Dirigir la Intifada
Amira Howeidy
Al-Ahram Weekly, núm. 619, 2 a 8 de enero de 2003
Traducción: Loles Oliván, CSCAwerb (www.nodo50.org/csca)
"Según avanza
la proyectada guerra dirigida por EEUU contra Iraq, las tensiones
encubiertas están saliendo a la superficie en la región.
Y resuenan altamente en El Cairo, donde se está llevando
a cabo la preparación de una segunda ronda de negociaciones
entre las facciones palestinas destinada a 'discutir' más
que a 'parar' las operaciones dentro de las fronteras israelíes
de 1967. Egipto siente el peligro de la guerra de EEUU contra
Iraq y su política de cambio de régimen y de 'reformas'
para la región".
Según avanza la proyectada guerra dirigida por EEUU
contra Iraq, las tensiones encubiertas están saliendo
a la superficie en la región. Y resuenan altamente en
El Cairo, donde se está llevando a cabo la preparación
de una segunda ronda de negociaciones entre las facciones palestinas
destinada a "discutir" más que a "parar"
las operaciones dentro de las fronteras israelíes de 1967
(Línea Verde). Las conversaciones vienen también
rubricadas por la unidad palestina. Según Mohamed Sobeih,
representante palestino en la Liga Árabe, delegados de
seis facciones palestinas mantienen negociaciones bilaterales
con representantes oficiales egipcios orientadas a "conversaciones
de unidad" fijadas en El Cairo para "pronto".
En noviembre de 2002 dos delegaciones del movimiento Fatah
(de Yaser Arafat) y Hamas, el movimiento de resistencia islámico,
llevaron a cabo negociaciones secretas en El Cairo. La reunión
acabó con la recomendación de seguir con las negociaciones
tras consulta a las direcciones de ambos movimientos. Los rumores
confirmaron que las primeras conversaciones se enfocaron en el
cese de las operaciones palestinas dentro de la Línea
Verde [Israel] aunque la posición oficial tanto de Fatah
como de Hamas fue que las conversaciones versaron sobre la unidad
palestina y la situación interna en los Territorios Ocupados
(TTOO), además de la prevista guerra contra Iraq.
Diálogo Fatah-Hamas
Algunos observadores han sugerido que el secretismo que rodeó
a las conversaciones de noviembre y las maniobras en las declaraciones
a los medios de comunicación fueron el resultado de la
historia de fracasos que ha seguido a las conversaciones entre
Fatah y Hamas, algo que ambos están tratando a toda costa
de evitar esta vez. Realmente, la sensibilidad de las cuestiones
a discutir no da lugar a hacer público lo que ocurrió
entre los representantes detrás de la puerta. Y de manera
muy significativa, la puerta tras la que se encerraron era la
del jefe de la inteligencia egipcia, Omar Soliman, quien participó
y, de manera importante, condujo las negociaciones. El diálogo
Fatah-Hamas, después, prosiguió en Gaza.
De acuerdo con fuentes cercanas a las negociaciones, el jefe
del politburó de Hamas, Jaled Meshaal, con base en la
capital siria de Damasco, había visitado en secreteo El
Cairo más de una vez durante el mes pasado para negociar
con antiguos representantes oficiales egipcios la preparación
del terreno para las conversaciones de la semana pasada. Meshaal
transmitió la sugerencia de Hamas de un diálogo
que incluya a todas las facciones palestinas. El Cairo la aceptó
e invitó a Fatah, Hamas, Yihad Islámica, al FPLP,
al FDLP; y al comunista Partido del Pueblo, para mantener conversaciones
bilaterales la semana pasada. Según Sobeih, los delegados
de todas esas facciones hablaron con representantes egipcios
esta semana y al punto de cerrarse esta edición de Al
Ahram Weekly, las conversaciones continuaban entre los representantes
del Partido del Pueblo. Igualmente, se esperaba la llegada a
El Cairo de una delegación de Hamas.
El significado de las conversaciones, según fuentes
bien informadas, yace en el hecho de que esta es la primera vez
que tales representantes oficiales egipcios han abierto un diálogo
con grupos islamistas como Hamas y Yihad Islámica, orquestadores
de la mayoría de las operaciones contra [el interior de]
Israel. En el pasado, la comunicación con Hamas se producía
a través del Departamento de Investigación de la
Seguridad del Estado, dependiente del Ministerio del Interior.
La participación de Soliman ha sido una sorpresa para
Hamas que ha dado la bienvenida a la iniciativa egipcia. El Cairo,
según fuentes de Hamas, respetó las decisiones
del grupo y "no intentó, ni siquiera una vez, presionarnos
para poner fin a nuestras operaciones". Tras cuatro días
de negociaciones durante la última semana de diciembre
de 2002 entre Soliman, el secretario general del FDLP (Frente
Democrático para la Liberación de Palestina), Nayef
Hawatma, declaró también que el cese de las operaciones
suicidas no había sido discutido.
Tales informaciones han sido confirmadas por el ministro de
Exteriores [egipcio] Ahmed Maher, quien en conferencia de prensa
el 30 de diciembre, reveló que "poner fin a la Intifada
o a la resistencia no es una propuesta encima de la mesa".
Fuentes de Hamas, hablando en condición de anonimato,
mantienen que Egipto "siente el peligro" de la guerra
de EEUU contra Iraq y su política de cambio de régimen
y de reformas en la región. "El Cairo está
muy, muy preocupado. Nuestra impresión es que [Egipto]
se está tomando la nueva visión de EEUU muy seriamente
y quiere demostrar que tiene un papel poderoso en el conflicto
árabe-israelí". Es igualmente en interés
de las facciones palestinas unir sus fuerzas e identificar "un
terreno común".
"El objetivo de esas conversaciones es doble", dijo
Meshaal en entrevista telefónica desde Damasco con Al-Ahram
Weekly, "establecer la unidad palestina y poner un fin
al caos interno y a los desacuerdos, que solo sirven a los intereses
de los sionistas"."Queremos desarrollar una visión
política sobre cómo gestionar la resistencia y
la Intifada para hacerla más efectiva", dijo.
Eso pudiera no ser tan fácil, dadas las divisiones
que existen en la propia Fatah. Mahmud Abbas (Abu Mazen),
un abierto opositor a la Intifada, será probablemente
quien encabece la delegación de Fatah en las próximas
conversaciones sobre la unidad, un hecho que muchos comentaristas
ven como un problema para cualquier salida exitosa. Meshaal dice:
"Nosotros negociaremos con cualquier delegado de Fatah [...].
En cualquier negociación nuestra posición es clara.
Tenemos dos constantes: los derechos palestinos y el mantenimiento
de la resistencia". La participación de Abu Mazen
en las conversaciones previstas podría ser también
una táctica del propio Arafat para socavar al hombre que
tanto EEUU e Israel desean que le remplace, dice el activista
palestino asentado en El Cairo, Abdel Qader Yassin, cercano al
FDLP.
Otro obstáculo añadido para el éxito
es que, tras una reunión con Soleiman al mes de noviembre,
el primer ministro Ariel Sharon rechazó ofrecer garantías
de que su ejército estaría obligado por cualquier
tregua negociada con los palestinos.
Pero ello no frena a Egipto y a los palestinos de poner toda
la carnes en el asador de las conversaciones sobre la unidad
que, de tener éxito en la construcción de un frente
nacional, ofrecerá al menos la oportunidad de un progreso
en una región que está tomando aliento a la espera
de que el primer misil aterrice en Bagdad.
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