Paremos la guerra contra Iraq


Crónicas desde Bagdad
10-11


Saja Jaffar, de dos años de edad, es atendida por una enfermera de graves heridas sufridas tras el salvaje ataque de EEUU contra la población civil bagdadí, perpetrado el 28 de marzo de 2003, en el que murieron al menos 58 civiles. (AP Photo/Jerome Delay)
Ampliar

Masiva manifestación celebrada en Berlín en solidaridad con Iraq el 29 de marzo de 2003
Ampliar

:: Enlaces relacionados

Comunicado de la Brigada internacionalista en Iraq contra la Guerra: Retirada de la bandera española de la Embajada de España en Bagdad

Álbum de imágenes remitidas por la Brigada Internacionalista desde Bagdad

Brigadas a Iraq contra la guerra 'Mohammad Belaidi'


:: 30 de marzo, Día de la Tierra: con Palestina e Iraq
CSCAweb, 29 de marzo de 2003.-
Desde 1979, la minoría palestina que vive en el interior de Israel conmemora el 30 de marzo el Día de la Tierra, una fecha que recuerda la brutal represión ejercida ese día por la policía israelí contra los palestinos del interior que se manifestaban contra las expropiaciones de tierra árabe promovidas por el Gobierno de Israel. La violencia policial ocasionó seis muertes palestinas. Desde entonces, el 30 de Marzo, se ha convertido en una jornada de afirmación de la minoría árabe-palestina en Israel y de reclamación del derecho al retorno de los refugiados palestinos y a sus descendientes a su lugar de origen, reconocido por la Resolución 194 de Naciones Unidas.
El Día de la Tierra adquiere hoy un significado especial, cuando la ilegal guerra de agresión de EEUU y Gran Bretaña está causando muerte y destrucción entre la población de Iraq y cuando el ejército de Israel redobla su brutal represión en los Territorios Ocupados (TTOO) para acabar con la Intifada y con el pueblo palestino. En el interior de Israel, como nacionales de cuarta clase y sin derechos, la población palestina sigue sufriendo la represión israelí por su apoyo a la Intifada en los TTOO. Pueblo con pueblo, palestinos del interior, palestinos bajo la ocupación, refugiados simbolizan hoy junto al pueblo iraquí, la resistencia de la conciencia colectiva de los pueblos y su arraigo a la tierra en la defensa de su futuro, de su desarrollo y de su dignidad frente a la dominación, la dependencia y la barbarie.

Con Iraq


Crónica de los brigadistas

Décimo día de invasión y ataques sobre Iraq

Bagdad/Madrid, 29 de marzo de 2003

En Shu'ala, el último escenario conocido de la barbarie militar estadounidense, el impacto provocado ayer por un solo misil causó, al menos, 57 muertes de gente inocente. Shu'ala es un barrio muy humilde y popular situado al noroeste de Bagdad, a las afueras de la capital, habitado por población mayoritariamente shi'í con pequeñas casas de ladrillo claro. El Mercado de Naser, un espacio abierto y populoso, fue atacado en la tarde de ayer por la aviación estadounidense en una hora en que sus callejuelas estaban transitadas por una multitud de hombres, mujeres, jóvenes y niños que hacían compras o paseaban. En sus inmediaciones, en un descampado, niños y adolescentes del barrio jugaban un partido de fútbol cuando se produjo el impacto del misil: 25 de ellos murieron en el acto.

La Brigada internacionalista en Bagdad se ha desplazado esta mañana hasta el lugar para comprobar los daños causados. El impacto del misil estadounidense ha destrozado el lateral derecho del mercado: todo el conjunto de tiendas y puestos ha quedado destruido, al igual que los comercios de la parte central. Techumbres, locales y placas de las tiendas han quedado completamente destrozadas por el impacto que esta vez no ha causado fuego sino una explosión violenta de metralla.

