Regresa de Bagdad la
Brigada catalana contra la Guerra y parte a Iraq la Brigada de
andaluces
24 de febrero de 2003. Nota informativa CSCAweb
La segunda Brigada contra
la Guerra correspondiente a Andalucía, integrada por 25
personas representantes de diversos sectores y organizaciones
sociales y sindicales, llegará el lunes 24 a Bagdad en
donde permanecerá una semana para expresar su solidaridad
con el pueblo iraquí y el rechazo a la guerra.
El sábado,
22 de febrero ha regresado de Bagdad la primera Brigada de solidaridad
contra la Guerra que se desplazó a Iraq el pasado 16 de
febrero en el marco de la iniciativa de Brigadas Internacionales
'Mohamed Belaidi', organizadas por la CELSI.
La Brigada catalana, compuesta de 18 personas representantes
de diversas organizaciones sociales ha incluido a sindicalistas,
estudiantes, jubilados, periodistas, profesores universitarios,
además de miembros de la Plataforma per l'Aixecament de
las Sancions a l'Iraq (PASI), integrada en la CELSI y organizadora
de esta iniciativa en Catalunya.
Durante su estancia en Bagdad, la Brigada catalana ha llevado
a cabo un programa elaborado por los propios brigadistas y por
la CELSI y que ha cubierto, además de visitas al refugio
civil de Al Amiriya, al Hospital Pediátrico Sadam, y a
la escuela pública de primaria Salah Addin As Sabal, el
desplazamiento a una planta generadora de electricidad y a la
planta potabilizadora de agua, ambas situadas en Dora, a 15 Km.
de Bagdad.
Ambos lugares forman parte de las instalaciones civiles que
están siendo preparadas por los responsables iraquíes
para dotarlas de infraestructura capaz de alojar en condiciones
de higiene, saneamiento y comodidad a algunas de las brigadas
de solidaridad y de los escudos humanos internacionales que ya
se encuentran en Bagdad así como a nuevos contingentes
cuya llegada está prevista en las próximas semanas.
Se trata de instalaciones civiles que por resultar indispensables
para el mantenimiento de la vida mínima de la población
iraquí, son susceptibles de ser objetivos de los ataques
militares estadounidenses (tal como ocurriera durante la Guerra
del Golfo de 1991) una vez que se inicie la invasión de
Iraq.
La presencia internacional -voluntaria y permanente- en dichas
instalaciones pretende servir para garantizar su funcionamiento
y su defensa por medios exclusivamente humanos, no militares
y pacíficos. Esta iniciativa se está llevando a
cabo mediante la coordinación de las autoridades locales,
de los trabajadores y trabajadoras iraquíes de cada instalación
y de los grupos internacionales que por decisión propia
y voluntaria decidan participar en ella. La Brigada catalana
tuvo la oportunidad de visitar las instalaciones mencionadas
y de intercambiar un saludo con los directores de ambas plantas
así como con sus trabajadores y trabajadoras.
En un encuentro de carácter institucional, la Brigada
fue recibida por el rector de la Universidad Al Mustansiriya
de Bagdad, el Dr. Yehya T. Al Rawi, quien explicó ante
los brigadistas el funcionamiento de la Universidad, las dificultades
que afrontan tanto los estudiantes como el personal docente y
laboral y las preocupaciones ante el hecho de que se produzca
una nueva guerra contra Iraq que identificó, como todos
los interlocutores de la brigada, como una invasión por
el control del petróleo iraquí.
Otro encuentro institucional fue el celebrado con el representante
del Patriarca de la Iglesia católica caldea de Iraq, Monseñor
Badawi, quien informó acerca de la elaboración
de un documento contra la guerra firmado por los representantes
de todos los ritos de la Iglesia así como del Islam y
del judaísmo que se hizo público el día
posterior, 1920 de febrero, en la prensa internacional.
Igualmente la brigada catalana convocó una rueda de
prensa ante los medios de comunicación internacionales
desplazados a Bagdad en el Centro Internacional de Prensa del
Ministerio de Comunicaciones iraquí. Josep María
Pijuan, Jaume Botey y Loles Oliván intervinieron en representación
de la PASI y de la CELSI para presentar la iniciativa de las
Brigadas de Solidaridad contra la Guerra, expresar públicamente
la solidaridad con el pueblo iraquí y manifestar la condena
de la posición servil del gobierno español así
como su denuncia por haber manifestado a los responsables de
la CELSI que el ministerio de Asuntos Exteriores no se hace responsable
de nada de lo que pueda ocurrir a los ciudadanos y ciudadanos
del Estado español que se encuentren en Iraq cuando tenga
lugar la guerra.
En la mañana del 19 de febrero, la Brigada catalana
se concentró ante la sede de NNUU en Bagdad para manifestar
su rechazo a la guerra y su solidaridad con el pueblo iraquí.
La concentración, en la que se desplegaron dos pancartas
contra la guerra y contra la participación del gobierno
español en ella, estuvo cubierta por la prensa española
e internacional.
