Mientras amenaza a Iraq, la
Administración Bush prosigue con el desarrollo de su programa
secreto de armas bacteriológicas
Michel Chossudovsky*
Centre for Research on Globalisation
(CRG), Montreal, 28-11-2001
Traducción: CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
Al tiempo que la Administración
Bush pretende justificar un nuevo ataque a gran escala contra
Iraq acusando a este país de estar fabricando armas de
destrucción masiva e impedir el retornos de los inspectores
de Naciones Unidas, justifica como "defensivo" la continuación
de su programa secreto de armamento bacteriológico [CSCAweb]
La Administración Bush ha iniciado una campaña
de relaciones públicas que tiene como objetivo justificar
una eventual extensión de la "campaña contra
el terrorismo internacional" hacia Iraq y otros Estados.
Parte de esta campaña de relaciones públicas consiste
en inventar informes que vinculan a Sadam Husein con Osama ben
Laden, filtrando informes de los servicios de "inteligencia"
diseñados para "ir preparando al pueblo norteamericano
para una nueva guerra sobre Iraq":
"Los servicios secretos de EEUU están investigando
(sin poder encontrar pruebas que los sustenten) una serie de
informes según los cuales Sadam Husein habría ofrecido
su país como santuario para Osama ben Laden y los líderes
talibán, según una fuente oficial norteamericana
anónima. Si bien Saddam nunca deja pasar una oportunidad
de enfadar a EEUU y sus aliados, cobijar a estos líderes
tendría, según la misma fuente, "graves consecuencias".
[1]
También se están utilizando los ataques de ántrax:
Washington ha avisado al presidente iraquí, Sadam Husein,
de que si no permite que los inspectores de armas biológicas
de NNUU entren en Iraq "tendrá que enfrentarse a
las consecuencias". Cuando se le preguntó a qué
tendría que hacer frente exactamente, el Presidente Bush
respondió: "[Sadam] lo sabrá" [2].
Al tiempo que la OTAN está congregando un impresionante
arsenal militar de portaaviones y bombarderos en el Golfo, aún
no se ha decidido la fecha exacta para iniciar una operación
de bombardeos a gran escala sobre Iraq. Es más: existen
notorias divisiones dentro de la Administración Bush sobre
el alcance y los objetivos de la guerra [contra Iraq]. Muchos
de los socios de la Alianza se muestran reticentes a extender
la guerra hacia el Golfo:
"Qué hacer después [de Afganistán]
las dimensiones [de la campaña] es lo que se está
discutiendo ahora mismo eso es lo que Bagdad está
discutiendo en estos momentos", según declaraciones
de un responsable del Pentágono. "Es una discusión
interna en el Pentágono, y entre los diferentes departamentos.
Nuestros políticos piensan en Iraq. Lo que nosotros nos
estamos preguntando es, ¿vamos a empezar antes de lo que
todo el mundo espera, o no?" [3]
Los ataques con ántrax
Junto a los denominados "vínculos" entre
Osama y Sadam Husein, los ataques con ántrax están
siendo utilizados para justificar la extensión de la "campaña
internacional contra el terrorismo" a Iraq [Veáse,
EEUU prepara
la ampliación de los ataques a Iraq implicando a este
país en los casos de ántrax, CSCAweb.]. Al
tiempo que contribuye a la extensión de diversos rumores
sobre los ataques con ántrax, Washington ha señalado
a Iraq, Corea del Norte, Irán, Siria y Libia por haber
violado los acuerdos internacionales que prohiben las armas bacteriológicas:
"El vicesecretario para el Control de Armamento y Seguridad
Internacional John R. Bolton () afirmó que la existencia
de un programa de guerra bacteriológica en Iraq está
"fuera de toda duda", y añadió que EEUU
sospecha de Corea del Norte, Libia, Irán y Sudán
como países que intentan conseguir este tipo de armamento.
