Palestina


Enlaces relacionados.
Textos de Mayed Nasar, vicepresidente de la UHWC, en CSCAweb:

Perspectivas palestinas tras la elección de Sharon

La Intifada Al-Aqsa: el rechazo a la rendición

¿Desarrollo bajo la ocupación?


¿Qué es la Unión de Comités de Trabajadores de la Salud (UHWC)?
La UHWC es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que surgió en 1985 con el fin de estrechar el vacío existente en el campo de la atención sanitaria entre la población palestina que vive en los Territorios Ocupados (TTOO) por Israel. La Unión provee atención médica a todas las personas sin distinción a causa de su raza, sexo, religión o filiación política.
La UHWC se propone los siguientes objetivos:
a. Contribuir a la creación de una infraestructura sanitaria sólida en Palestina;
b. Participar en la formulación y diseño de las políticas nacionales de atención médica;
c. Garantizar la accesibilidad de servicios médicos adecuados a toda la población palestina;
d. Incrementar la concienciación sobre la necesidad de la atención médica en los sectores marginales de la sociedad;
e. Contribuir activamente en la construcción de una sociedad civil en Palestina.


CV de Mayed Nasar

Fecha de nacimiento:
14/01/1953

Lugar de nacimiento:
Beit Sahur (Palestina)

Graduado: 1970

1970-1980: Escuela de Medicina de Hamburgo (Alemania)

1980-1987: Especialización en Medicina Interna en Alemania

Desde 1988: Director del Centro Médico de Beit Sahur / Union of Health Work Committees (UHWC)

Desde 1995: Vicepresidente de UHWC y responsable de Relaciones Exteriores.

Miembro del equipo de dirección de las siguientes organizaciones:
- Alternative Information Center
- Defence for Children International
- Grupo de Turismo Alternativo



Palestina

'La ocupación israelí es como un cáncer'

Carta del Dr. Mayed Nasar, de la Unión de Comités de Trabajadores de la Salud de Palestina

"Como médico, comparo la ocupación israelí, en general, y los asentamientos, en particular, con el cáncer. El que una vez fuera un cuerpo joven, activo y vigoroso sufre el ataque de células cancerosas que lo destruyen y lo deforman transformándolo en una miserable estampa de lo que fue..."

Beit Sahur (Palestina), 12 de julio de 2001 (Traducción del CSCA)

Estimados amigos:

El bombardeo de Beit Sahur de hace unos días ha causado un tremendo escándalo . Los soldados israelíes y sus tanques se situaron delante de la parte oriental de Beir Sahur y bombardearon varias veces seguidas dos casas, creando devastación y pánico. A pesar de que la policía palestina trató de resistir la invasión, hay que decir que no ha habido contra-ofensiva palestina. Todos en Beit Sahur escuchamos el bombardeo y recibimos las noticia con aparente calma. Lo estábamos esperando.

Conocida en el exterior, Beit Sehur tiene cierto renombre entre mucha gente extranjera, bien de oídas o porque han hecho visitas repetidas a esta bella ciudad palestina. Es una ciudad pequeña, con solo 13.000 habitantes, pero es una ciudad viva, activa y cosmopolita, con una población de posiciones relativamente avanzadas. Se hizo "famosa" durante la primera Intifada, cuando sus gentes pagaron un alto precio por su movimiento de resistencia civil no violenta contra la ocupación israelí expresado en el rechazo al pago de impuestos. En 1989 la ciudad fue sometida al toque de queda durante 44 días consecutivos durante los cuales los soldados israelíes repetidamente arrasaron más de 200 tiendas y negocios palestinos. Mucha gente fue detenida y encarcelada entonces.

La devastación actual, sin embargo, no afecta sólo a Beit Sahur. Esta semana, en el campamento de refugiados de Shufat, se han destruido 14 casas. Igualmente, en Rafah otras 15 viviendas y cientos de acres de rica tierra agrícola han sido devastadas por los buldózeres israelíes. En Hebrón, 40.000 personas siguen viviendo la pesadilla cotidiana de los toques de queda casi permanentes que Israel impuso hace nueve meses. Sus movimientos están estrechamente vigilados por 400 violentos colonos judíos que actúan bajo la protección directa del ejército israelí (aproximadamente dos mil soldados). El acceso a Jerusalén está prohibido a los palestinos. (De hecho, esta prohibición se ha mantenido invariable desde la Guerra del Golfo en 1991). El movimiento entre las ciudades y las aldeas palestinas está severamente restringido y casi siempre es imposible. Incluso nuestros equipos médicos deben hacer frente día si y día no a situaciones que amenazan sus vidas al tener que desplazarse a aldeas remotas que no cuentan con centros de atención médica. La actividad de la extensión de los asentamientos de colonos continúa igual que siempre y Sharon ha prometido incluso construir más.

Y ayer, [11 de julio] a las 11.30 horas, los soldados israelíes prohibieron a Firyal Mahmud Idris y a su marido cruzar el puesto de control fronterizo de Taysir al norte de Cisjordania. La Sr. Idris, una madre de 30 años con dos hijos, estaba de parto y se dirigía al Hospital de Nablus para dar a luz. Tras ser obligada a esperar durante más de una hora en el puesto de control, dio a luz en el coche. El bebé murió un poco más tarde cuando se dirigían a nuestro centro médico de Tubas. La Sra. Idris padeció un fuerte shock y sufría una fuerte hemorragia vaginal. Su marido confirmó que los soldados israelíes sabían lo que estaba ocurriendo y, sin embargo, les retuvieron esperando en el puesto de control.

Como médico, comparo la ocupación israelí, en general, y los asentamientos, en particular, con el cáncer. El que una vez fuera un cuerpo joven, activo y vigoroso sufre el ataque de células cancerosas que lo destruyen y lo deforman transformándolo en una miserable estampa de lo que fue. Mientras tanto, las células cancerígenas crecen y prosperan y siguen destruyendo todo lo que encuentran a su alrededor. ¿Qué decimos los médicos a nuestros pacientes? Les decimos que hoy no hay cura posiblepara el cáncer pero que tal vez algún día en el futuro la haya. Les alentamos para que sean fuertes aunque tengan que hacer frente a un dolor insoportable. Les asistimos para que se preparen a morir animándoles a que estén en paz consigo mismos, con sus familias y con sus amigos. A veces incluso les hacemos saber las "buenas noticias" de que quizá, algún día sus hijos serán beneficiarios de un tratamiento que la investigación médica sacará adelante. También llegamos a decirles claramente que no deben rendirse a la enfermedad. Que deben luchar y hacer frente con todas sus fuerzas, con todo el aire que queda en sus pulmones, con toda la sangre que circula aún por sus venas. Y ellos luchan con dignidad. No pueden morir como el recién nacido de la Sra. Idrid... inerme y desamparado.

Esto es lo que digo a mis pacientes y esto es lo que espero y deseo del pueblo palestino.

Dr. Mayed Nasar
Director médico del Hospital de Beit Sahur

Comités de los Trabajadores de la Salud

(Texto difundido en Internet desde el Centro Médico de Beit Sahur)