Paremos la guerra contra Iraq


*El CESR es una organización independiente dedicada a promover la justicia social a través de los derechos humanos. El equipo directivo de CESR ha enviado seis misiones humanitarias a Iraq, incluido un equipo de la Universidad de Harvard en marzo y agosto de 1991. En 1996 fue la primera organización independiente de EEUU documentó desde Iraq las violaciones de los derechos humanos -sociales y económicos- causadas por las sanciones del CS de NNUU a la población iraquí. El CESR ha participado en distintas actividades en el Estado español organizadas por el CSCA.

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Center for Economic and Social Rights

Paremos la guerra contra Iraq


Agencias independientes y de NNUU advierten de la previsible catástrofe humanitaria que sufrirá Iraq cuando comience la guerra

11 de febrero de 2003
Nota Informativa CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

Una investigación llevada a cabo por el 'Center for Economic and Social Rights' de Nueva York revela que el sistema de sanidad pública iraquí, enormemente dañado tras doce años de sanciones, no será operativo para hacer frente a las consecuencias humanitarias de la guerra contra Iraq.

La intervención militar dirigida por EEUU contra Iraq provocará el colapso del ya frágil sistema sanitario público iraquí y conducirá a una crisis que excederá la capacidad de las agencias de asistencia de Naciones Unidas (NNUU) y de otras instituciones, según un informe publicado en Bagdad el 30 de enero por representantes del Center for Economic and Social Rights (CESR), con sede en Nueva York.

Investigadores asociados al CESR informaron en esa fecha de que el frágil sistema sanitario iraquí, ya enormemente dañado por los doce años de sanciones económicas que sufre el país, es lamentablemente inadecuado para manejar los efectos de una nueva guerra. Algunos datos así lo revelan:

- El 92% de los hospitales visitados no disponen de los equipamientos médicos básicos;
- Los equipos de cirugía y postoperatorios están virtualmente indisponibles.
- Los análisis básicos de laboratorio están restringidos por la permanente carencia de equipamiento esencial y de suministros.
- Los daños causados a los sistemas eléctricos y de abastecimiento de agua afectarán severamente a los servicios médicos.
- La escasez de medicamentos, incluidos antibióticos, supone ya una rutina que impide los tratamientos médicos básicos.
- El sistema médico público está pobremente equipado para llevar a cabo la atención de los heridos que causará la guerra.

El informe del CESR advierte que mientras las agencias de NNUU han anticipado "una emergencia humanitaria de escala y magnitud excepcionales" estas mismas agencias no disponen de capacidad de respuesta. Según Michael Van Rooyen , director del Centro de Estudios de Emergencias Internacionales, Desastres y Refugiados, de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, "nuestro informe confirma que es improbable que las agencias de ayuda internacionales puedan evitar un desastre humanitario mayor".

En este mismo sentido, Ronald Waldman, profesor de Salud Pública y director del Programa sobre Migraciones Forzadas y Salud de la Universidad de Columbia, indica que "Iraq se ha convertido en un inmenso campamento de refugiados. La población sobrevive fundamentalmente con la cartilla de racionamiento alimenticia que distribuye el gobierno y que depende de un frágil sistema de salud público. Su vulnerabilidad es extrema ".

Las conclusiones del informe están basadas en misiones de investigaciones llevadas cabo entre el 19 y el 29 de enero por un equipo del CESR integrado por 16 expertos humanitarios, incluido Hans von Sponeck, ex coordinador humanitario de NNUU para Iraq. El equipo ha desarrollado su trabajo en el norte, centro y sur de Iraq y ha entrevistado a representantes del gobierno iraquí, ha visitado hospitales, clínicas, mercados públicos, plantas de electricidad y de saneamiento de aguas, y otras instalaciones civiles, así como ha tenido revisado documentos confidenciales de NNUU.

Los hallazgos de las investigaciones ponen en cuestión la capacidad de los agentes asistenciales exteriores para operar con eficacia a la luz de la anticipada destrucción de los sistemas de transporte y comunicaciones y del colapso de las infraestructuras públicas. Las necesidades sanitarias y nutricionales actuales de la población iraquí son atendidas por un masivo y altamente complejo sistema administrado por el gobierno de Iraq. Las organizaciones de asistencia humanitaria de EEUU con las que EEUU espera reemplazar el actual y eficiente operativo -gestionado por el gobierno iraquí hasta ahora- cuando se produzca la guerra, no han trabajado nunca en Iraq o tienen muy poca implantación en el país. El tiempo que necesitarán para adecuarse y resultar ampliamente operativas podrá suponer la muerte de cientos de civiles iraquíes.

La precaria infraestructura civil, amenazada

Los planes del Pentágono para la guerra contra Iraq amenazan explícitamente la precaria infraestructura civil, violando con ello el Derecho Internacional. Uno de los primeros objetivos de la prevista campaña militar será la red eléctrica de Iraq, lo que causará un daño catastrófico a los sistemas de agua, de saneamiento, de salud pública y de distribución de alimentos. Como en la Guerra del Golfo de 1991, este tipo de guerra causará un enorme número de bajas civiles, muchos de ellos niños. Este desproporcionado "daño colateral" violará los principios fundamentales de las leyes de guerra, incluidas las Convenciones de Ginebra, que prohiben atacar "objetivos indispensables para la supervivencia de la población civil".

Según Philip Alston, profesor de Derecho de la Universidad de Nueva York y ex representante de Derechos Humanos de NNUU, "las normas de obligado cumplimiento son claras". Si la guerra no se puede evitar, tanto EEUU como Iraq están obligados a cumplir las mismas obligaciones a las que cada país del mundo está sujeto. El presidente Bush ha amenazado públicamente con enjuiciar por crímenes de guerra a cada soldado iraquí que cumpla órdenes ilegales. Esto resulta absolutamente apropiado. Pero ningún oficial estadounidense ha advertido a las tropas de EEUU que ellos también podrán ser enjuiciados por crímenes de guerra. Si cualquiera de las partes pretende actuar por encima de la Ley, el CESR y los grupos de derechos humanos trabajarán para asegurar que den cuenta de sus acciones".

Roger Norman, director del CESR, mantiene que "es la obligación de la sociedad civil global exigir que la Administración Bush se atenga a esas leyes no solo por la seguridad de los civiles inocentes de Iraq sino para evitar el precedente en los que la infancia y otros no combatientes fueron privados de toda protección durante la guerra".

El CESR mantuvo asimismo una primera ronda de conversaciones con el viceprimer ministro Tareq Aziz y con otros miembros del gobierno iraquí en el marco de una iniciativa de paz internacional organizada por el CESR. La delegación del CESR, compuesta por reconocidos expertos en resolución de conflictos y derecho internacional humanitario de EEUU, Sudáfrica, Alemania y Australia, albergó durante una semana una serie de debates preliminares sobre desarme y seguridad regional. Roelf Meyer, presidente de la Iniciativa de la Sociedad Civil de Sudáfrica y ex ministro de Defensa y de Asuntos Constitucionales declaró: "el siguiente paso será informar al presidente de Sudáfrica Thabo Mbeki y a la prensa internacional. Esperamos que la iniciativa conjunta gubernamental, multilateral y de la sociedad civil pueda evitar la guerra".



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