"EEUU sospecha que Iraq se ha aprovechado de estos tres
años en los que no ha habido inspecciones de NNUU para
mejorar en todas las fases de su ofensiva del programa de armas
biológicas", afirmó Bolton. "La existencia
de un programa [de producción de armas biológicas]
en Iraq está fuera de toda duda". [4]
Tras la difusión de las nuevas suposiciones de la Administración,
los medios de comunicación norteamericanos se han embarcado
igualmente en una campaña para convencer a la opinión
pública de que apoye una operación militar dirigida
contra los "Estados patrocinadores del terrorismo internacional",
expresión que implica a uno a más gobiernos del
Próximo Oriente.
" (...) con la aparición del ántrax, es
útil saber qué es lo que Sadam puede poner sobre
la mesa de la guerra bacteriológica". [5]
La Administración Bush ha dejado claro que, a pesar
de todo, no necesita "ninguna prueba sobre los vínculos
existentes entre Bagdad y los terroristas del 11 de septiembre"
para iniciar una gran campaña de bombardeos contra Iraq.
La consejera de Seguridad Nacional, Condoleeza Rice, "aseguró
este mismo fin de semana que no hacía falta que existiera
dicho vínculo":
"No necesitábamos lo del 11 de septiembre para
saber que Sadam Husein es un hombre muy peligroso", afirmó
Rice. "El mundo y el pueblo iraquí estarían
mucho mejor si Sadam Husein no estuviera en el poder en Iraq".
Al mismo tiempo, los medios de comunicación en EEUU están
intentando formar un nuevo consenso: Saddam es el eslabón
perdido que conduce a los terroristas". [6]
Los programas de investigación
sobre armas secretas de EEUU
No deja de resultar irónico que mientras Washington
señala con el dedo a Iraq, las pruebas disponibles confirman
de sobra que EEUU ha construido una extenso arsenal de armamento
biológico que viola claramente la legalidad y los convenios
internacionales. Al tiempo que acusa a Iraq y Corea del Norte
de violar los tratados internacionales, EEUU se ha saltado las
convenciones internacionales y no ha firmado el Tratado de Armas
Tóxicas y Biológicas. Según la Red Suiza
de Seguridad y Relaciones Internacionales (Swiss International
Relations and Security Network, ISN), una entidad vinculada con
el programa 'Partnership for peace' de la OTAN,
"EEUU está inmerso en un programa de investigación
secreta sobre armas biológicas que, según algunos
responsables, pone a prueba los límites del tratado global
que prohibe [la fabricación de] tales armas. El tratado
de 1972 prohibe desarrollar o adquirir armas que contribuyan
a la expansión de enfermedades, pero permite trabajar
sobre vacunas y otras medidas de protección". [7]
Responsables norteamericanos han defendido la "investigación
secreta" con el argumento de que es de carácter estrictamente
"defensivo" y de que se trata de un programa desarrollado
como medio para "replicar los principales pasos que un Estado
o un grupo terrorista darían para crear un arsenal biológico".
En otras palabras, el programa tiene el objetivo de "poder
comprender mejor la amenaza". [8]
Según el ISN, los programas secretos de armas biológicas
norteamericanos comenzaron durante la era Clinton y "han
tenido continuidad con la Administración Bush, que tiene
la intención de expandirlos".
