Un grupo de ex generales del
ejército israelí presenta un plan para la reocupación
total de Gaza y Cisjordania y la expulsión masiva de palestinos
Nota informativa CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 3 de febrero de 2002
Según informaciones
recogidas por el diario israelí Ha'aretz un grupo
de oficiales israelíes de alto rango presentarán
en breve al gobierno Sharon un plan "político y de
seguridad" en el que se plantea la reocupación total
de Gaza y Cisjordania, la destrucción de la Autoridad
Palestina, y cambios en el sistema político israelí
para evitar la elección de parlamentarios árabes
Según informaciones recogidas por el diario israelí
Ha'aretz en su edición del 31 de enero de 2001,
un grupo de oficiales de alto rango en la reserva del ejército
israelí presentarán en breve un plan "político
y de seguridad" en el que se plantea la reocupación
total de Gaza y Cisjordania, la destrucción de la Autoridad
Palestina (AP), y cambios en el sistema político israelí
para evitar la elección de parlamentarios árabes.
El plan ha sido preparado por un grupo de generales y oficiales
de alto rango del ejército israelí actualmente
en la reserva, bajo la dirección del general Effi Eitam,
quien ya ha presentado el proyecto al primer ministro israelí
Ariel Sharon.
El citado plan se estructuraría en tres fases. En primer
lugar, se propone la invasión masiva de las ciudades palestinas
aún bajo control administrativo de la AP, y el restablecimiento
del control israelí sobre la totalidad de Gaza y Cisjordania.
Además de la desaparición completa de la AP, la
puesta en práctica de estas medidas incluiría el
asesinato de Yaser Arafat. Según los generales encargados
de la redacción de la propuesta, la realidad estratégica
en la región podría dar un vuelco "en tan
solo una semana", según indica Ha'aretz. Posteriormente,
Israel debería declarar unilateralmente la soberanía
completa sobre toda Cisjordania.
En segundo lugar, los generales proponen una serie de medidas
que conducirían a alterar sustancialmente el equilibrio
geoestratégico de la región, siempre de un modo
favorable a Israel. Proponen así la adopción de
una política militar más agresiva para hacer frente
a la "amenaza nuclear" iraní, así como
un cambio de régimen en la vecina Jordania con el fin
de convertirlo en un Estado plenamente palestino.
En tercer lugar, el plan propone una serie de cambios a nivel
interno destinados a la eliminación de toda representación
palestina en el sistema político israelí, mediante
la puesta en marcha de un nuevo sistema electoral basado en la
redistribución de distritos electorales que impidiera
el acceso de palestinos con ciudadanía israelí
al parlamento. Por último, los generales aseguran que
iniciarán una campaña publicitaria en las próximas
semanas para llevar sus propuestas a la sociedad israelí
y que, dado el actual estado de cosas, no creen que la Administración
norteamericana se opusiera a dichas medidas.
'Sin izquierda, no hay terrorismo'...
Este nuevo giro en la escena política israelí
se produce en un momento crítico para las aspiraciones
palestinas, y sin duda alguna tendrá consecuencias importantes
en un futuro inmediato. En la práctica, el nuevo plan
no es sino una versión abreviada de la política
que ha llevado adelante el gobierno israelí desde el comienzo
de la segunda Intifada en octubre de 2000. Junto a la reocupación
de ciudades palestinas que se reproduce de manera intermitente
y el mantenimiento de un férreo bloqueo sobre la población
palestina, el gobierno israelí mantiene una política
activa de destrucción de las infraestructuras y redes
económicas, políticas, y sociales palestinas. La
demolición de hogares, la destrucción de propiedades
agrícolas, sistemas de riego, y los continuos ataques
contra la población civil son acciones diseñadas
con el objetivo de provocar el exilio forzado de la población
palestina local. Igualmente, durante el último año
diversos personajes de la escena política israelí
(entre ellos el asesinado Ministro de Turismo Rehevam Zeevi y
su sucesor, ambos del partido Moledet), han invocado abiertamente
la puesta en práctica de una política activa de
expulsión en masa de habitantes palestinos de Gaza y Cisjordania
como paso previo para la reocupación total de los mismos
por parte de Israel.
A pesar de todo ello, la nueva propuesta de los generales
israelíes llega en un momento crítico, después
de que durante la pasada semana se haya hecho público
el alineamiento total de la Administración Bush con la
política de Ariel Sharon y la voluntad norteamericana
de cortar unilateralmente sus relaciones con la AP e interrumpir
el envío de ayudas económicas a la misma. La incapacidad
de la comunidad internacional y en particular de la Unión
Europea de adoptar una postura firme y condenatoria de las acciones
israelíes -en el contexto de la "guerra contra el
terrorismo"- son indicativas de que el gobierno de Ariel
Sharon podría contar con el beneplácito norteamericano
y la indiferencia del resto de países para iniciar una
campaña militar de proporciones mucho mayores que las
conocidas hasta ahora, con un resultado final trágico
para el pueblo palestino.
Las propuestas se insertan igualmente en un contexto de radicalización
de las posturas extremistas de la ultraderecha israelí,
que desde el asesinato el pasado mes de agosto del Ministro de
Turismo Rehevam Zeevi insisten en poner en práctica de
manera inmediata un plan de expulsión masiva de la población
palestina de los Territorios Ocupados y la reocupación
total de los mismos. Según informa el diario derechista
The Jerusalem Post, el Fiscal General del Estado de Israel
ha notificado a una organización extremista escindida
del ilegalizado grupo terrorista Kach que su eslogan "Sin
árabes no hay terrorismo" es ilegal por incitar al
racismo. El mismo grupo, que cuenta con un apoyo sustancial en
el interior de los asentamientos ilegales construidos en los
Territorios Ocupados, inició el pasado miércoles
una campaña en la que el anteriormente mencionado eslogan
había sido sustituido por el alternativo de "Sin
izquierda, no hay terrorismo".
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