Nación Árabe 36


Publicado en Nación Árabe, núm. 36, Otoño de 1998


Acercamiento entre Israel y los Estados de Asia Central

T.F.P.

En los últimos meses se están produciendo movimientos diplomáticos destinados a fortalecer la posición de los regímenes políticos de los Estados del Asia Central que fueron parte una vez de la Unión Soviética. Los presidentes de Uzbekistán, Islam Karimov, y de Turkmenistán, Sapramurad Niyazov tienen interés en los fortalecer los lazos económicos con Israel.
El nacionalista moderado Karimov realizó un viaje el 14 de septiembre a Israel, con la intención declarada de firmar un acuerdo comercial para la concesión mutua de la condición de nación más favorecida, pero con la probable intención de establecer acuerdos políticos. Este viaje había sido precedido por el del Ministro de Industria y Comercio israelí, Natan Sharansky, a Tashkent y Ashkabat en junio.
Uzbekistán es el estado más importante y poblado de los cinco que una vez fueron repúblicas socialistas soviéticas, y su Presidente comparte el mismo temor al islamismo político que Israel, materializado en el área por el régimen talibán en Afganistán, por la guerra civil que se ha desarrollado en Tayikistán hasta hace poco, en la que uno de los contendientes era el islamismo radical, y en sus equivalentes dentro de Uzbekistán, que son fuertes en algunas regiones, como en el valle de Fergana. Además Karimov está interesado en hacer negocios con Israel, después de que su principal socio comercial, Moscú, muestre c síntomas evidentes de una crisis aguda.
En cuanto a Turkmenistán, a los mismos intereses políticos que Uzbekistán (subrayados por la frontera común con Irán) se suma el deseo de aprender técnicas de desarrollo agrícola en países áridos (buena parte del país es una estepa) en las que Israel destaca, como es bien conocido.
Los contactos entre ambos estados se ven favorecidos por la existencia en Israel de una considerable masa de población judía que procede de las repúblicas del Asia Central, especialmente de las ciudades de Bujara y Samarcanda (ambas en Uzbekistán), que emigraron tras 1948.


Actualidad NUCLEARIZACIÓN DE INDIA Y PAQUISTÁN

Desde hace dos décadas Israel colabora en el desarrollo de los programas nuclear y balístico de la India con la mediación de la CIA

Nuclearización de India y Paquistán
La conexión con el conflicto árabe-israelí

Dilip Hiro
Autor del Diccionario del Oriente Medio (publicado por McMillany St. Martin Press, Londres y Nueva York) y colaborador habitual de la publicación Middle East International

Durante el mes de mayo, las pruebas nucleares de India y Paquistán, los acontecimientos que han rodeado a éstas y las revelaciones sobre los contactos clandestinos entre la India en Israel en materias de tecnología nuclear y de misiles, que se remontan a dos décadas atrás, han mostrado la firme relación entre los asuntos de Oriente Medio y Asia del Sur, lo que hasta ahora era conocido por tan sólo unos pocos. La conexión entre Asia del Sur y Oriente Medio, hasta ahora limitada los ámbitos comercial y diplomático, ha adquirido una dimensión nuclear no calculada hasta ahora, que oscurece el panorama de la seguridad y estabilidad de las dos regiones.

Los recientes acontecimientos de Asia del Sur y las revelaciones aparecidas en los medios de comunicación israelíes e hindúes han subrayado lo siguiente:

1. Israel es ahora el único poder nuclear que no ha reconocido serlo.

2. Además de evitar las inspecciones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Israel ha ayudado a la India en su programa de armas nucleares.

3. Pakistán temía un ataque preventivo de Israel a sus instalaciones nucleares en conjunción con la India en vísperas de las explosiones nucleares del 28 de mayo.

4.. Mientras que la India públicamente ha calificado a Pakistán y China de adversarios, la consideración de la bomba de Pakistán como islámica implica que tiene una dimensión oriental (India) y otra occidental (Oriente Medio).

5. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense ha fomentado la cooperación militar entre la India e Israel, primero en el campo de las armas convencionales, a mediados de los sesenta, y luego en programas nucleares.

La conexión entre las tensiones entre Asia del Sur, centradas alrededor de Cachemira, región que está en disputa desde 1947, con las de Oriente Medio, que tienen como punto central la ocupación de tierras árabes por Israel desde 1967, anuncia la apertura de un nuevo capítulo en las relaciones internacionales.

