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¿Quién se beneficia del asesinato del 'sheij' Yasín y de sus compañeros?

Ibrahim Allosuh*

CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
23 de abril de 2004
'Free Arab Voice', marzo de 2004
Traducción para CSCAweb de Loles Oliván

Comencemos por rendir tributo al sheij Ahmad Yasín, quien se ha ido junto a sus compañeros como mártir de la causa y se ha convertido en otro faro en el camino del pueblo palestino hacia su liberación.

Pero ante este hecho, ahora más que nunca hemos de saber ver las cosas con claridad y no perdernos en el torrente de los sucesos. La cuestión esencial que hay que preguntarse es quién se beneficia más del asesinato del sheij Yasín. A pesar de que en los canales de TV árabes todo el mundo mantiene que esta nueva atrocidad sionista viene a encubrir la debilidad de Israel que pone de manifiesto su humillante salida de Gaza, es más probable que este asesinato sea una de las precondiciones políticas y de seguridad necesarias para la retirada sionista de la Franja.

Con toda lógica, los sionistas no tienen ningún interés en que la Franja de Gaza se convierta en una base de la resistencia como [ocurrió] el sur de Líbano y por ello quebrar la resistencia es un pre-requisito para la retirada. Este paso asesta un golpe al punto de referencia política del mayor grupo de la resistencia islámica de Gaza en la actualidad. Y tras [golpear contra] la cabeza, otras medidas tendrán por objetivo el cuerpo [de Hamas] así como otros grupos de la resistencia.

Egipto, Israel y la seguridad de Gaza

El acuerdo de seguridad egipcio-israelí cuyos artículos fueron publicados en [el diario israelí] Yediot Ahronot no solo tiene que ver con las fronteras entre Israel y Egipto sino [que incluyen] acuerdos que afectarán a la propia Franja de Gaza tras la derrota sionista allí a manos de la resistencia palestina.

Pero ¿quiénes son los instrumentos locales para [supervisar] el propuesto control de seguridad sobre Gaza? ¿a quién le será más fácil desempañar su tarea si la cabeza de Hamas se trocea? No son otros que los responsables de la seguridad palestina cuyos nombres han sido ya sugeridos para llevar a cabo el acuerdo de seguridad egipcio-israelí sobre Gaza, por ejemplo, Mohamad Dahlan [1]. Después de Israel, este es el primer grupo de beneficiarios del reciente golpe sionista.

Para que no se piense que estoy incitando a la gente contra la Autoridad Palestina (AP) en esta coyuntura particular, me gustaría decir que el asesinato del sheij Ahmad Yasín y sus compañeros sitúa a Arafat un paso más cerca de la expulsión si no del asesinato directo, si no acepta de manera rápida el papel en [el control de] la seguridad que la parte estadounidense-sionista le exige y que otros ya han aceptado.

El vínculo más importante en el proyecto sionista actualmente son las herramientas locales de la seguridad palestina. Eso es a lo que tenemos que mirar con atención ahora.

* Ibrahim Allosuh, jordano de origen palestino y doctor en Ciencias Económicas. Este texto ha sido publicado en Free Arab Voice. Véase del mismo autor en CSCAweb: Diez lecciones estratégicas de la experiencia de Faluya y enlaces relacionados.

Nota de CSCAweb:

1. Sobre Mohamed Dahlan, véase en CSCAweb: Ali Abunimah: Dos artículos sobre las 'reformas' palestinas. ¿Quiénes son estos hombres que venden Palestina a precio de saldo ? y ¿Por qué Israel está tan excitado respecto al 'primer ministro' Abu Mazen? | La dimisión de 'Abu Mazen' y el fin de la "Hoja de ruta" | Aplicando la 'Hoja de ruta': Israel atenta contra al-Rantisi a fin de provocar el enfrentamiento interpalestino y enlaces relacionados.

Enlaces relacionados

Nuevo gobierno de la Autoridad Palestina: ¿retomar la "Hoja de ruta"?

