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Análisis
Movimiento contra la guerra y la globalización capitalista

* Loles Oliván es miembro del CSCA, arabista y editora de CSCAweb.

** Jaume Botey es profesor de Ciencias de Historia de la UAB, es miembro de la 'Plataforma per l'Alliberament i la Sobirania de l'Iraq' de Cataluña, integrada en la CEOSI.

Documento del Foro Social Europeo
París, 16 de noviembre de 2003

Llamamiento de la Asamblea de organizaciones y movimientos sociales

CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
25 de noviembre de 2003
FSE, París, 16 de noviembre de 2003
Traducción: Loles Oliván

Nosotros y nosotras somos movimientos sociales y ciudadanos y ciudadanas de todas la regiones de Europa, de este a oeste y de norte a sur. Después de Florencia y Porto Allegre, nos hemos reencontrado en el segundo Foro Social Europeo tras de un año de movilizaciones contra el modelo neoliberal de numerosos países de Europa, contra la reforma de las pensiones, por la defensa de los servicios públicos, contra las políticas agrícolas, por los derechos de las mujeres, contra la extrema derecha, el racismo y la xenofobia, así como contra las políticas de seguridad, y en contra de la guerra contra Iraq, especialmente el 15 de febrero de 2003. Somos diversos y plurales y ello es lo que constituye nuestra fuerza.

En este momento se elabora un proyecto de Constitución europea al margen de la sociedad civil. [Este proyecto] constitucionaliza el liberalismo como doctrina oficial de la UE; consagra la concurrencia como fundamento del derecho comunitario y de todas las actividades humanas y no toma en cuenta los objetivos del ecodesarrollo; acuerda un papel para la OTAN en las políticas exteriores y de defensa europeas y promueve la militarización de la Unión; en fin, [un proyecto que] mantiene lo social dentro del estatuto del mercado y activa, de hecho, el desmantelamiento ya programado de los servicios públicos. Este proyecto de Constitución no responde a nuestras aspiraciones.

Nosotros y nosotras luchamos por otra Europa. Nos movilizamos fijando la esperanza de una Europa sin paro ni precariedad, dotada de una agricultura campesina que asegure la soberanía alimentaria, que preserve los empleos, el medio ambiente y la calidad de la alimentación, de una Europa abierta al mundo que permita a todos y todas circular libremente, que reconozca la ciudadanía de residencia a todos los extranjeros y habitantes y que respete el derecho de asilo; de una Europa que ponga en marcha una igualdad real entre las mujeres y los hombres, que promueva la diversidad cultural y el derecho de los pueblos a la autodeterminación, es decir, a decidir su futuro de manera democrática.

Nosotros y nosotras luchamos por una Europa que rechaza la guerra, favorece la solidaridad internacional y un desarrollo ecológicamente sostenible. Combatimos para que los derechos de los seres humanos, los derechos sociales, económicos, políticos, culturales y ecológicos se impongan sobre el derecho de la concurrencia, la lógica del beneficio y la esclavitud por la deuda.

Por todas estas razones lanzamos un llamamiento a los pueblos de Europa para que se movilicen contra el modelo neoliberal y contra la guerra. Combatimos por la retirada de las tropas de ocupación de Iraq así como por la restitución inmediata de la soberanía al pueblo iraquí. Combatimos por la retirada de los territorios ocupados por Israel y por el fin de la construcción del muro y su destrucción. Apoyamos a los movimientos israelíes y palestinos que luchan por una paz justa y duradera. Combatimos por la retirada de las tropas de ocupación rusas de Chechenia. Es por ello que nos sumamos al llamamiento internacional lanzado desde EEUU por el movimiento contra la guerra y que convocamos a la jornada de acción del 20 de marzo próximo.

