En enero de 1965, Fidel Castro, al tiempo que proponía llamar aquel año de “La lucha contra el burocratismo” , dijo: “creo de todo corazón que el socialismo tiene que cuidarse del burocratismo tanto como del imperialismo. No olvidarse de eso, porque es más peligroso, porque es un enemigo clandestino, es un gravísimo mal, estorba la producción, consume en tareas innecesarias las mejores inteligencias, consume mucho de la energía del pueblo”.