Día Internacional de Solidaridad
con el Pueblo Palestino
"Nosotros,
el pueblo árabe palestino"
Anónimo*
29 de noviembre de 2002
Traducción del árabe: Javier Barreda
CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"Ahora, escuchad la
voz de los siete millones de palestinos. Escuchad la voz de la
Intifada: somos conscientes de que los gobiernos occidentales
que apoyan al Estado sionista no nos darán nuestros derechos
y nuestra decisión es vivir libres o morir intentándolo".
Hay siete millones
de nosotros: un millón y un cuarto viven en Cisjordania,
un millón vive en Gaza, un millón y medio viven
en los territorios ocupados en 1948, y el resto vive a lo largo
y ancho de la Tierra.
En Cisjordania y Gaza vivimos bajo la ocupación militar
sionista; en los territorios del 48 vivimos como ciudadanos de
segunda clase; en los países árabes, la mayoría
vivimos en campamentos de refugiados... ¡Pero no siempre
hemos vivido así!
Hubo un tiempo en el que teníamos casas, jardines,
granjas y fábricas que habían sido antes de nuestros
padres, y antes de los suyos, y antes de los suyos, y antes....
Nuestra tierra se extendía desde el río Jordán
hasta el Mediterráneo y se llamaba Palestina;
entre nosotros vivía un pequeño número de
judíos y vivíamos en paz e igualdad...
A consecuencia de lo que sucedió en Europa, el movimiento
sionista comenzó a ganar apoyos y empezó a pedir
un Estado. Dijeron: "El Estado judío debe estar en
Palestina", "una tierra sin pueblo para un pueblo sin
tierra".
De la noche a la mañana se nos privó de la condición
humana. Nuestro país, que se encontraba bajo la ocupación
británica, se convirtió repentinamente en un inmueble
deshabitado y los británicos se otorgaron a si mismos
el derecho a disponer de él.
Miles de judíos ocupantes vinieron a nuestras costas y
expulsaron por la fuerza a nuestro pueblo indefenso a los estados
vecinos.
En el año 1948 nuestras casas, nuestros jardines, nuestras
granjas y nuestras fábricas se convirtieron en suyas.
Lo llamaron Israel.
Durante más de 20 años nos amontonamos en campamentos
de refugiados, esperando que el mundo, que había ayudado
a los judíos, nos ayudara a nosotros. En lugar de ayuda
recibimos despotismo.
En el año 1967, el ejército sionista invadió
Cisjordania y Gaza, los últimos dos trozos de Palestina.
Les impusieron una dictadura militar.
Durante 35 años intentamos por todos los medios convencer
al mundo para que reconociera nuestra humanidad y nos concediera
los derechos de los que disfrutan los humanos. La respuesta fue
el bombardeo de nuestros campamentos, la muerte de nuestras mujeres
y niños, el asesinato de nuestros dirigentes, la extracción
de nuestros árboles, la destrucción de nuestras
casas.
Cuando intentamos defendernos, nos calificaron de "terroristas
y criminales"...
Levantaron la veda a la caza de nuestro pueblo. Nos mataron
en nuestras tiendas, nos torturaron en sus cárceles, nos
tendieron trampas en nuestro exilio.
Durante 35 años buscamos la justicia. Recibimos agresiones.
Exigimos a los gobiernos del mundo nuestros derechos nacionales.
Nos dieron un pedazo de papel en el que ponía: "resoluciones
legales internacionales".Utilizamos la argumentación,
la lógica y las armas para que los gobiernos de Occidente
se dieran cuenta de que apoyar al Estado sionista significaba
dictar la pena de muerte de nuestro pueblo. Recibieron más
apoyo.
Nuestros dirigentes dijeron al mundo que el pueblo palestino
quería obtener sus derechos por medios pacíficos,
pero que utilizaríamos otros si no había otro camino.
La voz de la Intifada
Ahora, escuchad la voz de los siete millones de palestinos.
Escuchad la voz de la Intifada:
Somos conscientes de que los gobiernos occidentales que apoyan
al Estado sionista no nos darán nuestros derechos y nuestra
decisión es vivir libres o morir intentándolo.
Al Estado sionista, y a través de él, al mundo,
le comunicamos lo siguiente:
Si nos ordenáis que nos dispersemos, nos reuniremos.
Disparadnos si queréis.
Si nos encerráis en los campamentos, saldremos a campo
abierto. Enterradnos vivos si queréis.
Si nos pedís que trabajemos en vuestras fábricas,
nos quedaremos en nuestras casas. Recluidnos en vuestras cárceles
si queréis.
Si nos ordenáis que compremos vuestros productos, cultivaremos
y fabricaremos los nuestros. Destruid nuestras granjas y nuestras
casas si queréis.
Si nos pedís impuestos, no os daremos nada.
Si nos ordenáis que llevemos el carné de identidad,
llevaremos la bandera palestina.
Privadnos del agua y la comida si queréis.
Cualquier ley que promulguéis, la violaremos; cualquier
demanda que nos hagáis, la ignoraremos; cualquier acto
que nos prohibáis, lo realizaremos.
Sacad vuestros bastones y partidnos los huesos si queréis.
Cada vez que caiga uno de nosotros, otros diez ocuparán
su lugar
Llevaos diez a la cárcel, encontraréis cien
esperando cuando volváis.
Romped veinte brazos, una tormenta de piedras restallará
a vuestro alrededor
Cuando vuestras balas maten a nuestros hijos, adoptaremos
a los que habéis dejado huérfanos.
Hacednos pasar hambre, comeremos raíces y moras.
Cegad nuestros pozos, beberemos el rocío.
Destruid nuestras casas, viviremos en cuevas.
No conseguiréis más que nuestro rencor, y nuestro
rencor os pesará.
Lo único que tenemos que perder es la vida, y si no
queda otro remedio la daremos contentos.
Este comunicado está firmado por todos los palestinos,
en Palestina y en el exilio. Aquí, en nuestras Cisjordania
y Gaza ocupadas, ha surgido la Intifada. No cesará. Conseguiremos
nuestra libertad o nos convertiremos en las primeras víctimas
de un genocidio racista en el siglo XXI.
Porque nada sino nuestros derechos nos satisfará, y
nada excepto un genocidio nos detendrá
Firmado,
El pueblo palestino
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