"A principios de año, responsables de la Administración
afirmaron que el Pentágono tenía planes para crear
mediante técnicas de ingeniería genética
una variante supuestamente más potente de la bacteria
causante del ántrax, una enfermedad mortal ideal para
la guerra bacteriológica ( ). Otros dos proyectos terminados
durante la Administración Clinton se centraron en los
aspectos mecánicos relativos a la fabricación de
armas bacteriológicas. En un programa denominado con el
nombre en clave de "Visión clara", la CIA construyó
y probó un modelo de bomba bacteriológica de diseño
soviético que, según temían algunos responsables
de la agencia, estaría vendiéndose en el mercado
internacional. Según responsables de inteligencia, la
bomba de la CIA carecía de ciertas partes que no la hacían
operativa". [9]
Tengamos en cuenta que las iniciativas norteamericanas de
contar con armas biológicas nacen "con la mejor de
las intenciones". Según declaraciones oficiales,
la intención es impedir que "Estados dictatoriales"
utilicen la guerra bacteriológica:
"Responsables del Pentágono aseguraron que el
proyecto demostró la facilidad con la que un Estado terrorista
o un Estado dictatorial podrían construir una planta en
la que se podrían producir kilos y kilos de gérmenes
mortales.. Todos los proyectos eran "plenamente consistentes"
con el tratado de prohibición de armas biológicas
y eran necesarios para proteger a los norteamericanos contra
un peligro creciente, según afirmó un responsable
de la Administración Bush". El tratado, según
otro responsable, permite a EEUU investigar con microbios y gérmenes
"para protección y defensa". [10]
EEUU, contra el Tratado de Armas
Tóxicas y Biológicas
Según Proyecto Sunshine, una ONG dedicada a la prohibición
de armamento biológico, EEUU ha venido promoviendo "un
plan para terminar con los controles internacionales sobre las
armas biológicas". La propuesta norteamericana se
anunció pocos días después de los bombardeos
sobre Afganistán:
"[El plan norteamericano] es un ataque directo contra
el artículo fundamental del Tratado de Armas Tóxicas
y Biológicas, ya que propone un cambio en el ámbito
del control armamentísitico que de hecho eliminaría
todos los obstáculos para el desarrollo, adquisición,
y almacenamiento de armamento biológico. Si los gobiernos,
incluyendo a una indecisa Europa, no se mueven para poner freno
a estas propuestas, terminará dándose luz verde
a quienes pretendan desarrollar armas biológicas de carácter
ofensivo. ( ) Las propuestas fueron dadas a conocer por primera
vez el 11 de octubre en un discurso ante NNUU pronunciado por
el Ayudante del Secretario de Estado, Avis Bohlen. Otros responsables
norteamericanos se encuentran inmersos en una intensa campaña
diplomática que tiene el objetivo de vender sus
ideas a países aliados. Lo que EEUU quiere es rediseñar
el Artículo I del Tratado de Armas Tóxicas y Biológicas,
[un artículo que es] todo un logro, único en el
derecho internacional, que prohibe una categoría de armamento
como tal, todos los agentes biológicos y toxinas que puedan
ser utilizados con intenciones hostiles.
(...)
El objetivo norteamericano al destruir esta valiosa base es permitir
la estratificación de las armas biológicas y su
división entra las "buenas" y las "malas".
Lo cual permitiría a EEUU seguir trabajando con un número
de armas biológicas que todavía se están
desarrollando, incluyendo hongos destructores de cosechas (el
llamado "agente verde"), el trabajo que desarrolla
el Pentágono sobre las denominadas "armas no letales"
para controlar (en palabras del ejército de EEUU) a "civiles
potencialmente hostiles", o los superinsectos genéticamente
modificados de la Marina norteamericana que pueden engullir materiales
como el plástico, el combustible para aviones, la goma,
o el asfalto". [11].
Legislación 'antiterrorista'
frente a derecho internacional
La iniciativa norteamericana de acabar con el control internacional
de las armas biológicas es consistente con la legislación
"antiterrorista" propuesta por la Administración
Bush:
"Además de desmantelar el Artículo I del
Tratado, el ataque de EEUU contra el control de armamento biológico
incluye otra peligrosa propuesta que tiene como objetivo desviar
la atención del control de armas y prevención de
las armas biológicas. En lugar de detener el desarrollo
de este tipo de armas, EEUU promueve una forma de jurisdicción
extraterritorial que hará que los esfuerzos internacionales
se concentren en castigar la utilización criminal de algunos
tipos de armamento biológico. Ello resultaría en
la abrogación de la jurisprudencia doméstica a
favor de la aplicación de la legislación norteamericana
en el extranjero, con conflictos por extradición (o secuestros)
y juicios de cara a la galería en un momento en que EEUU
intenta vengar los ataques terroristas [del 11-S]". [12]
Notas:
1. Sunday Mail,
25 de noviembre de 2001.
2. The New York Times, 27 de Noviembre de 2001.
3. Village Voice, 27 de Noviembre de 2001.
4. Washington Post, 19 de Noviembre de 2001.
5. Washington Times, 25 de octubre de 2001.
6. Ibid.
7. http://www.isn.ethz.ch/infoservice/index.cfm?service=cwn&parent=special138
8. Ibid.
9. Ibid.
10. Ibid.
11. http://www.sunshine-project.org
12. Ibid.
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