¿Está usando
Israel armamento con uranio empobrecido contra los palestinos?
Interrogantes sobre
un informe no publicado
Nadi Fadel al Rabi'i *
Al-Quds Al-Arabi, 29 de marzo de 2002
Traducción: Pedro Rojo, CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
17-04-02
La Autoridad Palestina ha venido
pidiendo de forma reiterada a la comunidad internacional el envío
de una comisión de observadores que investigue el uso
por parte de las fuerzas de ocupación israelíes
de proyectiles revestidos de uranio empobrecido contra civiles
palestinos. Esta petición dio sus frutos tras la propuesta
de la Asociación de Comités de Trabajo Sanitario
de EEUU de formar una comisión, que realizó una
visita a los Territorios Ocupados en junio de 2001. El informe
de esta comisión no ha sido finalmente publicado
Yaser Arafat, presidente de la Autoridad Palestina (AP), ha
venido pidiendo de forma reiterada a la comunidad internacional
el envío de una comisión de observadores que investigue
el tema del uso, por parte de las fuerzas de ocupación
israelíes, de proyectiles [revestidos] de uranio empobrecido
contra civiles palestinos. Esta petición dio sus frutos
tras la propuesta de la Asociación de Comités de
Trabajo Sanitario de EEUU de formar una comisión reducida
compuesta por Samia Halabi, estadounidense de origen palestino,
su compatriota Damacio López y el holandés Henk
van der Keur. Dicha comisión realizó una visita
a los Territorios Ocupados de Gaza y Cisjordania en junio de
2001. Al final de su misión realizaron un informe que
no ha sido publicado por las limitaciones de la misión,
así como por no haber observado en sus mediciones radiaciones
fuera de lo normal.
Una vez acabados los trabajos de los observadores, el presidente
Arafat declaró que puede que haya mediciones interesantes
que prueben el uso por parte del Ejército israelí
de proyectiles de uranio empobrecido. Tras estas declaraciones
el corresponsal de la televisión holandesa Edu Rustintal
llamó por teléfono a uno de los miembros del equipo,
Henk van der Keur, para confirmar esta información. Pero
Der Keur negó categóricamente la existencia de
cualquier medición que indique la presencia de uranio
diciendo: "ya he aclarado que los israelíes tienen
un proyecto para construir misiles para tanques que contienen
uranio empobrecido, pero nunca he dicho que el Ejército
israelí haya usado estos proyectiles, ya que no hay pruebas
de ello".
Así mismo, aseguró que Samia Halabi estuvo en
contacto con el Creciente Rojo durante la presencia de la comisión
en territorio palestino, negando que exista ningún atisbo
de contaminación en las zonas que ella analizó.
A raíz de esta información, el Creciente Rojo cerró
el expediente del uranio empobrecido por falta de pruebas.
Informe no publicado
Por una parte, el presidente Arafat asegura que la comisión
puede que haya detectado mediciones que afirman la contaminación
por uranio empobrecido; por la otra, la comisión por boca
de Van der Keur lo ha desmentido y se ha negado a publicar el
informe por no contener información útil. ¿Habrá
encontrado de verdad la comisión indicios inusuales y
ha decidido no publicarlo quién sabe por qué, y
es esto a lo que ha llevado a Arafat a desautorizar a la comisión
con sus declaraciones sobre los resultados positivos? ¿O
quizá la misión estaba compuesta por miembros con
un perfil insuficiente para esta labor? Pero si esto es así
por qué habla el presidente de aspectos positivos.
Para lograr una respuesta satisfactoria debemos tener acceso
al informe de la comisión. Eso es lo que hizo la organización
Voces Contra el Uranio Empobrecido, que actualmente tiene su
centro de actividades en Holanda. A través de Henk van
der Keur logramos una copia del informe tras asegurar que no
se publicaría, y así lo hemos hecho. Pero hay algunos
detalles dignos de ser discutidos para, quizá, dar con
una respuesta satisfactoria.
Primero: la ausencia total, en las 13 páginas del informe,
de estadísticas y tablas. El lenguaje usado es más
literario que científico, a pesar de que se haga alusión
a las 490 mediciones que tomó la comisión durante
su visita de tres días a Beit Sahur, Beit Yalal y a la
Franja de Gaza. Además de datos de poca importancia como
el nombre del aparato que usaron para medir las radiaciones:
Eber Line Instrument Radiation Alert Monitor. También
se informa que ha sido Samia Halabi la que ha redactado el informe
en el que plasma su preocupación por el aspecto humano
del drama palestino. Nosotros no menospreciamos sus esfuerzos,
al contrario la alentamos para que cuente unos hechos que revelan
los crímenes cometidos por el Ejército israelí.
Pero el otro drama, que es el que nos ocupa ahora y para el cual
se formó la comisión, también está
dentro de la denuncia de los crímenes israelíes.
Pero hay que tener en cuenta que los efectos perjudiciales del
uranio empobrecido son más dañinos y más
duraderos que el cierre de los territorios o que la destrucción
de las casas.
Segundo: durante la visita del comité al Centro de
Salud de la Autoridad Palestina uno de sus miembros, Damacio
López, se entrevistó con el coronel Muslih Ali
Mohamed Ariqat que le habló de su caso: mientras estaba
al mando de una zona bombardeada por los israelíes sintió
dificultades respiratorias, a lo que siguió una opresión
en el pecho que se agravó con el tiempo y que le hizo
pasar tres meses postrado en cama. Después en varias partes
de su cuerpo han surgido tumores. También le comunicó
que ahora se fatiga por cualquier causa y que su aparato inmunológico
se ha debilitado de forma notable. Tras observar el caso del
coronel, Damacio López le dijo: "tus síntomas
son parecidos a los de la Guerra del Golfo".
