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Análisis
MOVIMIENTO INTERNACIONAL CONTRA LA GUERRA

* Brian Becker es miembro del Comité Nacional de la dirección de ANSWER. Este artículo ha sido publicado en 'Workers World Newspaper' y difundido por 'Workers World News Service'.

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Mensaje de Ramsey Clark, ex Fiscal General de EEUU

Intervención de John Catalinotto (International Action Center, EEUU)


"¡Retirada de las tropas ya!"

El mejor lema del movimiento contra la guerra

Brian Becker*

CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 17 de noviembre de 2003
'Workers World Newspaper' (EEUU), 13 de noviembre, 2003
Traducción: Paloma Valverde

"Reivindicando absolutamente la consigna "Retirada de las tropas ya. Fin a la ocupación de Iraq", el movimiento contra la guerra envía un doble mensaje al pueblo iraquí y a los soldados estadounidenses. Afirma el apoyo al derecho básico a la autodeterminación de Iraq, al mismo tiempo que dice a los soldados: esta es la guerra de los ricos. Vuestras vidas y vuestra dignidad son demasiado preciosas para que el imperialismo las use como carne de cañón"

Entre las fuerzas antibelicistas de Estados Unidos (EEUU) se está produciendo un encarnizado debate político sobre el uso de consignas apropiadas para el movimiento actual. En la manifestación del 25 de octubre en Washington -que convocó a 100.000 personas- la consigna principal fue "Retirada de las tropas ya. Fin a la ocupación de Iraq". Este lema fue acordado por las dos fuerzas que convocaron la protesta: Actúa Ahora para Parar la Guerra y Poner Fin al Racism (ANSWER, [en sus siglas en inglés]) y Unidos por la Paz y la Justicia (UFPJ, [en sus siglas en inglés]). La coalición ANSWER ha utilizado este mismo lema desde la conquista militar estadounidense de Bagdad el 9 de abril de 2003. UFPJ estuvo de acuerdo en convocar conjuntamente la manifestación con ANSWER bajo la misma consigna a pesar de que los miembros de sus grupos mantenían distintos puntos de vista respecto a la inmediata retirada de las tropas.

Con anterioridad a la manifestación del 25 de octubre, algunos grupos del movimiento se opusieron a este punto de vista y pidieron que se cambiara el lema "Retirada de las tropas ya" por el de "Devolved la seguridad y reconstruir Naciones Unidas". El argumento para el cambio propuesto era que la "retirada inmediata de todas las tropas de EEUU, probablemente crearía caos y anarquía, una situación incluso peor de la que ahora existe".

La discusión sobre las consignas refleja dos puntos de vista completamente diferentes sobre la dirección política, la cual necesita ser retomada por el conjunto del masivo movimiento contra la guerra que ha surgido en el último año. Básicamente, la discusión se centra en si a) la guerra moderna es la consecuencia de malas o erróneas políticas llevadas a cabo por determinados dirigentes políticos o b) es el resultado inevitable del capitalismo en su evolución hacia un sistema de imperialismo global.

Las primeras discusiones

El debate no es realmente nuevo y refleja muy fielmente dos disputas anteriores sobre consignas que dividieron profundamente al movimiento. Con anterioridad a la Guerra del Golfo de 1991, el Movimiento contra la Guerra se dividió en dos coaliciones que se enfrentaron duramente. Una coalición, encabezada por Ramsey Clark y otros dirigentes que más tarde fundaron el Centro de Acción Internacional (Internacional Action Center, IAC [1]), condenó tanto la financiación de la movilización del ejército como la imposición de sanciones económicas a Iraq. El otro ala del movimiento pacifista se organizó bajo la consigna "Sanciones sí, guerra no".

La lucha entre esos dos sectores del movimiento por la paz fue muy dura en esa época. La coalición liderada por Ramsey Clark y el IAC insistieron en que las sanciones económicas no eran ninguna alternativa magnánima a la guerra sino un acto de guerra en sí misma. El análisis sostenía que EEUU simplemente estaba utilizando el asunto Iraq/Kuwait como un pretexto para una intervención militar estadounidense largamente planeada cuyo objetivo final era doble: reducir a Iraq como potencia regional e introducir de forma permanente fuerzas militares estadounidenses en esta rica región petrolífera.