Para alcanzar una Europa basada en el reconocimiento de los derechos sociales, políticos, económicos, culturales y ecológicos, tanto individuales como colectivos, de las mujeres y de los hombres, nos comprometemos a llevar a cabo iniciativas en todas partes. Tenemos que construir paso a paso un proceso de movilización que permita la implicación de todos los pueblos de Europa. Nos comprometemos a formar parte inseparable de todas las acciones organizadas por los movimientos sociales, en particular, a convocar una jornada de acción común apoyada por los movimientos sociales, principalmente por el movimiento sindical europeo. Hacemos un llamamiento a todos los movimientos sociales para que hagan culminar esta dinámica de movilizaciones en una jornada de acción por otra Europa, la de los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas y de los pueblos, el 9 de mayo, fecha prevista para la ratificación de la Constitución europea."

Enlaces relacionados / Related links:

Asamblea del Movimiento Internacional contra la Guerra en París. Por una iniciativa europea e internacional contra la Guerra - Convocatoria de la Asamblea General del Movimiento Internacional contra la Guerra
- Intervenciones de CSCA/CEOSI en el Foro Social Europeo de París

20 de marzo de 2004:
Jornada internacional contra la ocupación de Iraq
Global Day Action on the First Anniversary of the U.S. Bombing and Invasión of Iraq (InternationalANSWER)


Foro Social Europeo

Evaluación del CSCA sobre la incidencia de las cuestiones árabes en el FSE de París

Loles Oliván* y Jaume Botey**

CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 25 de noviembre de 2003

"Al menos en lo que respecta al tratamiento de las cuestiones palestina e iraquí, el contenido del Documento Final del FSE refleja más la línea moderada y socialdemócrata que representan ciertos sectores del Foro que la más comprometida de grupos y organizaciones de la izquierda internacional dispuestos a lograr que el Foro Social Mundial sea verdadera y operativamente un ámbito de expresión y acción para la transformación mundiales. En cualquier caso, el Documento llama a secundar la movilización contra la ocupación de Iraq y Palestina promovida por ANSWER para el 20 de marzo de 2004"

Desde el 12 al 16 de noviembre, una representante del CSCA y otro de la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI) han participado en calidad de delegados de ambas organizaciones en el Foro Social Europeo celebrado en París. La intervención del CSCA ha tenido lugar en el marco del plenario "Iraq: globalización neoliberal, ocupación y nuevo colonialismo" (13 de noviembre) en el que Loles Oliván, representante de nuestra organización, intervino como moderadora y co-relatora.

Igualmente, el CSCA intervino como participante en el seminario "La justicia internacional y el delito de la agresión a Iraq: hacia un tribunal independiente en 2004" (15 de noviembre), en el que el CSCA presentó formalmente ante el FSE el "Informe de Crímenes de Guerra contra la población civil de Bagdad" elaborado por el grupo de brigadistas del Estado español que permaneció en Bagdad hasta el final de la guerra. Jaume Botey representante de CSCA y CEOSI (Cataluña) participó asimismo en el seminario "¿Normalización de la ocupación?" (15 de noviembre).

Además de estas tres actividades, CSCA/CEOSI han asistido a un buen número de plenarios, seminarios y talleres del FSE relacionados con Iraq y Palestina.

Si bien el proyecto de la Constitución europea ha sido una prioridad para los organizadores del FSE, la ocupación militar de Palestina e Iraq se han consolidado como cuestiones centrales de la lucha del FSM por simbolizar el rechazo a la doctrina imperante de "Guerra permanente" promovida por la Administración Bush y adoptada por el Estado de Israel, así como la denuncia del renovado modelo de intervencionismo militar, político y económico que EEUU pretende imponer a escala global, basado en el uso de la fuerza y ajeno al Derecho Internacional.

El contexto regional árabe parcelado

Si bien se ha avanzado en afirmar la relación directa entre las ocupaciones de Palestina e Iraq y en la necesidad de combatirlas interrelacionadamente, el CSCA sigue mostrando su preocupación ante el hecho de que tanto la causa palestina como la iraquí están siendo en muchas ocasiones desconectadas de su contexto regional árabe. A este respecto es ilustrativo el hecho de que el Documento Final del FSE [1] no contemple en su redacción ninguna referencia al contexto regional árabe, esencialmente en cuanto a que se trata de un escenario integral donde se vive un proceso de intervencionismo militar asociado a la expansión del capitalismo globalizado.

