Palestina


Miércoles, 22 de mayo: Oficiales y tripulación de un avión de transporte militar español en las pistas del Aeropuerto Internacional de Atenas aguardando la llegada de los deportados palestinos para su posterior traslado a varios países de la Unión Europea (AP Photo/Aris Messinis)
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Comunicado del CSCA tras la llegada al Estado español de tres de los 13 deportados palestinos de la basílica de la Natividad de Belén

CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
23 de mayo de 2002

Tras la llegada al Estado español de Ahmad Mamamra, Aziz Jubrane e Ibrahim Musa Abayat, tres de los 13 palestinos deportados a Europa tras su salida de la basílica de la Natividad de Belén, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (CSCA) desea:

  1. Expresar su más cálida bienvenida a los tres militantes palestinos, parte integrante e inseparable del pueblo palestino y de su lucha nacional. Ahmad, Aziz e Ibrahim expresan la voluntad de resistencia del pueblo palestino frente a la ocupación y las prácticas genocidas del Estado de Israel. Al igual que el resto de sus compañeros deportados, han ejercido el legítimo derecho, internacionalmente reconocido, a combatir la ocupación y defender a su pueblo.
  2. Respaldar la consideración expresada por las organizaciones palestinas de defensa de los derechos humanos y los familiares de los deportados de que la solución acordada por Israel y la Autoridad Palestina para el levantamiento del asedio a la basílica de la Natividad de Belén por parte del Ejército israelí, y que determinó la deportación de la ciudad a Gaza y Europa de 39 palestinos, supone una flagrante ilegalidad. La deportación individual o colectiva de población sometida a ocupación está definida como una grave violación de la IV Convención de Ginebra de 1949 y posteriores protocolos.
  3. Apoyar la petición de las organizaciones de derechos humanos palestinas de que los Estados que reciban a los deportados -en el este caso, el Estado español- reconozcan plenamente sus derechos en tanto que militantes políticos, garanticen plenamente su seguridad y rechacen categóricamente la pretensión de Israel de proceder a solicitar su extradición a fin de juzgarlos. El gobierno español y los demás gobiernos implicados han de procurar que los deportados puedan retornar a sus hogares a la mayor brevedad posible.

23 de mayo de 2002

Comité de Solidaridad
con la Causa Árabe


Enlace relacionado:

El Centro Palestino de DDHH rechaza el pacto para poner fin al cerco a la Basílica de la Natividad en Belén

Palestina


¿La punta del iceberg?

Entrevista a uno de los 13 deportados de la basílica de la Natividad en Belén

Michael Jansen, Al-Ahram Weekly Online, núm. 588,
semana del 30 de mayo al 5 de junio de 2002
Traducción: Beatriz Morales, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

Abdullah Dawoud , uno de los trece deportados por Israel tras permanecer encerrados en la basílica de la Natividad en Belén en Nicosia, señal que su expulsión de Palestina es un indicio más de los planes de limpieza étnica de Sharon contra el pueblo palestino

Mientras el 22 de mayo [de 2002] una docena de palestinos deportados de la iglesia de la Natividad de Belén volaba a seis países europeos para empezar un exilio de un año en una rigurosa libertad vigilada, Abdullah Dawoud , el decimotercer hombre, elegía quedarse en Chipre [1]. Dawoud, de cuarenta años, el deportado de más edad y ex director de los servicios de seguridad palestinos en la zona de Belén, pensó que a él le resultaría más fácil que a sus camaradas más jóvenes sobrellevar la incertidumbre de no tener por el momento país de asilo. "Se solucionará en unos días o en unas semanas", declara en su entrevista a Al-Ahram Weekly.

Nacido en 1962 de padres refugiados de la zona de Lydda, Dawoud creció en el campamento de [refugiados de] Balata, cerca de Nablús. A los 16 años fue arrestado por primera vez por actividades políticas anti-israelíes. Después fue encarcelado durante tres años, y ha sufrido numerosos períodos de seis meses de detención sin juicio. Esta es su segunda deportación.

Durante la primera Intifada, Dawoud estudiaba ciencias políticas y administración pública en la Universidad Al-Najah de Nablús. "La Universidad estaba sitiada, como la iglesia, y se acordó que varios estudiantes irían al exilio", declaró. Fue a Túnez, donde se unió al Comité para las Zonas Ocupadas establecido por el difunto Khalil Al-Wazir (conocido como Abu Jihad), un destacado dirigente de la OLP asesinado en 1985 por Israel en la capital tunecina. Dawoud volvió a Nablús en 1995 y acabó su licenciatura.

No es de extrañar que encabece la lista de los hombres a los que Israel quería exiliar, pero es irónico que también formara parte de los comandantes de inteligencia regional de la Autoridad Palestina (AP) que, junto con los israelíes, coordinaban la seguridad. Según un expediente del ejército israelí, está acusado de organizar y ejecutar "múltiples ataques terroristas", de preparar explosivos, de contrabando de armas y de cooperación con activistas de los Tanzim [2].
Dawoud niega las acusaciones afirmando que él y los otros "trece de la Natividad" estaban resistiendo a la ocupación y luchando por la independencia. Declara que Israel había pedido que muchas personas fueran deportadas para justificar el asedio de la iglesia: "Israel nos ha convertido en personajes internacionales", bromea.

Dawoud espera volver pronto a Palestina. Si Israel le prohíbe la entrada, aprovechará la oportunidad para ampliar sus estudios. Una vez instalado, llamará a su mujer, a su hija Heba, de 18 años, y a su hijo Youssef, de cinco, para que se reúnan con él.

