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Resistencia iraquí

* El ELN es la segunda guerrilla más importante en Colombia

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En Faluya la guerra al invasor es a muerte

Ejército de Liberación Nacional (ELN, Colombia)*
CSCAweb, 3 de diciembre de 2004

"Faluya y Samara son las primeras de las treinta ciudades a ser 'pacificadas'. Faluya es el espejo donde deben verse las ciudades insurrectas. El terrorismo llevado a su máxima expresión. La conciencia universal recuerda a Guernica arrasada por los aviones de la Legión Cóndor en 1937 en España, al Gueto de Varsovia destruido por los nazis, a Yenín o Ramalla en Palestina, despedazadas por las tropas sionistas de ocupación"

Faluya y Samara son las primeras de las treinta ciudades a ser "pacificadas". Faluya es el espejo donde deben verse las ciudades insurrectas. El terrorismo llevado a su máxima expresión. La conciencia universal recuerda a Guernica arrasada por los aviones de la Legión Cóndor en 1937 en España, al Gueto de Varsovia destruido por los nazis, a Jenin o Ramalla en Palestina, despedazadas por las tropas sionistas de ocupación.

Aún ebrio del triunfo, el reelecto emperador Bush Jr. firmó su primera orden ejecutiva: la operación "Furia Fantasma".

Destruir a Faluya, es parte del plan que formuló el procónsul John Dimitri Negroponte, con el fin de aniquilar la resistencia patriótica que se mantiene y crece por todo el territorio iraquí contra esta guerra de rapiña.

Para las elecciones programadas en enero del 2005, Iraq debe estar en paz así sea la de los sepulcros, pues los Estados Unidos necesitan legitimar la invasión y la barbarie. Se debe alcanzar el máximo de control por parte del ejército colaboracionista y el aniquilamiento de los principales focos de resistencia.

Guernica, Varsovia, Faluya, Ramala...

Faluya y Samara son las primeras de las treinta ciudades a ser "pacificadas". Faluya es el espejo donde deben verse las ciudades insurrectas. El terrorismo llevado a su máxima expresión. La conciencia universal recuerda a Guernica arrasada por los aviones de la Legión Cóndor en 1937 en España, al Gueto de Varsovia destruido por los nazis, a Yenín o Ramala en Palestina, despedazadas por las tropas sionistas de ocupación.

La operación militar que vino precedida de la ley marcial en el territorio iraquí, excepto para el área kurda, dictada por el espurio gobierno colaboracionista, no tiene nada que envidiarle a la barbarie de las hordas nazis contra los pueblos de la antigua Unión Soviética, durante la Segunda Guerra Mundial.

La tierra arrasada, la masacre de las familias iraquíes, los bombardeos indiscriminados de la aviación, la toma a sangre y fuego de mezquitas, el asesinato de los patriotas heridos, son algunas de las tácticas utilizadas por estos nuevos conquistadores del mundo.

Se impide la evacuación de los heridos o la entrada de toda ayuda. Barrios enteros han sido reducidos a escombros y los cadáveres se descomponen en las calles. Dos hospitales han sido destruidos en los bombardeos y el Hospital General ha sido asaltado y ocupado por las tropas invasoras, que han detenido a heridos y miembros de la misión médica.

Los Convenios de Ginebra firmados para regular las guerras volaron por los aires, dinamitados por la prepotencia y la ausencia de humanidad de las tropas yanquis.

Esta es la segunda Batalla de Faluya. Los agresores ya habían sido derrotados en abril de este mismo año. Allí se consolidó la resistencia.

A partir del 8 de noviembre, 15.000 soldados yanquis y 2.000 traidores iraquíes participan en este ataque iniciado después de dos meses de bombardeos indiscriminados. Los combates continúan en algunos barrios de la"ciudad de las mil mezquitas" como se le conoce a esta urbe de 300.000 habitantes, situada a 50 km al occidente de Bagdad.

