Palestina


* Este texto, de autor desconocido, fue leído por Aida Dabas, del Comité Jordano de Apoyo a Iraq, en el acto de homenaje al pueblo palestino celebrado en el marco del 'Encuentro Internacional contra el Proyecto Euromediterráneo y la globalización capitalista en el Mundo Árabe' organizado en Valencia por el CSCA en abril de 2002. Javier Barreda es arabista y profesor de la Universidad de Alicante.

Enlaces relacionados:

Ahora más que nunca, con Palestina: Declaración del CSCA con motivo del 29 de noviembre, Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino

29 de Noviembre de 2001: Paz con justicia para Palestina Por los derechos nacionales del pueblo palestino

Palestina


Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino

"Nosotros, el pueblo árabe palestino"

Anónimo*

29 de noviembre de 2002
Traducción del árabe: Javier Barreda
CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

"Ahora, escuchad la voz de los siete millones de palestinos. Escuchad la voz de la Intifada: somos conscientes de que los gobiernos occidentales que apoyan al Estado sionista no nos darán nuestros derechos y nuestra decisión es vivir libres o morir intentándolo".

Hay siete millones de nosotros: un millón y un cuarto viven en Cisjordania, un millón vive en Gaza, un millón y medio viven en los territorios ocupados en 1948, y el resto vive a lo largo y ancho de la Tierra.

En Cisjordania y Gaza vivimos bajo la ocupación militar sionista; en los territorios del 48 vivimos como ciudadanos de segunda clase; en los países árabes, la mayoría vivimos en campamentos de refugiados... ¡Pero no siempre hemos vivido así!

Hubo un tiempo en el que teníamos casas, jardines, granjas y fábricas que habían sido antes de nuestros padres, y antes de los suyos, y antes de los suyos, y antes....

Nuestra tierra se extendía desde el río Jordán hasta el Mediterráneo y se llamaba Palestina;
entre nosotros vivía un pequeño número de judíos y vivíamos en paz e igualdad...

A consecuencia de lo que sucedió en Europa, el movimiento sionista comenzó a ganar apoyos y empezó a pedir un Estado. Dijeron: "El Estado judío debe estar en Palestina", "una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra".

De la noche a la mañana se nos privó de la condición humana. Nuestro país, que se encontraba bajo la ocupación británica, se convirtió repentinamente en un inmueble deshabitado y los británicos se otorgaron a si mismos el derecho a disponer de él.
Miles de judíos ocupantes vinieron a nuestras costas y expulsaron por la fuerza a nuestro pueblo indefenso a los estados vecinos.

En el año 1948 nuestras casas, nuestros jardines, nuestras granjas y nuestras fábricas se convirtieron en suyas. Lo llamaron Israel.

Durante más de 20 años nos amontonamos en campamentos de refugiados, esperando que el mundo, que había ayudado a los judíos, nos ayudara a nosotros. En lugar de ayuda recibimos despotismo.

En el año 1967, el ejército sionista invadió Cisjordania y Gaza, los últimos dos trozos de Palestina. Les impusieron una dictadura militar.

Durante 35 años intentamos por todos los medios convencer al mundo para que reconociera nuestra humanidad y nos concediera los derechos de los que disfrutan los humanos. La respuesta fue el bombardeo de nuestros campamentos, la muerte de nuestras mujeres y niños, el asesinato de nuestros dirigentes, la extracción de nuestros árboles, la destrucción de nuestras casas.

Cuando intentamos defendernos, nos calificaron de "terroristas y criminales"...

Levantaron la veda a la caza de nuestro pueblo. Nos mataron en nuestras tiendas, nos torturaron en sus cárceles, nos tendieron trampas en nuestro exilio.

Durante 35 años buscamos la justicia. Recibimos agresiones.
Exigimos a los gobiernos del mundo nuestros derechos nacionales. Nos dieron un pedazo de papel en el que ponía: "resoluciones legales internacionales".Utilizamos la argumentación, la lógica y las armas para que los gobiernos de Occidente se dieran cuenta de que apoyar al Estado sionista significaba dictar la pena de muerte de nuestro pueblo. Recibieron más apoyo.

Nuestros dirigentes dijeron al mundo que el pueblo palestino quería obtener sus derechos por medios pacíficos, pero que utilizaríamos otros si no había otro camino.

La voz de la Intifada

Ahora, escuchad la voz de los siete millones de palestinos. Escuchad la voz de la Intifada:

Somos conscientes de que los gobiernos occidentales que apoyan al Estado sionista no nos darán nuestros derechos y nuestra decisión es vivir libres o morir intentándolo.

Al Estado sionista, y a través de él, al mundo, le comunicamos lo siguiente:

Si nos ordenáis que nos dispersemos, nos reuniremos. Disparadnos si queréis.

Si nos encerráis en los campamentos, saldremos a campo abierto. Enterradnos vivos si queréis.

Si nos pedís que trabajemos en vuestras fábricas, nos quedaremos en nuestras casas. Recluidnos en vuestras cárceles si queréis.

Si nos ordenáis que compremos vuestros productos, cultivaremos y fabricaremos los nuestros. Destruid nuestras granjas y nuestras casas si queréis.

Si nos pedís impuestos, no os daremos nada.

Si nos ordenáis que llevemos el carné de identidad, llevaremos la bandera palestina.

Privadnos del agua y la comida si queréis.

Cualquier ley que promulguéis, la violaremos; cualquier demanda que nos hagáis, la ignoraremos; cualquier acto que nos prohibáis, lo realizaremos.

Sacad vuestros bastones y partidnos los huesos si queréis.

Cada vez que caiga uno de nosotros, otros diez ocuparán su lugar

Llevaos diez a la cárcel, encontraréis cien esperando cuando volváis.

Romped veinte brazos, una tormenta de piedras restallará a vuestro alrededor

Cuando vuestras balas maten a nuestros hijos, adoptaremos a los que habéis dejado huérfanos.

Hacednos pasar hambre, comeremos raíces y moras.

Cegad nuestros pozos, beberemos el rocío.

Destruid nuestras casas, viviremos en cuevas.

No conseguiréis más que nuestro rencor, y nuestro rencor os pesará.

Lo único que tenemos que perder es la vida, y si no queda otro remedio la daremos contentos.

Este comunicado está firmado por todos los palestinos, en Palestina y en el exilio. Aquí, en nuestras Cisjordania y Gaza ocupadas, ha surgido la Intifada. No cesará. Conseguiremos nuestra libertad o nos convertiremos en las primeras víctimas de un genocidio racista en el siglo XXI.

Porque nada sino nuestros derechos nos satisfará, y nada excepto un genocidio nos detendrá

Firmado,
El pueblo palestino


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