54 aniversario de la Resolución
194 de la Asamblea General de NNUU
Más de medio siglo
después, el derecho al retorno de los refugiados palestinos
sigue vigente
11 de diciembre de 2002, Comunicado de BADIL
Traducción: Beatriz Morales, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"A pesar de la vergonzosa
falta de apoyo político por parte de las potencias occidentales
a los derechos humanos y al derecho internacional como marco
para diseñar soluciones duraderas para los refugiados
palestinos, el 'mapa vial' de una paz duradera en Palestina/Israel
adoptado por la comunidad internacional en Nueva York, el 11
de diciembre de 1948 sigue siendo tan relevante hoy como lo era
hace más de cincuenta años".
El 11 de diciembre se cumplió el 54 aniversario de
la resolución 194 (III) de la Asamblea General de Naciones
Unidas (NNUU), de 11 de diciembre de 1948, que afirma el derecho
de los refugiados palestinos y de los desplazados al retorno,
a recuperar la posesión de sus casas y propiedades, y
a recibir compensaciones por los daños y las perdidas
sufridos. Cuando hace más de cinco décadas los
miembros de NNUU votaron por abrumadora mayoría a favor
de la resolución 194, esto no sólo reflejaba un
planteamiento verdaderamente humanitario respecto a cientos de
miles de refugiados palestinos, sino que también representaba
un enfoque legal muy bien elaborado respecto a la difícil
situación de hombres, mujeres y niños que sin tener
culpa alguna se vieron brutalmente arrancados del único
lugar que ellos consideraban su hogar.
La resolución no creó una nueva ley o nuevos
derechos: se limitaba a reflejar la legislación y práctica
existentes. En ellas se incluía la prohibición
de desarraigar y expulsar de su tierra, o de privar arbitrariamente
a las personas de su nacionalidad. También reflejaba los
derechos humanos básicos establecidos en la Carta de Derechos
Humanos adoptada por la Asamblea General de NNUU un día
antes de la resolución . Entre los "derechos iguales
e inalienables de todos los miembros de la familia humana"
está el derecho al retorno y el derecho a la propiedad.
Dos años antes del desplazamiento masivo y de la expulsión
de los refugiados palestinos, NNUU ya había afirmado que
la "principal tarea concerniente a las personas desplazadas
es alentar y ayudar por todos los medios posibles el pronto retorno
a sus países de origen" (ECOSOC Res.8/1, 1946).
La resolución 194 reflejaba también los más
profundos anhelos de los propios refugiados. "Cada día
afirmo que mañana será mejor, y cientos de veces
me digo a mí mismo que volveremos a casa", declaró
en 1949 en Gaza un joven refugiado a los trabajadores de la ayuda
internacional. "Igual que vosotros queréis vivir
en vuestra casa con vuestras familia, yo quiero vivir en la mía".
Los miembros norteamericanos, franceses y turcos (el Trío)
de la Comisión de Conciliación para Palestina de
NNUU (UNCCP, en sus siglas en inglés) recogieron en sesiones
públicas celebradas por toda la región el "deseo
unánime" por parte de los refugiados de volver a
sus casas. "La Comisión quedó impresionada
por las expresiones de aquellos portavoces en favor de la vuelta
de los refugiados a sus hogares para vivir allí en paz
con sus vecinos".
En armonía con estas conclusiones y como consecuencia
de las obligaciones del derecho internacional, EEUU, el principal
miembro de la UNCCP, recomendó: "debemos utilizar
todos nuestros esfuerzos, por medio de la Comisión de
Conciliación y por medio de la vía diplomática,
para garantizar el cumplimiento de la resolución de la
Asamblea General de NNUU del 11 de diciembre de 1948; debemos
intentar por todos los medios persuadir a Israel de que acepte
el retorno de todos aquellos refugiados que deseen hacerlo, en
interés de la justicia y como muestra de su deseo de establecer
relaciones amistosas con el mundo árabe; debemos proporcionar
a los gobiernos de los Estados árabes asesoramiento y
orientación para la tarea de integrar en sus estructuras
económicas y sociales a aquellos refugiados que no deseen
retornar a Israel". (Documento Normativo, Departamento de
Estado, "Refugiados palestinos", 15 de marzo de 1949)
Derechos y sueños
Hoy, sin embargo, la sola mención del derecho al retorno
sigue provocando escalofríos a la mayoría de los
políticos internacionales, incluyendo a la mayoría
de los miembros del denominado Cuartero (EEUU, Unión
Europea, Rusia y NNUU) [1]. Aquellos que hablan del retorno,
incluyendo a los propios refugiados, rápidamente son descalificados
y tachados de soñadores, de poco prácticos y de
irrelevantes. Algunos comités asesores internacionales
llegan incluso a sugerir que en el caso palestino el derecho
básico al retorno se encuentra en guerra con la paz. Nadie
se molesta en explicar por qué los refugiados palestinos
son tan distintos de cualquier otro refugiado en el mundo. Nadie
se molesta en explicar por qué los derechos humanos básicos,
incluyendo el derecho al retorno y a la restitución, no
se aplican a los refugiados palestinos. Nadie se molesta en explicar
por qué a un refugiado palestino que exprese un deseo
sincero de retornar y vivir en paz como ciudadano de Israel se
le acusa de provocación, como defensor de la violencia,
e incluso de terrorismo.
