Palestina


* Agustín Velloso es profesor de Ciencias de la Educación en la UNED (Madrid).

Agustín Velloso: Palestinian leaders disgrace themselves while Israel gets a new victory for free

Palestina


Los líderes palestinos se deshonran mientras Israel consigue una nueva victoria sin esfuerzo

Agustín Velloso*

17 de marzo de 2003. CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

"Dejemos a los palestinos que se entretengan en interminables discusiones sobre cargos ministeriales y sobre responsabilidades políticas, dejemos que el mundo hable sobre el desarrollo de la democracia palestina, dejemos que los expertos occidentales publiquen en sus periódicos artículos sobre este nuevo descubrimiento de la política de Oriente Medio: 'ocupación por control remoto'. Mientras tanto Israel puede seguir con sus temibles políticas de todos conocidas. Lo que la vieja guardia sionista solía decir en el siglo pasado es hoy día más verdad que entonces: 'no importa lo que los gentiles hacen o dicen, lo que importa es lo que hace Israel', y lo que aprueba EEUU".

Mientras los palestinos de a pie que están en la resistencia contra el ocupante de sus tierras arriesgan sus vidas todos los días en una guerra desigual contra aquél; mientras los civiles palestinos, muchos niños entre ellos, luchan por su supervivencia; mientras muchos activistas no palestinos en diversos países llevan a cabo acciones de solidaridad en pro de la causa palestina en todo el mundo, los líderes políticos palestinos que están en la Autoridad Palestina (AP) y en el Consejo Legislativo (CL) malgastan su tiempo eligiendo un nuevo portavoz para que hable en su nombre con el otro "socio en la paz", es decir, Israel, y el "mediador honrado", esto es, EEUU.

¿Acaso no tienen nada mejor que hacer por la lucha de liberación nacional mientras sus votantes son asesinados a cientos? ¿Es que Abu Mazen ­el elegido para el puesto de Primer Ministro- ha podido hasta ahora proteger siquiera a un solo niño de ser asesinado por un francotirador, militar o colono, en cualquier caso generosamente armado, apoyado y financiado por EEUU, desde que comenzó la Segunda Intifada? ¿Acaso ha dicho que lo va a hacer de ahora en adelante desde su flamante cargo? Pero, un momento, parece que hay varios errores en este planteamiento.

La AP dejó de luchar por la liberación hace ya tiempo. Lo que hace últimamente en su lugar es intentar encontrar un acomodo entre el movimiento sionista y sus fines y la población palestina y sus aspiraciones. Quizás una prueba de esto ­aunque no sea la única- está en que Israel mata a los niños y a los miembros de la resistencia, pero no a los cargos de la AP. Por muy increíble que parezca, Arafat y sus acólitos no parecen haberse enterado todavía de que los fines sionistas y los palestinos son del todo incompatibles. Lo que sabe cualquier menor de 18 años que lanza piedras, Arafat no lo sabe. Por ello ese adolescente sale a las calles de Gaza a enfrentarse a los tanques Merkava del ejército de ocupación israelí, y Arafat va a Camp David a estrechar las manos de quien ordena que esos tanques entren en las calles de Gaza.

¿Democracia bajo la ocupación?

Nadie presta atención a la AP últimamente. La gente está atenta a lo que ocurre en Iraq y ha dejado de preocuparse por lo que dice o le ocurre a Arafat incluso antes de que se agudizase la última crisis. Sin embargo, como les ocurre a los niños algo mimados, a los líderes palestinos les gusta recibir atenciones de sus tutores. Ahora se conoce que un nuevo primer ministro va a ser nombrado. El señalado para el cargo es Abu Mazen. Los boletines de noticias occidentales dicen una y otra vez que tanto el cargo ­que es nuevo en la AP- y la persona ­que no lo es-, resultan obligados si se quiere fortalecer la democracia palestina, si se desea que ésta mejore sus funciones y si se aspira a lograr unas buenas relaciones con Israel. En este caso, ¿por qué no piden esos medios de comunicación unas elecciones generales en su lugar? ¿Por qué, entonces, estos no critican el trato que da la AP a los líderes de la oposición y los métodos que emplean sus fuerzas de seguridad contra los detenidos políticos? En todo caso, ¿qué clase de democracia desean esos medios occidentales para Palestina? ¿Una democracia al estilo de la estadounidense e israelí, que envía tanques y aviones de combate a asesinar a civiles en sus casas y niños en el camino a las escuelas en Iraq, Palestina y otros lugares?

