Palestina


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Palestina

"Me llamo Yamal Zayed, tengo 4 años. Quiero nadar. Quiero un hogar, una casa, y una ventana para mirar por ella" (Dibujo de Yamal Zayed, de Ramala, 4 años)

La voz de la infancia bajo la ocupación: testimonios de niños de un barrio ocupado de Ramala

Traducción: CSCAweb, 4 de abril de 2002

"Yo también empecé a llorar y llorar, pero un minuto después me dije a mí misma, ¿por qué lloras? Éste es nuestro destino"
(Rana Burkan, 9 años)

A los trágicos efectos que la ocupación militar israelí está teniendo sobre las condiciones de vida de la población civil palestina de los Territorios Ocupados, con la detención de cientos de ciudadanos palestinos que han sido torturados y sometidos a un trato humillante que viola todas las convenciones de derechos humanos y especialmente la Cuarta Convención de Ginebra que rige las obligaciones del poder ocupante y los derechos de la población civil de un territorio ocupado militarmente, así como el asesinato de decenas de personas y la destrucción de infinidad de propiedades y hogares, hay que sumar el tremendo impacto que la ocupación y el toque de queda están teniendo sobre la infancia palestina.
Una vez más, los niños se han convertido en las víctimas más frágiles e indefensas de la sociedad civil junto con los enfermos y ancianos. Las escuelas permanecen cerradas, escasean la comida y los medicamentos... La sociedad civil, por su parte, está empezando a organizarse tal y como ocurrió durante las etapas más duras de la primera Intifada que se inició en 1987. Los adultos han comenzado a reunir a los niños de los vecindarios en sus casas y ya están comenzando a llegar testimonios de personas que están reuniendo a niños del mismo edificio de apartamentos para ayudarles a proseguir con sus estudios, con la ayuda de madres y padres de la comunidad. Manal Issa nos remite desde Ramala los testimonios de algunos niños recogidos durante el asedio a la ciudad.
[CSCAweb]

Sábado, 30 de marzo de 2002

"Me llamo Alyyan Zayed. Tengo 9 años. No puedo salir a jugar al patio y tampoco puedo salir de mi casa por el toque de queda. He escondido todos mis juguetes, porque tengo miedo de que los soldados israelíes me lleven si ven que tengo tanques y pistolas de juguete. Ni siquiera puedo ir andando hasta la tienda para comprar chucherías por el toque de queda".
(Alyyan Zayed, 9 años)

"Carta de Rana a todo el mundo: todo este tiempo, mi padre ha estado lejos de aquí. Cuando me di cuenta de que mi hermana y mi mamá lloraban al ver la tele, donde salían los soldados israelíes disparando a los hombres detenidos, me imaginé que mi padre podría ser uno de ellos. Yo también empecé a llorar y llorar, pero un minuto después me dije a mí misma, ¿por qué lloras? Éste es nuestro destino. Mi padre es policía y debemos resistir"
(Rana Burkan, 9 años)

"Quiero ir a la escuela para poder terminar el curso. Quiero ser libre durante el verano, para ir a nadar y jugar. Quiero que los soldados israelíes se marchen de nuestra tierra y se acabe la ocupación y dejen de usar estos tanques tan grandes. No tenemos nada con que hacerles frente. No quiero que ocupen nuestras escuelas, no quiero que las bombardeen"
(Lema Zayyed, 9 años)

"Me llamo Ahmed Tuqan, tengo 7 años. Desde que empezó la Intifada nos hemos cambiado de casa muchas veces. Cada semana vivimos en una casa distinta. Los israelíes entran en las casas y asustan a la gente. Cuando entran en Jerusalén nos vamos a Ramala y cuando entran en Ramala nos vamos a Jerusalén"
(Ahmed Tuqan, 7 años)

"Soy Heba Burkan, tengo 12 años. Queremos paz y seguridad. Queremos amor y cariño. Dadnos una infancia, dadnos libertad"
(Heba Burkan, 12 años)