En Faluya las tropas de los Estados Unidos de América han mostrado su desprecio por la humanidad y su brutalidad atacando a los pobladores indefensos. Niños, ancianos y mujeres han sido asesinados por las bombas y por el fuego agresor de la soldadesca yanqui. El plan de pacificación no cuenta los muertos, solo necesita del silencio de la resistencia patriótica.

Creciente resistencia

Esta ilusión de la cúpula neofascista se estrella con la realidad de una Resistencia organizada y en crecimiento, cada vez más coordinada y centralizada, que realiza un promedio de 100 acciones diarias de diversa envergadura, con el apoyo creciente de todos los sectores organizados del pueblo y controla territorios que incluyen la tercera ciudad más grande de Iraq, Mosul, la capital del departamento de Al-Anbar (el más grande de Iraq), Ramadi, y vastas zonas de la capital, Bagdad. Hay más de 30 ciudades en poder de los patriotas iraquíes.

Ya son más de 1.200 los soldados yanquis aniquilados, según los datos del Departamento de Estado, y casi 9.000 los heridos. Según la resistencia patriótica iraquí estas cifras deben multiplicarse por lo menos por tres.

En menos de dos años los iraquíes patriotas han desplegado un trabajo político militar que no permitirá el control del país, ni la exacción de sus recursos naturales. La más grande refinería de Iraq, la de Badi, fue saboteada por ataques de los patriotas, que han inutilizado también el principal oleoducto hacia Turquía. En Iraq, ni siquiera la llamada franja verde donde están el gobierno títere y las embajadas de los países de la coalición invasora, es segura.

Faluya se ha convertido para el pueblo iraquí en motor de unidad y rebeldía. El Partido Iraquí Islamista, el más grande de este tipo en Iraq, que había participado en el gobierno colaboracionista, abandonó el gobierno y se sumó a quienes se oponen a la invasión. Los ulemas (sacerdotes) hablan de Jihad, (guerra santa), como respuesta a la inhumana acción contra esta ciudad heroica y sus habitantes.

La Batalla de Faluya se considera estratégica en la búsqueda del control del país por los agresores. Las tropas yanquis están avanzando y es posible que hagan replegar la resistencia.

Palabras como las del diario estadounidense USA Today, escritas en el mes de abril durante la primera batalla de Faluya, suenan premonitorias: Al ganar la batalla de Faluya, los Estados Unidos corren el riesgo de perder la guerra en Iraq.

El asunto es que el control del país sí parece irremediablemente perdido y esta operación fortalece la resistencia patriótica, une a los iraquíes de todos los credos y etnias y profundiza el odio a los soldados invasores.

El total desprecio por la población y sus vidas, el irrespeto [sic] a la cultura, a los lugares sagrados, a las familias iraquíes, van allanando el camino para la derrota segura de un imperio sin futuro. Según un estudio realizado por la revista científica The Lancet, de Inglaterra, las víctimas de la criminal agresión imperialista en Iraq ya llegan a 100.000, en su mayor parte civiles inermes.

Guerra a muerte contra el invasor

Los muyaidines de Faluya, son los mismos de todo Iraq. Hay una yihad que solo terminará cuando salga el ultimo soldado invasor de su suelo sagrado. Los guerreros iraquíes combaten por su patria y por la humanidad.

La lucha es por la Liberación Nacional y su contenido patriótico está vinculado a un sentimiento histórico arraigado en un pueblo que no resiste sometimientos.

El pueblo iraquí no lucha por restituir un régimen o porque Hussein vuelva a ser presidente. La lucha es por la libertad y por la dignidad nacional.

Para los pueblos del mundo, entre ellos el colombiano, esta agresión vislumbra un futuro amenazante. Somos parte de esos "oscuros parajes" que el emperador Bush Jr. determinó como atacables. Los patriotas colombianos tenemos el deber de prepararnos para cualquier agresión imperialista.

Los combatientes iraquíes nos muestran el camino. Faluya es Iraq. Allí se construye la única respuesta. La guerra al invasor es a muerte.