de azúcar,(28) sino que ello significó la pérdida de una parte importante de los flujos de financiamiento a los que accede el país, aspecto éste que aún no logra ser compensado integralmente por ninguna otra rama de la economía.

Tabla No.2
CUBA : INDICADORES DE EFICIENCIA DE LA AGROINDUSTRIA CAÑERA

Años
Azúcar producida (miles de toneladas)
Total de Caña molida (mmt)
Rendimiento industrial a/ (%)
Superficie de caña cosechada (hectáreas)
Rendimiento agrícola (t) b/
1981 6,805 61,714 11,0 1,231,900 50,1
1982 7,926 73,568 10,8 1,209.300 60,8
1983 8,039 74,136 10,8 1,327.300 55,9
1984 7,460 74,379 10,0 1,200,300 62,0
1985 7,783 73,925 10,5 1,349,500 54,8
1986 7,889 68,928 11,4 1,347,800 51,1
1987 7,467 72,921 10,2 1,328,600 54,9
1988 7,232 75,536 9,6 1,358,300 55,6
1989 8,119 83,138 9,8 1,297,300 64,1
1990 7,579 76,443 9,9 1,350,600 56,6
1991 8,445 76,230 11,1 1,350,000 56,5
1992 7,233 71,000 10,2 1,350,000 52,6
1993 7,219 58,000 12,4 1,550,000 37,4
1994 4,246 44,000 9,6 1,150,000 38,3
1995 4,017 39,000 10,3 1,100,000 35,5
1996 3,259 33,000 9,9 930,800 35,5
1997 4,529 41,300 10,8 877,330 38,9

a/ Expresa la relación existente entre el azúcar producido y la caña molida.
b/ Expresa la relación existente entre el total de caña molida por superficie de caña cultivada.
Fuentes: Comité Estatal de Estadística. Anuario Estadístico de Cuba. Varios años. Oficina Nacional de Estadística (2000): Anuario Estadístico de Cuba 1998, La Habana, Enero, pp.161-162.

No obstante los aspectos antes indicados, resulta oportuno señalar que a pesar del retroceso experimentado en los niveles productivos de esta industria, la agroindustria azucarera tiene una incidencia relevante en la dinámica reproductiva de la economía y es aún el sector de mayor efecto de arrastre,(29) en tanto los encadenamientos productivos que posee con otras ramas son determinantes.(30)

De tal forma, la inestabilidad mantenida por la industria azucarera en los resultados productivos ha incidido en los ritmos e incluso la dimensión global del proceso de recuperación de la economía.(31)

Los resultados alcanzados por la economía entre 1996-1998 confirman esta apreciación. En 1996 se alcanzó nivel máximo de crecimiento de la actividad económica y de la producción azucarera. Mientras que en los años subsiguientes se produjeron caídas sucesivas, que afectaron de conjunto los resultados de la industria manufacturera y de la economía en general.(32) En gráfico siguiente se puede apreciar este desempeño.

GRAFICO No 7
DINAMICA DE LA PRODUCCION AZUCARERA Y EL PIB

Proceso de reestructuración

El mantenimiento del enfoque material en la dirección de la industria azucarera, determinó que este sector se rezagara considerablemente con relación a otros sectores en la instrumentación de un grupo transformaciones organizacionales e institucionales que se habían desarrollado en el país al calor del proceso de reformas económicas.

Igualmente fue necesario considerar con fuerza los aspectos macro y mesoeconómicos, ya que la agroindustria involucra a 72 municipios y garantiza empleo directo a más de 500 mil trabajadores.

En general, la estrategia de reestructuración de la industria abarca un amplio programa de transformaciones que incluye: una modificación profunda de las relaciones entre la agricultura y la industria,(33) el ajuste del sistema empresarial a las nuevas condiciones por las que transita el país, la actualización de los mecanismos de gestión comercial y financiera -incluida la mayor vinculación de los centrales a las realidades del mercado internacional-, la mejor utilización de los recursos humanos, un incremento sustancial de los niveles de eficiencia, el gradual redimensionamiento de las capacidades productivas, desarrollar nuevas capacidades empresariales y gerenciales, así como crear las condiciones para aprovechar al máximo la infraestructura material y el potencial existente para la producción de subproductos de la caña de azúcar.

