Economía
principal
economía | política
pensamiento
| marx siglo XXI
debates | eventos
institucional
| enlaces
Buscar


La Empresa Cubana: Principales Retos que Enfrenta

Hiram Marquetti Nodarse

Introducción

El desarrollo de la crisis tuvo un impacto significativo en la actividad de los diferentes agentes económicos, pero de forma particular en el sistema empresarial, en el cual se iniciaron a fines de los ochenta un grupo de transformaciones dirigidas a elevar sus resultados. En este contexto se destacaron por su alcance: i) la introducción de técnicas y mecanismos de funcionamiento en las empresas militares cercanos a las prácticas internacionales; ii) el desarrollo de la experiencia de las empresas-laboratorios bajo monitoreo del Instituto de Investigaciones del Trabajo; iii) la modificación gradual del sistema de capacitación de los directivos empresariales; iv) el fomento de esquemas empresariales más descentralizados en varios sectores de la economía —especialmente en el turismo y en la gestión comercial externa—. Sin embargo, al producirse los sucesos Europa Oriental, muchas de estas transformaciones se encontraban en su fase inicial de instrumentación y, por consiguiente, no habían alcanzado la madurez necesaria como para constituir factores de compensación a estos sucesos.

La creciente incertidumbre que se derivó de la propia crisis constituyó un fenómeno nuevo para la inmensa mayoría de los integrantes del sistema empresarial cubano, el cual se había ajustado a trabajar con facilidades financieras crecientes y suministros estables. A esto se adiciona que dicho sistema no fue concebido para que evolucionara según los parámetros internacionales, sino para trabajar con tecnologías maduras y en virtual ausencia de vínculos con la dinámica de los mercados internacionales. Además, no se previó tampoco que las empresas lograran competitividad por esfuerzos propios (Marquetti, 2000).

La cultura empresarial que se desarrolló en Cuba se caracterizaba por la pobre utilización de los instrumentos financieros; las evaluaciones de la dinámica de los mercados no se practicaban con regularidad; no existía un conocimiento a fondo de los mecanismos de la competencia, dado que predominaba el dictado de los productores sobre los consumidores; el empleo de las técnicas comerciales sólo era una preocupación de las empresas que realizaban operaciones de comercio exterior.(1)

A pesar de las limitaciones indicadas, la impronta de la crisis condujo a que se le concediera en este nuevo contexto, una prioridad significativa al desarrollo de transformaciones profundas en los aspectos organizacionales y funcionales del sistema empresarial, los cuales estuvieron dirigidos a propiciar el fomento de "nuevas capacidades empresariales",(2) lograr un mayor aprovechamiento de las reservas potenciales de elevación de la efectividad en el empleo de los recursos, así como el intentar paliar las consecuencias negativas vinculadas al incremento inédito de las restricciones materiales y financieras. En rigor, los cambios en el entorno exterior de la isla exigieron de la modificación de los patrones históricos con los que habían funcionado las empresas cubanas (Marquetti, 1999).

Los resultados obtenidos con los cambios introducidos en el funcionamiento de las empresas no se caracterizaron por su homogeneidad, sino todo lo contrario, ya que en ello incidió la forma en que se insertaron los diferentes sectores en el proceso de apertura económica y otras prioridades específicas establecidas por el gobierno. Por consiguiente, los efectos de derrame positivos asociados al desarrollo de este proceso no se extendieron con la intensidad requerida a toda la economía.

El desarrollo del proceso de perfeccionamiento empresarial (PE) tiene entre sus propósitos superar estas insuficiencias y, a su vez, propiciar la elevación del desempeño competitivo de las empresas cubanas e incluso que algunas obtengan la categoría de empresas de "clase mundial" (Pérez Betancourt, 2001).(3)

Sin lugar a dudas que los propósitos del PE constituyen un reto en sí mismo, sobre todo porque la consecución de estos objetivos debe verificarse preservando la condición del Estado como empresario,(4) aspecto este que está en franca contradicción con uno de los pilares fundamentales del pensamiento neoliberal hoy en boga: la incapacidad per se de las empresas estatales de poder alcanzar niveles similares de eficiencia que las empresas privadas.(5) Adicionalmente, cabría añadir que las empresas cubanas enfrentan problemas para orientarse hacia la competitividad.

De igual forma, el PE debe conducir a la solución de problemas que nunca encontraron alternativas efectivas en el modelo de socialismo que fracasó en Europa Oriental, como fueron los relativos a la delimitación precisa de las funciones y prerrogativas del dueño y las del administrador de la propiedad.

En presente trabajo se analiza el impacto de un grupo de desequilibrios que se desarrollaron a partir de la primera mitad de los años setenta en el sistema capitalista y cuáles fueron las respuestas dadas en el ámbito de la gerencia empresarial en los países capitalistas desarrollados a estos imperativos. Asimismo, se analizan las particularidades de este proceso en los entonces países socialistas. Finalmente, se ofrece un grupo de consideraciones generales en torno al PE, destacándose su lugar e importancia en el contexto del programa de reformas económicas desarrollado en Cuba durante el decenio de los años noventa y se ofrecen algunas consideraciones en torno a las principales restricciones que enfrenta en términos de corto plazo este proceso.

Contexto Económico Internacional

Transformaciones en el sistema capitalista

La primera mitad de los años setenta se caracterizó por el desarrollo de un grupo importante de desequilibrios relacionados con el funcionamiento del sistema capitalista, los cuales impactaron de forma singular en la dinámica económica de los principales países capitalistas.(6) Al respecto cabe destacar: el shock petrolero, la sincronización de los ciclos económicos nacionales, la evolución del fenómeno de la estanflación, las crisis del sistema de capitalismo monopolista de estado y del sistema monetario internacional, el desarrollo intensivo de nuevas ramas vinculadas al progreso científico técnico, el fin de los grandes conglomerados y la intensificación de la competencia en el ámbito mundial.(7) De hecho, la conjugación de estos procesos provocó una inflexión en la dinámica del propio sistema.

La evolución de los procesos anteriores condujo a replantearse un tratamiento totalmente diferente del papel del entorno nacional(8) e internacional,(9) de las capacidades gerenciales requeridas, del proceso de deslocalización e integración internacional del proceso de producción,(10) del tema de la dimensión y/o tamaño de las unidades productivas,(11) así como de la redefinición del alcance e importancia de la competitividad en las nuevas condiciones. En estas circunstancias, las empresas se enfrentaron a requerimientos y a complejidades mayores que las acostumbradas en períodos anteriores,(12) lo que propició la aparición de algunas propuestas teóricas de hondura —las cuales alcanzaron su notoriedad con posterioridad al período referenciado—(13) y la introducción de cambios en las formas operacionales prácticas en el ámbito empresarial.

Por otra parte, el desarrollo de la crisis del sistema de capitalismo monopolista de Estado no sólo se expresó en el cuestionamiento de la validez del pensamiento keynesiano y neokeynesiano, sino que esta situación puso de manifiesto también la presencia de insuficiencias reales en los mecanismos empleados por las administraciones públicas, además de la existencia de incompatibilidades entre la macro y la microeconomía. En rigor, la crítica desde posiciones extremas de estos problemas e insuficiencias, fueron utilizados a la postre como justificaciones para la instrumentación selectiva de las concepciones monetaristas.(14)

El empleo de las propuestas teóricas monetaristas y neoliberales como fundamentación práctica de la política económica en varios países capitalistas, contribuyó también a sobredimensionar la importancia del gestión empresarial debido, entre otras razones, a las críticas al intervencionismo estatal en la economía, el atribuirle las causas de las crisis sólo a los problemas de funcionamiento individual de los agentes económicos(15) y también al vincular la "inoperancia" de los mecanismos e instrumentos de intervención estatal con la crisis del fordismo.

En cuanto a la crisis del sistema monetario internacional, que se desencadenó a partir de 1973 como resultado de la incapacidad de la economía de los Estados Unidos de continuar sosteniendo la paridad fija del dólar frente al oro establecida desde Bretton Woods, ella contribuyó de forma directa a aumentar el grado de complejidad en la manipulación de las finanzas, tanto internas como internacionales.

La decisión inevitable de establecer el régimen de flotación de las monedas nacionales, como resultado de la crisis, provocó la expansión de presiones inflacionarias y de movimientos permanentes de los tipos de cambio. En este sentido, las empresas se vieron obligadas a modificar los enfoques históricos de manejo del riesgo cambiario y de administración financiera, con la finalidad de lograr uso más eficiente de los recursos financieros. Bajo estas condiciones, la contabilidad se convirtió en el área intelectualmente más exigente en el campo de la administración, en tanto que el manejo de los recursos monetarios exigió un tratamiento cualitativamente superior (Drucker, 1996).

