Paremos la guerra contra Iraq


Crónicas desde Bagdad
21-22-23

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Brigadas a Iraq contra la guerra 'Mohammad Belaidi'

Con Iraq

Crónica de los brigadistas

Vigésimo tercer día de la invasión y segundo de la ocupación de Bagdad

Bagdad/ Madrid, 11 de abril de 2003 CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

Nos llega la noticia de que el Hospital Al Kindi ha sido asaltado ante la pasividad de las fuerzas estadounidenses. Hemos descrito en nuestras crónicas la profesionalidad y entrega, 24 horas sobre 24 horas, durante tres semanas de bombardeos, de todo su personal sanitario. Igualmente, hemos escuchado con perplejidad que Amnistía Internacional ha exigido a EEUU que asuma el control efectivo de la situación en Bagdad. Ambas noticias nos animan a efectuar una reflexión que desde que se iniciara la ocupación de esta ciudad, nos parece cada vez más necesaria expresar.

En primer lugar, no hay una situación generalizada de caos y los actos de pillaje que se están cometiendo no responden a necesidades perentorias. En segundo lugar, el asalto al Hospital Al Kindi permite desmentir que el pillaje sea un síntoma más del júbilo por la caída del régimen iraquí. Lo estamos viendo: grupos de salteadores saquean todo inmueble desocupado, no solo los edificios públicos o las casas de los dirigentes del Partido Ba'ath. El pillaje está afectando también a las embajadas, a los edificios de las agencias de NNUU, a hoteles y comercios.

Pero lo trascendental es que hay una pretensión cínica, deleznable, de convertir esta agresión, esta guerra ilegal que sí es de pillaje contra Iraq, en una intervención humanitaria "a favor del pueblo iraquí", tras el fracaso de haber pretendido presentarla como "una guerra de liberación". EEUU y Gran Bretaña han tenido que emplear masivamente todo su potencial bélico para someter militarmente a este pueblo apenas armado en los últimos combates en Bagdad con armas ligeras. Tras ello, aquí en Bagdad, excepto las decenas de figurantes que, con la ayuda de los marines lograba tirar abajo anteayer una estatua de Sadam Husein ante la prensa internacional concentrada en el Hotel Palestina, nadie ha recibido a los estadounidenses como libertadores y su naturaleza de fuerza de ocupación es cada vez más evidente.

Las fuerzas de ocupación están tolerando con su pasividad, cuando no alentando, los saqueos; por ello mismo, quizá su despliegue es aún tan limitado solo en las principales calles y plazas de una ciudad de cinco millones de habitantes y 50 Km. de diámetro. La focalización de los medios de comunicación sobre estos hechos apuntala las argumentaciones de los agresores: Bagdad, todo Iraq, requiere una tutela extranjera que ponga fin a este supuesto caos. Esta consideración, además de legitimar los intereses espurios de EEUU y Gran Bretaña, ignora el hecho esencial: que la inmensa mayoría de la población bagdadí está demostrando nuevamente su civismo. Si en Basora el asedio a la ciudad y el bombardeo de las ya precarias infraestructuras de la zona creó una grave crisis de carencia de agua potable, que ahora permite a los soldados británicos y españoles transmutarse en "personal humanitario", en Bagdad la situación humanitaria no es crítica, excepto la hospitalaria. En la totalidad del país, el gobierno iraquí había distribuido a comienzos de año, como confirmaba la directora del Programa Mundial de Alimentos de NNUU desde Basora hace una semana, seis cupones mensuales de la cartilla de racionamiento con lo cual no hay problema alimentario alguno, como tampoco lo hay, al menos por el momento, en Bagdad, en el suministro de agua potable.