La otra coalición mantenía la postura de que, a menos que el movimiento pacifista apelara a las sanciones económicas contra Iraq, estaría expuesta a la acusación de que estaban haciendo una apología del gobierno de Sadam Hussein y dando tácito beneplácito a la toma de Kuwait por parte de Iraq.

Con anterioridad a la invasión estadounidense de Iraq en 2003 surgió un debate similar, aunque menos virulento, sobre los lemas en el que estuvieron involucradas algunas de las mismas fuerzas políticas. Esta vez, alguna de las organizaciones del movimiento contra la guerra que una década antes habían apoyado las sanciones económicas como una alternativa a la guerra instando a la Administración Bush a "dejad que los inspectores [de armas] de NNUU trabajen" mejor que acelerar la guerra. El argumento central era la falsa asunción de que la crisis actual estuvo causada por el programa de armas de Iraq.

Coreando "Dejad trabajar a los inspectores" parecía que estaban de acuerdo con Bush en que Iraq era un peligro real y por tanto tenía que ser desarmado. Al mismo tiempo que estaban de acuerdo con el objetivo de Bush de que "Iraq tiene que ser desarmado", esos grupos afirmaban que Bush estaba cometiendo un error táctico recurriendo a las fuerzas militares en lugar de dejar a los inspectores de armas encontrar y destruir el armamento de Iraq.

La coalición ANSWER pensaba que era ridículo estar de acuerdo con el objetivo proclamado por Bush de desarmar a Iraq al mismo tiempo que el país estaba siendo rodeado por cientos de miles de tropas estadounidenses posicionadas para atacar con las bombas y los misiles más sofisticados. ANSWER afirmó que la planificada guerra estadounidense fue estrictamente motivada por intereses imperialistas y nada tenía nada que ver con un supuesto "peligro" proveniente de Iraq.

El hecho de que Iraq, mediante mandato de los inspectores de NNUU, fuese obligado a destruir públicamente y delante de las cámaras de televisión sus misiles convencionales de medio alcance de forma continuada hasta la tarde del 19 de marzo, cuando el país se vio asolado por el terror de una lluvia destructiva de los misiles de crucero y bombas de EEUU, y todo ello en nombre del desarme, nada menos, será una de las ironías más grandes de la historia militar.

Bajo las circunstancias de principios del año 2003 -y de la invasión que se estaba avecinando y la agresión contra Iraq- ¿no hubiera sido más apropiado para todas las fuerzas dentro de los movimientos pacifistas en EEUU hacer un llamamiento al desarme del Pentágono mejor que al de Iraq?

EEUU, fuera; contra NNUU dentro

Ahora, durante la fase de ocupación de la guerra de EEUU, el debate en el movimiento contra la guerra se centra en la consigna "Retirada de tropas ya". En lugar de la inmediata retirada, otras fuerzas apelan a que NNUU tome el control de la ocupación como un régimen transitorio que lleve finalmente a un gobierno soberano.

El problema fundamental con "desarrollar la seguridad y reconstruir NNUU" es que esta petición se opone al derecho fundamental del pueblo iraquí a elegir su propio destino. Iraq ha sido formalmente un país soberano durante 80 años y un país auténticamente soberano durante los últimos 45 años, desde la Revolución iraquí de 1958. Su soberanía ha sido suspendida únicamente por una invasión ilegal y una ocupación.

Aquellos quienes defienden la toma de control de NNUU argumentan que sin una fuerza supervisora externa "neutral" y que pueda suministrar recursos para la reconstrucción, Iraq terminará en un caos y una anarquía aún mayores. Este argumento, que sin embargo parece estar basado en la búsqueda del mal menor dentro de las malas opciones que se pueden elegir, está basado en dos premisas falsas: 1) que la actual NNUU puede jugar un papel independiente y progresista en Iraq y, 2) que el pueblo iraquí se conformaría con algo menos que la independencia total de su país.

Es la ocupación anglo-estadounidense -cuya autoridad fue absolutamente ratificada el 22 de mayo mediante la resolución 1483 del Consejo de Seguridad (CS) de NNUU [2]- la que ha llevado a una situación que ellos mismos denominan de "caos y anarquía". Mientras Iraq estuvo bajo la autoridad iraquí esta situación no existió. Si las tropas de EEUU salieran inmediatamente y se devolviera la soberanía a Iraq, se formaría un nuevo gobierno. Nadie sabe con certeza si se producirían luchas entre facciones opuestas en Iraq. Esto es ciertamente posible, dado el "caos y la anarquía" creada por la destrucción violenta inflingida por fuerzas extranjeras. Pero a menos que la soberanía se devuelva a Iraq, el caos y la anarquía actuales continuará inevitablemente.