Mientras en los debates del Foro se reconoce que la ocupación militar representa el nuevo modelo neocolonial que EEUU pretende imponer en Iraq y se asocia a la inserción de este país y de sus recursos en las esferas de la economía capitalista globalizada, se ha vuelto a obviar que el modelo neoliberal que EEUU pretende crear mediante la fuerza militar en Iraq es el mismo que se está imponiendo, mediante fuertes presiones económicas e imposiciones políticas (ejemplificadas en la iniciativa estadounidense de la Asociación de Libre Comercio para Oriente Medio, ALCOM) a los sumisos regímenes políticos árabes cuya legitimidad está sujeta exclusivamente a la aceptación del dictado estadounidense para la remodelación de todo el Oriente Medio, y no a la voluntad popular y democrática de los pueblos a los que dicen representar.

Igualmente, la oposición a la ocupación de Israel se desconecta progresivamente de su vertiente regional, al no incidir en la estrecha relación que existe entre el proyecto de control territorial y demográfico de toda Palestina por parte de Israel y el proyecto sionista a nivel regional, que forma parte de la misma estrategia de implantación de la hegemonía israelí en todo el área.

La cuestión de 'normalización' árabe-israelí, ausente

El FSE sigue sin contemplar la necesidad de abordar una cuestión central para la lucha contra la globalización capitalista en el espacio árabe -y no solo en Iraq y en Palestina-, que de manera renovada se viene reclamando por amplios sectores sociales árabes desde 1991, desde Marruecos a Bahrein, pasando por Egipto, Túnez, Jordania, Líbano y algunos países del Golfo: el de rechazar la imposición estadounidense de la normalización árabe-israelí por medio del establecimiento progresivo de relaciones diplomáticas, políticas, culturales, económicas y de seguridad del Estado de Israel con los regímenes árabes sin que se haya producido la devolución de los territorios árabes ocupados por parte de Israel y sin que este Estado haya renunciado a la regresiva y racista ideología que funda su proyecto nacional: el sionismo.

La normalización constituye un instrumento esencial para asegurar la hegemonía económica regional de Israel (una vez que la militar ya se ha consolidado tras el desmantelamiento del Estado de Iraq mediante la invasión y la ocupación y gracias a las permanente ayudas militares de EEUU a los gobiernos israelíes) y está teniendo en los Estados árabes -como es el caso jordano- consecuencias nefastas, pues la inserción de Israel en las economías árabes está directamente asociada a la aplicación de impopulares reformas económicas y financieras que, inspiradas por Washington, por el FMI y por el Banco Mundial, no solo obligan a los Estados árabes a ejecutar políticas de privatización de los sectores públicos y a favorecer el intervencionismo económico extranjero -aumentando con ello la dependencia y el empobrecimiento nacionales- sino que además el beneficiario directo de tales políticas, en réditos tanto económicos como estratégicos, es el Estado de Israel; un Estado que sigue ocupando ilegalmente territorios árabes en Palestina, Líbano y Siria, que ha radicalizado el uso de la fuerza militar al amparo de la "Guerra total contra el terrorismo" de Bush para acabar con la Intifada y el movimiento nacional palestinos, y que además está ya interviniendo activamente en el Iraq ocupado, tanto económicamente como en el ámbito de la seguridad.