En el Hospital Al Nur, centro público especializado en cirugía y traumatología y el más próximo a Shu'ala, los brigadistas se han entrevistado con uno de los doctores al cargo, el Dr. Mahmud Shihab, quien les ha informado de que desde ayer por la tarde se han producido solo en su centro 45 ingresos afectados por el ataque al mercado, todos ellos con heridas muy graves y de los que tres ya han fallecido a lo largo de esta noche mientras se les intervenía. El registro de personas que han ingresado cadáver tras el ataque es de 41 si bien el Dr. Shihab tiene constancia de que otros centros hospitalarios han registrado también ingresos de heridos y fallecidos. Su reflexión ante los brigadistas es la siguiente: "Es una vergüenza que esto se considere una 'guerra limpia'".

Según los brigadistas, las salas del hospital están atestadas de heridos de todas las edades, mujeres, hombres ancianos, jóvenes y niños.

A un joven de 20 años, Sadam Husein, con el mismo nombre que el presidente, sí, mecánico de profesión, le sorprendió el ataque cuando compraba frutas en un puesto del mercado mientras miraba a los niños y jóvenes que jugaban al fútbol en el descampado próximo. Postrado en la cama y acompañado de su tío, describe lo que ocurrió con un rostro impenetrable, sin un gesto de dolor o de reproche, con sus ojos profundamente negros y el rostro bello de la dignidad: esta noche le han amputado el brazo izquierdo a la altura de la clavícula. Dice que el ejército de EEUU atraviesa miles de kilómetros para atacarles en sus ciudades. Se pregunta en voz alta si esta es la libertad de la que hablan. Sostiene que dará su sangre y la vida por su país.

Mientras los teletipos de las agencias de prensa se hacen eco de cómo se gestionará la "ayuda humanitaria" internacional, el tío de Ahmed lo expresa de forma simple con amarga ironía cuando habla de "la impudicia de una cifra abrumadora de dinero [dos mil millones de dólares] que se está poniendo en circulación mientras están destruyendo nuestro país y discuten para ver quién lo reconstruye".

Bombas de racimo contra población civil

En el Hospital Yarmuk, situado en el barrio de Qadisiyya que ya han visitado varias veces los brigadistas, se vuelve a constatar que a pesar de las informaciones que reproducen los medios de comunicación acerca de que los ataques van dirigidos contra grandes edificios institucionales, como el Ministerio del Interior, que ha sido ya atacado por cuarta vez desde que se inició la invasión, los impactos de bombas y misiles se dirigen indiscriminadamente contra centros y barrios de población civil.

Ahmad Abu Lah, un joven médico de origen sirio, informa de que cada día se producen entre 10 y 15 ingresos de heridos civiles en ese centro. En relación a la visita de hace una semana, las heridas son mucho más graves y ello es debido a que la aviación estadounidense ha intensificado el uso de bombas de fragmentación o de racimo, cuyo sistema lanza una gran bomba que explota en el aire y suelta pequeñas bombas que se esparcen antes de caer y que al estallar se dispersan en miles de partículas de metralla. Casi todos los heridos lo son por efecto de estas bombas de fragmentación y están afectados por metralla incrustada en diversas partes del cuerpo, desde la cabeza y el cuello hasta el abdomen, la espalda o las piernas y los pies. Desde el 26 de marzo han ingresado cadáver en este hospital 9 víctimas fallecidas en el acto como consecuencia de bombas o misiles, según confirman familias y médicos a los brigadistas.

De los diez heridos con los que han hablado los brigadistas, solo uno de ellos era miliciano. El resto eran niños, adultos, hombres y mujeres, población civil procedente de barrios distintos y distantes de Bagdad en cuyas casas o calles impactaron misiles o bombas.

Se trata en su mayoría de grupos familiares, como el de Omar Ahmed, de cinco años, del barrio de Al Rashid, en el centro sur de Bagdad, herido por bomba de racimo al igual que sus tres hermanas. Su madre falleció el miércoles pasado como consecuencia del ataque. Ahmed tiene lesiones abdominales y rotura de bazo, hígado e intestino.

Ahmad Asad, de 8 años, herido junto a su padre, a quien se le ha amputado un pie, y su madre y su hermana, ambas igualmente heridas por metralla. El pequeño Ahmad tiene heridas en el cuello, en el abdomen y en la pierna derecha.

Salah Ahmed, de 40 años, que vive a 40 Km. al sur de Bagdad, en la pequeña localidad de Al Sufia, ingresó en el Hospital Yarmuk el 24 de marzo. En su pueblo murieron como consecuencia del mismo ataque 4 personas. Su situación es crítica porque tiene afectado el intestino grueso y delgado además del hígado.