Israel, por su cuenta

Las explosiones en Asia del Sur han subrayado el hecho de que hay ahora un solo poder nuclear que no reconoce serlo: Israel. Gobiernos y políticos del Oriente Medio han señalado rápidamente este hecho. Arabia Saudí, Líbano y los Emiratos Árabes Unidos han criticado a Occidente por no ser capaces de obligar a Israel al que permita las inspecciones de la AIEA, el centinela nuclear de Naciones Unidas. Así, un comunicado Saudí declaraba: "El doble rasero de la comunidad internacional al excluir a Israel de las inspecciones nucleares ha fomentado la carrera nuclear en Asia del Sur". Mientras la Autoridad Palestina mantenía silencio en este asunto, Hanan Asrawi, Ministra de Educación Superior palestina, decía que es injusto que Pakistán tengan que encarar sanciones económicas mientras Israel permanece indemne: "Israel es el único país de nuestra región que está por encima de tener que dar cuentas en lo que se refiere a sus armas nucleares".

Según numerosas fuentes dignas de crédito, publicadas durante el último cuarto de siglo, Israel empezó fabricando 4 ó 5 armas nucleares cada año, desde 1968 en adelante, y ahora posee un arsenal de unas doscientas armas de este tipo, tácticas y estratégicas.

Siguiendo la detallada revelación del programa de armas nucleares de Mordejai Vanunu, técnico durante ocho años en la planta de reprocesamiento de Dimona, que se publicó en el Sunday Times en octubre de 1986 (1), Seymour Hersh, que fue periodista de investigación del New York Times, ha confeccionado una historia narrativa coherente en su libro The Samson Option: Israel´s nuclear arsenal and American foreing policy, publicado en 1991. Después, en noviembre de 1994 el Jane´s Intelligence Review reveló las siguientes localizaciones de las instalaciones nucleares israelíes: Soreq (diseño y prueba), Dimona (reactor nuclear y planta de procesamiento del plutonio), Yodefat (ensamblaje de las armas) y Kfar Zajariya (almacenamiento).

La asociación entre Israel y la India

Se ha sabido ahora que la cooperación entre ambos países en materia nuclear y de misiles de los años 70 en adelante tuvo su origen en un primer pacto secreto sobre el suministro de armas convencionales y el intercambio de sus servicios de inteligencia. En 1962,cuando sus fuerzas se retiraban en la guerra contra China, el primer Ministro de la India, Jawalharlal Nehru, abandonando su política exterior de no alineamiento, urgió al presidente Kennedy a que asistiera militarmente a la India. Éste, descartando intervenir directamente en el conflicto, alentó a la India a que se aproximara a Israel y dio instrucciones a la CIA para que ayudara a esto. Hay que recordar que a fines de los setenta, siguiendo el mismo modelo, Washington dirigiría a los regímenes dictatoriales de América Central a comprar armas a Israel, ya que él mismo no podía suministrarlas debido a su reciente celo por los derechos humanos. Así que se produjo una visita clandestina a la India del jefe del Estado Mayor israelí, David Shaltiel, en 1964, para firmar un protocolo secreto con vistas al intercambio de servicios de inteligencia y al suministro de armamento.

La cooperación en el campo nuclear tuvo que esperar a que la India hiciera estallar un ingenio nuclear en 1974, con intenciones pacíficas, y al ascenso como primer Ministro en 1977 de Morarji Desai, un político derechista con una historia de contactos con la CIA (según cuenta Hersh en su libro The Price of Power). Se cree que las bases para este acuerdo se establecieron en un encuentro de máximo secreto entre Moshe Dayan, entonces ministro de exteriores de Israel, y Desai cerca del aeropuerto de Bombay.

Cuando el auge del petróleo de mediados de los años setenta y primeros ochenta produjo el acercamiento de los Estados del Golfo a Pakistán, comenzó éste a parecer una amenaza para los israelíes. La hostilidad de la India era, sin embargo, mucho más antigua, pues databa de la partición del año 1947. Así, cuando en 1987 comenzaron a circular los informes de que Islamabad estaba construyendo un ingenio nuclear, pronto se oyó de un posible plan indo-israelí de lanzar una ataque preventivo contra Pakistán. Como era de prever, Israel y la India negaron este supuesto.