Palestina: derechos humanos y ocupación; derechos nacionales y resistencia

Sin duda alguna la causa palestina se ha convertido, como así se ha visto en el FSE, en referente insustituible de la lucha de las fuerzas progresistas internacionales por la autodeterminación de los pueblos. Las dimensiones de brutalidad militar y las violaciones impunes que el Estado de Israel viene practicando colectivamente contra toda la población palestina en los Territorios Ocupados (TTOO), particularmente en los tres últimos años de Intifada, están siendo respondidos desde el ámbito de la solidaridad internacional con el impulso de campañas específicas que, como la lanzada desde Francia en 2002 por la Campaña Civil Internacional para la Protección del Pueblo Palestino (CCIPPP) o la de International Solidarity Movement (ISM) desde EEUU, han contribuido a extender entre amplios sectores europeos y estadounidenses el conocimiento de lo que realmente ocurre en los TTOO y a articular respuestas para las tareas de la solidaridad con Palestina. Igualmente, el intenso respaldo que se está dando en Europa a la campaña contra el "Muro del Apartheid", lanzada desde Palestina, da cuenta de la respuesta de la solidaridad internacional con el pueblo palestino.

En Europa y en el FSE, dos vectores recorren el caudal de la solidaridad con Palestina: la defensa de los derechos humanos palestinos y la denuncia de la ocupación militar de los TTOO. El drama en que ha situado a la población palestina la política sionista de Israel, representada ahora por el gobierno de Sharon, obliga indudablemente a reclamar y exigir desde la solidaridad el respeto al derecho fundamental y básico a la vida que el ejército israelí conculca y viola sistemáticamente en Palestina. Igualmente, las políticas de represión israelí de la Intifada han exacerbado el castigo colectivo en prácticas que, como los ataques militares contra la población civil, la reocupación de áreas autónomas, el cierre de carreteras y territorios, los toques de queda, la demolición de viviendas, los asesinatos selectivos o la expropiación de tierras constituyen una violación indigna y permanente de los derechos humanos fundamentales que inciden en la violación de derechos igualmente básicos como el libre movimiento, la educación, la sanidad o la vivienda. Por todo ello, y contra la ocupación militar israelí, que es la causa central del drama humano palestino, la defensa de los derechos humanos palestinos y la denuncia de la ocupación siguen centrando el debate general en el FSE sobre Palestina.

Sin cuestionar en absoluto esta necesaria defensa asumida por el FSE, cabe también reflexionar acerca de las consecuencias a que puede conducir extrapolar, en el marco de la solidaridad internacional, la defensa de los derechos humanos palestinos y la denuncia de la ocupación militar de aquella otra que ha vertebrado la lucha palestina y su Movimiento de Liberación Nacional a lo largo de su historia: la de los legítimos derechos nacionales palestinos, que siguen siendo el fundamento de la causa palestina para su población, que se siguen conculcando en Palestina y que deberían ser el referente político básico para articular la solidaridad internacionalista con Palestina y con un proyecto nacional laico, democrático y progresista.

En el afán de aglutinar al mayor número posible de las diversas fuerzas, corrientes y sensibilidades que conforman el FSE, en un contexto, además, de máxima hostilidad impuesto por la política israelí y estadounidense contra Palestina, se corre el riesgo de debilitar progresivamente ese referente de reivindicación nacional que justifica por qué, además de apoyar los derechos humanos palestinos y denunciar la ocupación israelí, hay que respaldar sin ambages la lucha palestina y su legítima resistencia, entendida tanto en su faceta popular, civil y colectiva de no colaborar con la ocupación, como en aquélla que ejerce la resistencia armada contra objetivos militares israelíes y contra los asentamientos. Porque la desproporción de la violencia israelí contra Palestina -verdadero terrorismo de Estado- no es en ningún caso comparable con las acciones de la legítima resistencia armada palestina, y porque el drama que representa el fenómeno de las bombas suicidas que estallan dentro del Estado de Israel no puede disociarse de la desigualdad de condiciones en la lucha entre un pueblo ocupado y la potencia ocupante, el FSE debería ser claro en rechazar el discurso extendido en su seno por el pacifismo de la izquierda sionista israelí y de buena parte de la izquierda oficial europea de que la violencia afecta por igual a "ambos pueblos".