Fa'ad Hasim, de 42 años, ingresó en el Hospital ayer, 28 de marzo, porque le alcanzó el impacto de tres misiles cuando circulaba por la autovía en su coche a las 8:00 de la mañana. Le estalló el parabrisas como consecuencia de la onda expansiva de los misiles y está herido en la pierna y el abdomen.

Sa'ad, 36 años, ingresado con su hermano de 33 y procedentes ambos de otro barrio de Bagdad, de Nahed al Rashid. Describe como se abren las bombas de racimo cuando estallan en miles de partículas antes de llegar al suelo. Igualmente está herido de metralla en diversas partes de su cuerpo.

Yasin Muhamad, campesino de 75 años que vive en Ahmad, un espacio rural y agrícola a las afueras de Bagdad. Tiene heridas en el pecho. Veinte miembros de su familia están igualmente heridos e ingresados en este o en otros hospitales de la ciudad. El 28 de marzo, el impacto de una bomba a las 21.00 horas de la noche derrumbó su casa y los establos. Todos los animales murieron. Su hija 'Alia de 53 años, con la cara drenada y vendada, está sentada al lado de una de sus hijas heridas. Todavía no le han dicho que otra hija ha muerto.

Fayyed Sohe, técnico del Aeropuerto de Bagdad, en un correcto inglés, cuenta a los brigadistas que fue alcanzado el día 24 de marzo cuando se produjo el ataque al aeropuerto. Tiene metralla en la caja torácica que todavía no le han podido extraer.

Yisiam Maher, un niño muy tímido y lindo de 7 años tiene heridas en el cuello provocadas por el impacto de un misil en el jardín de su casa.

Nara Amari, 25 años, trabajadora de la Central Eléctrica de Dora, resultó igualmente herida en el tórax junto a su marido y su hija estando en casa, también en el barrio de Naher al Rashid. Su hija afortunadamente ha salido ilesa del ataque.

Yesus Yasin, de 28 años, estudiante de la Universidad de Babel, en Bagdad y miliciano, ingresó el 24 de marzo tras ser alcanzado por la onda expansiva de un misil lanzado desde un helicóptero Apache. Tiene afectadas las cuerdas vocales y no puede hablar.

El ritmo de la ciudad está alterado de día y de noche por el silbido permanente de los cazas y los B-52 estadounidenses que sobrevuelan el cielo de Bagdad de forma impenitente y por el sonido de las explosiones que se escuchan como una constante intermitente pero sostenida en todas partes. A pesar de la presión colectiva a la que los habitantes de Bagdad están siendo sometidos por este mecanismo añadido a los ataques directos de bombas y misiles desde que se inició la invasión el pasado 19 de marzo, la población sigue saliendo a las calles a rehacer sus vidas cada día. En Shu'ala, tras la brutal matanza y el desastre provocado ayer, la gente del barrio ha vuelto a salir esta mañana de sus casas y caminaba entre las ruinas del mercado sobrecogida. Conmocionados todos por la destrucción y por las muertes que ha causado entre sus vecinos, los rostros de las personas han perdido la frescura y la vivacidad de los días previos pero aún así siguen mostrándose amables, comunicativos y abiertos con los brigadistas. Les dicen que no tienen miedo y que van a luchar, que lo de ayer, les ha hecho aún más fuertes y más determinados a resistir combatiendo contra quienes les invaden y les agreden.

Como una ironía perversa, mientras los brigadistas recorrían las callejuelas hablando con las gentes del lugar, ha cruzado el cielo un avión militar estadounidense dejando su estela amenazante y provocando las vibraciones de los cristales de los edificios próximos. Las bombas seguían estallando en alguna parte de la ciudad.

La bandera de Iraq ondea en duelo a media asta y con crespón negro en la Embajada de España en Bagdad

Ayer por la mañana, 28 de marzo, los miembros de la Brigada en Iraq contra la Guerra 'Mohammad Belaidi', se desplazaron hasta el inmueble de la Embajada de España en la capital iraquí con el fin de retirar la bandera española que colgaba del mástil en el tejado del edificio diplomático.