De igual forma, la modificación de la forma tradicional de administrar las finanzas en el ámbito empresarial se debió a que el propio desarrollo de la crisis del sistema monetario internacional favoreció que se iniciara un amplio, y a la vez complicado, proceso de innovación y fomento de nuevos servicios financieros, que posibilitaron la expansión del capital ficticio en todas sus variantes, y la ulterior transformación de este proceso en el eslabón principal del nuevo estadio de la internacionalización del capital.(16)

El desarrollo creciente de la innovación y de las operaciones de intermediación financiera ha descansado en un sistema de asientos electrónicos, lo que se ha denominado por algunos autores como "la plasticidad del sistema financiero"; es decir, lo que se entiende como la capacidad de deformar de forma sustancial todas las transacciones de intercambios. Simultáneamente, la innovación financiera adquiere una importancia esencial en la dinámica de las esferas vinculadas a los circuitos de reproducción del capital y del dinero en todas sus fases, lo cual condiciona también que el proceso de acumulación a escala internacional se modifique sustancialmente, en tanto el movimiento del capital ficticio no sólo se convierte en el determinante, sino también porque surge la ficción de que el capital real ha dejado de constituir un factor determinante en este contexto (Girón, 1999).

Una conclusión posible, que se desprende de los aspectos antes indicados, es que el desarrollo alcanzado por el capital ficticio condiciona que éste determine los límites de efectividad de las transformaciones organizacionales y de rendimiento del propio capital.

El desarrollo del shock petrolero impuso el fomento de nuevas formas de organización de la producción dirigidas a reducir los consumos relativos de energía y de insumos materiales. Sin embargo, el desarrollo de este proceso fue posible gracias a la introducción de nuevas tecnologías, que posibilitaron modificar sustancialmente los enfoques que prevalecieron históricamente del proceso productivo.

La incorporación de los diseños por computadora y de los controles de calidad electrónicos y computarizados de la producción, posibilitaron optimizar los recursos empleados e incrementar los niveles de productividad. También la posibilidad de manejar grandes cantidades de información y la gradual transformación de la reingeniería en una parte esencial del proceso gerencial y del diseño de nuevos productos y servicios, representaron un avance importante (García, 2000).

Igualmente, los cambios asociados a la incorporación de las nuevas tecnologías productivas permitieron a las empresas adaptarse a las modificaciones de la demanda de los consumidores y a la estructura de los mercados. La adaptabilidad de la oferta a las variaciones de la demanda posibilitó, en la práctica, la transición paulatina de la producción masiva de mercancías "homogéneas" a otro paradigma caracterizado por la "heterogeneidad". A esto se adicionó la posibilidad de emplear las nuevas técnicas de estudio de mercado y de dirección desarrolladas, que posibilitaron aprovechar con mayor exactitud e intensidad los cambios operados en la oferta y la demanda (Pérez, 1992).

La estrecha relación que tiende a producirse entre los cambios en la tecnología productiva y en la organización de la producción, condujo a que la aplicación de la nueva tecnología cambiara las formas "duras" de producción por otras nuevas; en paralelo, la incorporación de formas gerenciales novedosas facilitó cambios en las funciones tradicionales de dirección en el ámbito empresarial (cuadro No.1 se ilustran algunas de estas modificaciones), ya que se hizo posible lograr una mejor utilización del conocimiento, de la creatividad y de las capacidades humanas (Yañez, 1992).

Cuadro 1. Factores determinantes en la definición de las funciones de la empresa

DEFINICION DE LAS FUNCIONES DE LA EMPRESA PRIORIDADES EN UN ENTORNO TRADICIONAL PRIORIDADES EN UN ENTORNO MODIFICADO
MANUFACTURA PRODUCCIÓN CON BAJOS COSTOS, CUMPLIMIENTO DE LOS VOLÚMENES E INCREMENTO DE LA EFICIENCIA PRODUCCIÓN RÁPIDA, EN PEQUEÑOS LOTES, CAMBIOS EN PRODUCTOS Y CALIDAD
MERCADOTECNIA MERCADOS MASIVOS, PRODUCCIÓN MASIVA, RESPUESTA LENTA DEL MERCADO Y LARGO CICLO DE VIDA DEL PRODUCTO MERCADOS FRAGMENTADOS, SURGIMIENTO DE NUEVOS MERCADOS, RAPIDEZ EN REACCIÓN Y CICLO CORTO DE VIDA DEL PRODUCTO
FINANZAS CONTROL CENTRALIZADO, USO DE ASESORES EXTERNOS PARA REVISIÓN Y DEFINICIÓN DE POLÍTICAS CONTROL DESCENTRALIZADO, MAYOR AUTORIDAD DE LAS ÁREAS PARA FIJAR POLÍTICAS
RECURSOS HUMANOS ESTRUCTURA Y TAREAS RÍGIDAS, ADIESTRAMIENTO PARA TAREAS ESPECÍFICAS ESTRUCTURA Y TAREAS FLEXIBLES, CAPACITACIÓN MÁS INTEGRAL Y APLICACIÓN DE SISTEMAS PARTICIPATIVOS

Fuente: Elaboración propia a partir de diferentes fuentes.

Otro aspecto importante derivado de estas transformaciones, es la paulatina transformación de la producción en un servicio,(17) dado que en este nuevo contexto el desarrollo de la competencia pasa apoyarse con mayor fuerza en la calidad, el tiempo de entrega, el servicio a los clientes y la capacidad de adaptarse a las necesidades del usuario, constituyendo estos los factores determinantes para captar nuevos mercados y no los precios (Pérez, 1992). Igualmente, este proceso convirtió al sector de los servicios en la principal rama de la economía en los principales países capitalistas.

De igual forma, como consecuencia de los cambios operados en la tecnología y en la estructura organizacional de las unidades productivas, surgieron condiciones potenciales para que se desarrollara una dinámica de cambios regulares , cuyos "derrames" positivos se extienden hacia el resto de la estructura económica, el funcionamiento de los mercados e incluso hacia determinados aspectos de la vida social. Sin embargo, la preservación de esta tendencia impuso mayores requerimientos al entorno en que operan las empresas, ya que la dinámica de su desarrollo depende en gran medida de la efectividad de cada una de las relaciones económico institucionales, vale decir, del contacto estrecho y permanente con universidades, instituciones educativas, centros de I+D, instituciones de información y extensión tecnológica, instituciones financieras, agencias de información para la exportación, organizaciones sectoriales no estatales y muchas otras entidades más (Messner, 2000). En el gráfico siguiente se ofrece una idea general de porque resulta necesaria la integración de estos aspectos.

Gráfico 1. Factores de la competitividad estructural

Fuente: Pérez (1996)

La lógica que se deriva de las transformaciones anteriores condujo a formalizar sistemas de dirección más flexibles y descentralizados, donde se conjuga la aplicación de enfoques más adaptativos con la introducción de mejoras continuas en los diferentes procesos. La evolución de estos criterios respondió a las nuevas complejidades que adquiere la gestión productiva y tecnológica, también porque la propia dinámica de los mercados comienza a exigir respuestas más rápidas.

El desarrollo de la tendencia a la descentralización estuvo relacionado con cambios de enfoques en la planificación, el empleo de estructuras de dirección horizontales unido al salto que se inicia en la informática y las comunicaciones, así como el mayor dinamismo del proceso de internacionalización del capital; todas estas transformaciones condujeron a que una gran cantidad de decisiones que se efectuaban a nivel de las casas matrices, se comienzan a tralasdar gradualmente a las filiales, sobre todo las decisiones de carácter de corriente y de un horizonte de corto plazo.

La necesaria descentralización y flexibilización del mecanismo de toma de decisiones transcurrió, en paralelo, en un contexto contradictorio ya que por una parte se desarrollaron nuevas formas de competencia, se amplió la tendencia a la formalización de alianzas estratégicas y aumentó el grado de concentración de la producción y el capital; pero también se produce la tendencia a la formación de redes de colaboración interempresariales a nivel micro, basadas en relaciones formales e informales entre las empresas y otras instituciones que contribuyen a la formación de los denominados clusters(18), todo este proceso conduce a la necesidad de aplicar políticas de ubicación territorial más activas. En complemento a estos aspectos se estimula la formalización de un régimen laboral más participativo.(19)

En general, las medidas de readaptación que se asumieron en los principales países capitalistas combinaron un mejor aprovechamiento de los resultados del progreso científico técnico con la aplicación, sobre nuevas bases, de viejos enfoques y métodos gerenciales (según Drucker, 1996), que propiciaron el ajuste del sistema a las nuevas exigencias del proceso de acumulación del capital a escala internacional.