La izquierda sionista y el pacifismo israelí en el FSE

Identificado con el mérito de quienes minoritariamente dentro de Israel y muy especialmente dentro de las filas del ejército israelí han dado un paso adelante al negarse a actuar en los TTOO -y están siendo penalizados por ello por el aparato militar israelí- el FSE ha vuelto a contar con la presencia de varias organizaciones de la izquierda israelí y con dos representantes del movimiento Refusenik. Con ello, el FSE se hace eco de las minoritarias voces que en el interior de Israel se han situado contra la ocupación y a favor del pueblo palestino.

Reconociendo en su valor lo que representa particularmente el movimiento Refusenik, cabe, no obstante, proponer dos consideraciones para la reflexión que apenas se han tenido en cuenta en los debates del FSE: primera, que en su argumentación la izquierda pacifista de Israel (cuya presencia es incomparablemente más influyente que la de las fuerzas progresistas insertas en el mundo árabe apenas reconocidas en los ámbitos del FSM -y no las establecidas en Europa) se opone a la ocupación israelí de los TTOO desde una consideración que escasamente supera el compromiso humanitario -los derechos humanos palestinos- y desde una posición que invierte a su favor la lucha anticapitalista en Israel.

Así, se dice que hay que acabar con el sistema de la ocupación porque éste repercute muy negativamente en la economía israelí, al priorizar una economía de guerra permanente en detrimento de un sistema de desarrollo social que hace aumentar la exclusión, el desempleo y las desigualdades. Si bien este argumento de la izquierda israelí es absolutamente coherente, por el contrario no cuestiona ni denuncia, al menos públicamente y con determinación, el nefasto componente esencial que nutre la idiosincrasia israelí: el sionismo. Mientras la izquierda israelí no renuncie, denuncie y combata al sionismo -y en el FSE muy pocos lo han hecho-, el apoyo que recibe de amplios sectores del FSE será un flaco favor, no ya a la lucha nacional palestina, sino a la propia emancipación de los ciudadanos y ciudadanas realmente progresistas del Estado de Israel comprometidos con los derechos nacionales palestinos.

Segunda consideración: la izquierda israelí tampoco denuncia la inserción hegemónica del Estado de Israel en la región árabe -esencia del proyecto sionista de Israel-, ni el principio de la normalización regional como instrumento de la globalización capitalista en Oriente Medio. Si el internacionalismo debe de ser fundamento esencial de la izquierda y los sectores progresistas mundiales, la izquierda israelí debería denunciar y combatir -como hace, por ejemplo, la izquierda del movimiento contra la guerra en EEUU contra la política exterior de su Administración- el proyecto asociado al sionismo en el marco regional de Oriente Medio.

Iraq, el fin de la ocupación

A pesar de que el sentir unánime del FSE es contrario al mantenimiento de la ocupación militar de Iraq, la elaboración del Documento Final a este respecto ha sufrido los efectos negativos de los sectores más moderados de la organización del FSE: a pesar de haberse reclamado mayoritariamente desde la asamblea de preparación del documento que el texto se pronunciara a favor de la "Retirada inmediata de las tropas. Fin a la ocupación de Iraq", esta expresión tuvo que ser modificada tras un prolongado debate por la de "Retirada de las tropas. Fin inmediato de la ocupación", expresión que abre la fórmula (poco debatida en el seno de los diferentes plenarios, seminarios y talleres del FSE relacionados con la ocupación, al menos en los que ha estado presente el CSCA y la CEOSI) de que las tropas de ocupación estadounidenses puedan ser reemplazadas progresivamente por tropas de Naciones Unidas como paso previo a la devolución de la soberanía de Iraq.

Valoración final

En lo que respecta al menos al tratamiento de las cuestiones palestina e iraquí, el contenido del Documento Final del FSE refleja más la línea moderada y socialdemócrata que representan ciertos sectores del Foro que la más progresista de grupos y organizaciones de la izquierda internacional comprometida en lograr que el Foro Social Mundial sea verdadera y operativamente un ámbito de expresión y acción para la transformación mundial. El Documento Final llama a secundar la movilización contra la ocupación de Iraq y Palestina promovida por ANSWER para el 20 de marzo de 2004, primer aniversario del inicio de la invasión del país [2].