Una experiencia muy dura

"Se esperaba la invasión israelí de Belén", afirma. "Mucho antes se había preparado un exhaustivo plan. Los israelíes rompieron toda coordinación con las fuerzas de seguridad palestinas, incluyendo la oficina de enlace, y concentraron tropas en la zona. Había 250 vehículos blindados, tanques y miles de soldados. La tarde del 29 de marzo atacaron la ciudad vecina de Beit Jala y el pueblo de Al-Kadher. Era obvio que iban a sitiar Belén".

Dawoud describe cómo el ejército israelí fue avanzando el 1 y 2 de abril: "El ataque empezó con helicópteros. La iglesia era el refugio obvio para los policías y agentes de seguridad basados en el Centro de Paz de la plaza Manger. Los palestinos creían firmemente que era poco probable que los israelíes entraran en la ciudad vieja y en la plaza de la iglesia, debido a la sensibilidad religiosa del mundo cristiano occidental".

Según Dawoud, la iglesia siempre había sido respetada como santuario por los conquistadores de Palestina, incluyendo a Israel cuando ocupó Cisjordania en 1967. "Los israelíes han sido los únicos en atacar la iglesia", señala. "Los palestinos no la atacaron en 630; no destruyeron nada".
Durante el asedio de 39 días los israelíes dispararon dentro de la iglesia, prendieron fuego a varias estancias del complejo y mataron a ocho palestino e hirieron a 25".

La experiencia de los 250 sitiados fue muy dura, tanto en el aspecto material como en el psicológico. "Nos faltó comida, electricidad, agua potable y servicios. Tuvimos que dormir en el suelo. Aunque las monjas y monjes nos proporcionaron mantas, no hubo suficientes para todos", afirma.

Dawoud se deshace en elogios para con los sacerdotes católicos y ortodoxos. "Desempeñaron un papel muy constructivo. Su postura era "esta es nuestra iglesia y no nos marcharemos". Sus habitaciones se vieron expuestas al fuego israelí para obligarlos a salir de la iglesia, pero permanecieron en ellas hasta que terminó el sitio el 10 de mayo", afirma Dawoud. La presencia de seglares cristianos y de musulmanes entre los que se habían refugiado en la iglesia consolidó las relacione entre cristianos y musulmanes, según Dawoud, "porque la agresión israelí no hacía diferencias entre unos y otros".

Extradición

Dawoud no teme la extradición a Israel desde su lugar de asilo. "La Unión Europea y cada Estado miembro tiene sus propias leyes y toma de decisiones. Estos Estados saben muy bien que ninguno de nosotros está relacionado con actividad criminal alguna. Pedimos nuestra libertad. Nuestra deportación es una cuestión política. Vamos a países que tienen sistemas democráticos y respetan los derechos humanos. [En estas circunstancias] un país receptor nunca ha entregado a su huésped. No existen precedentes. Los europeos son bien conocidos por sus buenas intenciones y nos tratarán acorde con ello. La UE no es como Israel respecto a romper acuerdos", declara.

Tampoco da mucha importancia a las protestas hechas por el Comité Internacional de la Cruz Roja contra la deportación de los 13 hombres, que alegan que era una violación de la Cuarta Convención de Ginebra. "Para empezar, la ocupación es, en principio, una violación de todas las convenciones. La ocupación es la negación de la presencia del otro. Es un intento de obliterar la presencia de los palestinos en su tierra. La deportación es uno de los medios utilizados por Israel para conseguir este fin", afirma Dawoud.

Dawoud cree que la política del primer ministro israelí Ariel Sharon demuestra claramente su intención de transferir a los palestinos de su tierra. Niega que el presidente palestino, Yaser Arafat, estuviera de acuerdo con la mediación norteamericana para levantar el asedio: "Pedimos al presidente que aceptara este acuerdo por dos razones. En primer lugar, la iglesia es un lugar santo. El fracaso en levantar el asedio habría significado su destrucción. En segundo lugar, debido al asedio de la iglesia, 140.000 palestinos que viven en el área de Belén estaban sometidos al mismo asedio. Esas son las razones por las que apelamos a presidente Arafat. La propuesta protegió la iglesia y protegió a nuestra gente, aun cuando algunos de nosotros fuéramos sacrificados al ser deportados", indica Dawoud. Afirma que la decisión de deportación no fue tomada por la AP; todos los que estaban en la iglesia firmaron el documento solicitando a Arafat que aceptara el trato.

Si bien España [3], Bélgica y Portugal no han identificado a sus huéspedes palestinos, Italia acoge a Ibrahim Mohamed Abayat, Mohamed Said Atallah Salem y Khaled Abu Najme, y Grecia a Mohamd Muhanna y Mamdouh Wardiyan. Irlanda acoge a Jihad Jaara que está recibiendo tratamiento médico debido a una pierna herida con una bala israelí, y Rami Kamel. Bélgica ha declarado que dará asilo político a deportados no identificados.


Notas de CSCAweb:

1. El Estado español acogió a Ahmad Mamamra, Aziz Jubrane e Ibrahim Musa Abayat. Véase el comunicado del CSCA reproducido al margen.
2. Organización vinculada a al-Fatah.
3. El gobierno español no ha informado de la identidad de los tres deportados recibidos en el Estado español. Inicialmente ubicados en Madrid, en la actualidad se encuentran en la provincia de Soria.



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