Encuentro con Tareq Aziz
Asimismo, la Brigada catalana celebró un encuentro
institucional con Tareq Asis, viceprimer ministro iraquí,
en el complejo de la Presidencia de Gobierno. En su saludo a
la Brigada, Asis manifestó la esperanza del gobierno y
del pueblo iraquí de que la guerra no se produzca finalmente
si bien, de estallar la invasión estadounidense, Iraq
se defenderá hasta el final. Tareq Asis transmitió
igualmente la preocupación del gobierno iraquí
por mantener, en caso de la invasión, la vida de la población
asegurando el sistema eléctrico (del que dependen buena
parte de los servicios civiles indispensables para el funcionamiento
de la vida cotidiana iraquí), el suministro de agua, el
transporte, las comunicaciones así como garantizar el
suministro de la cartilla de racionamiento que desde 1991 distribuye
con eficacia el propio gobierno para hacer frente a la crisis
humanitaria como consecuencia del embargo.
Durante el encuentro, el viceprimer ministro desmintió
ante los medios de comunicación presentes (Radio Nacional
de España, TV3 y Antena 3) las declaraciones publicadas
por algunos medios en el marco de una anterior visita de una
delegación de Mujeres contra la Violencia Doméstica
al respecto de una supuesta amenaza de ataque terrorista por
parte del gobierno iraquí al gobierno español que
fue utilizada por el presidente Aznar en su comparecencia ante
el Parlamento el pasado 5 de febrero. Asis manifestó claramente
que Iraq nunca ha amenazado ni a España ni a ningún
otro gobierno con utilizar el terrorismo "porque Iraq rechaza
el terrorismo en cualquiera de sus formas. Dejando bien claro
que en ningún caso considera la lucha palestina como terrorismo
ya que el pueblo palestino tiene derecho a defenderse de la ocupación
militar israelí por todos los medios a su alcance".
Asis señaló igualmente que la posición adoptada
por el Gobierno español va en contra de los intereses
españoles.
Fútbol contra la guerra
El 20 de febrero y tras su encuentro con el rector de la Universidad
Al Mustansiriya, la Brigada catalana celebró un partido
de fútbol contra la guerra jugando contra el equipo de
la Universidad de Bagdad. Los jugadores catalanes hicieron entrega
al final del partido de las camisetas de imitación del
F.C. Barcelona que vistieron para el encuentro y que habían
comprado previamente en Bagdad. Asimismo, se llevaron consigo
una camiseta firmada por todo el equipo iraquí y por su
entrenador con el objeto de entregarlo a los responsables del
FC Barcelona para que lo depositen en el museo del Club catalán
como expresión de solidaridad con el pueblo iraquí
y en contra de la guerra.
Convivir con el embargo y la guerra
Doce años de sanciones inhumanas, de repetidos bombardeos
por parte de EEUU y Gran Bretaña y la amenaza de una nueva
guerra decidida contra Iraq no han conseguido acabar con la vitalidad
de la población iraquí. La vida en Bagdad presenta
los signos evidentes del deterioro acumulado en la última
década como consecuencia del embargo en todo tipo de infraestructuras.
Sin embargo, a pesar de las mermadas condiciones de vida, de
los bajísimos salarios, de la inflación y de la
carestía de los bienes más básicos, la ciudad
mantiene un ritmo vital que se materializa en la construcción
de nuevos edificios e instalaciones civiles -escuelas, viviendas,
mezquitas, iglesias, además del Museo de Al Amiriya, construido
en solo un mes en el lugar donde se ubicaba el refugio civil
del mismo nombre e inaugurado oficialmente el pasado 14 de febrero
en el décimo primer aniversario de su destrucción
por dos misiles estadounidenses. El fenómeno de la construcción
y reconstrucción en Iraq, incentivado desde el gobierno,
está asociado a la necesidad de generar movimiento de
la moneda local, el dinar, y de ocupar a buena parte de los sectores
de población que como consecuencia del embargo han ido
quedando marginados del mercado laboral.
Igualmente, la actividad popular se palpa en los mercados
y en las calles. Es allí donde se hace visible a simple
vista la fortaleza de una sociedad que ha prendido a convivir
con la situación cotidiana del asedio, la miseria y la
privación, sin dejarse humillar y que ha devenido, a fuerza
de su prolongado mantenimiento, en "normalidad". Si
no fuera porque precio del agua embotellada se ha doblado en
las dos últimas semanas y la gente empieza a hacer acopio
de alimentos en sus casas, las calles de Bagdad no muestran ningún
signo de que vaya a producirse una invasión militar como
la que EEUU y sus vasallos se disponen a lanzar. A ello contribuye,
además la nula presencia militar en los espacios públicos
y civiles a pesar de que algunos sectores de la población,
por ejemplo en la Universidad y en los centros laborales, han
iniciado entrenamiento para apoyar la defensa de la ciudad en
las milicias civiles. Igualmente, en las escuelas, maestras y
maestros dan instrucciones a los alumnos sobre cómo actuar
cuando se produzca un bombardeo.
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