Turquía negocia con
el partido kurdo-iraquí PDK un proyecto de exploración
petrolífera en el norte de Iraq
Nota informativa
CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 21-12-2001
El pasado 14 de diciembre
The New York Times informaba sobre los planes de una compañía
estatal turca de petróleo de unirse a los kurdos del norte
de Iraq para planificar un proyecto de exploración petrolífera
en el norte del país. La compañía turca
-Turkish Petroleum Corporation- tiene en mente construir 20 instalaciones
de perforación en el noreste del país, en una zona
controlada por el Partido Democrático del Kurdistán
liderado por Masoud Barzani
Si la semana pasada diversos medios de comunicación
se hicieron eco de la iniciativa del Departamento de Estado norteamericano
de enviar una equipo negociador
al norte de Iraq para encontrarse con los principales partidos
kurdos de la oposición, el pasado 14 de diciembre The
New York Times informaba sobre los planes de una compañía
estatal turca de petróleo de unirse a los kurdos del norte
de Iraq para planificar un proyecto de exploración petrolífera
en el norte del país. La compañía turca
(Turkish Petroleum Corporation) tiene en mente construir 20 instalaciones
de perforación en el noreste del país, en una zona
controlada por el Partido Democrático del Kurdistán
liderado por Masoud Barzani.
La iniciativa llega en un momento en que el actual gobierno
turco mantienen un precario equilibrio de fuerzas con la oposición
kurda en el interior, al tiempo que diversos responsables del
gobierno turco han mostrado su preocupación por una posible
extensión de la campaña militar norteamericana
contra Iraq. Turquía, aliada de las facciones kurdas del
norte de Iraq (que mantienen sus oficinas abiertas en Ankara
al tiempo que la represión contra el Kurdistán
turco sigue cobrándose víctimas), mantiene sin
embargo una postura incómoda en el actual estado de cosas:
si bien el gobierno turco sigue alimentando a las fuerzas kurdas
opositoras al régimen de Bagdad, lo cierto es que las
consecuencias de una desestabilización del país
vecino causada por una alianza entre los intereses norteamericanos
y turcos con participación kurda pondría indudablemente
en peligro la propia estabilidad de Turquía, que mantiene
a duras penas un precario alto el fuego con los independentistas
kurdos en Anatolia.
Esta nueva iniciativa confirma que la extensión de
la actual campaña militar norteamericana contra Iraq se
está ya preparando en las cocinas del Departamento de
Defensa norteamericano, pese a que la campaña diplomática
del Departamento de Estado con Colin Powell como portavoz asegure
lo contrario. La pregunta ahora es, ¿cómo podrá
EEUU preparar una receta saludable y digestiva
para Turquía, si -como parece- el plan norteamericano
de intervención en la región tiene a las formaciones
kurdo-iraquíes como principal baluarte en su intento de
desestabilización del régimen iraquí?
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