Observaciones de Dennis Halliday

Los iraquíes no quieren que fuerzas extranjeras, fuerzas imperialistas se conviertan en los árbitros de su proceso político y económico y lo han expresado con sus acciones. Algunas personas en EEUU pueden pensar que esto [la ocupación] es en interés del pueblo iraquí, pero el pueblo iraquí no está de acuerdo con la presunción implícita de que ellos no están preparados para la tarea de construir un Iraq independiente. De hecho, los iraquíes creen, con buen criterio, que la base de sus argumentos está enraizada en un paternalismo, consciente o inconsciente, e incluso en un estereotipo racista.

Tampoco están de acuerdo con los informes que presenta NNUU, como institución, que sugieren que NNUU tiene como primera prioridad el interés del pueblo iraquí, teniendo en cuenta, fundamentalmente, las presiones a las que EEUU sometió a NNUU.

Esta opinión se confirma con los comentarios de Dennis Halliday, ex coordinador del programa humanitario de NNUU para Iraq [3]. Tras el primer atentado contra el cuartel general de NNUU en Bagdad, en agosto de 2003, que mató a 23 personas -muchas de las cuales eran amigos y compañeros de Halliday- hizo unas declaraciones en el Sunday Herald, de 24 de agosto de 2003, sobre la profunda diferencia de percepción que tienen los iraquíes y los estadounidenses y ciudadanos occidentales sobre NNUU: "Occidente ve a NNUU como una organización benévola, pero la triste realidad en muchas partes del mundo es que NNUU no es vista como tal", apuntó Halliday.

"En Iraq, NNUU mantuvo las sanciones que probablemente mataron a cerca de un millón de personas. Los niños murieron de desnutrición y de enfermedades relacionadas con el agua. EEUU y Reino Unido bombardearon la infraestructura iraquí en 1991 destruyendo los sistemas de electricidad, agua y alcantarillado, lo que va en contra de los preceptos de la Convención de Ginebra. Fue un crimen tremendo contra Iraq. Trece años de sanciones hicieron imposible que Iraq pudiera reparar los daños. Por eso existe odio y un resentimiento tan grande contra NNUU en Iraq.

Existe el sentimiento de que NNUU humilló al pueblo y a la sociedad iraquí. Utilizaría el término genocidio para definir el uso de las sanciones contra Iraq. Varios millones de iraquíes sufren cáncer debido al uso de munición cubierta con uranio empobrecido. Esto es una atrocidad. ¿Puede uno imaginarse la amargura que surge de todo esto?"¿Por qué, entonces, tendría el pueblo iraquí que estar a favor de NNUU dada su trayectoria en los últimos 12 años, una institución que debería servir de garante en la transición hacia la toma de un renovado control soberano?

Colonialismo económico y 'reconstrucción'

El gobierno imperialista de EEUU tiene, ciertamente, una deuda con el pueblo iraquí.
Hay que obligar a EEUU a que pague los daños por la muerte y la destrucción causada en el país. Pero esto no es lo que va a ocurrir. Al contrario, bajo el disfraz de la reconstrucción humanitaria, todos los sectores relacionados con los recursos de Iraq están siendo explotados para beneficio de las corporaciones y en interés de la banca, especialmente la de EEUU. Sobre eso es sobre lo que trataba esta guerra.

Ibrahim Bahr al-Ulum, crecido en EEUU, trabajó en una compañía petrolera estadounidense en Kuwait, y descrito en el The Wall Street Journal de 25 de septiembre de 2003 como el campeón de la inversión extranjera y de la privatización, anunció el pasado mes de octubre que Bagdad está abierta a las propuestas de compañías petroleras extranjeras para explotar el crudo iraquí. Inmediatamente fue elegido como ministro del Petróleo en Iraq por el jefe estadounidense de las fuerzas de ocupación, L. Paul Bremer III.

