Index | Palestina
Actualidad
PALESTINA


* Maha Nassar, miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina, es presidenta de la Unión de Comités de Mujeres Palestinas, organización creada en 1981 en los Territorios Ocupados. Esta entrevista ha sido realizada en Ramala (Palestina ocupada) en febrero de 2004 para 'Luita Internacionalista' y publicada en el número 48, de febrero de 2004, de la publicación de esta organización.

Enlaces relacionados

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora: Las mujeres iraquíes encarceladas, sometidas a trato vejatorio, abusos sexuales y violaciones y violaciones por parte de soldados de ocupación y miembros de los cuerpos de seguridad iraquíes - Carta de Nur, presa en la cárcel de Abu Ghraib, Bagdad

¿Desarrollo bajo la ocupación?

ONG en Palestina: liberalismo económico y desestructuración social

Mayed Nassar y Nassar Ibrahim: "Reforma y reestructuración de la sociedad en Palestina: ¿libre albedrío del pueblo o condiciones de globalización?"

Isaias Barreñada: Mujeres palestinas. Protagonismo y relegación

Santiago Alba Rico: Wafa Idris: el milagro funesto

Santiago Alba Rico: El atentado suicida: la negación 'sí'

Santiago Alba Rico: Sacarse un cuerpo de la manga (el escándalo de los "atentados suicidas")

Nassar Ibrahim y Majed Nassar: Imperialismo, globalización capitalista y cuestión palestina


8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Entrevista a Maha Nassar, presidenta de la Unión
de Comités de Mujeres Palestinas

"La Intifada ha hecho a las mujeres palestinas más libres"

CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 8 de marzo de 2004
'Luita Internacionalista', núm. 48, febrero 2004

"Desde fuera puede parecer que la Intifada es cosa de hombres, pero las mujeres siempre hemos formado parte de ella: organizando comités de socorro, visitando las áreas bajo asedio, rompiendo los toques de queda para abastecer a la gente de alimentos y medicinas, protagonizando manifestaciones en los puntos de control militar... pero allá nunca hay medios de comunicación. Esta era la forma tradicional de confrontar la ocupación y ahora tenemos también la lucha armada. Las mujeres han necesitado tiempo para implicarse en las nuevas formas de confrontación, en la lucha militar"

Luita Internacionalista (P.): ¿Cuál es la situación de las mujeres palestinas?

Maha Nasar (R.): Nuestra vida está marcada por la ocupación, que tiene un impacto brutal sobre todos los ámbitos. El paro y la pobreza golpean más duro a las mujeres que a menudo se encuentran solas al frente de toda la familia. Vemos como nuestros hijos son encarcelados o asesinados; vemos como cada día es más difícil conseguir recursos por sobrevivir; vemos cómo nos impiden movernos por nuestra tierra y cómo nos encierran en ghettos aislados. Y además padecemos las peores condiciones de trabajo.

P.: Vosotras lucháis también por la igualdad de la mujer dentro la sociedad palestina. ¿Cómo se lleva adelante esta lucha cuándo hay que hacer frente a la ocupación?

R.: La relación entre la lucha contra la ocupación y la liberación de la mujer es dialéctica. Tenemos que saber valorar en cada momento cuáles son los ámbitos de lucha prioritarios y situar los pesos de acuerdo con este análisis: no tiene demasiado sentido poner en el centro la lucha contra las bodas forzadas a edades tempranas si en la calle nos están matando. Sería una fantasía intelectual: la prioridad en estos momentos es confrontar la ocupación, los colaboracionistas, hacer frente a los cierres y a los toques de queda. Durante el proceso de Oslo, pudimos poner abiertamente sobre la mesa la lucha por nuestros derechos pero incluso en aquel momento denunciábamos la ocupación: no éramos libres por tener al ejército a cien metros en lugar de tenerlo dentro de casa.

P.: Y tuvisteis que aguantar muchas presiones.