Finalmente, el desarrollo de todo este proceso consolidó la naturaleza sistémica y estructural de la competitividad, donde la empresa es el eslabón principal, pero desde la perspectiva en que sus características organizacionales y de conducta específicas afectan el ritmo y desempeño competitivo de sectores y países. Sin embargo, sólo es posible que perduren estos resultados, si se articulan adecuadamente estas potencialidades de la microeconomía con los aspectos de carácter político que intervienen en la creación de competitividad. En siguiente gráfico se presentan de forma integrada de los diferentes factores que intervienen en la consolidación del desempeño competitivo en las empresas.

Gráfico 2. Gestión empresarial y factores de competitividad

Fuente: Elaboración propia.

Tendencias en los antiguos países socialistas

La lógica de las transformaciones desarrollada en los antiguos países socialistas fue totalmente diferente a la que se siguió en Occidente: i) las naciones socialistas estaban enfrascadas en crear las condiciones para transitar hacia formas intensivas de reproducción; ii) en el plano de la dirección se trabajaba en mejorar el sistema de planificación y en ampliar el sistema de cálculo económico hasta nivel ramal y, consiguientemente, elevar el peso de las grandes empresas —de elevado nivel integración vertical— en la estructura económica;(20) iii) aumentar el impacto de las "relaciones monetario mercantiles y el mercado"; iv) resolver los problemas que afectaban la integración económica socialista, aunque sin considerar las transformaciones que se verificaban en la economía internacional (Bogomolov, 1973).(21) Adicionalmente, el incremento coyuntural de los precios de los hidrocarburos anuló la posibilidad de realizar un tratamiento diferente a los cambios que comenzaron a producirse en los países capitalistas desarrollados en este período.

La creencia de que las posibilidades de suministro de combustibles de la ex Unión Soviética eran "ilimitadas", propició que se desatendiera de forma relativa la incorporación del cambio técnico como un componente esencial del sistema económico. Ello contribuyó a la dispersión y a la utilización ineficiente de los recursos materiales y humanos, ya que la estructura económica que se conformó en estos países no estaba en condiciones de adaptarse a las exigencias que comenzó a imponer el progreso científico técnico. También incidió negativamente el destino de cuantiosos recursos al sector militar, la utilización excesiva de tecnologías occidentales obsoletas(22) y a la pobre orientación de los mecanismos de dirección utilizados para introducir los avances científicos. En gráfico siguiente se ilustran los desfases en la evolución tendencial de los sistemas de dirección en los países capitalista, socialista y en Cuba.

Gráfico 3. Dinámica de las transformaciones en el sistema empresarial

Fuente: Elaboración propia.

Por otra parte, el tratamiento de las técnicas de dirección aplicadas en los países occidentales bajo el rótulo de teorías burguesas, impidió delimitar con la imparcialidad necesaria el trasfondo ideológico de las mismas de los factores objetivos que determinaron sus progresos, e incluso en los aspectos donde que el socialismo aportó más —como fue en el campo de la planificación—, tampoco fueron analizadas con suficiente profundidad las modificaciones que se realizaron en occidente para emplearlas.(23) Adicionalmente, se perdió racionalidad económica al diseñar las posibilidades reales del sistema, sobre todo al fijar con antelación los períodos que se requerían para alcanzar y superar a los países capitalistas desarrollados; por el contrario, se produjeron desfases que a la postre tuvieron costos muy perniciosos (Xavier, 1992 y Marquetti, 1994).

En general, mientras que en occidente se comenzó a trabajar —por razones de incrementar la eficiencia y la rentabilidad del capital— en la aplicación de un sistema de dirección más flexible y descentralizado, donde los actores económicos adquirieron un mayor protagonismo — entendido este aspecto como requisito sine qua non para superar reminiscencias de la época del fordismo—, el socialismo se mantuvo desfasado en relación con estos cambios, y lejos de introducir mayor flexibilidad en los mecanismos de dirección económica, se profundizó la centralización de la estructura productivo-organizativa como elemento central del sistema. El mantenimiento de esta tendencia determinó que en materia de técnicas de dirección y de gestión empresarial los países socialistas no superaran los enunciados de Taylor y Fayol (Betancourt y Llorca, 1999).(24)

En el caso específico de Cuba, la isla caribeña se encontraba desarrollando en aquel período un profundo proceso de reordenamiento jurídico, económico e institucional, con la finalidad de superar las secuelas del período de idealismo y, a su vez, crear las condiciones mínimas que propiciaran hacer compatible nuestro sistema de funcionamiento económico con el del resto de los países integrantes del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). En este sentido, la implantación del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE) constituyó el eslabón principal de este proceso.

La introducción SDPE posibilitó instrumentar en la práctica económica criterios de evaluación inexistentes con anterioridad, así como aplicar un sistema que permitiera dirigir la economía en su conjunto. Sin embargo, éste no contribuyó a lograr un desempeño productivo más eficiente, acorde con las exigencias internacionales que tuvo enfrentar la isla en ese período, incluso surgieron incompatibilidades complejas entre el funcionamiento del sistema y el nuevo contexto externo de la economía cubana (Marquetti, 1994).

El funcionamiento del SDPE estuvo relacionado con la presencia de elaboraciones metodológicas y procedimientos teóricos obsoletos, la desatención de las categorías financieras, la falta de integralidad y consistencia del plan, problemas especialmente en las inversiones y la planificación territorial; así como con la falta de jerarquización de los problemas relativos al progreso científico técnico, al comercio exterior, la economía material, la normalización y la calidad. A todo lo anterior se sumaban las deformaciones que proliferaron en torno a la aplicación de la política laboral y social, y la ausencia de un sistema articulado de control (León, 1987).

A nivel global, el SDPE no logró articularse con una política general de dirección, traduciéndose su propia implantación en el cumplimiento de un cronograma para la introducción paulatina de los diferentes mecanismos. De esta manera, estuvo muy limitado el necesario proceso de perfeccionamiento del propio sistema y la utilización de la experimentación económica, como instrumento que permitiera aplicar de forma selectiva y temporal los mecanismos económicos, así como la evaluación de las ventajas y desventajas de las decisiones adoptadas en esta dirección.(25)

El desarrollo de la estructura empresarial respondió al modelo existente en el resto de los países socialistas; es decir, proliferaron empresas caracterizadas por el sobredimensionamiento de sus capacidades, por el pobre desarrollo de los servicios de apoyo y donde se privilegiaba el aprovechamiento de las economías de escala.

Las facilidades otorgadas por el CAME contribuyeron también al fomento de una cultura empresarial contraria a la competitividad, en la misma medida que el sistema empresarial cubano se ajustó a trabajar con facilidades financieras crecientes y suministros estables. De tal forma, el enfrentar variaciones regulares de los mercados internacionales y sus implicaciones eran cuestiones ajenas por completo al empresariado caribeño.

En rigor, la consolidación de las deficiencias anteriores, que caracterizaron la implantación del (SDPE), propició en la práctica que no se lograra una interconexión efectiva entre las transformaciones estructurales que experimentó la economía, asociadas a la industrialización, y el despliegue de los mecanismos del sistema de dirección (Vilariño y Domenech, 1986). En estas condiciones se acentuó la falta de correspondencia necesaria entre las proyecciones macroeconómicas y la repuesta que debía lograrse en el nivel empresarial (Documentos del PCC, 1980).

Hacia mediados de 1983 se manifestaron de forma clara los primeros síntomas de crisis vinculados con el (SDPE) y a fines de 1984 se adoptó un importante grupo decisiones, que a la postre representaron el preámbulo del proceso de rectificación.

El desarrollo del proceso de rectificación no tuvo como prioridad introducir un nuevo sistema de dirección, sino que en determinados aspectos se continuó asimilando la experiencia del campo socialista. En este sentido cabe señalar la introducción de las uniones de empresas como estructuras superiores de dirección empresarial en los diferentes ministerios. Paralelamente, se fue ampliando el número de empresas con capacidad de realizar operaciones de comercio exterior (Marquetti, 1987).

A partir de 1985 el gobierno decidió comenzar selectivamente en el sistema empresarial de las Fuerzas Armadas, la transformación a fondo de los mecanismos de funcionamiento de las empresas cubanas, para ello se hicieron un grupo de excepciones importantes en cuanto al marco legal regulatorio y se introdujo un grupo de principios novedosos con relación a las prácticas existentes. Entre los de mayor relevancia se pueden mencionar los siguientes: i) la no generalización mimética de estructuras ni sistemas, sino un "traje a la medida" para cada entidad; ii) la aplicación de los sistemas facilitando su mejora continua; iii) la simplificación de procedimientos y estructuras al interior de la empresa; iv) el fomento de una cultura organizacional más participativa e innovadora; v) la elevación de la responsabilidad material por los resultados; vi) el reforzamiento de los controles económico-financieros.