La víspera los miembros de la Brigada habían solicitado al funcionario iraquí Saleh Hafar permiso para entrar en el patio de la Embajada y proceder a retirar la bandera. El señor Hafar es quien custodia la sede diplomática española desde que el gobierno de Aznar decidiera evacuar a todo el personal diplomático y a todos los funcionarios semanas antes de que comenzara la guerra ilegal contra Iraq. El señor Hafar les comunicó que no tenía autorización para abrir la puerta y se negó a la petición de los brigadistas.

Ayer a las 12.00 del mediodía hora de Iraq, dos de los brigadistas saltaron el muro del jardín de la Embajada y abrieron las puertas por si mismos. El resto de los compañeros y las compañeras entraron en el recinto del jardín de la sede diplomática y otros dos brigadistas subieron al mástil del que pendía la bandera española y la retiraron. En su lugar colgaron la bandera de Iraq a media asta y con un crespón negro en señal de duelo por las víctimas iraquíes que la agresión de EEUU y de Gran Bretaña, con la complicidad del gobierno de Aznar, han causado ya entre la población de Iraq.

Igualmente, los brigadistas pintaron la fachada externa del edificio con pintura roja como símbolo de la sangre derramada iraquí que mancha ya las conciencias de quienes han instigado, ejecutado y apoyado esta invasión criminal y neocolonial.

Ante los medios de comunicación congregados por los brigadistas, éstos dieron lectura en inglés, castellano y euskera a un comunicado [1].

Esta acción que se inserta en las iniciativas de denuncia contra el apoyo del gobierno de Aznar que las Brigadas contra la Guerra 'Mohamed Belaidi' llevan realizando en Bagdad desde que se pusieran en marcha el pasado 16 de febrero, cuenta con el respaldo de los organizadores de esta iniciativa, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (CSCA) y la Campaña Estatal por el Levantamiento de las Sanciones a Iraq (CELSI).

Desde el CSCA y la CELSI, solicitamos a las organizaciones que a nivel estatal están participando activamente en el Movimiento contra la Guerra, que, en el caso de que el gobierno Aznar decida emprender acciones legales contra nuestros compañeros y compañeras brigadistas por esta acción, les apoyen igualmente.


Nota:

1.- Véase en CSCAweb: Comunicado de la Brigada internacionalista en Iraq contra la Guerra: Retirada de la bandera española de la Embajada de España en Bagdad


Crónica de los brigadistas

Décimo primer día de invasión y ataques

Bagdad/Madrid, 30 de marzo de 2003

En el décimo primer día de la agresión militar de EEUU y Gran Bretaña contra Iraq, la Brigada Internacionalista contra la Guerra 'Mohamed Belaidi' en Bagdad informa de que al igual que las noches anteriores, los bombardeos sobre la ciudad se han mantenido constantes produciéndose fuertes explosiones en las cercanías de su alojamiento a las 24.00, 2.00 y 5.00 hora local. Durante toda la noche, minuto tras minuto, se ha podido escuchar el zumbido persistente y nítido de los aviones militares B-52.

Nuevos ataques contra los centros de telecomunicaciones

Como han podido ver esta mañana los brigadistas, los fuertes impactos escuchados durante la noche han tenido como objetivo los centros de telecomunicaciones. El de Shalajiyya, en la margen izquierda del Río Tigris, situado en el barrio del mismo nombre junto al nuevo ferroviario de la Estación Central de Bagdad, ha sido atacado cinco veces esta madrugada. Se trata de un edificio de cinco plantas que por efecto del ataque con bombas de implosión ha quedado intacto en su estructura pero reventado en su interior pudiéndose ver desde la calle el destrozo de sus dependencias, amasijos de cables y mobiliario calcinado. La alta torre de comunicaciones permanece en pie.

Este centro de telecomunicaciones está situado a cien metros del Hospital de cirugía cardiaca Ibn Al Baitar, tan solo separado por una baya.