El proceso de reestructuración de la agroindustria comprende como aspectos principales: la reducción del personal del ministerio y las delegaciones provinciales en un 50%, el redimensionamiento del sistema empresarial de apoyo a la industria mediante la creación de siete grupos corporativos, reorganización de las instituciones de investigación y proyectos, transformar los complejos agroindustriales en 1017 unidades de negocios, crear condiciones para la introducción de las normas ISO y lograr la potenciación al máximo del proceso de diversificación azucarera

Asimismo se pretende producir más de cinco millones de toneladas de azúcar crudo, diversificar la oferta de azúcares (vitaminada, orgánica, amorfo, líquida, etc), ampliar la automatización de los centrales e incrementar la capacidad de generación de electricidad.

La reestructuración debe propiciar la recuperación de la agroindustria sobre bases diferentes, en tanto se pretende lograr este resultado mediante el máximo aprovechamiento del potencial de que dispone este sector.

Los resultados de la contienda cañera de 1999 pueden considerarse como el fruto inicial de las transformaciones antes indicadas, ya que en esta zafra se lograron los mejores índices de recobrado industrial de los últimos quince años, se logró reducir los niveles de subsidios que recibe el sector azucarero y se puso en marcha la estrategia dirigida a la recuperación gradual de un grupo de derivados.

b) Restricciones financieras

La dinámica favorable que ha mantenido la industria manufacturera desde 1994 se ha producido en un contexto de crecientes restricciones financieras y de encarecimiento de los costos de los financiamientos a los que ha podido acceder el país, lo que tiende a estimular la presencia relativa de un "círculo vicioso".

El "círculo vicioso" se refiere a que el mantenimiento de la dinámica reanimativa exige recursos adicionales a los que es capaz de generar la economía, los cuales como norma resultan altamente costosos al país y los que se obtienen son para períodos de tiempo relativamente cortos, lo que provoca que resulte difícil su normal amortización en el plazo previsto tomando en consideración las posibilidades de respuesta productiva y los problemas acumulados.(34)

La problemática del "círculo vicioso" tiene su expresión externa en el principal factor de estrangulamiento que enfrenta la economía cubana en la actualidad, que es el relativo al incremento sistemático del déficit financiero externo. La dimensión actual de este problema rebasa las posibilidades de realizar su análisis sólo mediante el déficit de la balanza de pagos, ya que la simple evaluación de las cuentas no aporta el real alcance de esta situación.(35)

La dimensión alcanzada por el déficit obliga a trabajar con grandes tensiones y a tratar de estabilizar el desempeño de la economía a la cobertura financiera efectiva de la que disponga el país. Asimismo implica adoptar un patrón de crecimiento caracterizado por la gradualidad, es decir, que los niveles de crecimiento tienen que estar en correspondencia con las restricciones financieras con las que tiene que funcionar el país o de lo contrario pudieran surgir serios trastornos.(36)

De otra parte, a pesar de las dificultades financieras que enfrenta el país, aún no se logra un aprovechamiento óptimo de los recursos a disposición de las empresas u organismo. Asimismo los costos de obtención de un dólar de exportación son excesivamente altos, tanto en moneda nacional como en divisas. (37)

En los últimos años, con la finalidad de que se le conceda mayor importancia a la problemática financiera, se han adoptado medidas restrictivas con relación al empleo de la divisa en las empresas. Sin embargo, los resultados alcanzados se pueden considerar insuficientes, ya que como predomina la medición de la gestión económica por los ingresos brutos y éstos como norma se han incrementado, ello conduce a que no se le preste suficiente atención a obtener mayores resultados. También en estas condiciones se ha jugado con la posible capacidad de endeudamiento del país.

Por tales razones se ha decidido dar mayor importancia a las evaluaciones del nivel real de crecimiento de los ingresos netos, con la finalidad de lograr que la divisa funcione como un factor restrictivo efectivo para las empresas, ya que en la actualidad ha disminuido sustancialmente su incidencia, de hecho para algunos especialistas la forma actual de asignación de las divisas responde más a la lógica de funcionamiento en condiciones de balances materiales que al empleo por excelencia de las categorías financieras.(38)

Otras resultante de las anormales condiciones financieras que enfrenta el país, es la gradual descapitalización de las empresas por garantizar el cumplimiento de los techos de aportes establecidos por el Ministerio de la Economía. Esta situación conspira contra el normal cumplimiento de los cobros y pago en la economía nacional. Igualmente obliga en no pocos casos a excederse por encima de la capacidad de endeudamiento.

También la situación financiera incide en la dinámica de la tasa de acumulación interna y de los flujos de financiamiento que capaz de generar el país, los cuales son en la actualidad muy bajos.