El 'nuevo' plan Sharon y la imposibilidad de una nueva tregua palestina

La dimisión de 'Abu Mazen' y el fin de la "Hoja de ruta"

No a una nueva Declaración Balfour: Respuesta internacional a la declaración de Bush sobre el Derecho al Retorno de los palestinos

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Informe: El Muro del Apartheid en Palestina y el Derecho Internacional

Loles Oliván: "La cuestión de fondo de la reforma palestina: democracia y lucha nacional"


El asesinato de al-Rantisi y el Plan Sharon:

Un nuevo Balfour para Palestina

CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 26 de abril de 2004
Loles Oliván, Nota informativa CSCAweb, 25 de abril de 2004

"El asesinato del líder de Hamas, al-Rantisi, el 17 de abril, se produjo solo tres días después de que EEUU diese respaldo oficial a la estrategia de expansión territorial israelí mediante la anexión de territorios de Cisjordania al Estado de Israel y asegurase a Sharon que EEUU sancionará que el Derecho al Retorno de los refugiados palestinos, un derecho internacionalmente reconocido, solo se aplique limitadamente en un Estado palestino tutelado por Israel. [...] El denominado 'Plan de retirada unilateral' de Gaza de Sharon no es más que un eufemismo para designar lo que pretende ser la tercera fase histórica de usurpación del territorio de Palestina por parte del sionismo, tras los desalojos de población palestina y posterior ocupación de 1948 y 1967"

El primer ministro del Estado de Israel, Ariel Sharon, ha vuelto a declarar pública e impunemente su disposición a asesinar a Yaser Arafat, presidente de la Autoridad Palestina (AP) [1]. Sus declaraciones se producen a solo una semana de que el Ejército de ocupación israelí asesinase con la misma impunidad mediante el lanzamiento de un misil en la ciudad de Gaza al recién elegido dirigente de Hamas, Abdel Aziz al-Rantisi, tras haber sido aprobado este crimen por el gabinete israelí. Casi cuatro semanas después de que el ejército asesinase por el mismo procedimiento al anterior dirigente de la misma formación política, Ahmad Yasín, y a casi un mes de anunciar que al igual que éste, Yaser Arafat y Nasrallah (dirigente de Hizbollah en Líbano) podrían correr la misma suerte.

La ilegal política denominada por el gobierno Sharon de "asesinatos selectivos" que lleva ejecutándose por parte de Israel desde el inicio de la segunda Intifada como una táctica militar orientada a descabezar al liderazgo político palestino (más de doscientos dirigentes y cuadros han sido asesinados desde entonces) ha cobrado con estos dos asesinatos una nueva dimensión.

Por un lado, porque asesinando a Yasín, el dirigente político con más apoyo popular en Cisjordania y Gaza después de Arafat, Sharon ha acabado con quien representaba la posición más moderada dentro de la formación de Hamas. No en vano fue Yasín quien acordó con la AP a través de la mediación egipcia requerida por Israel y por EEUU las dos últimas treguas pactadas siguiendo las exigencias israelíes) [2]. Ello da idea del nulo interés de Israel y de EEUU por promover ningún atisbo de estabilidad en Palestina así como de la falsedad del discurso de Sharon y de Bush sobre la falta de interlocución política palestina con la que negociar. Por otro, porque el segundo asesinato, el de al-Rantisi, el 17 de abril, se produjo solo tres días después de que EEUU diese respaldo oficial a la estrategia de expansión territorial israelí mediante la anexión de territorios de Cisjordania al Estado de Israel y asegurase a Sharon que EEUU sancionará que el Derecho al Retorno de los refugiados palestinos, un derecho internacionalmente reconocido, solo se aplique limitadamente en un Estado palestino tutelado por Israel [3]. Quebrada nuevamente la lógica del derecho y la justicia, se reafirma la de la "legitimidad otorgada" por los hechos consumados tal y como conviene al gobierno de Sharon y al sionismo. Con ello, el fortalecimiento del poder de Israel se instala en la luz verde para intensificar hasta el final no solo el asedio territorial y poblacional de Palestina sino también el político.

El asesinato de al-Rantisi

El asesinato de al-Rantisi es la demostración de fuerza de Israel frente a la resistencia palestina, en este caso simbolizada en el grupo de Hamas, de la misma manera que la última amenaza contra Arafat es la demostración de que Sharon, al abrigo de la aquiescencia estadounidense, no tiene por qué reconocer ya ninguna interlocución política palestina. La exigencia de "cambio de régimen" [4] formulada por Israel desde hace dos años con apoyo de EEUU ha demostrado su significado preciso: la anulación de toda dirección política palestina, sea esta acomodaticia como la de la AP o combativa como la de la resistencia. En ello se ha basado la política de enfrentar y dividir al movimiento nacional palestino en la última década y esa es la causa principal de su debilidad actual.