Igualmente, los brigadistas han podido ver el centro de comunicaciones situado en la calle Omar Ben Abdelasis, en el barrio Addamiyya, que ha sufrido ya varios ataques en los últimos días y que ayer a las 11.00 de la mañana fue de nuevo objetivo de dos misiles estadounidenses. Esta madrugada, a las 5.00 hora local, ha vuelto a ser alcanzado por tres impactos de misil. Un cuarto lanzado contra el centro fue a parar a un edificio colindante de viviendas y locales comerciales en la esquina con la Plaza Antar. El impacto del misil ha convertido su esquina en un cráter destrozando el chaflán. Los laterales y la parte de atrás del edificio de dos plantas del centro de comunicaciones, así como los edificios de las calles laterales, de unos 50 metros de anchura, han quedado muy gravemente dañadas. Sorprendentemente no ha habido víctimas posiblemente porque en esa parte del edificio están instaladas tiendas y comercios y este último ataque se ha producido de madrugada. El muro del edifico que albergaba el centro de comunicaciones se ha caído sobre el lateral izquierdo del edificio que milagrosamente no ha aplastado las viviendas. Desde el exterior puede verse la estructura metálica al aire y los cajetines de la centralita de teléfonos reventadas. Desde primeras horas de la mañana, los trabajadores están sacando las mesas y los ordenadores del interior. Tampoco aquí se ha derrumbado la torre de las comunicaciones.

El centro de comunicaciones de Addamiyya está situado en frente de la Facultad de Magisterio.

Asimismo, el centro de comunicaciones situado en barrio Sha'ab, barrio también castigado repetidamente por los bombardeos y misiles estadounidenses desde el comienzo de la agresión militar, fue nuevamente atacado ayer. Los operarios trabajaban esta mañana para intentar recuperar las conexiones telefónicas. Toda la ciudad ha quedado sin línea telefónica. Los brigadistas, que hasta hace dos días podían con toda normalidad contactar telefónicamente con el exterior desde el servicio de teléfonos del emplazamiento en el que se encuentran, han tenido que comenzar a operar con un teléfono vía satélite desde el que pueden seguir llamando y recibiendo llamadas.

Ataque sistemáticos a barrios civiles

Tras comprobar en sus visitas a varios hospitales de la ciudad que los heridos por los ataques de los aviones estadounidenses son en su inmensa mayoría civiles y que proceden de barrios que han sufrido ataques reiterados desde que comenzara la agresión, los brigadistas han decidido hacer un registro de ingresos por muestreo en hospitales elegidos al azar. Se constata, por los testimonios de heridos y personal médico de los distintos centros hospitalarios, que hay muchas incidencias de heridos y muertes entre civiles que no se registran.

Hoy han visitado el Hospital de Naoman, en el barrio de Addamiyya cuya población ha sido repetidamente castigada por los bombardeos estadounidenses. Este centro ha registrado el ingreso de 20 heridos del ataque lanzado contra el barrio el pasado 25 de marzo [1] que han sido ya dados de alta. No había registrado aquí ningún fallecimiento de vecinos de Addamiyya a pesar de que si se produjeron muertes registradas en otros hospitales. Sin embargo, el centro ha ido registrando progresivamente ingresos de heridos en distintos días como consecuencia del lanzamiento de misiles estadounidenses contra el barrio Sha'ab el 24, 28 y 29 de marzo, viéndose casos de heridos de la misma familia que han sido alcanzados por los mismos ataques y por otros producidos en diferentes días en los mismos barrios.

Los brigadistas han estado con Omar Abdel Karim, de 29 años de edad, trabajador y vecino de Sha'ab, que ha resultado herido en el abdomen por el impacto de los misiles lanzados contra el barrio el día 29 a las 16.40 hras. El ataque afectó a siete familias de su entorno.

Al igual que él, su vecino Munib Habib Hamid, dependiente de 31 años de edad, en estado grave, sujeto a las bombas de oxígeno y sin poder hablar, fue herido el mismo día por metralla en el vientre, piernas y tórax, junto a su mujer y a su hijo.