R.: Los gobiernos y las ONG de la Unión Europea nos decían que nos teníamos que concentrar en construir el Estado, hacer leyes y sobre todo promover el desarrollo de la mujer [1]: nosotras replicábamos que aquél era también un momento de confrontación contra la ocupación. A la vez los islamistas nos tildaban de pro-occidentales por reivindicar nuestros derechos y nosotras no dejamos de defenderlos. Dos días antes del estallido de la segunda Intifada estábamos discutiendo un proyecto de ley palestina de la familia pero la situación cambió rápidamente: siempre tenemos que ver la realidad, dar respuestas y adecuar la agenda. A veces la lucha nacional tiene que pasar al frente pero algún día la liberación de la mujer tendrá que ser la primera causa por la cual luchar.

P.: ¿La Intifada contribuye a la liberación de la mujer?

R.: La lucha social y la nacional nunca han estado enfrentadas: la mujer palestina ha conseguido muchas conquistas gracias a la Intifada. Participar en la Intifada nos ha abierto una montón de espacios. Durante la primera Intifada estábamos en primera línea desde los movimientos de mujeres haciendo cosas maravillosas, encabezando manifestaciones, luchando desde las prisiones. Y cuando la Intifada se acabó estábamos muertas: ni siquiera conseguimos mantener nuestras posiciones dentro las organizaciones palestinas. Los partidos y la misma sociedad nos volvieron a dejar de lado diciendo que era el momento de la política y la negociación [2].

P.:¿Cuál es el papel de la mujer en la Intifada?

R.: Desde fuera puede parecer que la Intifada es cosa de hombres, pero las mujeres siempre hemos formado parte de ella: organizando comités de socorro, visitando las áreas bajo asedio, rompiendo los toques de queda para abastecer a la gente de alimentos y medicinas, protagonizando manifestaciones en los puntos de control militares... pero allá nunca hay medios de comunicación. Esta era la forma tradicional de confrontar la ocupación y ahora tenemos también la lucha armada. Las mujeres han necesitado tiempo para implicarse en las nuevas formas de confrontación, en la lucha militar. El papel de la movilización de base -por lo general no sólo de las organizaciones de mujeres- ha cambiado de la primera a la segunda Intifada. Ahora es menor por varias razones: en primer lugar, la ocupación militar es diferente porque no es en forma de presencia directa de soldados en las ciudades, sino de incursiones puntuales con métodos de guerra abierta contra la población. En segundo lugar, no podemos olvidar el impacto desmovilizador de los compromisos políticos injustos adquiridos por la Autoridad Palestina (AP) durante el proceso de Oslo.

P.: El mundo se ha sorprendido al ver mujeres que se inmolan.

R.: Es una reacción espontánea de desesperación causada por la ocupación [3]. El hecho que una mujer se inmole en Palestina es una bofetada en la cara del mundo árabe: es como decirles "las mujeres están dando la vida por la liberación de Palestina mientras vosotros miráis desde casa" [4]. Los atentados suicidas no son organizados, son acciones individuales que han sido adoptadas por algunas organizaciones palestinas. Y si se trata sólo de respuestas individuales de las cuales hacen uso los partidos en dos o tres ocasiones, no se puede hablar de que esto contribuya a cambiar la situación de la mujer en la sociedad palestina.

P.:¿Cuál es tu balance del proceso de Oslo?

R.: Es precisamente Oslo lo que explica nuestra situación actual. Los puntos más calientes de la causa palestina -el Derecho al Retorno de los refugiados, el desmantelamiento de los asentamientos y el estatuto de Jerusalén- se aplazaron hasta lo que Israel denominaba "negociación final". Y en el momento en que estuvieron forzados a definirse sobre estos puntos Sharon ocupó la explanada de las Mezquitas. Aquello no fue el acto de un loco, sino una acción premeditada para hacer saltar otra Intifada. Israel no cederá nunca en estos tres puntos.

P.: ¿Qué pretende la segunda Intifada?

R.: No es la Intifada de al-Aqsa [mezquita de Jerusalén], sino la Intifada de la Liberación. Un grito que dice "Oslo, vete al infierno", porque aquel proceso se basó desde el comienzo en principios equivocados. La Intifada surgió como una revuelta contra la ocupación y a la vez contra la AP -recuérdese los episodios del túnel y la revuelta de los presos. Estuvo a punto de convertirse en una revolución contra Arafat, que después la misma AP supo reconducir. Y el hecho de que hoy Sharon diga que la AP es el primer enemigo le ha permitido [a la Arafat] recuperar apoyo.

