Paremos la guerra contra Iraq


* Paloma Valverde es colaboradora del CSCA y la CELSI

Carta a los Brigadistas en Bagdad

Partido Comunista de Chile/CSCAweb: 19-03-03

Santiago de Chile,
19 de marzo de 2003

Maria Teresa Tuñon Álvarez, Maria Rosa Pañarroya Miranda, Ana Maria Rodríguez Alonso, Belarmino Marino García Villar, José Bielsa Fernández, Carlos Varea González,

Queridos compañeros y amigos:

Sólo conozco a Carlos, pero los siento a todos muy cerca nuestro. Sé que será difícil que reciban este saludo, pero quiero enviarlo igual. Con emoción y un gran respeto por ustedes leí su carta desde Bagdad fechada hoy. La difundiremos profusamente, para que se sepa y se espere el testimonio de ustedes. Vuestra dignidad solidaridad y valentía nos reafirma en la lucha que hemos estado dando contra la guerra de Bush.

Comprendo que el pueblo iraquí los trate con afecto. Estamos con ellos y con ustedes.

Un abrazo especial para Carlos.

Nancy Díaz
(presidenta de la Comisión Internacional del Partido Comunista de Chile)

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Aquí seguiremos

Brigadas a Iraq contra la guerra 'Mohammad Belaidi'

Con Iraq


A nuestras y nuestros Brigadistas

Paloma Valverde*

19 de marzo de 2003. CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

"A Teresa, María Rosa, Ana, Mino, Pepe y Carlos tendremos que agradecerles su permanencia en Iraq como testigos de la catástrofe que está a punto de sobrevenirle al pueblo iraquí, como testigos de que esta calamidad ocurre, y es real"

Lamentablemente no tengo el honor de conocer a Teresa, María Rosa, Ana, Mino y Pepe, pero sí tengo la inmensa satisfacción de conocer y de contar entre mis más queridos amigos a Carlos Varea.

Con su gesto, Teresa, María Rosa, Ana, Mino y Pepe, nos demuestran ser personas íntegras, honestas, valientes y solidarias. No menciono a Carlos porque cualquiera podría tacharme de falta de objetividad. Y es cierto. Me resulta difícil ser objetiva con una persona que durante veinticinco años me ha demostrado ser honrada, solidaria, desinteresada, comprometida, honesta, íntegra, ajena a los sucios entresijos de la política, luchador activo e incansable y, por encima de todo, pese a todo y sobretodo, mi amigo incombustible.

A Teresa, María Rosa, Ana, Mino, Pepe y Carlos tendremos que agradecerles su permanencia en Iraq como testigos de la catástrofe que está a punto de sobrevenirle al pueblo iraquí, como testigos de que esta calamidad ocurre, y es real. De otra forma quizás rápidamente convertirían esta barbarie- como hicieron ya con la primera guerra del Golfo en 1991, -y desde entonces hasta ahora han hecho con las sanciones- en otra película más de soldaditos estadounidenses, que el mundo entero se apresuró a quitar de la programación de sus cines.

Recuerdo un día, hace un año más o menos, que Carlos me contaba, con esa sonrisa satisfecha que contagia pero que no prodiga, que en pocos meses saldría a la luz el libro Cuatro Horas en Chatila de Jean Genet [1]. Estuvimos hablando y convinimos en que la importancia de ese libro no era tanto la denuncia en sí ­ que desde luego la tenía- sino el hecho de que, por fin, lo que ocurrió en los Campos de refugiados libaneses de Sabra y Chatila aquel fatídico verano de 1982, era ya un hecho incontestablemente "real". El testimonio estremecedor de Jean Genet, al mismo tiempo que conmovedor ­y conmovedor por su terrible humanidad-, ya no podría ser manipulado. Cuatro Horas en Chatila se convertía así en la denuncia activa, viva y permanente de los hechos y por ende de los medios de comunicación, porque el testimonio de Genet no admite voces en off. Estamos demasiado acostumbrados a soportar estoicamente cómo una voz desde la trastienda de las imágenes, una voz en off, manipula -con la tranquilidad de quien se arroga para sí el papel de educador del pueblo-, las imágenes que ella misma va mostrando, haciendo blanco lo que la imagen muestra negro, y pervirtiendo con tales malévolos mecanismos lo que nuestros sentidos ven y nuestros corazones sienten.