No es casual, por ello, que junto al mero pillaje de mobiliario y electrodomésticos, se estén asaltando en Bagdad hospitales ante los ojos de las tropas de ocupación. Es todo un símbolo y un claro indicio. Hemos visto estas semanas, a diario, el Hospital Al Kindi (donde descubrimos al pequeño Ali gracias al director del centro, el Dr. Osama) y otros hospitales de Bagdad, y en ellos hemos encontrado un personal sanitario altamente cualificado, afrontando con resolución y plena entrega, con la precariedad de medios impuesta por 12 años de embargo, una situación crítica: poco vimos allí susceptible de robo. Esta es la imagen que debería prevalecer de esta ciudad y de este país: en estos hombres y mujeres seguimos reconociendo a este pueblo, su valor ético y su civismo, su compromiso como ciudadanos.

En cualquier otro ámbito social, productivo, la situación era la misma. Hasta hace dos días, cuando se culminó la ocupación de la ciudad, durante las tres semanas de inclementes bombardeos, seguían funcionando los servicios públicos y los habitantes de Bagdad mantenían admirablemente la normalidad de sus vidas cotidianas, en un milagro que hemos narrado desde aquí día a día, de igual manera que la habían mantenido durante 12 años de embargo.

Esta realidad esencial no puede ser substituida por las imágenes reiteradas e interesadamente fragmentarias de estas últimas horas. Con ello se pretende anular a los iraquíes como sociedad articulada, como nación, como hombres y mujeres plenamente capacitados para regir libremente su futuro. Se pretende lo contrario: devolverles 80 años atrás, a una tutela colonial que supieron entonces sacudirse. No nos cabe duda alguna de que también se sacudirán esta que ahora se está diseñando para ellos.

Brigadistas en Iraq contra la Guerra: Javier Barandiaran, José Bielsa Fernández, Belarmino Marino García Villar, Mª Rosa Pañarroya Miranda, Ana Mª Rodríguez Alonso, Mª Teresa Tuñón Álvarez, Carlos Varea González



Comunicado de los brigadistas

Vigésimo segundo día de invasión y primero de la ocupación de Bagdad

Bagdad/Madrid, 10 de abril de 2003
Info-CGT / CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

Ante las informaciones aparecidas ayer en relación con su situación, los componentes de la Brigada en Iraq contra la Guerra 'Mohammed Belaidi' quieren expresar lo siguiente:

1.- La Brigada permanece en el Hotel Cedar de la capital iraquí en condiciones razonables de seguridad dada la situación. Tras conocer las declaraciones emitidas por el secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, acerca de que los ciudadanos extranjeros presentes en Iraq como escudos humanos y brigadistas serían considerados combatientes y, por ello, objetivos militares del ejército estadounidense, los brigadistas han decidido no salir del alojamiento.
Las gestiones realizadas ayer ante la Nunciatura [Embajada] del Vaticano en Bagdad, cuya sede se encuentra próxima a nuestro lugar de residencia, no resultaron positivas. La Brigada había descartado por motivos de seguridad trasladarse a la Embajada de Cuba con cuyo embajador, Ernesto Abascal, mantiene un contacto permanente sobre la evolución de los acontecimientos y una posible evacuación conjunta de Iraq.

2.- Los componentes de esta Brigada hemos entrado legal y libremente en Iraq, hemos permanecido como ciudadanos entre ciudadanos en tiempo de paz y de guerra, pero una vez ocupado Bagdad por las fuerzas estadounidenses deseamos abandonar este país dignamente en condiciones de seguridad  y sin vernos sometidos a la autoridad militar ocupante.

En este sentido hacemos un llamamiento a nuestros compañeros y compañeras, a las organizaciones y a las instituciones que se han interesado por nuestra situación durante nuestra estancia en Iraq para que gestionen y faciliten nuestra salida del país lo más rápido posible.

3.- Queremos agradecer muy sinceramente las muestras de apoyo que hemos recibido durante estas semanas y en particular durante las últimas horas. Nos encontramos bien, sin duda apesadumbrados -como la inmensa mayoría en esta ciudad que nos ha acogido- por la ocupación de Bagdad, pero estamos resueltos a seguir defendiendo para este pueblo un futuro de soberanía nacional y dignidad colectiva.

No cejéis en las movilizaciones: la guerra contra Iraq no ha concluido; podemos asegurar que nadie ha recibido aquí a los invasores como libertadores excepto una exigua minoría, como ayer pudisteis comprobar en las imágenes emitidas desde el Hotel Palestina.