En general, las tensiones existentes en torno a las finanzas externas provoca que la particularidad principal del actual proceso de relanzamiento de la economía cubana, es la coexistencia en un mecanismo único, de la tendencia a la consolidación de las tendencias recuperativas, al tiempo que la crisis constituye un momento consustancial a este desempeño.

Finalmente gravitan negativamente en la articulación del "nuevo patrón": las restricciones existentes de acceso a mercado, la falta de homologación internacional de la producción local, los problemas históricos de integración de la industrial nacional, así como los limitados progresos que se han alcanzados en materia de reconversiones productiva y tecnológicas.

III- CONSIDERACIONES FINALES

El "nuevo patrón" de desarrollo industrial se distingue por no sustentarse en una política industrial activa y explícita, sino que la dinámica de transformación y crecimiento de la industria manufacturera van estar relacionadas con los efectos colaterales o inducidos por el desarrollo de otros sectores u actividades no industriales, las cuales se caracterizan por propiciar la recuperación más rápida de las inversiones realizada y poseen una elevada capacidad de aportar divisas, lo que contribuye de forma directa a minorar el déficit de la balanza de pago.

La transición de un patrón a otro no está dirigida a reducir el peso del sector industrial, sino que por el contrario los cambio inducidos y los efectos reindustrializadores asociados a las nuevas actividades están dirigidos, ha propiciar que la industria manufacturera preserve el liderazgo en materia de empleo, su capacidad de arrastre e impacto global.

Una particularidad del "nuevo patrón" es que está relacionado con un mayor fomento del sector de los servicios. Sin embargo, se requiere a tales efectos de la elaboración de una estrategia coherente que permita un real aprovechamiento del potencial existente en el sector industrial

Las proyecciones de crecimiento de la economía de la Isla prevén que sector líder continuará siendo el turismo, pero para acrecentar los resultados cuantitativos y cualitativos de este liderazgo, se requiere de la definición de políticas sectoriales que respondan a estas exigencias.

De igual forma, los crecimientos previstos del sector del turismo hasta el año 2010 constituyen un factor de estímulo a la industria local que debe dirigirse, no sólo a satisfacer la demanda de la industria del ocio, sino también al incremento de la oferta exportable nacional.

La estrategia de reestructuración de la industria azucarera abarca un amplio programa de transformaciones que incluye: una modificación profunda de las relaciones entre la agricultura y la industria, el ajuste del sistema empresarial a las nuevas condiciones por las que transita el país, la actualización de los mecanismos de gestión comercial y financiera, la mejor utilización de los recursos humanos, un incremento sustancial de los niveles de eficiencia, el gradual redimensionamiento de las capacidades productivas, desarrollar nuevas capacidades empresariales y gerenciales, así como crear las condiciones para aprovechar al máximo la infraestructura material y el potencial existente para la producción de subproductos de la caña de azúcar. Estas transformaciones deben propiciar que la agroindustria mantenga un peso importante en el salto cualitativo futuro que debe experimentar la industria manufacturera nacional.

En general, las transformaciones en marcha en la industria manufacturera tienden ha preservar el carácter estratégico de este sector, al tiempo que se han logrado resultados parciales en determinadas ramas que evidencian lo aceptado de las estrategias aplicadas por el Gobierno con relación a la industria.