P.: ¿Cuáles son las razones del crecimiento del islamismo en la sociedad palestina?

R.: Es un fenómeno muy reciente en la historia palestina: surge al final de la primera Intifada con al ayuda de Israel que pretende vencer el principio de la OLP de la revolución por la tierra -para Israel era mejor convertirla en la revolución islámica. Pero este movimiento que ellos crearon se les ha escapado de las manos: los islamistas organizaron sobre todo a los jóvenes y éstos dejaron de estar controlados por los propios dirigentes. Siempre he pensado que el fundamentalismo es un fenómeno pasajero en Palestina porque no tiene raíces profundas. Pero si la OLP no garantiza un funcionamiento democrático para todas las organizaciones palestinas la gente verá un camino más fácil a través de la religión; en lugar de pensar que hay que seguir adelante muchos dirán "hemos hecho todo lo que hemos podido y el resto ya nos lo dará Dios".

P.: ¿Hasta qué punto siguen vigentes los viejos principios de la lucha por la recuperación de la Palestina histórica y el no-reconocimiento del Estado de Israel?

R.: Creo que estos principios están ahora más vivos que nunca, porque Israel ya no puede decir al mundo que aceptaría la solución de "dos Estados". Hablaban de aceptar un Estado palestino pero sobre el terreno se ha demostrado que lo que quieren es un Estado judío puro. Ahora es evidente que la coexistencia de dos Estados era una ilusión. Por eso pienso que este es el momento real, adecuado, para decir que la solución de dos Estados no es una salida real para la causa palestina. Nunca se podrá aplicar en el mundo de la globalización y el capitalismo. Conseguir un solo Estado sobre el territorio de la Palestina histórica será una parte de un cambio global en el mundo [5]. Es parte del conflicto entre la globalización y los pobres, entre la globalización y los trabajadores... una parte de la lucha contra la globalización en cualquier parte del mundo. Esta es la única manera de conseguir una salida justa para el pueblo palestino porque nosotros solos con la correlación de fuerzas actual no podremos salir adelante. Tenemos que unir nuestra lucha al resto de luchas del mundo y yo tengo esperanza; nunca perderé la esperanza.

P.: ¿Cuál es el papel de la lucha de clases en la Intifada?

R.: La gente pobre es la que padece y esto les hace incorporarse de manera natural y directa en el proceso revolucionario. Y su lucha no es sólo de liberación nacional sino que se vuelve contra la corrupción y contra la explotación. Israel ha creado una elite palestina ligada a la AP aunque no es una burguesía en términos marxistas porque no tiene la propiedad de los medios de producción sino que es totalmente dependiente de Israel. La mayoría son comerciantes o gente que se beneficia de los impuestos y las subvenciones; son gusanos que crecen en el cuerpo del gran gigante. Si realmente les dieran los medios de producción sería positivo porque un día pasarían a manos del pueblo pero no es así.

Notas de CSCAweb:

1. Véase en CSCAweb: ¿Desarrollo bajo la ocupación? | ONG en Palestina: liberalismo económico y desestructuración social | Mayed Nassar y Nassar Ibrahim: "Reforma y reestructuración de la sociedad en Palestina: ¿libre albedrío del pueblo o condiciones de globalización?"
2. Véase en CSCAweb: Isaias Barreñada: Mujeres palestinas. Protagonismo y relegación
3. Véase en CSCAweb:
Santiago Alba Rico: Wafa Idris: el milagro funesto | Santiago Alba Rico: El atentado suicida: la negación 'sí' y Santiago Alba Rico: Sacarse un cuerpo de la manga (el escándalo de los "atentados suicidas")
4. Alloush, I.: "On the Significance of the Martyrdom of Rim ar-Riyashi", en
www.freearabvoice.org.
5. Véase en CSCAweb:
Nassar Ibrahim y Majed Nassar: Imperialismo, globalización capitalista y cuestión palestina