La siguiente fase de las relaciones llegó en 1992, tras la caída del régimen prosoviético de Muhammad Nayibullá en Afganistán. Esto produjo el regreso de decenas de miles de experimentados muyahidín no afganos a sus países de origen y el surgimiento de una actividad guerrillera islamista desde el Xinjiang chino, de población musulmana, a Argelia, pasando por la Cachemira bajo administración hindú. Enfrentada a una insurgencia islamista que Pakistán ayudaba en Cachemira, los dirigentes militares y civiles hindúes se mostraron vivamente interesados en saber cómo Israel se enfrentaba a un fenómeno similar en el sur de Líbano.
Por último, cuando Israel firmó los acuerdos de Oslo con la OLP en 1993 , la India perdió cualquier reparo que tuviera a forjar lazos completos con Israel. Reconoció a este Estado diplomáticamente, intercambiándose embajadores. Israel mantenía un consulado en Bombay desde 1950 para facilitar la emigración de los judíos hindúes y la misión comercial de Bombay multiplicó su trabajo para hacer frente a la importación de diamantes tallados en Tel Aviv que, por valor de cientos de millones de dólares iban a los joyeros hindúes. En 1994 Shimon Peres, Ministro de Exteriores de Israel, se convirtió en el primer político israelí de alta categoría en visitar Nueva Delhi abiertamente.

En diciembre de 1996 los dos países firmaron una serie de acuerdos de cooperación, incluyendo uno de tecnología. Al mes siguiente la visita de Estado a la India del presidente de Israel Ezer Weizman puso las bases para una ascenso cualitativo de la cooperación entre ambos países.

En las últimas dos décadas se han producido intercambios entre los dos países varios intercambios de científicos expertos en energía atómica y misiles, como la del doctor A.J.P. Abdul Kalam, jefe de la Organización para la Investigación en la Defensa y el Desarrollo de la India, quien visitó Israel al menos dos veces en 1996-97. En marzo último, según el semanario de Nueva Delhi India Today, el general y jefe del Estado Mayor hindú, Ved Prrakah Malik, fue llevado a la frontera entre Israel y Líbano, donde se le mostró la sofisticada tecnología antiinfiltración y otros métodos que los israelíes tienen allí desplegados, en directa relación con los intereses de Nueva Delhi de frenar las infiltraciones paquistaníes en Cachemira a lo largo de los 880 km. que tiene de largo la línea de alto el fuego de 1949.

Los miedos paquistaníes a un ataque 'preventivo'

Sólo es una conjetura el grado de conocimiento que hayan podido tener los paquistaníes de las relaciones secretas entre Israel y la India. Lo cierto es que el 27 de mayo los radares paquistaníes detectaron dos veces una avión de combate F-16 en sus pantallas, avión que no posee la India pero que forma parte de la fuerza aérea israelí. Dado que Israel destruyó una instalación nuclear iraquí cerca de Bagdad en junio de 1981 con un bombardeo aéreo, los temores de Pakistán no son infundados. De modo que preparó su aviación y puso sus misiles en alerta roja. El temor a una ataque israelí hizo que el gobierno paquistaní se apresura a realizar la detonación de su artefacto nuclear el 28 de mayo.

La India ha catalogado a Pakistán y China como sus adversarios, otorgando a su nueva arma un papel doble. Por lo que respecta a Pakistán, se le ha adjudicado un papel adicional por parte de políticos de otras naciones, principalmente musulmanas, aunque también por Israel, que se inclina a describir el arma paquistaní como una bomba islámica. Su Ministro de Defensa, Yitzhak Mordejai, advirtió pronto del peligro de que el dominio nuclear se extendiese desde Pakistán a otros Estados musulmanes.

La visión popular entre los palestinos, que son en un 90% musulmanes, fue bien resumida por el Shaij Idrisi de la mezquita de al-Aqsa de Jerusalén: "La bomba nuclear de Paquistán es el comienzo de la resurrección del poder islámico". Anteriormente, en una entrevista en un periódico de Jartum, el líder de Hamas, Shaij Ahmad Yasin, había descrito la nueva condición nuclear de Paquistán como un "valioso caudal para las naciones árabes y los musulmanes". Más importante fue que durante una visita a Islamabad, el Ministro de Exteriores iraní Kamal Jarrazi declarara que los musulmanes del Oriente Medio se habían preocupado durante mucho tiempo de la capacidad nuclear israelí, pero ahora que una nación hermana musulmana había demostrado que poseía la tecnología para producir armas nucleares "sentían confianza".