Al respecto de las cuestiones árabes, convendría tener en cuenta la necesidad urgente de promover en el FSM una mayor intervención y protagonismo de organizaciones árabes progresistas desde dos consideraciones:

1) que, mientras se combate desde la políticas oficiales estadounidenses y europeas toda noción de cohesión y unidad para un espacio conectado en sus dimensiones geográficas, humanas, políticas, económicas, sociales y culturales, la región árabe conforma un escenario privilegiadamente unitario para el intervencionismo intenso de EEUU y del capitalismo neoliberal. En este sentido, extrapolar la agresión militar y la ocupación de Iraq y Palestina de la más sofisticada que extiende la globalización capitalista en sus facetas políticas, económicas, culturales e ideológicas en toda la región árabe, contribuye a favorecer el discurso hegemónico de la división y fragmentación que se quiere desde EEUU y la Europa oficial para un mundo árabe en permanente debilidad, dependencia y sometimiento.

2) que dado que la lucha contra el imperialismo está también siendo contestada desde el interior del mundo árabe, es necesario fortalecer la interlocución con los sectores progresistas árabes y dar a conocer y respaldar, en el ámbito internacional, su lucha contra la globalización capitalista y contra el intervencionismo, que no es otra que la lucha contra el proceso de normalización de Israel en el entorno árabe. Normalización esencialmente económica pero también política, estratégica e ideológica que el Estado de Israel y EEUU tratan de imponer, con la subsidiaridad de la UE, a unos regímenes políticos ilegítimos en contra de las aspiraciones e intereses de los pueblos árabes. La lucha árabe contra la normalización es el principio político que expresa el eje central del combate contra la globalización capitalista en el mundo árabe y es, por tanto, un principio y un referente inexcusable en la agenda de la solidaridad internacionalista que propugna el FSM.

La reciente decisión de retrasar la organización del Foro Social Mediterráneo (Foro que pretende incluir junto a organizaciones de Israel, Turquía, Malta y países bálticos, a organizaciones de los países árabes mediterráneos) debido a que "las condiciones políticas no son propicias", entra de lleno en el debate a cerca de una cuestión central en lo que se refiere a las organizaciones árabes: quiénes son y quiénes deben ser los interlocutores árabes en la creación y configuración de un Foro Social Mediterráneo.

Se justifica la falta de interlocución árabe a la ausencia de tradición asociativa en los países árabes pero casi nadie quiere abordar la cuestión de fondo, que pasa necesariamente por reconocer que desde la izquierda europea apenas se conoce el mundo social-político árabe y que, de tener voluntad, la interlocución con las fuerzas progresistas árabes pasaría probablemente de manera necesaria, por sectores mucho más radicalizados que lo que cierta izquierda europea e israelí están dispuestas a asumir; interlocución que podría llegar a poner en cuestión la propia validez de un Foro Social Mediterráneo frente a la necesidad acuciante de crear un Foro Social Árabe. La pregunta que cabe hacerse desde el FSM es ¿por qué no existe un Foro Social Árabe en el FSM?, ¿dónde habrán de coordinarse los sectores progresistas árabes pero no mediterráneos como los iraquíes, yemeníes, jordanos, sudaneses, somalíes, mauritanos y del Golfo si no es en un Foro Social Árabe junto al resto de los árabes?, ¿no debería ser el compromiso del FSM identificar y reconocer a esos sectores progresistas árabes y favorecer, en tanto que árabes y progresistas, que definan, construyan, coordinen y financien su propio Foro Social Árabe en el que articulen y expresen sus aspiraciones y desde el que puedan hallar una plataforma para exponerlas al movimiento internacional?

Notas:

1. Traducido en esta misma página (columna izquierda).

2. Véase en CSCAweb: Jornada internacional contra la ocupación de Iraq