En estas condiciones de máximo asedio político, Sharon ha podido preparar el terreno para llevar a cabo un paso más en el proyecto histórico del sionismo para toda Palestina. En ese proyecto, la política exterior estadounidense no ha dejado nunca de confluir. En efecto, la declaración de apoyo público efectuada por el presidente Bush el pasado 14 de abril al plan de "retirada unilateral" del ejército de ocupación israelí de la Franja de Gaza, tal y como promueve el gobierno de Israel desde el 18 de noviembre de 2004 [5] sitúa una vez más, claramente, las claves únicas y permanentes en las que EEUU contempla la resolución de la cuestión palestina: pleno apoyo al Estado de Israel y a su proyecto sionista y anulación de los derechos nacionales palestinos sobre Palestina. Estas dos premisas básicas que han operado de manera permanente en la política estadounidense desde hace décadas, devuelven cíclicamente la cuestión palestina y su resolución a la realidad que no pueden esconder aunque si maquillar y alterar las falaces "iniciativas de paz" y de negociación promovidas por unos y por otros en los últimos años.

Es la coyuntura extremadamente crítica que se ha abierto para todo el Oriente árabe tras la invasión y ocupación de Iraq, la que permite al gobierno de Sharon seguir operando, con el apoyo explícito de EEUU, la inacción de la Unión Europea y el acomodo de los regímenes árabes, desde la táctica de la acción militar, para forzar un nuevo cambio estratégico en la cuestión palestina, algo que el propio Arafat ha definido, refiriéndose al plan de Sharon que sustenta esta transformación, como una nueva Declaración Balfour [6].

El "Plan de retirada unilateral" de Sharon

El denominado "Plan de retirada unilateral" de Sharon no es más que un eufemismo para designar lo que pretende ser la tercera fase histórica de usurpación del territorio de Palestina por parte del sionismo, tras los desalojos de población palestina y posterior ocupación de 1948 y 1967. El contenido del Plan revela que, a pesar de formalizar un repliegue del Ejército israelí y de la evacuación de los asentamientos, el territorio de Gaza seguirá estando sujeto al control israelí y las atribuciones de la seguridad interna se delegarán, bajo tutela de Israel, a unas fuerzas palestinas designadas desde el gobierno israelí y supervisadas por expertos de EEUU, Gran Bretaña, Egipto y Jordania. Igualmente, Israel "[...] supervisará y vigilará el contorno exterior de tierra, mantendrá el control exclusivo del espacio aéreo y seguirá manteniendo actividades militares en el espacio marino de la Franja" [7].

Lo mismo ocurre respecto a los asentamientos: mientras el Plan declara que Israel desmantelará todos los de Gaza, el más importante de la Franja, el de Netzarim, está siendo reforzado en las últimas semanas [8] y ya se ha dejado constancia de que en ningún caso se procederá a la evacuación de los colonos hasta que el muro que rodeará en breve el corazón de Cisjordania se haya completado. El Plan exige que en un año y medio, a cambio de una no retirada efectiva, se legitime la anexión al Estado de Israel de parte del territorio palestino de Cisjordania ocupada -un 50% del territorio-, que se mantengan los ilegales asentamientos -trasladando a ellos a los colonos judíos de Gaza- y que se complete el muro de separación [9] que permitirá recluir y controlar a la población palestina en un ghetto aislado y desconectado del exterior, impidiendo no ya ningún atisbo de soberanía política sino de mera subsistencia digna para los palestinos.

Retirarse de Gaza, expandirse en Cisjordania

La decisión de Israel de abandonar Gaza no puede ser considerada como una salida forzada por la resistencia Palestina (como fuera el caso de Líbano por la presión de Hizbollah). Mucho menos como un signo de querer devolver a la soberanía de su pueblo un territorio ocupado por la fuerza. Antes al contrario, Israel pretende exclusivamente obtener un beneficio mayor que opera a favor de su propio proyecto expansionista en Cisjordania, así como desembarazarse, en el mismo espíritu que movió la creación de las Áreas Autónomas bajo los Acuerdos de Oslo, de los problemas derivados de atender las necesidades básicas de los palestinos de la Franja, creando previamente estructuras de control político y social de esa población a través de fuerzas de seguridad palestina bajo control israelí.