El status nuclear de Pakistán ha sido bienvenido desde muchos lados de la región como un contrapeso al arsenal nuclear israelí y aunque el primer Ministro paquistaní Muhammad Nawaz Sharif ha prometido que no compartiría la tecnología nuclear con ningún otro país, la geografía y los hechos reales aconsejan a muchos analistas tratar con escepticismo estas afirmaciones. Pakistán comparte una frontera con Irán y en el ámbito popular y oficial existen importantes lazos entre Pakistán y las monarquías árabes del Golfo. Si exceptuamos las diferencias acerca de Afganistán desde la captura por los talibán de Kabul en septiembre 1996, las relaciones entre Irán y Pakistán han sido cordiales desde la revolución iraní de 1979. Ambos han adquirido en Corea del Norte misiles balísticos de alcance medio (mil quinientos kilómetros) y están intentando fabricarlos ellos mismos. Irán tiene un programa de investigación nuclear en marcha que, insiste, tiene fines pacíficos, permitiendo la entrada de la AIEA. A pesar de las repetidas seguridades que Teherán da sobre sus pacíficas intenciones, EEUU e Israel advierten constantemente que Irán podría estar en disposición de hacer estallar su propio artefacto atómico en unos cuatro o cinco años.

Los lazos entre Pakistán y los Estados del Golfo son importantes. Los emigrados paquistaníes juegan un papel crucial en las economías de los seis países árabes, a los que suministran mano de obra especializada y sin especializar. También forman una parte sustancial de las fuerzas armadas de esos países, especialmente de Omán, Qatar, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos.

Islamabad está en una situación financiera precaria, con apenas mil trescientos millones de dólares de divisas y una deuda exterior de 36 mil millones, lo que constituye el 72% de su producto interior bruto anual. Se puede comparar con la cifra del 24% de la India. Es significativo que al comienzo del dilatado viaje de Nawz Sharif por los Estados del Golfo el 6 de junio, Arabia Saudí y los Emiratos declarasen que iban a seguir suministrando petróleo a Pakistán.

Islamabad necesitará todo el apoyo financiero que pueda conseguir, después de que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial pospusieran la consideración de las demandas de préstamos de Pakistán y la India. Estas medidas son el resultado de la presión ejercida por los directores nombrados por Japón y EEUU cuyos legisladores todavía se suben por las paredes tras el fracaso de la CIA en la predicción de las pruebas nucleares de la India el 11 de mayo.

El papel de la CIA

El descontento de los políticos estadounidenses con la CIA aumentará a medida que comprendan su grado de implicación en el acercamiento militar entre la India e Israel. Dado el papel de la agencia de iniciadora de este acercamiento, no es imprudente suponer que continúen supervisando activamente esta significativa y secreta relación.

De hecho, a principios de 1996, cuando los científicos hindúes dijeron al primer Ministro H.D. Gowda que estaban listos para probar la bomba, la CIA lo adivinó y el presidente Clinton presionó con éxito al líder hindú para que no hiciera estallar el artefacto. Hay que destacar que los servicios inteligencia hindúes (el RAW o Research & Analisis Wing) tras investigar el camino que siguió la filtración a la CIA ha podido superar a la agencia americana. Para ello, después de que el recién nombrado primer Ministro A.B. Vajpayi tomara la decisión de efectuar las pruebas, los ingenieros hindúes que recordaban los tiempos en que el satélite espía estadounidense estaba enfocado hacia el área de Pojran en Rajasthan (donde la prueba de 1974 se realizó) se aseguraron esta vez de que todo estuviera tranquilo en este lugar. Así los hindúes engañaron al espía celeste americano.

(Artículo publicado en Middle East International, en su número del 19 de junio de 1998. Traducción Tomás Ferrer Pallarés, N.Á.)


Notas:

  1. Ver en este número de Nación Árabe, en su sección Noticias Breves, el relativo a Vanunu. [Nota de N.Á].



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