Notas

1- Marquetti Nodarse, Hiram (1999): La Industria Cubana en los años Noventa. Reestructuración y Elevación de la Competitividad. Tesis de Doctorado, Centro de Estudios de la Economía Cubana, La Habana, Julio, p.124.
2- Un interesante análisis de esta problemática se encuentra en Monreal González, Pedro (1999): Cuba's Economic Reforms in the 90s: Ready for One World? Centro de Investigaciones de la Economía Internacional (CIEI), Septiembre.
3- Varios especialistas consideran estos pasos como el comienzo de una nueva etapa del desarrollo industrial del país. Ver. Pons Duarte, Hugo (1997). La industria de bienes de capital en Cuba: situación actual y perspectivas, en Cuba: Investigaciones Económicas, Año 3, No.2, La Habana, Abril-Junio.
4- Ver. Marquetti Nodarse, Hiram (1995): Cuba. Desempeño del Sector Industrial 1990-1995. Documento del CEEC, La Habana, Julio.
5- Se refiere fundamentalmente a la inversión extranjera directa y a las modificaciones introducidas en la gestión comercial externa.
6- Véase. Marquetti Nodarse, Hiram (1997): Cuba: El Desempeño del sector Industrial en 1996, en La Economía Cubana en 1996. Resultados, Problemas y Perspectivas. Editado por el CEEC, La Habana, Febrero.
7- Recordemos que el proceso de industrialización posibilitó una diversificación importante de la estructura productiva del país, un incremento sustancial de la participación de las ramas productoras de bienes de capital en la estructura industrial, la relativa equiparación de los niveles de desarrollo económico entre las diferentes provincia, se logró la autosuficiencia parcial en un grupo importante insumos y renglones productivos y el fomento de nuevas ramas vinculadas al progreso científico técnico.
8- Véase. Marquetti Nodarse Hiram (1998), Cuba: balance y perspectivas del proceso diversificación de las exportaciones, en Semanario Negocios, La Habana, Diciembre.
9- El mercado interno recepcionó más del 70% del incremento total logrado en la producción industrial en el período 1976-1990.
10- Sin embargo, a pesar de estas limitaciones las ramas tradicionales fueron las que posibilitaron sortear en un primer momento, el impacto de la crisis.
11- El sector tradicional y de infraestructura energética absorbieron el 73% de la inversión realizada en la industria en el período 1976-1989 y llegaron a representar en este último año el 67% de los activos totales del sector industrial. Véase. García Hernández, Adriano (1996). Reestructuración del Sector Industrial, en Investigaciones Económicas, No 2, La Habana, p.51.
12- Véase. Ramos, Joseph (1998): Una estrategia de desarrollo a partir de complejos productivos en torno a recursos naturales, en Revista de la CEPAL, No.66, Diciembre, pp.110-111.
13- En la actualidad, el grueso del impacto de estas ramas se concentra en la sustitución de importaciones, en actividades de maquila, comercialización internacional y en la generación de ingresos mínimo por concepto de exportaciones. Véase. Marquetti Nodarse, Hiram (1999): Cuba: El impacto de la industria biofarmacéutica. Documento del CEEC, La Habana, Septiembre.
14- Véase. Marquetti Nodarse, Hiram y Anicia García Alvarez (1999): Proceso de reanimación del sector industrial. Principales resultados y problemas, en Balance de la Economía Cubana a fines de los Años Noventa. CEEC, La Habana, Marzo.
15- Aunque el análisis que se realiza en este capítulo no está dirigido a explicar el efecto multipliocador del turismo, los interesados en este aspecto pueden consultar. García Jiménez, Alfredo (1998): Impacto económico del turismo en Cuba, en Cuba: Investigación Económica, Año 4, No.4, Octubre-Diciembre. Durán, A (1999). El turismo en el mundo y Cuba. Evolución, Impacto y tendencias Tesis doctoral. Centro de Investigaciones de la Economía Internacional. Universidad de la Habana.
16- Monreal González, Pedro (1999): Cuba's Economic Reforms in the 90s: Ready for One World? op. citada p.12.
17- Marquetti Nodarse, Hiram (1995): Cuba. Desempeño del Sector Industrial 1990-1995. Documento del CEEC, La Habana, Julio.
18- En 1990 la industria nacional sólo satisfacía a penas el 18% de los recursos demandados por el turismo, mientras que al finalizar 1999 fue el 51%. Véase. Rodríguez García, José Luis (1999), Ministro de Economía y Planificación, Informe sobre los resultados económicos de 1999 y el plan económico y social para el año 2000, La Habana, Diciembre, p.6:
19- Véase. González Gutiérrez, Alfredo (1999): El nuevo modelo de análisis de las finanzas internas, en Cuba: Investigaciones Económicas, Año 5, No.2, La Habana, Abril-Junio, p.14.
20- En la perspectiva deberá trabajarse en la instrumentación de una variante de política neutral en materia de exportaciones, que posibilite que la producción orientada a los mercados externos no sea menos rentable que la destinada al mercado interno.