Igualmente, la pretensión de vincular a terceros Estados árabes de la zona a ese plan, concretamente a Egipto y Jordania, los dos socios oficialmente normalizados con Israel, en el mecanismo de seguridad para el futuro de Gaza vuelve a ilustrar la negativa a permitir que en la Franja se instaure ninguna institución política palestina, mucho menos una AP a la que Israel ya ha dejado de reconocer.

A este respecto, resulta esclarecedor que respondiendo a las exigencias de ese plan unilateral, el gobierno de Israel ya haya iniciado conversaciones con Egipto para determinar cuáles han de ser los mecanismos de seguridad en la Franja una vez que Israel haya evacuado formalmente a su ejército y que los nombres de quienes como agentes de seguridad palestinos deberán colaborar con Israel y con los expertos egipcios, jordanos, estadounidenses y británicos en el control de la población palestina de Gaza [10].

En la actualidad, al igual que la de Iraq, la ocupación de Palestina por parte de Israel se inscribe en el principio hegemónico de "Guerra permanente" instaurado por la Administración Bush y latente de manera sistemática en las políticas que el sionismo ha aplicado contra Palestina desde 1948. Principio hegemónico de aniquilación de los derechos de sus pueblos y de sus proyectos nacionales que, tanto en el caso palestino como en el iraquí, no prevé otra salida que no sea la de retener por la fuerza el control territorial y de recursos para establecer -en el caso de Iraq- o consolidar-en el de Palestina- un marco de dominación colonial indefinido que sirva a los intereses estadounidenses e israelíes. Igualmente, como en Iraq, es la resistencia palestina la que está impidiendo satisfacer los designios humillantes de la vieja y nueva potencia colonial.

Notas de CSCAweb:

1. Al-Jazeera, 24 de abril de 2004
2. Véase en CSCAweb:
Nuevo gobierno de la Autoridad Palestina: ¿retomar la "Hoja de ruta"? | El 'nuevo' plan Sharon y la imposibilidad de una nueva tregua palestina | La dimisión de 'Abu Mazen' y el fin de la "Hoja de ruta"
3. Véase en CSCAweb:
No a una nueva Declaración Balfour: Respuesta internacional a la declaración de Bush sobre el Derecho al Retorno de los palestinos
4. Véase en CSCAweb:
Remodelando Oriente Medio: el modelo 'cambio de régimen' en Iraq aplicado a Palestina
5. El pasado 18 de diciembre, el primer ministro de Israel Ariel Sharon hizo público en la Conferencia de Herzliya el denominado "Plan de retirada" para la Franja de Gaza (en inglés Disengagement Plan) consistente en "[...] el repliegue de las fuerzas del ejército israelí a nuevas líneas de seguridad y en una transformación en el despliegue de los asentamientos que reduzca en todo lo posible el número de [colonos] israelíes situados en el corazón de la población palestina. Dibujaremos nuevas líneas de seguridad y las tropas del ejército israelí serán desplegadas a lo largo de ellas. La seguridad será proporcionada por el despliegue del ejército, el muro de seguridad y otros obstáculos físicos". El texto completo del discurso de Sharon puede verse en inglés en:
Jerusalem Post on line, 18 de diciembre de 2003
6. Al-Ahram Weekly, núm. 687, 22 a 28 de abril de 2004
7. El contenido del plan puede verse en su versión en inglés en la edición electrónica del diario israelí Ha'aretz, de 25 de abril de 2004:
www.haaretz.com
8. Reinhart, T:
"What kind of state deserves to exist?", en The Electronic Intifada, 23 de abril de 2004,
9. Sobre el Muro de separación, véase en CSCAweb:
Informe: El Muro del Apartheid en Palestina y el Derecho Internacional y enlaces relacionados.
10. Véase Alloush, I.: "¿Quién se beneficia del asesinato del Sheij Yasín y de sus compañeros?" (texto adjunto en la columna de la izquierda), publicado en Free Arab Voice, marzo, 2004, así como
Loles Oliván: "La cuestión de fondo de la reforma palestina: democracia y lucha nacional"