Además, esta experiencia incluyó como áreas funcionales prioritarias en el perfeccionamiento: i) métodos, estilos y estructuras de dirección; ii) organización de la producción; iii) sistemas de garantía de la calidad; iv) política laboral y salarial; v) contabilidad y costo; vi) planificación y análisis económico; vii) sistemas automatizados.

El desarrollo de este experimento en las empresas militares demostró que era posible readecuar los mecanismos de funcionamiento de la economía y utilizar las experiencias avanzadas existentes en los países capitalistas, sin afectar los elementos esenciales del sistema económico cubano.

Otro paso importante fue la transformación del sistema de capacitación a directivos empresariales a partir de marzo de 1988. El sistema existente había respondido a la implantación del SDPE y a los requerimientos de la incorporación de Cuba al CAME.(26) De tal forma, la dinámica que estaban siguiendo las reformas socialistas y el propio desarrollo de la experiencia del MINFAR determinaron buscar enfoques nuevos en la formación de los cuadros empresariales acorde con las nuevas condiciones.

En el nuevo sistema(27) se decidió que el Ministerio de Educación Superior asumiera el rol de institución coordinadora central del trabajo de formación y capacitación de los cuadros; ello condujo a que la red de centros de la enseñanza superior adquiriera una participación decisiva en este nuevo sistema. En este sentido fueron creados centros y grupos especializados en técnicas de dirección en casi todas las universidades. De igual manera, se fortalecieron las instituciones de capacitación vinculadas a los ministerios. El desarrollo de este proceso posibilitó introducir un cambio radical en la formación de los directivos de base, ya que fue posible difundir e ir adaptando a las condiciones cubanas lo más avanzado del management internacional.

El desarrollo del proceso anterior comprendió también la introducción en nuestro contexto, de la experiencia de las consultorías de proceso, las cuales han posibilitado hasta el presente revelar notables reservas en la búsqueda de soluciones a los problemas cotidianos y estratégicos de las organizaciones. Asimismo, en las entidades participantes de esta experiencia se ha logrado la creación de organizaciones abiertas al aprendizaje y a la introducción de mejoras permanentes (Laredo et alt., 2000).

En general, el panorama que presentaba Cuba al finalizar el decenio de los años ochenta era contradictorio, ya que por una parte se decidió mantener los aspectos fundamentales del SDPE, mientras que por otra se comenzaba a incursionar en variantes novedosas para el contexto caribeño en el campo gerencial, con la finalidad de aproximar gradualmente nuestras prácticas empresariales a las internacionales.

La crisis y el proceso de reformas de los años noventa

Contexto general

La imposibilidad de poder superar de forma rápida las consecuencias de la crisis y, a su vez, la necesidad de instrumentar nuevas variantes para enfrentar el adverso cuadro provocado por el desarrollo este proceso, determinaron replantearse un tratamiento diferente del funcionamiento del sistema empresarial. En este contexto se ampliaron los márgenes de descentralización en la gestión de las empresas, con la particularidad de no disponer en un primer momento de un marco regulatorio adecuado y de una política explícita en ese sentido. La evolución de esta tendencia estuvo en correspondencia con el enfoque pragmático que ha caracterizado el desarrollo del proceso de reformas económicas.

De igual forma, las empresas cubanas se vieron afectadas de forma directa por las presiones de la competencia internacional, pero sin disponer de una preparación previa. Sin embargo, se vieron forzadas a introducir nuevos métodos y principios de organización y dirección de la producción para responder a este reto.

La evolución del proceso de apertura económica implicó crear condiciones mínimas para propiciar la internacionalización de las empresas cubanas. En paralelo, el desarrollo del turismo y de la inversión extranjera condujeron a incorporar a la gestión de las empresas fórmulas operacionales y exigencias no habituales en nuestro contexto, como las relativas a calidad y certificación de los productos, a garantizar los servicios de postventa, al cumplimiento de normas ambientales; etcétera. Un aspecto importante es que la aplicación de estas fórmulas tuvo que enfrentarse sin mejorar la calidad de los proveedores, en virtual ausencia servicios de apoyo y con tecnologías caracterizadas por elevados niveles de obsolescencia (MEP, 2000).

El incremento de las limitaciones materiales y financieras condujo a la gradual instrumentación de restricciones financieras fuertes —fiscales y crediticias—, donde las posibilidades de honrar las obligaciones corrientes por parte de las empresas se encontraba seriamente afectada,(28) tanto por insuficiente disponibilidad de medios de pago y/o porque su capacidad de pago estaba sujeta a las estructuras superiores de dirección. Adicionalmente, muchas empresas enfrentaban situaciones de descapitalización.

Por otra parte, el incremento del protagonismo de las empresas ha tenido que realizarse mediante un mecanismo de asignación de recursos deficiente y donde las señales del mercado presentan importantes distorsiones. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones se ha producido un importante salto cualitativo y cuantitativo, en tanto se han variado concepciones históricas y la cultura empresarial ha incorporado nuevos elementos que han sido decisivos en la consolidación del proceso de recuperación de la economía.(29) En todo este proceso ha sido determinante también el aprendizaje forzoso de aspectos poco atendidos en el pasado.

Una conclusión que arroja el análisis de las transformaciones en el sistema empresarial, es que las limitaciones del entorno no han impedido que se modifiquen los patrones históricos con que funcionaban las empresas cubanas e incluso que haya sido posible incrementar los niveles de competitividad por esfuerzos propios en algunos casos específicos;(30) quizás la necesidad de responder a las exigencias del mercado condujo a la necesidad de mejorar los niveles de eficiencia para responder a este reto.

En términos de las propuestas teóricas realizadas en el decenio de los noventa, se puede afirmar que no tienen comparación con lo alcanzado en períodos anteriores. La magnitud de los trabajos empíricos y prácticos efectuados en función de mejorar el desempeño del sistema empresarial ha sido impresionante.(31) Muchos de estos resultados han sido fruto de los trabajos de consultoría y otros han estado vinculados con el salto que se ha producido en el sistema de capacitación a directivos en todo el país. Al respecto cabe apuntar que algunas de estas propuestas aportaron elementos que están recogidos de un modo u otro en el Decreto Ley No. 187.(32)

En la actualidad se imparte en la isla un amplio espectro de diplomados y maestrías, que tienen como puntos referenciales los programas de business administration que se encuentran tan difundidos internacionalmente.

Los progresos alcanzados en esta práctica han posibilitado que especialistas cubanos incursionen en la arena internacional en la realización de acciones consultivas y que la oferta de cursos y programas especializados en estas temáticas sea hoy uno de los "productos duros" de varios centros universitarios. Estos avances han creado las condiciones mínimas para un desarrollo integral de la formación gerencial moderna en Cuba, tanto a nivel de postgrado como de pregrado. También se ha logrado una mayor integración entre las necesidades empresariales y el trabajo de las universidades (Marquetti, 1998).

Perfeccionamiento empresarial

El desarrollo del proceso de PE constituye, sin lugar a dudas, la transformación más compleja de las realizadas en Cuba en los últimos años. Esto se debe a que dicho proceso debe resolver problemas no resueltos en la práctica de la construcción socialista, entre los que se destacan: i) la delimitación de las funciones entre el administrador y el dueño, garantizando la consolidación de la propiedad estatal;(33) ii) el mantenimiento de la condición de empresario del Estado; iii) el desarrollar una cultura empresarial que garantice la conjugación de los valores(34) más importantes de la sociedad cubana con un desempeño eficiente de las empresas.

Por otra parte, el sistema de PE está dirigido a lograr un mayor despliegue de las fuerzas productivas, a incrementar la capacidad de dinamismo propio, a explotar intensivamente las reservas de eficiencia, a ampliar sustancialmente los grados de autonomía y el protagonismo del sector empresarial en las decisiones económicas.

En términos estrictamente de las reformas, el PE constituye una medida de completamiento y/o cierre del ciclo de las transformaciones, ya que resuelve el problema de las diferencias existentes entre los diferentes sectores en cuanto a formas de funcionamiento económico, propicia una mejor interacción entre la macro y la micro economía. La culminación de la implantación del PE en todas las ramas de la economía servirá de soporte necesario al sistema de dirección de la economía que regirá en el futuro en la isla. De este modo, se pretende superar uno de los mayores errores que se cometieron durante la aplicación del SDPE de 1976, el cual se concibió sin conocer que este sistema respondería a las condiciones particulares de la economía cubana (Marquetti, 1999).

El papel central del perfeccionamiento hace factible, por un lado, el analizar las diferencias existentes en términos de contexto histórico entre el SDPE y el sistema de PE, en tanto este último suple sobre nuevas bases al único mecanismo de dirección aplicado en Cuba, donde la empresa constituyó el eslabón principal.