21- Estas situaciones obedecen fundamentalmente a las dificultades existentes para acceder a las fuentes de financiación. Asimismo por similares razones se obliga a las empresas adquirir productos nacionales no satisfacen plenamente los requerimientos del demandante.
22- Según estimados de expertos del Ministerio de la Industria Básica, el incremento de la producción nacional de hidrocarburos ha significado un beneficio neto para el país de 450 millones de dólares, debido fundamentalmente a sustitución de importaciones. Se pronostica que los resultados a obtener en el año 2005 pueden sobrepasar los 2 000 millones. Véase. Crecen las posibilidades petroleras de Cuba (2000), en Juventud Rebelde, La Habana, Marzo 26, p.3.
23- El incremento de la cobertura de fármacos y de equipos médicos de alta tecnología constituye una expresión concreta de este criterio. Véase. Nuevos equipos de avanzada para la salud (2000), en Trabajadores, La Habana, 17 de abril, p.10.
24- Rodríguez García, José Luis (2000), Ministro de Economía y Planificación, Intervención en la reunión anual del Ministerio de Economía y Planificación, La Habana, 16 de marzo.
25- Véase. Ramos, Josep (1993): Crecimiento, crisis y viraje estratégico, en Revista de la CEPAL, No.50, Santiago de Chile. Pons Duarte, Hugo (1998): Cuba: Industrialización y Desarrollo, en Cuba: Investigaciones Económicas, Año 4, No.1, La Habana, Enero-Mayo. Puyana Ferreira, Jaime (1999): Globalización, capital financiero especulativo y la crisis asiática, en Comercio Exterior, Vol. 49, No.1, México, Enero.
26- Véase. Katz, Jorge y otros (1996): La transformación del desarrollo industrial de América Latina, en Revista de la CEPAL, No.60, Santiago de Chile, Diciembre.
27- La desaparición del bloque socialista europeo, provocó que Cuba pasara depender de las fuentes de financiación de corto plazo. y, por consiguiente que se viera obligada por esta situación a honrar tasas de interés hasta de un 21%. Véase para mayor detalle. Marquetti Nodarse, Hiram (1997): Cuba. deuda y déficit externo principales restricciones del proceso de reanimación de la economía, en Economía y Desarrollo, No.7, La Habana, Diciembre, pp.56-57.
28- El promedio de los ingresos por concepto de exportaciones de azúcar fue de 4 102,8 millones de pesos en el período 1986-1990, mientras que entre 1991 y 1996 fue de 1 121,7 millones, lo que representó una caída del 72,7%.
29- Véase. Marquetti Nodarse Hiram (1997). Cuba. Desempeño del Sector Industrial en 1996, en Panorama Latinoamericano, La Habana, Febrero. p.24.
30- El proceso de industrialización que se desarrolló con posterioridad a la incorporación de Cuba al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), en buena medida estuvo destinado a favorecer el fomento de aquellas industrias que complementaran el ciclo reproductivo de la agroindustria azucarera.
31- La participación de la producción azucarera en el valor total de industria fue del 19% y 17% del valor agregado en ese año Véase. Marquetti Nodarse, Hiram (1998): Dimensión sectorial del proceso de reanimación de la economía. op.cit. p.21.
32- Según estimados del Ministerio de Economía y Planificación de haberse cumplido los niveles planificados de la producción azucarera en estos años, el crecimiento global de la economía hubiera sido el doble. Véase. Rodríguez García, José Luis (1998): Informe sobre los resultados económicos de 1998 y el Plan Económico y Social para 1999, Granma, La Habana, 23 de diciembre.
33- Este aspecto requiere de una mayor transformación de las relaciones de producción en la agricultura cañera, así como lograr una mayor separación de la actividad agrícola de la industrial, e incluso cuando las condicione lo posibiliten eliminar la estructura actual de complejos agroindustriales.
34- Véase. Marquetti Nodarse, Hiram (1997): Cuba. Deuda y déficit externo principales restricciones del proceso de reanimación de la economía, en Economía y Desarrollo, Año II, No. 7, La Habana, Diciembre.
35- Un ejemplo ilustrativo es el déficit de cuentas corrientes, el cual se mantuvo entre 1992-1998 en torno al 2% con relación al PIB, cifra que resulta inferior al 3% que se considera como un nivel económicamente sustentable para países con economía de similares características a la cubana.
36- Véase. Rodríguez Luis José, Ministro de Economía y Planificación, Escenarios Económicos y Sociales Hasta el 2 000, en Temas de Economía y Planificación, Ministerio de Economía y Planificación, No. 2, 1996, pp.22-25.
37- En 1998 el costo en divisa de un dólar de exportación era superior a los 70 centavos.
38- Resumen de los debates del seminario anual del Centro de Estudios de la Economía Cubana, La Habana, Marzo de 2000.


Dr. Hiram Marquetti Nodarse. Centro de Estudios de la Economía Cubana

     
   
   
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