"Quiero dar las gracias a los países extranjeros que quieren ayudar a los niños palestinos. Estamos pasándolo muy mal. Nuestras ciudades están ocupadas. Yo estoy en Ramala, los soldados israelíes lo han ocupado todo y la ciudad está llena de tanques y de coche militares. Me dan mucha pena los muertos mártires y los heridos, pero nuestros hospitales y médicos nos protegerán"
(Mustafa Mulhem, 8 años)

"Me llamo Yamal Zayed, tengo 4 años. Quiero nadar. Quiero un hogar, una casa, y una ventana para mirar por ella"
(Yamal Zayed, 4 años)

"Me llamo Ala Jibrin. Tengo 12 años. Vivo en Ramallah en una casa vieja de una habitación. No tiene baño. Nosotros y nuestros vecinos utilizamos un baño que está fuera, a 30 metros de la casa. Los soldados israelíes nos han prohibido que vayamos al baño o a la cocina, que también está fuera de la casa. Ni siquiera podemos hacer la comida. Somos ocho hermanos y vivimos una situación muy difícil. Dudamos, no sabemos qué hacer. Si salimos, podrían dispararnos. Ah. Además, los soldados israelíes tiran la basura delante de nuestra puerta y utilizan el baño que está delante de nuestra puerta. No hay luz desde ayer. Estamos nerviosos, en una situación muy difícil. Le pedimos a Dios, o a quien sea que tenga sentimientos humanos en la tierra que interfiera y termine con esta pesadilla que vivimos los niños palestinos"
(Ala Jibrin, 12 años).

"Me llamo Sara Atrash, tengo 5 años. Te quiero mamá"
(Sara Atrash, 5 años)

Domingo, 31 de marzo

"Esta es una situación muy difícil. Me aburro. Mis padres no me dejan jugar en el patio. No me dejan ver la tele porque están viendo las noticias. Estoy triste por los mártires pero también me dio pena escuchar que ahora hay más mártires. Pero puedo jugar con mis amigos del barrio. Lo único que quiero es que los soldados israelíes se vayan de mi tierra, este es mi mejor deseo"
(Ahmad Attrash, 8 años).

"Mientras dormíamos, hemos oído sonido de cristales rotos. Miramos a través de la ventana y vimos a los soldados israelíes rompiendo las ventanas de los coches y robando los radiocassettes. Han roto los cristales de nuestro coche. Gracias a Dios, no nos han quitado la radio. Por la mañana, 15 soldados han entado en mi casa gritando. Han puesto la casa patas arriba, se han llevado detenido a mi papá, y nos han obligado a quedarnos en la cocina que es muy pequeña y está fuera de la casa. Creo que se han llevado a mi papá porque tenemos una bandera palestina. Les hemos visto pegar muy fuerte a los hombres que se llevan detenidos. Dios, eso también es terrorismo, ¿no?"
(Ala Jibrin, 12 años)

"Los soldados israelíes no nos dejaron ir a la cocina ni al baño. Vivimos una situación increíble. El baño está lejos de mi casa (bueno, de la habitación en la que vivimos), así que mis hermanas utilizaron una papelera vacía, pero yo me negué y me empeñé en ir al baño de fuera. Quise hacerles frente a los soldados y mis padres querían impedírmelo, pero al final me dejaron ir advirtiéndome de que tuviera cuidado. Cuando terminé de utilizar el baño, los soldados lo estaban rodeando y me dijeron ¡manos arriba! Uno de ellos me empujó a la fuerza, y empezó a preguntarme que qué hacía, cómo me llamaba, cuántos años tengo... Yo les respondí y estaban a punto de pegarme cuando pude oír a mi padre gritar "¡Deténganse, deténganse, es un niño, solamente ha salido al baño!" Me soltaron y entraron en casa. Cogieron a mis hermanas y hermanos, y nos metieron a todos en la cocina. Han destrozado la casa. Han detenido a mi padre y a otros hombres y les han pegado. Les cubrieron la cabeza con bolsas de plástico y no sabemos dónde les han llevado. He vivido la ocupación y nunca lo olvidaré. Quiero decirles, "¡terminad con la ocupación, con vuestra tiranía, con vuestros asesinatos, parad...!"
(Mizer Jibrin, 15 años, hermano de Ala Jibrin)



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