Este pueblo precisará a partir de ahora de todo nuestro apoyo y de nuestro renovado esfuerzo para hacer frente a los proyectos de dominación y colonialismo que los ocupantes tienen preparados para el futuro de Iraq.

Un saludo desde Bagdad,

Brigada internacionalista contra la Guerra 'Mohammad Belaidi': Javier Barandiaran, José Bielsa Fernández, Belarmino Marino García Villar, Mª Rosa Pañarroya Miranda, Ana Mª Rodríguez Alonso, Mª Teresa Tuñón Álvarez, Carlos Varea González


Crónica de los brigadistas

Vigésimo primer día de invasión

Bagdad/Madrid, 9 de abril de 2003
CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

Los brigadistas transmiten una petición expresa para que todas las iniciativas y gestiones que se puedan hacer desde el Estado español en su apoyo, estén orientadas a facilitar su salida de Bagdad cuanto antes y en condiciones de seguridad puesto que ninguno de ellos desea continuar en Iraq una vez que se produzca la efectiva ocupación militar del país por parte de EEUU

A las 15.30 hora local, los miembros de la Brigada han informado que una columna estadounidense compuesta de tropas, carros blindados y artillería estaba penetrando en el barrio donde se ubica su alojamiento, concretamente por la calle Al Fatah, una de las dos avenidas entre las que se encuentra el lugar donde se alojan, a una distancia de 50 metros. La columna se ha desplazado casi en su totalidad hacia la parte central del barrio y algunos marines se han apostado en la azotea de la estructura bombardeada del que fuese el Ministerio del Aire, en la zona adyacente al Teatro Nacional.
Durante toda la mañana de hoy y la tarde de ayer se han efectuado gestiones para posibilitar la protección de los brigadistas ante la entrada de las tropas estadounidenses en Bagdad. Habida cuenta de que la zona donde se encuentra la Embajada de Cuba sigue siendo objeto de fuertes combates y que los brigadistas han considerado que era más aseguro permanecer en el refugio en el que se encuentran, desde el Estado español se han puesto en marcha diversas iniciativas para que los miembros de la Brigada pudieran recibir la protección de la Embajada del Vaticano en Bagdad, cuya sede, además, se encuentra a solo tres manzanas de su refugio.

En esas gestiones ante el Nuncio del Vaticano en Bagdad han intervenido directamente diversas instituciones, como el Rectorado de la Universidad Autónoma de Madrid, el Arzobispado de Sevilla y el propio Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (CSCA). Tras informar a los brigadistas, dos de ellos, Carlos Varea y Javier Barandarain, han acudido a la sede diplomática para entrevistarse con el Nuncio, Monseñor Fernando Pilone, quien les ha comunicado que su sede no puede acoger su presencia comprometiéndose exclusivamente a proporcionarles ayuda humanitaria en el caso de que la requiriesen. El Nuncio ha apelado a la Convención de Viena por la cual los civiles extranjeros no pueden ser atacados, ha indicado que no hay riesgo de peligro para ellos a pesar de la ocupación militar de las tropas estadounidenses y se ha referido concretamente al "espíritu democrático que alienta al ejército estadounidense" y a que, por tanto "son personas que respetan las opiniones distintas a las propias".

Tras abandonar la Embajada del Vaticano en Bagdad, los dos brigadistas se han acercado con su vehículo hasta la Plaza en la que se encuentra el Hotel Palestina, epicentro en el que se han concentrado las tropas de ocupación estadounidenses y a la que han podido acceder sin problemas una vez aparcada su furgoneta. A diferencia del trayecto que conduce hasta la plaza, ésta está totalmente rodeada de tropas, de carros de transporte y de dos tanques. Las tropas de ocupación estadounidenses controlan el tráfico vial que no está interrumpido a pesar de que apenas hay coches desplazándose. Los soldados, repitiendo una consigna de mantener un trato amable con la población, no oponen controles a las personas que se aproximan al recinto de la plaza. Son muy jóvenes y se les ve bastante inseguros y nerviosos por lo que trasnmiten una sensación de incertidumbre de gestos muy inquietante y peligrosa. En la plaza, una cincuentena de personas, jóvenes en su mayoría, se arremolinaban junto a los tanques y a los vehículos militares mientras los medios de prensa emitían sus crónicas ante las cámaras a la espera de que un tanque estadounidense arrancase la estatua de Sadam Husein del pilón donde estaba erigida.