Con independencia de que ambos procesos descansan en una concepción sistémica, lo cierto es que existen diferencias importantes (ver Cuadro 2). En el primero, la implantación simultánea no es un propósito; además, la aplicación del principio de selectividad implica que este proceso se desarrolla respondiendo a criterios de disciplina y rigurosidad, es decir, que el desarrollo del PE no está relacionado con el cumplimiento metas (Pérez Betancourt, 2001).

El PE intenta combinar adecuadamente la gradualidad, la flexibilidad, la adaptabilidad y la integralidad en el desarrollo del proceso; es decir, se busca un equilibrio entre estos aspectos, a fin de lograr el mayor resultado posible en aquellas entidades que clasifican para implantar el sistema de PE.

Cuadro 2. El SDPE y el Perfeccionamiento Empresarial

CONDICIONES DE IMPLANTACIÓN DEL SDPE CONDICIONES DE IMPLANTACIÓN DEL PE
Reordenamiento profundo del sistema económico e institucional. Forma parte del proceso de completamiento de las reformas económicas desarrolladas en los años 90´s.
La implantación del SDPE constituyó el eslabón principal de la copia del "modelo socialista europeo". El desarrollo del proceso no responde a metas preestablecidas.
No hubo la elaboración de un modelo teórico inicial. El funcionamiento del sistema se apoya en el principio de mejoras continuas.
La implantación del SDPE respondió al cumplimiento de un cronograma. Pretende resolver por primera vez la relación entre el dueño y el administrador.
El necesario proceso de experimentación económica estuvo ausente. No existe un sistema de dirección de la economía único.
Se dispuso de facilidades financieras crecientes. El contexto nacional se caracteriza por la presencia de fuertes restricciones financieras y este un supuesto básico del PE.
El empleo de los mecanismos monetarios y financieros se realizó de forma formal. El mercado y las RMM se considera como un eslabón esencial del proceso.
El perfeccionamiento de los mecanismos del sistema no formó parte de las prioridades del funcionamiento del SDPE. No existe la elaboración de un modelo teórico a priori.
El desarrollo de actividades de comercio exterior era ajeno a los productores directos. El desarrollo de actividades de comercio exterior responde a criterios selectivos

Fuente: Elaboración propia.

Otro aspecto a considerar en el desarrollo del proceso de PE es el relativo a las condiciones de partida en que debe desarrollarse el perfeccionamiento. A los efectos de este análisis las subdividiremos en condiciones de carácter global y condiciones vinculadas a las empresas.

A nivel global:

A nivel empresarial:

Los aspectos anteriormente indicados evidencian que el PE debe desarrollarse en un contexto en el que el entorno macro y micro presenta serias limitaciones, algunas de las cuales tienden a restringir en términos de corto plazo, los efectos de derrame positivos de este proceso en la estructura económica de la sociedad. Por consiguiente, esta situación determina que las empresas enfrenten problemas para orientarse hacia la competitividad.

Intentando hacer un inventario de cuáles pudieran constituir en el mediano plazo los problemas con mayor incidencia negativa en la evolución del PE, cabe señalar los siguientes: aquellos relacionados con la introducción de innovaciones tecnológicas y el referido con el mantenimiento de un sistema económico dual, que por razones objetivas impide que el tipo de cambio desempeñe un papel más activo y que resulte incluso más difícil concluir la plena estructuración del mecanismo de regulación global de la economía.

La creación de condiciones para lograr un mayor aprovechamiento de los resultados del progreso científico técnico en la etapa actual, exige de la aplicación de políticas activas, que posibiliten la introducción de innovaciones tecnológicas con regularidad en el proceso productivo, ya que éstas son las que facilitan la difusión de nuevos y mejores procesos- productos, así como de procedimientos, tanto en el ámbito de las empresas como a escala de la sociedad.

La innovación engloba la idea de que el cambio tecnológico se verifica como una transformación social en la empresa, y en este sentido se genera un marco interactivo, en el cual la empresa comienza a asimilar las tecnologías desde sus fases iniciales, mientras que después en la propia empresa se aplican variaciones y mejorías que hacen de éste un componente consustancial a la gestión empresarial. Asimismo, esta situación representa un factor clave en el desarrollo de la competencia (Castro Díaz-Balart y Hernández, 2000).

En Cuba, con independencia de la magnitud del impacto de la crisis, se siguió el criterio de continuar impulsando las labores innovativas, sobre todo en torno al trabajo que desarrollan la ANIR y el FORUM de Ciencia y Técnica, pero objetivamente la reducción de los volúmenes de recursos a los que tuvo acceso el país, restringió las posibilidades de que este proceso mantuviera un lugar relevante en la gestión empresarial. A esto se adiciona que esta problemática no ocupó un lugar de significación en la actividad empresarial antes de la crisis, lo cual es atribuible al empleo de prácticas gerenciales obsoletas.

Por otra parte, la disminución que experimentaron las inversiones y las facilidades crediticias determinó que las cuestiones relativas a introducir mejoras tecnológicas no constituyeran una cuestión prioritaria. Además, resulta oportuno recordar que, como norma, éste ha sido un aspecto impulsado por las autoridades gubernamentales y no en el nivel empresarial.

En las condiciones actuales, como se indicó en la primera parte de este trabajo, las empresas no alcanzan un desempeño competitivo sólo mediante mejoras organizacionales, sino que es también fundamental la modernización de la tecnología. Sin embargo, en algunos enfoques se concibe la solución de esta problemática mediante el simple incremento de inversiones, pero en las condiciones actuales el crecimiento de las inversiones no responde sólo a los criterios sectoriales o empresariales, sino que el peso fundamental lo poseen las orientaciones gubernamentales, cuya política se rige por el criterio de invertir en aquellas actividades de rápida recuperación y de mayor efecto multiplicador en la economía.

Por otra parte, del análisis de la dinámica de los principales indicadores de las actividades de I+D se puede apreciar que la participación de las empresas en los gastos totales ejecutados en ciencia y tecnología ha tenido un comportamiento estable, lo cual no refleja la real magnitud de las afectaciones económicas que experimentó el país a partir de 1990, y en consecuencia, el sistema empresarial (ver Tabla 1).

Existen varios aspectos que deben ser considerados en el análisis de esta problemática: i) el país trabaja mediante un modelo de asimilación de tecnologías desarrolladas en otros países y los paquetes tecnológicos que se generan nacionalmente en actividades específicas son aún insuficientes; ii) el tejido productivo e industrial del país se caracteriza por la existencia de un mosaico tecnológico muy heterogéneo; iii) aunque se han definido prioridades sectoriales, las cuales se relacionan con los programas nacionales de ciencia y técnica, no siempre se fijan de forma precisa los niveles de responsabilidad de las empresas; v) en todos los sectores no se ofrece similar tratamiento a la actividad de investigación y desarrollo.

Tabla 1. Evolución de las fuentes de financiamiento de la actividad científico técnica entre 1990 y 1998 (en miles de pesos)

Conceptos 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999
Gastos en I+D 136.6 110.9 169.1 118.2 105.7 101.1 86.9 101.9 129.0 130.0
Financiamiento empresarial 41.9 26.8 35.0 31.8 41.1 41.0 45.0 62.3 80.7 76.6
Financiamiento externo ----- ----- ----- ----- ----- ----- 2.8 3.7 7.4 6.8
Inversiones 48.6 35.6 90.9 42.4 24.5 22.5 18.0 18.8 27.8 17.9
Otros gastos 77.6 77.5 80.4 81.0 83.3 87.6 92.5 91.3 91.0 134.0
Gastos totales de C y T 214.2 188.4 247.5 199.2 188.7 188.7 179.4 193.2 220.0 264.0
Presupuesto 123.7 48.5 43.2 44.0 123.1 125.2 113.6 109.2 104.1 146.0
% gasto total vs PIB 1.09 1.16 1.66 1.31 0.98 0.87 0.79 0.84 0.95
1.03
% I + D vs PIB 0.69 0.68 1.13 0.78 0.54 0.46 0.38 0.44 0.51 0.51

Fuente: Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente,(37) (1997), Informe de la Gestión Anual del CITMA en 1997, La Habana, Enero de 1998; Oficina Nacional de Estadísticas, (1998), Anuario Estadístico de Cuba, 1996, La Habana, Abril; ONE, (2000), Anuario Estadístico de Cuba, 1999, La Habana, Abril.

De tal forma, a pesar las limitaciones indicadas, resulta necesario un trabajo más uniforme en los diferentes sectores y, a su vez, lograr que las empresas se involucren más en los programas de desarrollo científico que existen en el país, y sobre todo, que se formalicen indicadores de evaluación de los impactos atribuibles a la participación en los mencionados programas.