Otro vecino, Georgis Basar, trabajador de nacionalidad egipcia, fue alcanzado por el impacto de la metralla de las bombas de fragmentación en el mismo barrio el pasado 28 de marzo. Tiene incrustadas esquirlas de metralla en manos y piernas. Munir lleva catorce años viviendo y trabajando en Bagdad y cuenta que en esta ciudad hay unos cien mil trabajadores de Egipto que permanecieron en el país a pesar de que buena parte de sus compatriotas salieron de Iraq durante la Guerra del Golfo de 1991. Munir mantiene que se siente entre hermanos y que se quedará pese a todo.

La generosidad del pueblo

Pese a la devastación y la conmoción que está causando la invasión de las tropas y aviones estadounidenses en el país, la gente en Bagdad sigue mostrando su mejor talante y su cordialidad. Los brigadistas se sienten impactados cuando pasean por calles de barrios que a pesar de haber sido atacados están llenos de vida y en los que la gente se sigue relacionando con una naturalidad que solo quiebra el sonido constante y pertinaz de los aviones militares estadounidenses. Sabiendo que estos barrios han sido y seguirán siendo el escenario repetido de los ataques de EEUU contra esta ciudad, resulta conmovedor ser testigo a diario de las permanentes muestras de hospitalidad hacia ellos: hoy en el mercado de Addamiyya, donde los brigadistas han ido a aprovisionarse de alimentos, frutas y agua, los vendedores no han querido cobrar sus compras ofreciéndoselas como un regalo.

La generosidad de esta gente asediada y sometida desde hace doce años a una agresión exterior permanente y hoy abiertamente atacada en sus barrios, sus calles, sus mercados y sus casas, es una expresión más de la madurez de este pueblo que se muestra a si mismo y al mundo cómo funcionan los resortes del coraje colectivo para defenderse cuando se les ataca cobarde e impunemente desde el cielo a golpe de metralla o de misil.

Resistencia miliciana y popular

Como un mecanismo de resistencia colectiva frente a la agresión exterior, y a pesar de que los ataques de la aviación militar de EEUU se producen indistintamente en las horas de luz o en la oscuridad, los ciudadanos de Bagdad manifiestan una explícita voluntad de resistir que se expresa en la "normalidad" con que recuperan cada día los espacios públicos, las calles, las plazas y los mercados. Solo a la noche, a pesar de que no se ha declarado oficialmente el toque de queda, la gente se retira a sus casas como marca la costumbre en cualquier parte del mundo. En las horas de luz el transporte público sigue funcionando mediante los autobuses rojos de dos plantas característicos de las calles de Bagdad y el tráfico de vehículos privados sigue siendo denso durante el día en el centro de la ciudad. Los emplazamientos destruidos por las bombas son inmediatamente limpiados de escombros para ser reconstruidos. Cada vez hay más comercios abiertos y el tránsito de mujeres y hombres de todas las edades es bien visible en las calles. Soldados, milicianos y civiles armados se mueven con naturalidad entre el resto de la población, compran sus lechugas en los puestos, descansan en las paradas con el Kalashnikof entre las piernas, beben el té en los cafetines hablando con jóvenes y ancianos, departen en las tiendas o juegan con los niños, en escenas que se repiten por todas partes y que despiertan la memoria viva de las imágenes de nuestras propias ciudades durante la guerra civil contra el fascismo. No se ve escisión entre la defensa del ejército y la población civil. Esta es una resistencia miliciana y popular forjada en la entereza, la determinación, el coraje y la dignidad. Estos son los resortes en los que se inscribe la resistencia popular, a pesar de la amenaza que pesa sobre la entrada de las tropas estadounidenses en la ciudad. Resistencia popular nutrida en la propia historia de este pueblo y aleccionada en el ejemplo que durante más de cincuenta años ha dado y sigue dando el pueblo hermano palestino en su lucha contra la agresión y la ocupación por parte de Israel.

Hoy, 30 de marzo, cuando el pueblo palestino conmemora el Día de la Tierra, Palestina e Iraq son un mismo pueblo en una misma lucha contra la misma violencia y agresión que la barbarie del sionismo israelí y el fascismo estadounidense les infligen. [2]

Desde Bagdad, todo nuestro apoyo y nuestra solidaridad para el pueblo palestino.


Nota:

1.- Véase en CSCAweb: Crónica de los brigadistas: 6º día de ataques sobre Bagdad
2.- Véase al margen el texto sobre el 'Día de la Tierra'



.