La verdad es que no hay votantes en los Territorios Ocupados (TTOO); únicamente hay una población entera que vive en una prisión cada vez más estrecha y sofocante. La mayoría de los palestinos no sólo son prisioneros, son prisioneros de tercera clase, es decir, que sufren todo tipo de coacciones, un buen número incluso padecen malnutrición. No hay derechos humanos ni democracia para estos millones de personas. Los líderes occidentales hablan de democracia para sus colegas, justo para los líderes de la AP, nunca mencionan los restantes millones de palestinos. Habrá cierta libertad para el subdirector de la prisión y su muy aclamado primer ministro: Arafat y Abu Mazen, respectivamente.

Basta con comparar la mansión de lujo que tiene Abu Mazen en Gaza con la humilde casa de cualquier refugiado en la misma ciudad, aunque no en el mismo barrio, para darse cuenta de que su dueño no es exactamente el tipo de líder que necesita ahora mismo una población que lucha por su liberación nacional. Pero si aún se alberga alguna duda al respecto, basta con escuchar lo que dicen los comentaristas israelíes o estadounidenses sobre Abu Mazen para estar seguro del todo de que él no es la persona adecuada para estos momentos trágicos. Dennis Ross, por ejemplo, dice que es el mejor socio siempre y cuando tenga realmente el poder en sus manos. Con otras palabras, si Abu Mazen consigue de una vez por todas aplastar la resistencia palestina, entonces él, y no Arafat, recibirá las llaves de la prisión y le será permitido viajar a Camp David y aparecer en las fotos de portada con otros líderes mundiales.

Es justo este aplastamiento y estos viajes lo que desean Israel y EEUU, su principal valedor. Sólo los traidores, los colaboradores según el lenguaje que se usa en Palestina, podrían aceptar esta propuesta. Israel, como cualquier otro poder ocupante, se preocupa mucho de los verdaderos líderes del pueblo que tiene que mantener bajo su bota. Por eso Bargouti está encarcelado y por eso los líderes de Hamas y Yihad Islámica tienen que andar evitando convertirse en la diana de los misiles del ejército israelí. Si cientos de tus compatriotas están siendo asesinados, si miles están siendo heridos, si cientos de miles están siendo brutalmente reprimidos por una fuerza de ocupación, parece que se puede hacer muchas cosas antes que aceptar el puesto de primer ministro para satisfacer únicamente al ocupante.

La doble tragedia del Movimiento palestino

Esta es la doble tragedia del movimiento palestino en la actualidad: los palestinos se enfrentan al mismo tiempo a un ejército muy poderoso que está bajo el mando de un hombre sin escrúpulos, y a una AP que ha renunciado por completo a conseguir sus fines nacionales. No hay modo de que la resistencia pueda ganar en ambos frentes al mismo tiempo.

Desgraciadamente, los israelíes se han colocado, de nuevo con la inestimable ayuda de EEUU, en una posición ganadora. Con un primer ministro palestino, Israel cambiará un viejo líder agotado e incompetente, por uno más joven y más maleable. También estará ganando tiempo. A partir de ahora Abu Mazen ha de demostrar que es merecedor de esta oportunidad que se les ha dado a los palestinos. La única forma que tiene de hacerlo es dando satisfacción a las demandas de Israel y EEUU, que no corresponden en absoluto con las necesidades de los palestinos. Si falla, Israel gana, ya que éste y EEUU le culparán, como han hecho con Arafat, e Israel aplastará a los palestinos por sí mismo con renovada ayuda estadounidense. Pero si triunfa, Israel ganará igualmente. No será su ejército, ni las prisiones israelíes las que reprimirán a los palestinos, pero sí las fuerzas de seguridad palestinas y sus cárceles. Ya no habrá más cámaras de televisión extranjeras filmando a los soldados israelíes mientras ocupan las calles de Gaza y Nablus y disparan a sus habitantes. El mito de la "alta moralidad" del soldado israelí brillará de nuevo. Se trata de una versión actualizada de la "ocupación por control remoto".

Dejemos a los palestinos que se entretengan en interminables discusiones sobre cargos ministeriales y sobre responsabilidades políticas, dejemos que el mundo hable sobre el desarrollo de la democracia palestina, dejemos que los expertos occidentales publiquen en sus periódicos artículos sobre este nuevo descubrimiento de la política de Oriente Medio: "ocupación por control remoto". Mientras tanto Israel puede seguir con sus temibles políticas de todos conocidas. Lo que la vieja guardia sionista solía decir en el siglo pasado es hoy día más verdad que entonces: "no importa lo que los gentiles hacen o dicen, lo que importa es lo que hace Israel", y lo que aprueba EEUU.



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