En cuanto a la problemática del tipo de cambio —ocurre algo similar al PE—, ya que existe un mandato del V Congreso del PCC de trabajar en la formulación de una tasa cambio económicamente fundamentada, por todos los trastornos que provoca en actualidad el mantener un tipo de cambio sobrevaluado (Marquetti, 1999).

Existen estudios empíricos (González, 1998) en los que se sugiere aplicar medidas correctivas en esta dirección, para facilitar el reacomodo estructural de la economía y que las empresas enfrenten menos distorsiones. También el autor de este trabajo sugirió en una investigación relativa al proceso de "dolarización de la economía cubana", que una posible solución de carácter transicional podría ser la aplicación de tipo de cambio específico para el sistema empresarial (Marquetti, 1998).

Por supuesto, la variación del tipo de cambio no es sólo el simple movimiento de precios, sino que constituye una variable estratégica que determina si una economía nacional está o no en condiciones de crear las condiciones macroeconómicas básicas para establecer industrias competitivas a escala internacional (Messner, 2000); esto explica lo cuidadoso que se ha sido en manejo de este problema en la isla. No obstante, para que las empresas cubanas alcancen un desempeño competitivo y sostenible, resulta inevitable la introducción de variaciones en la tasa de cambio.

Consideraciones finales

Las medidas de readaptación que se asumieron en los principales países capitalistas desde mediados de los setenta, propiciaron el ajuste del sistema a las nuevas exigencias del proceso de acumulación del capital a escala internacional, e incluso que se creara un grupo de condiciones mínimas en lo gerencial y lo tecnológico, que representaron elementos esenciales en el desarrollo ulterior del proceso de reestructuración productiva e industrial que se verificó en los decenios siguientes.

El desfase del socialismo con relación a los cambios que se realizaban en los países capitalistas desarrollados, impidió comprender que con independencia de los factores que estimulaban este proceso en occidente, era posible aprovechar algunas de las innovaciones —desprovistas de los matices ideológicos— realizadas en función de los propósitos de la sociedad socialista. Sin embargo, lo que ocurrió en la práctica fue que los países socialistas se convirtieron en rehenes de prácticas gerenciales obsoletas e incapaces de satisfacer las exigencias del progreso científico técnico.

Cuba presentaba un panorama complejo y, a su vez, contradictorio en el período previo a la crisis, ya que por una parte el funcionamiento de la economía descansaba en sus aspectos fundamentales en el SDPE, mientras que por otro lado se incursionaba en la implementación de variantes novedosas para el contexto caribeño en el campo gerencial, las cuales posibilitaron evaluar la factibilidad de generalizarlas ulteriormente.

La prioridad concedida a los temas empresariales y gerenciales en los años noventa no sólo respondió a la búsqueda de variables poco explotadas en el pasado para enfrentar la crisis, sino que constituyó el punto de partida para superar la herencia negativa que recibimos de los países socialistas. Además, se ha podido demostrar que las técnicas avanzadas empleadas en otro contexto pueden ser empleadas sin afectar en lo más mínimo las bases esenciales del sistema.

El perfeccionamiento empresarial constituye un punto de inflexión significativo con relación a las formas en que históricamente se condujeron en la isla procesos de similares características; pero además, al romper con los criterios de implantación simultánea y al incorporar a la práctica empresarial el principio de mejora continua, se garantiza que éste constituya un proceso que responde a la dinámica cambiante de la economía internacional.

Finalmente, el desarrollo del PE implica un replanteo a fondo de la problemática de los indicadores que permiten evaluar el desempeño de las empresas cubanas. Asimismo, adquieren una importancia de primer orden los aspectos relacionados con la innovación tecnológica y con el tipo de cambio.



Bibliografía consultada

Alburquerque Llorens, Francisco, (1993), "El papel de las regiones en la elevación de la competitividad", Documento de la CEPAL, Santiago de Chile.

----, (1995), "Cambio tecnológico. Reestructuración productiva y estrategia de desarrollo", Documento de ILPES, Santiago de Chile.

----, (1997), "La importancia de la producción local y la pequeña empresa para el desarrollo de América Latina", en Revista de la CEPAL, Santiago de Chile.

Aglietta, Michel, (2000), "La globalización financiera", en Capítulos de SELA, No. 59, Mayo-Agosto, Caracas, Venezuela.

BCC, (1999), "Informe Económico 1998", La Habana, Mayo.

BCC, (2000), "Informe Económico 1999", La Habana, Mayo.

Bekerman, Marta y Pablo Sirlín, (1998), "Política industrial y estabilización, apertura e integración económica", en Comercio Exterior, Vol. 48, No.7, México, Julio.

Blanco, Humberto, Martha Zaldívar y Mirta Villanueva, (1990), "Una propuesta de reestructuración del sistema empresarial", en Trabajos Contribución a la Elaboración de un Nuevo Modelo de Desarrollo, CEEC, La Habana, Septiembre.

Bogomolov, Oleg, (1973), "Algunos problemas relacionados con el desarrollo de la integración económica socialista", Editorial Progreso, Moscú

Castanedo, Luis, (2000), "Informe sobre la marcha del proceso de perfeccionamiento empresarial", en XVI Pleno del Comité Nacional de la CTC, La Habana, Septiembre.

Castro Díaz-Balart, Fidel y Rafael Tenreyo Pérez, (1998), "Una experiencia de perfeccionamiento empresarial e introducción de la Dirección integrada de Proyecto (ProjectManagement)", en Revista Bimestre Cubana, Vol. LXXXIV, No. 9, Época III, La Habana.

Castro Díaz-Balart, Fidel y Mercedes Delgado Fernández, (2000), "Project Management para la gestión de la innovación en la industria cubana", en Revista Bimestre Cubana, Vol. LXXXVIII, No. 13, Época III, La Habana.

CEE, (1991), "Anuario Estadístico de Cuba 1989", La Habana.

CEEC, (1994), "Propuesta de reordenamiento del sistema empresarial", La Habana, Octubre.

CEPAL, (1993), "La pequeña y mediana empresa. Algunos Aspectos", LC/R.1330, Santiago de Chile, 31 de Diciembre.

CEPAL, (1994), "Reestructuración y desarrollo productivo: desafío y potencial para los años noventa", Estudios e Informes, No. 92, Santiago de Chile.

CEPAL, (1996), "Fortalecer el Desarrollo. Interacciones entre, Macro y Microeconomía", Santiago de Chile.

CEPAL, (1996), "Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe", LC/G. 1941, Santiago de Chile, 28 de noviembre.

CEPAL, (2000), "La Economía Cubana. Reformas estructurales y desempeño en los noventa", Editorial Fondo de Cultura Económica, México, Junio.

Chaviano, Noel, (1997), "El tipo de cambio en la economía estatal cubana. Economía y reformas económicas en Cuba", Editorial Nueva Sociedad, Caracas.

Chaviano, Noel y Grisel Tristá, (1998), "El perfeccionamiento empresarial, sus principios", en Cuba Socialista, No. 11, La Habana.

Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía, (1988), "Decisiones adoptadas sobre algunos elementos del sistema de dirección de la economía".

Consejo de Estado, (1998), "Decreto Ley 187. Bases generales del perfeccionamiento empresarial", La Habana, Agosto.

Colectivo de Autores, (1999), "El Perfeccionamiento Empresarial en Cuba", Editorial Félix Varela, La Habana.

Documentos del PCC, (1976), "Tesis y Resoluciones del Partido Comunista de Cuba", Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, La Habana.

----, (1980), "Informe Central al Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba", Editora Política, La Habana.

----, (1997), "Resolución Económica del V Congreso del Partido Comunista de Cuba", en Granma, La Habana, 7 de noviembre.

Drucker, Peter, (1995), "Gerencia para el futuro. El decenio de los 90 y más allá", Grupo Editorial Norma, Colombia.

Ecxon Bell, Martin y Albu Michel, (1999), "Knowledge systems and tecnologycal dynamism in industrial clusters in developing countries", en World Development, Vol. 27, No. 9, Reino Unido, Septiembre.

Fernández Font, Mario, (1997), "Innovación tecnológica y competitividad. Un intento de divulgación de conceptos, enfoques y métodos", Fundación Friedrich Ebert, México.

Ferrer, Marta, (1987), "Propuesta para elevar la efectividad del cálculo económico en las empresas cubanas", ISDE, La Habana, Octubre.

García Mendieta, Horacio, (2000), "Globalización y políticas económicas en la era del paradigma de la información", Tesis de Maestría, La Habana, Junio.