Después de tener un encuentro con algunos periodistas del Estado español, los brigadistas han regresado con naturalidad a su vehículo y se han desplazado por las calles adyacentes hasta su lugar de refugio. A diferencia de la gran avenida en la que se abre la plaza del Hotel Palestina, las calles y callejuelas adyacentes no muestran signos de presencia masiva de tropas de ocupación en lo que constituye un control militar muy precario. Únicamente algunos marines están situados en alguna esquina. Los brigadistas han podido ver algún episodio de pillaje que en ningún caso, afirman, es generalizado: algunas personas sacaban sillas de despacho de oficinas administrativas; otras, algunos electrodomésticos y, todo ello, ante la presencia impasible de los soldados estadounidenses que mirando las escenas dejaban hacer sin intervenir en ningún caso.

El embajador de Cuba Ernesto Abascal, ha transmitido a los brigadistas una intensa preocupación ante la evidencia de que en la zona donde se ubica su sede diplomática, en al Mansur, se han seguido desarrollando durante todo el día fuertes combates. Toda la zona está controlada por tanques y a las 20.00 horas de la tarde se seguían produciendo bombardeos y ataques de artillería en el área, por lo que su acceso a la Embajada reviste mucha dificultad no estando siquiera garantizada la seguridad de sus propios funcionarios.

Ante esta situación y con el fin de preservar su integridad física y no poner en riesgo su seguridad personal, la Brigada ha determinado seguir alojada en el refugio en el que se encuentran, cuyas instalaciones ofrecen garantías de seguridad suficientes. En todo caso, los brigadistas transmiten una petición expresa para que todas las iniciativas y gestiones que se puedan hacer desde el Estado español en su apoyo, estén orientadas a facilitar su salida de Bagdad cuanto antes y en condiciones de seguridad puesto que ninguno de ellos desea continuar en Iraq una vez que se produzca la efectiva ocupación militar del país por parte de EEUU.

El CSCA y el propio Rectorado de la UAM están ya realizando gestiones para favorecer que el Comité Internacional de la Cruz Roja pueda garantizar su salida en condiciones cuando se organice el primer plan de evacuación. Mientras tanto, los brigadistas están en buen estado, tranquilos y seguros; disponen de víveres y agua suficiente así como de medicinas, y el lugar en el que se alojan sigue albergando las condiciones mínimas para su seguridad. Hasta el momento, al menos, no hay restricción de movimientos por parte de las tropas de ocupación estadounidenses si bien, la prudencia les impone estar muy alerta y no desplazarse sin cautela.

Como todos, los brigadistas han conocido la ocupación del centro de Bagdad con desconcierto e incredulidad, particularmente, porque a las 11.00 horas los brigadistas han podido constatar que en el corazón de Bagdad reinaba la calma aunque se podían oír nítidamente desde primera hora de la mañana intercambios fortísimos y permanentes de ráfagas de artillería procedentes de los combates que se están llevando a cabo en la parte suroeste de la ciudad. A esa hora, en la plaza del Hotel Palestina y en sus calles y avenidas adyacentes, no había presencia de tropas militares estadounidenses ni tampoco de efectivos del ejército iraquí, milicianos o civiles armados.

Los brigadista señalan que a pesar de las imágenes mostradas por la TV desde la Plaza del Hotel Palestina, la población de Bagdad no ha recibido a las tropas estadounidenses sino encerrados en sus casas. Las calles estaban prácticamente vacías y los escasos viandantes mostraban perplejidad ante una "calma" que se intuye es solo relativa.



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