No deja de ser irónico que mientras la comunidad internacional
trata de devolver al pueblo palestino al conjunto de las
naciones, también está tratando constantemente
de excluir a los refugiados palestinos, que son la mayoría
del pueblo palestino, de aquellos derechos universales que se
conceden a todos los individuos del mundo. Al parecer, éste
es el "compromiso histórico", el "precio
de la paz" que se pide al pueblo palestino. Sinceramente,
el precio es histórico: ningún otro
grupo de refugiados ha sido tan presionado para que renuncie
a sus derechos básicos tanto al principio de las negociaciones
como al término de éstas. Sin embargo, este denominado
compromiso para la paz siquiera puede ser considerado
como el "traje del rey" del cuento popular. Lo que
en realidad se está pidiendo es la mismísima alma
del rey.
¿Por qué? La mayoría de los políticos
internacionales que eluden, refutan o incluso descalifican el
derecho al retorno en el caso palestino aluden al equilibrio
político. El argumento no deja de tener su mérito.
Israel ha utilizado un flagrante poder militar, legal y administrativo
para bloquear el retorno de los refugiados palestinos. Lo mismo
hizo Slodoban Milosevic en Bosnia y Kosovo. La diferencia es
que en los Balcanes la comunidad internacional no tuvo miedo
de cuestionar las subyacentes políticas étnicas,
nacionales y religiosas que regulaban el uso de poder para expulsar
primero y bloquear después el retorno de los refugiados.
Ahí es donde calla la comunidad internacional y sus políticos
en el caso palestino. Ahí es donde el apoyo a las democracias
multiétnicas y el respeto a los derechos humanos se convierte
en una simple quimera. Hasta un artículo puntual en la
prensa israelí es más honesto. Si Israel se uniera
a la Unión Europea, afirmaba recientemente un comentarista
(Ha´aretz, 10 de diciembre de 2002), "tendrían
que anular la Ley del Retorno [...] y todas las leyes que discriminan
a favor de los judíos [...] Con ello, se convertiría
de repente en un Estado de todos sus ciudadanos", incluyendo
a los refugiados palestinos.
A pesar de la vergonzosa falta de apoyo político por
parte de las potencias occidentales a los derechos humanos y
al derecho internacional como marco para diseñar soluciones
duraderas para los refugiados palestinos, el "mapa vial"
[roadmape, en inglés] de una paz duradera en Palestina/Israel
adoptado por la comunidad internacional en Nueva York el 11 de
diciembre de 1948 sigue siendo tan relevante hoy como lo era
hace más de cincuenta años. La conformidad de la
resolución 194 con el desarrollo de principios legales
internacionales y práctica estatal durante las pasadas
cinco décadas otorga un mayor peso a su valor como marco
normativo para soluciones duraderas del problema de los refugiados
palestinos hoy. Desde África a Asia, pasando por América
central y Europa, durante más de cincuenta años
la comunidad internacional ha prestado su apoyo a aquellos refugiados
que simplemente tratan de volver a su casa, reconociendo que
una paz duradera no es posible en contra del no correspondido
deseo y derecho de los refugiados a retornar a su hogar. Los
refugiados palestinos no merecen menos.
Nota de CSCAweb:
1. El 17 de
septiembre pasado los representantes del Cuarteto, EEUU, Rusia,
la UE y Naciones Unidas, hicieron público un nuevo plan
para la paz en Oriente Medio en el que se asientan las bases
de un también denominado roadmap ("mapa vial"
en su versión aproximada al castellano) concreto para
alcanzar un arreglo político entre palestinos e israelíes
en un periodo de tres años. Véase en CSCAweb: Loles
Oliván: "Israel, EEUU y Palestina: el cambio de las
'reglas del juego' a la sombra de la guerra contra Iraq"
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