Garrido, Celso y Wilson Pérez, (1998), "Grandes empresas y grupos industriales latinoamericanos", en Revista de la CEPAL, No. 66, Santiago de Chile.

Giral Barnés, José, et alt., (2000), "Su empresa. ¿De clase mundial?", GECYT, La Habana.

Girón, Alicia, (1999), "El sistema monetario internacional: crisis financiera y mercado", Ponencia presentada al evento, Globalización I, La Habana, Enero.

Granma, (2001), "Evaluación de la marcha del perfeccionamiento empresarial", La Habana, 23 de febrero.

González Gutiérrez, Alfredo, (1998), "Economía y sociedad: los retos del modelo económico", en Temas, No. 11, Julio-Septiembre.

Gutiérrez González, Orlando, (2000), "La empresa objeto de perfeccionamiento empresarial", en González, Laredo (Coordinador): Consultoría Gerencial y Cambio Organizacional. Una contribución al perfeccionamiento empresarial. Centro de Estudios de la Economía Cubana, La Habana, Mayo.

Gutiérrez, Luis, (1995), "La eficiencia pública versus la privada: el mito y la evidencia", en Cuadernos de Nuestra América, Vol. XII, No. 24, Julio- Diciembre.

Hurtienne, Thomas y Dirk Messner, (1999), "Nuevos conceptos de competitividad internacional en países industrializados y países en desarrollo", en Competencia global y de libertad de acción nacional. Nuevos desafíos para las empresas, el Estado y la sociedad, Editorial Nueva Sociedad, Caracas.

Krugman, Paul, (1997), "El Internacionalismo "moderno". La economía internacional y las mentiras de la competitividad", Editorial Grijalbo Modsdori, Barcelona.

Hax, C Arnoldo, (1992), "Estrategia Empresarial", Editorial El Ateneo, Barcelona, España.

Kliksberg, Bernado (1991): Las perspectivas de la gerencia empresarial en los años noventa, en Pensamiento Iberoamericano, No.19, Enero-Junio, Madrid, España.

Katz,. Jorge, et alt., (1996), "La transformación del desarrollo industrial de América Latina", en Revista de la CEPAL, No. 60, Santiago de Chile, Diciembre.

Katz,. Jorge, et alt., (2000), "Cambios estructurales y de productividad en la industria latinoamericana 1970-1995", en Revista de la CEPAL, No. 71, Santiago de Chile, Agosto.

Lage Dávila, Carlos, (1995), "Intervenciones en la reunión de directores de empresas autorizadas a operar con divisas", Editorial del Consejo de Estado, La Habana, Julio.

----, (1997), "Introducción al debate de la Resolución Económica al V Congreso del Partido Comunista de Cuba", en Granma, La Habana, 12 de Octubre.

----, (1999), "Palabras de clausura en el Balance Anual del Ministerio de Economía Planificación" (mimeo), Agencia de Información Nacional, La Habana, Febrero.

----, (2001), Entrevista concedida al Semanario Trabajadores", La Habana, 1 de enero.

Machado Rodríguez, L. Darío, (2000), "El aspecto ideológico del perfeccionamiento empresarial", en Cuba Socialista, No. 19, La Habana.

León, Idalberto, (1987), "Apuntes sobre el perfeccionamiento organizativo y metodológico de la planificación", en Cuba Economía Planificada, No. 3, La Habana.

Marquetti Nodarse, Hiram, (1987), "El perfeccionamiento de los sistemas de dirección de las relaciones económicas externas en los países miembros del CAME:
Importancia para CUBA"
, CNSDE, La Habana, Mayo.

----, (1988), "Acerca de Ley de Empresas en la URSS", en Economía y Desarrollo, No. 3, La Habana.

----, (1989), "Las reformas económicas: Aspectos teóricos y metodológicos", Documento del CEEC, La Habana, Mayo.

----, (1994), "Crisis del socialismo en la URSS y Europa Oriental: implicaciones para Cuba", en El derrumbe del modelo eurosoviético de socialismo, Editorial Félix Várela, La Habana, Enero.

----, (1998), "La Economía del Dólar en Cuba. Balance y Perspectivas", en Revista Temas, No. 11, La Habana, Julio-Septiembre.

Marquetti Nodarse, Hiram y Anicia García Alvarez, (1999b), "Proceso de reanimación del sector industrial. Principales resultados y problemas", en Balance de la Economía Cubana a fines de los Años Noventa, CEEC, La Habana, Marzo.

Marquetti Nodarse, Hiram, (2000), "El Nuevo Patrón de Crecimiento Industrial", en Economía Cubana, Coyuntura, Reflexiones y Oportunidades, CEEC, La Habana, Marzo.

Ministerio de Economía y Planificación, (1995), "Industrial policy in Cuba", La Habana, Octubre.

Ministerio de Economía y Planificación, (1997), "Sistema de Gestión Empresarial. Diagnóstico y Escenarios", La Habana, Diciembre.

----, (1998), "Sistema de Gestión Empresarial. Resumen de la Propuesta", La Habana, Febrero.

----, (2000), "Política Industrial e Instrumento de Aplicación", La Habana, Noviembre.

Marcelo Yera, Luis y Oscar U. Echevarría, (1999), "El mayor problema de las pequeñas y medianas empresas (PYMES). Su propio tamaño", en Cuba: Investigaciones Económicas, Año 5, No. 2, Abril-Junio.

Marcelo Yera, Luis, (1999), "Una acertada separación. Funciones estatales y empresariales", en Cuba: Investigaciones Económicas, Año 5, No. 4, Octubre- Diciembre.

----, (2000), "Debemos preocuparnos por la autonomía de las empresas estatales ya perfeccionadas", Ponencia presentada al IV Encuentro de Estudios Laborales, La Habana, Octubre.

Pérez, Carlota, (1992), "Cambio técnico, reestructuración competitiva y reforma institucional en los países en desarrollo", en Trimestre Económico, Vol. LIX(1), No. 233, México, Enero–Marzo.

----, (1996), "La modernización de América Latina y la herencia de la sustitución de importaciones", en Comercio Exterior, Vol. 46, No. 5, México, Mayo.

Pérez Betancourt, Armando y Berto González Sánchez, (1988), "El perfeccionamiento empresarial en el MINFAR", en Cuba Socialista, No. 36, La Habana, Noviembre–Diciembre.

----, (1990), "La organización de la producción en el perfeccionamiento empresarial de las FAR", en Cuba Socialista, No. 44, La Habana, Abril–Junio.

Armando Pérez Betancourt y Carlos Díaz Llorca, (1999), "Lo que todo empresario cubano debe saber", Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.

Pérez Betancourt, Armando, (2000), Intervención en el IV Encuentro de Estudios Laborales, La Habana, Octubre.

----, (2001), Intervención en el encuentro internacional PNUD-CEPAL, La Habana, Febrero.

Porter, Michael E., (1993), "La Ventaja Competitiva de las Naciones", Editorial Vergara, Buenos Aires, Marzo.

Porter, Michael E. y Claas van der Linde, (1995), "Toward a New Conception of the Environment- Competitiveness Relationship", en Journal of Economic Perspective, Vol. 9, No. 4.

----, (1996), "What Is Strategy?", en Harvard Business Review, Noviembre-Diciembre.

----, (1997), "New Strategies for Inner-City Economy Development", en Economy Development Quartely, Vol. 11, Febrero.

Richet, Xavier, (1992), "Reestructuración industrial y transformación económica en Europa Central y Oriental", en Cuadernos del Este, No. 7.

Rodríguez García, José Luis, (1998), "Informe sobre los resultados económicos de 1998 y el Plan Económico y Social para 1999", en Granma, La Habana, 23 de diciembre.

----, (2000a), Ministro de Economía y Planificación, Intervención en la reunión anual del Ministerio de Economía y Planificación, La Habana, 16 de marzo.

----, (2000b), "Informe sobre los resultados económicos de 2000 y el plan económico y social para el año 2001", en Granma, La Habana, 23 de diciembre.

Torras, Rogelio, Luis Marcelo y Adriano García, (1995), "Elementos para una reorganización del sistema empresarial cubano", en Cuba: Investigación Económica, No. 1, Época II, La Habana, Marzo.

Vilariño Ruiz, Andrés y Silvia Domenech, (1986), "El sistema de dirección y planificación de la economía en Cuba: Historia, actualidad y perspectivas", Editorial Pueblo y Educación, La Habana.

Yañez, Eugenio, (1992), "Importancia de la dirección estratégica en las condiciones actuales", CETED, La Habana, Mayo.