¿Ha mencionado la comisión algún argumento
que afirme la validez de las dudas de Damicio López sobre
el caso del coronel? ¿Han llevado a cabo por lo menos
los análisis pertinentes para determinar si es verídica
la hipótesis de relacionar estos síntomas con los
de la Guerra del Golfo? Esto podría haber confirmado el
uso por parte de los israelíes de uranio empobrecido en
sus bombardeos y demoliciones. Pero, y eso queda claro en el
informe, no hay ninguna prueba al respecto, lo cual nos lleva
a la conclusión de que actuaron de forma irresponsable
y muestra la insolvencia del comité, lo que nos conduce
al siguiente punto.
Tercero: Damacio López no supo seguir adecuadamente
el caso del coronel Muslih y ni tomar las medidas oportunas,
y también tuvo dudas en varias de las mediciones del aparato
que han usado para observar las radiaciones. Sirva de ejemplo
uno de las análisis que estaba realizando en una zona
donde el instrumento de medición había observado
niveles elevados de contaminación (radiaciones) y que
sin embargo Damacio no registró, como el resto de mediciones
anormales, alegando unas veces como excusa el efecto del humo
de los coches, y otras el de los incendios de las casas demolidas.
Este vocabulario poco científico en el informe me recordó
lo que dijo el Pentágono tras la Guerra del Golfo sobre
el aumento de casos de cáncer de pulmón entre los
soldados estadounidenses y otros síntomas preocupantes
que dieron lugar a posteriori lo que se llama el Síndrome
de la Guerra del Golfo. El Pentágono achacó estos
casos al tabaco y no al uranio empobrecido. Estos extremos han
sido confirmados tras largas investigaciones científicas
que aseguran que partículas de gas-polvo producidas al
explotar el uranio empobrecido que se convierten en óxido
de uranio, y que transportado por el aire penetra en los pulmones
y producen el cáncer.
Pero la diferencia entre las declaraciones del Pentágono
y las de Damacio son el efecto que tienen sobre el receptor.
La gente está acostumbrada a escuchar mentiras de este
tipo en las declaraciones del Pentágono, por lo que sólo
producen risas.
El Pentágono tiene miedo de efectuar declaraciones
sobre los efectos devastadores que tiene el uranio sobre la salud,
eso desencadenaría la indignación en los corazones
de los soldados americanos que participaron en la Guerra del
Golfo. Por su parte, el ministro de Defensa británico
reconoció que tenía conocimiento del peligro del
uranio empobrecido desde el año 1997 durante la Guerra
de los Balcanes, donde las fuerzas británicas y estadounidenses
participaron en el marco de la OTAN, aunque tuvieron menor protagonismo
que en la Guerra del Golfo. Esta información fue publicada
en el periódico inglés The Guardian tras
la creciente presión europea de los soldados que han sufrido,
por su participación en la Guerra de Bosnia o Kósovo,
problemas parecidos a los de la Guerra del Golfo, por lo que
pasó a conocerse como el Síndrome de los Balcanes
o Síndrome de la OTAN.
Pero lo que dijo Damacio no produce risas sino preguntas
sobre su intencionalidad. Pero las actividades de Damacio en
el contexto de la energía nuclear y el uranio empobrecido
aleja cualquier sospecha de "complicidad" por su parte
para negar el uso de [armamento revstido con] uranio empobrecido
y nos impulsa a pensar que simplemente el error se deriva de
su insuficiente capacidad científica para llevar a cabo
esta misión. Damacio es un activista de este campo pero
no un especialista, al igual que ocurre con Van der Keur que
también es un activista de la Fundación Laka en
Holanda. Existe una gran diferencia entre ser un activista y
un especialista en la materia. La labor de los activistas contra
el uranio es muy importante, ya que tienen que dar a conocer
la problemática apoyándose en las investigaciones
que han realizado los expertos. Pero si los activistas interpretan
el papel de los investigadores dañan de forma definitiva
la causa justa por la que luchan. Y sintiéndolo mucho,
esto es lo que ha ocurrido con esta comisión que ha negado
el uso de uranio por parte de las fuerzas israelíes por
falta de evidencias, cerrando de esta manera todas las puertas
para que la AP pueda pedir otra comisión.
Cuarto: finalmente, ya podemos afirmar que la idea del presidente
palestino cuando habló de los resultados positivos logrados
por esta comisión está clara. Las mediciones altas
recogidas por los instrumentos de análisis de radiación
y que fueron rechazadas por la comisión, son para los
palestinos las pruebas que llevan tanto tiempo esperando. La
respuesta palestina se produjo en cuanto se acabó el trabajo
de la comisión, pero eso no varía la situación
ni un ápice si la comisión mantiene sus declaraciones
y su negativa.
Sólo nos queda afirmar que una comisión como
ésta, compuesta por activistas insuficientemente cualificados
desde el punto de vista científico, no va a minar nuestro
inquebrantable esfuerzo de lucha por Palestina. Creemos que es
necesario presionar para hacer revivir este tema de nuevo y defender
el derecho de los palestinos a que se les preste atención
internacional sobre este tema.
También creemos fundamental insertar el caso del uso
israelí de uranio empobrecido contra los palestinos en
el marco de la campaña internacional contra el uranio.
Por lo tanto en nuestras campañas no debemos limitarnos
a hablar del Síndrome de la Guerra del Golfo o de los
Balcanes sino también del Síndrome de la Guerra
de Palestina.
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