La presencia en Bagdad de Teresa, María Rosa, Ana, Mino, Pepe y Carlos es y será el contrapeso, la denuncia y el testimonio de esa voz en off que cada vez se extiende y contamina más y a más medios de comunicación. Ellos, y todos los compañeros y las compañeras que han participado -y que a día de hoy participan- en las Brigadas "Mohammad Belaidi" [2] , son y serán nuestros ojos y nuestros oídos en un lugar del mundo que nadie quiere ver y al que nadie quiere -y apenas ahora ha querido- escuchar. Un lugar del mundo que, al igual que Palestina, es mejor ignorar, depreciar y, -al igual que a Palestina-, masacrar con las bombas y con la sinrazón de burdos argumentos que sólo los fascistas ­palabra políticamente incorrecta que persisto en seguir utilizando- de todo signo son capaces de sostener y apoyar de forma vergonzante e insultante para la inteligencia, la sensibilidad y la solidaridad de los pueblos.

Nuestros/as compañeros/as y amigos/as brigadistas, los que están, los que han estado y los que permanecerán (una vez que salga de Iraq la Brigada de Euskal Herria), tienen además otra tarea, tan importante como la de ser testigos de los hechos, y es la de mantener viva la llama de la solidaridad internacionalista. No en vano las Brigadas, Brigadas insisto, que no escudos humanos, han tomado el nombre de "Mohammad Belaidi". Su valor es tanto más grande cuanto que parten del conocimiento total y absoluto de la imposibilidad de que sus acciones puedan hacer ya nada más por evitar lo inevitable, porque pese a las masivas manifestaciones en todo el mundo; pese a la presencia en Iraq de funcionarios de Naciones Unidas hasta ayer mismo; pese al mantenimiento de la postura ­ahora no importa si es interesada o no- de países como Francia o China, y de la actitud no menos importante de otros países como Chile o México; pese a la humillación que ha sufrido -y lleva sufriendo desde 1991- Iraq por evitar esta tropelía, saben, sabemos y sabíamos que el genocidio del pueblo iraquí ­al igual que el genocidio del pueblo palestino- estaba decidido desde tiempo atrás.

El testimonio y la presencia en Iraq de Teresa, María Rosa, Ana, Mino, Pepe y Carlos, resalta más, si cabe, la deshonrosa, vergonzosa, abyecta y humillante decisión que ilegítima e inconstitucionalmente ha tomado el gobierno Aznar de participar como comparsa de EEUU en el asalto a un pueblo desarmado, indefenso e inerme tras doce años de sanciones. Bella perversión de la lógica y los argumentos de aquellos quienes pretenden desarmar lo desarmado arrasar lo arrasado.

El testimonio de Teresa, María Rosa, Ana, Mino, Pepe y Carlos pone de manifiesto no sólo la vocación internacionalista de los pueblos del Estado español, sino que, además se convierte, al mismo tiempo, en la denuncia viva y en una llamada a la conciencia solidaria de todos los pueblos para redoblar nuestros esfuerzos por continuar la lucha contra la barbarie y la sinrazón del imperialismo ciego de gobiernos ilegítimos como el de la Administración Bush y sus secuaces. La permanencia de Teresa, María Rosa, Ana, Mino, Pepe y Carlos en Iraq será la vergüenza a la que tendrá que enfrentarse y con la que tendrá que convivir día a día el gobierno agresor del Sr. Aznar. Nos ocuparemos personalmente de que ni ellos ni nadie se olviden de vuestra presencia allí.

Para terminar, quiero resaltar nuevamente el valor personal y la solidaridad internacionalista que han demostrado Teresa, María Rosa, Ana, Mino, Pepe y Carlos con su decisión, además de la firmeza de sus convicciones al mantenerse impertérritos frente al asedio afectivo y a las presiones que hemos realizado todos los amigos y amigas, familiares y compañeros y compañeras, utilizando todos los puntos de vista, todos los ángulos, todas las estratagemas y todos los argumentos posibles para que desistieran de su actitud, lo que viene a confirmar, como ellos mismos nos han hecho saber en su comunicado que su actitud no se trata de "insensatez o presunción alguna (...) nos quedamos aquí para seguir reivindicando (...) el derecho de los pueblos a la autodeterminación, a la soberanía, a la gestión popular de sus recursos, a una democracia autentica cimentada en el disfrute de derechos sociales y económicos inalienables. Sintiéndonos parte del poderoso movimiento internacional y del Estado español contra la guerra, reclamamos vuestra atención y protección no sobre nosotros y nosotras sino sobre este pueblo y estos principios".

Toda nuestra solidaridad con las Brigadas 'Mohammad Belaidi'

NO A LA GUERRA CONTRA IRAQ


Notas:

1.- Véase en CSCAweb: Jean Genet: 'Cuatro horas en Chatila'
2.- Véase en CSCAweb:
Brigadas a Iraq contra la guerra 'Mohammad Belaidi'



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