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La demanda interpuesta en Bélgica contra Ariel Sharon por crímenes de guerra entra en una nueva fase

Campaña Internacional por la Justicia para las Víctimas de Sabra y Chatila
Sección de EEUU

Nota informativa, 30 de noviembre de 2001
Traducción: CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

El pasado miércoles día 5 de diciembre, el caso contra Sharon entró en una nueva etapa después de que el fiscal general belga, Pierre Morlet, asegurara que los tribunales belgas tienen competencia para juzgar el caso y que la investigación relativa a la responsabilidad de Sharon en las masacres de 1982 debe continuar. Los abogados de Ariel Sharon provocaron la suspensión temporal del caso en octubre, argumentando que Bélgica no tenía jurisdicción sobre un primer ministro que aún ocupa su cargo en la actualidad

El pasado mes de junio de 2001, un tribunal belga admitió una demanda interpuesta contra el actual Primer Ministro israelí Ariel Sharon acusándolo de crímenes contra la humanidad, por las masacres perpetradas contra civiles palestinos y libaneses en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila en 1982. En aquella época, el ejército israelí controlaba toda la ciudad de Beirut. La demanda sostiene que Sharon, en aquel entonces Ministro de Defensa y principal responsable del ejército y arquitecto de la invasión israelí del Líbano, era también el responsable de las milicias libanesas que entraron en los campamentos siguiendo órdenes del ejército israelí la noche del 16 de septiembre. El ejército israelí recibió los primeros informes sobre las atrocidades que se estaban llevando a cabo en los campamentos al cabo de dos horas, pero permitieron que las fuerzas libanesas permanecieran en el interior de los mismos hasta la mañana del 18 de septiembre.

Según Shibli Mallat, abogado libanés que representa a 28 supervivientes de las masacres junto con dos abogados belgas, "La responsabilidad a la hora de dar órdenes es mucho más importante que la responsabilidad directa que tienen aquellos que apretaron el gatillo. Cualquier comandante que estuviera sentado a varios kilómetros de allí tiene un grado de responsabilidad por los crímenes que se cometieron en los campamentos mucho mayor que los ejecutores de las matanzas".

En una entrevista concedida un día después de que la corte de apelación escuchara los argumentos de las partes en relación con la competencia belga para juzgar a Ariel Sharon por crímenes contra la humanidad, Mallat subrayó que la demanda se sostiene sobre la base de unos principios, no sobre una base política. "Todas las organizaciones de derechos humanos del ámbito internacional apoyan totalmente la investigación sobre la culpabilidad de Sharon. Se trata simplemente de un caso de derechos humanos y de la necesidad de acabar con la impunidad por crímenes de guerra, dondequiera que se hayan cometido. Han pasado diecinueve años desde que ocurriera una de las mayores atrocidades del siglo XX en Sabra y Chatila. Hasta ahora, ni las víctimas ni los supervivientes han recibido ningún reconocimiento o compensación".

La querella contra Sharon fue interpuesta en junio siguiendo la ley belga de 1993 (con enmiendas de 1999) que permite juzgar en territorio belga a los responsables de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, y genocidio, sin tener en cuenta el lugar en el que se hayan cometido los hechos ni la nacionalidad de las víctimas o los responsables.

Nueva fase

El pasado miércoles, el caso contra Sharon entró en una nueva etapa después de que el fiscal general belga, Pierre Morlet, asegurara que los tribunales belgas tienen competencia para juzgar el caso y que la investigación relativa a la responsabilidad de Sharon en las masacres de 1982 debe continuar. Los abogados de Ariel Sharon provocaron la suspensión temporal del caso en octubre, argumentando que Bélgica no tenía jurisdicción sobre un primer ministro que aún ocupa su cargo en la actualidad. Argumentaron también que Sharon ya había sido juzgado por la Comisión Kahan israelí de 1982, que en sus conclusiones confirmó que Sharon era "personalmente responsable" por las masacres. En la audiencia del pasado miércoles, el Fiscal General Morlett defendió los argumentos de los demandantes.

Según Mallat, "[el Fiscal General] rechazó todos los argumentos de los abogados de Sharon". Mallat añadió que la audiencia del pasado miércoles fue la primera en la que las víctimas y supervivientes de la masacre pudieron ofrecer sus testimonios ante un tribunal neutral e independiente. Mallat expresó su satisfacción sobre el hecho de que el principal argumento de los abogados de Sharo relativo a la inmunidad procesal de un cargo ministerial fuera rechazada. "Nuestro caso tiene base: no hay ningún tipo de impunidad para crímenes de guerra".

Durante una rueda de prensa ofrecida en Bruselas el pasado 29 de noviembre, cinco senadores que representan a un amplio espectro de la opinión política belga se reafirmaron en su apoyo a la demanda. Los senadores subrayaron que la demanda tenía una base jurídica sólida y que sus objetivos estaban fuera de toda duda. Algunos senadores criticaron públicamente las presiones israelíes para acusar a Bélgica de "antisemitismo". El apoyo de los senadores es más importante si cabe si se tiene en cuenta dentro del actual contexto, ya que existe una propuesta de ley presentada por Fred Erdman (diputado y presidente de la Comisión de Justicia del Parlamento belga), en la que se piden cambios drásticos en la ley de genocidio de 1993. De aceptarse esta propuesta, se pondría fin de forma automática al caso contra Ariel Sharon así como otros casos similares, como la demanda interpuesta por un grupo de kurdos iraquíes contra Saddam Hussein.

En vista de las nuevas revelaciones que detallan el grado de cooperación habido entre el ejército israelí y las Fuerzas Libanesas (milicia armada y entrenada por Israel), resulta aún más difícil refutar la complicidad de Sharon en la ejecución de crímenes de guerra. Los documentos escritos en hebreo que fueron enviados de forma anónima a Mallat y sus colegas el pasado junio (y que se cree pueden ser secciones de una anexo inédito del informe final de la Comisión Kahan), revelan que Sharon animó a las fuerzas libanesas a entrar en los campamentos a pesar de que conocía el deseo de estas últimas de arrasar los campamentos y de conocer su record de atrocidades durante la invasión israelí en el Líbano en 1982.

Recientes investigaciones de carácter periodístico han revelado igualmente que los soldados israelíes estuvieron presentes en los interrogatorios de cientos de hombres y niños palestinos en el estadio deportivo situado en las inmediaciones de los campamentos durante y después de las masacres. Algunos de los hombres y niños desaparecieron, para no volver nunca.

Los abogados de los supervivientes de las masacres y los de Ariel Sharon volverán a encontrarse en Bruselas el próximo 26 de diciembre y nuevamente el 23 de enero. Se espera que poco después se haga pública la decisión sobre la admisibilidad o no del caso.

Varios comités dentro de la Campaña por la Justicia con las Víctimas de Sabra y Chatila se han establecido en Europa, Líbano y Norteamérica con el objetivo de dar a conocer la demanda y la importancia de la campaña, en un esfuerzo creciente por terminar con la impunidad por crímenes de guerra. Está previsto que a principios de diciembre comience a funcionar una página web con información relativa a la campaña.


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