Notas:

1- Diferentes encuestas aplicadas por el autor hasta el año 1996, arrojaron que los temas relativos a la importancia de las evaluaciones de mercados, la calidad de los proveedores, la innovación en productos y tecnología, el empleo de los instrumentos financieros, las implicaciones de las variaciones en los tipos de cambios, etcétera, no se concebían como aspectos de la gestión corriente de la empresas cubanas.

2- Se entiende por desarrollo de nuevas capacidades empresariales aquellas que están relacionadas con la introducción de nuevas formas de organización y dirección de la actividad económica en las empresas, lo que incluye también aquellas medidas dirigidas asegurar la calidad de la producción, actualizar las normas y los tiempos de producción, mejorar las relaciones con los proveedores y los clientes, etcétera.

3- El logro de estos propósitos en las economías de mercado desarrolladas, ha formado parte de nuevos enfoques en la política industrial y de nuevos requerimientos impuestos por el proceso de internacionalización del capital. También las empresas se vieron obligadas, por las presiones de la competencia, a adoptar los patrones tecnológicos, los métodos y los principios de organización que el mercado destacó como superiores.

4- Uno de los rasgos característicos del proceso de reformas económicas en Cuba es que el mismo se ha desarrollado preservando el liderazgo del sector estatal, donde éste ha sido el promotor y el objeto fundamental de los cambios.

5- Según Cimoli y Dosi (1994): Las empresas propiedad del Estado tienen un modelo de introducción de innovaciones tecnológicas diferente a las instituciones privada, debido entre otras razones, a que su dinámica normalmente no están subordinadas a las exigencias del mercado, sino que por lo general las estrategias que diseñan obedecen a consideraciones políticas y no estrictamente económicas.

6- En la literatura especializada en los temas gerenciales y empresariales, normalmente se tiende a obviar las implicaciones que tuvieron el desarrollo de estos desequilibrios, en la aparición de nuevas propuestas dirigidas a lograr el reacomodo del sistema empresarial a las nuevas realidades. Por supuesto, en términos comparativos los decenios de los años ochenta y noventa estuvieron caracterizado por transformaciones muy relevante, pero las causas de algunos de los cambios se originaron en el período referenciado.

7- Se refiere por una parte a la aceleración de los cambios tecnológicos y, por otra a la irrupción exitosa en los mercados internacionales de los países de reciente industrialización del sudeste asiáticos —Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur— y la consolidación del Japón como potencia mundial. Esta situación condujo al estudio y realización de no pocos intentos de aplicación del "modelo gerencial japonés".

8- Según Messner (2000) la ausencia de un entorno local eficaz restringe la capacidad de las empresas para desarrollar una competitividad duradera.

9- La calidad de la inserción internacional adquiere una importancia renovada en estas condiciones, donde el entorno determina que tipo de vínculos intra e interorganizacionales son más adecuados.

10- Se refiere al desarrollo de las cadenas productivas y otros aspectos asociados a este proceso.

11- El desarrollo de las tecnologías de la informática y las comunicaciones propiciaron la aparición de procesos interorganizacionales en que se redefinen las vinculaciones entre las empresas, especialmente en lo relativo a la calidad de los eslabonamientos y/o encadenamientos productivos y tecnológicos. Así mismo se produce la pérdida de importancia de la relación entre el tamaño de la planta y la dimensión del mercado.

12- Estos requerimientos y complejidades alcanzaron cotas superiores en los decenios subsiguientes.

13- Algunas de las propuestas teóricas que adquirieron relevancia en los años ochenta y noventa, como las relativas a la importancia del cambio organizacional, la dirección estratégica, los nuevos enfoques de la calidad, la gestión de recursos humanos y la administración financiera, tuvieron antecedentes importantes en esta etapa.

14- Las concepciones monetaristas sirvieron de soporte teórico y metodológico a lo que ulteriormente fue definidos como neoliberalismo, quizás uno de los ejemplos más ilustrativos de esta experiencia es el caso chileno.

15- El problema se reduce a una cuestión estrictamente monetaria, en el sentido siguiente: el movimiento a la baja de la economía altera como norma el ciclo normal de movimiento del dinero, ya que ante la presencia de signos de recesión los actores económicos comienzan a acaparar dinero, del cual existe una cantidad fija en la economía; este hecho producirá una cadena de reacciones negativas, que llevarán a una contracción del ciclo económico. En términos prácticos, la solución del problema es simplemente inyectar suficiente dinero, de manera que todo el mundo piense que tendrá la cantidad necesaria para gastar (García, 2000).

16- Se refiere a lo que entendemos actualmente por globalización.

17- Sólo en lo referente a los servicios de apoyo a la gestión se produjo un salto impresionante y de forma particular en el empleo de las diferentes modalidades de consultoría.

18- La definición de cluster se relaciona con aspectos referidos a la importancia del factor regional en la obtención de competitividad (Porter, 1996; Alburqueque, 1993; y Esser, 1999).

19- Las organizaciones tienen un solo recurso verdadero: su gente. Son los hombres quienes garantizan el desempeño organizacional, haciendo que resto de los recursos a disposición de la organización se integren de manera efectiva para asegurar salidas que satisfagan las demandas (Gutiérrez, 2000).

20- Sólo en Hungría se le concedió relativa importancia al desarrollo de la pequeña y la mediana empresa.

21- Las transformaciones que se introdujeron en los mecanismos de integracionistas no estuvieron dirigidas a lograr niveles superiores de competitividad y mucho menos ha propiciar una mayor participación de las empresas en la consecución de este propósito sino todo lo contrario (Marquetti, 1994).

22- Este fue un período caracterizado por la distensión política, lo que posibilitó que se ampliaran los contactos económicos denominados ESTE-OESTE, pero los frutos que obtuvieron los países socialistas en términos tecnológicos, de mercado y de experiencia de administración fueron muy pobres.

23- Al calor de las reformas que se desarrollaron en la segunda mitad de los años ochenta y que posteriormente condujeron a la disolución del bloque socialista europeo, la tendencia fue a extrapolar mecánicamente las experiencias occidentales en el management (Marquetti, 1989).

24- Este análisis no incluye la experiencia China, la cual a partir de desarrollar el proceso de apertura económica hoy ya posee empresas de “clase mundial”.

25- Durante el período de implantación del SDPE se realizaron cuatro plenarias de chequeo del comportamiento de la implantación del sistema. En paralelo, funcionaba una comisión encargada a escala central y dirigida por la JUCEPLAN, que era la encargada de controlar el cronograma de introducción de los mecanismos y los resultados alcanzados.

26- Este sistema se formalizó a partir de 1976 y tuvo la característica de estar integrado por un Instituto Superior de Dirección, al cual se vinculaba un grupo de filiales ubicadas en las diferentes provincias del país. Estas instituciones eran atendidas institucionalmente por la JUCEPLAN —a partir de 1986 esta función la asumió el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros— y por los gobiernos territoriales.

27- En este nuevo sistema se asumió el principio de que los gastos de capacitación no son un gasto sino una inversión. Asimismo, se transitó de un sistema caracterizado por estar desvinculado de las necesidades prácticas de las empresas a uno en que éste constituye su objetivo principal.

28- Esta situación tuvo un peso importante en la evolución de la cadena de impagos interempresariales.

29- Los ministerios productivos que han logrado los mayores progresos en la última década han estado relacionados con la implementación de cambios profundos en la gestión de su sistema empresarial (Marquetti, 2000).

30- Estos progresos se aprecian con mayor intensidad en algunas actividades de exportación de bienes (Marquetti, 1999).

31- Entre los autores se puede mencionar los trabajos Marcelo, Blanco, Zaldívar, Gutiérrez, Laredo, Marta Ferrer y otros especialistas de los Centros de Estudios de Técnicas de Dirección y de la Economía Cubana.

32- Véase. CEEC, 1995 y Blanco et alt., 1990.

33- En opinión de Marcelo (1999), el socialismo nunca llegó a resolver este problema.

34- Entre los “últimos” aportes de los teóricos del management occidental se encuentra el de la dirección por valores.

35- Mientras que en el Ministerio de la Industria Básica todas sus uniones operaban desde 1997 cuentas en divisas y disponían de estructuras para la realización de operaciones de comercio exterior, en el MINAZ se mantenía en un esquema de funcionamiento similar al que tenía antes de la crisis (Marquetti, 1999).

36- Una de las contradicciones mayores que presenta el desarrollo histórico de la dirección empresarial en Cuba, es que mientras se han logrado desarrollar sistemas participativos en la vida social y política, mientras que en la actividad económica y productiva este aspecto se ha caracterizado por ser formales.

37- De aquí en adelante se abrevia con las siglas CITMA.


Dr. Hiram Marquetti Nodarse. Centro de Estudios de la Economía Cubana

     
   
   
  principal | economía | política | pensamiento | marx siglo XXI | debates | eventos | institucional | enlaces