Hassan al-Musawi, un responsable del cuidadosamente escogido Consejo Gubernativo [iraquí], dijo que las compañías petrolíferas de EEUU podrían tener "un trato preferente en las negociaciones de contratos" como muestra de gratitud por haber derrocado al gobierno anterior.

El Estado poseía los recursos naturales de gas y petróleo que permitieron a los iraquíes disfrutar de un rápido desarrollo social y económico en el pasado; ahora hay planes para entregarlos a las compañías petrolíferas extranjeras. Los beneficios no se utilizarán para el desarrollo de Iraq, sino para recompensar el viaje de vuelta de los inversores.

Financiación pública para inversores privados

Responsables iraquíes ahora están trabajando con la Compañía Privada de Inversiones Extranjeras (Overseas Private Investment Corporation, OPIC, [en sus siglas en inglés]), empresa que ayuda a promocionar las inversiones de EEUU en el extranjero. Los contribuyentes estadounidenses fundaron la OPIC, que a cambio proporciona préstamos garantizados a las compañías estadounidenses de forma que así no pueden fracasar en el logro de ventajas y beneficios fruto de sus inversiones en países extranjeros. Esto acelera el tiempo y el ritmo de las inversiones extranjeras estadounidenses en Iraq, incluso antes de que la situación de seguridad se haya resuelto. Utilizando los préstamos garantizados de la OPIC como el último amortiguador, la Administración Bush está transmitiendo a las compañías estadounidenses y a los monopolios del petróleo: "podéis invertir en Iraq ya, porque si la inversión sale mal, los contribuyentes estadounidenses pagarán la fianza". En resumen, la Administración Bush está dispuesta a reorganizar totalmente la economía iraquí, incluyendo la antigua industria estatal petrolífera, antes que la creación de un Iraq políticamente soberano.

El denominado período de transición no es nada más que el período, de hecho, de pillaje y el saqueo de Iraq por la Autoridad estadounidense de ocupación. Esto no es un secreto. Más aún, el CS de NNUU, en la resolución aprobada el 22 de mayo, concedió a la Autoridad [Provisional de la Coalición] ocupante un completo estatuto legal y un control completo de la reorganización de la economía iraquí.

El mismo día que NNUU aprobó conceder a la autoridad estadounidense de ocupación el control total sobre Iraq, el presidente George W. Bush decretó la Orden Ejecutiva 13303 que concede total inmunidad a todas las compañías petrolíferas estadounidenses y a otras compañías energéticas que invierten en petróleo iraquí. La orden señala que las compañías de petróleo estadounidenses deben estar exentas y tener inmunidad respecto a todas denuncias porque cualquier potencial denuncia "obstaculiza la ordenada reconstrucción de Iraq".

La constitución de Iraq bajo el gobierno del partido Ba'az aisló al país de algunas de las peores características de lo que ahora se denomina globalización. Esas medidas constitucionales están siendo eliminadas mediante edictos y decretos de la nueva autoridad antes que se forme un nuevo gobierno. Con la Constitución anterior, las inversiones extranjeras en Iraq estaban restringidas a los ciudadanos residentes en países árabes. El 19 de septiembre, la Autoridad Provisional de la coalición publicó la Orden número 39 que autoriza el 100% de la propiedad y el control extranjero en la mayoría de las empresas iraquíes [en todas salvo en las relacionadas con el sector petrolífero].

El 21 de septiembre, el ministro iraquí de Finanzas, Kamel al-Gailani -también cuidadosamente escogido por Bremer- anunció que se permitiría a los nuevo dueños extranjeros de las compañías iraquíes "enviar el total de los beneficios, dividendos, intereses y royalties" a los inversores de sus países de origen. En lugar de utilizar la riqueza de Iraq para financiar el desarrollo del país, ésta será absorbida por corporaciones transnacionales.

A los bancos extranjeros que habían sido expulsados de Iraq ahora se les permitirá "entrar en Iraq como sucursales subsidiarias" de acuerdo con el Decreto de 21 de septiembre [de 2003] sobre la Reforma Económica. El Decreto permite además a "seis bancos extranjeros comprar en los próximos 5 años hasta el 100% de los bancos nacionales".

Estos hechos analizados en conjunto indican que la ocupación de Iraq por EEUU no se puede comparar de ninguna manera a una tarea verdaderamente humanitaria. Lo que está ocurriendo, siendo sinceros, es la recolonización económica de Iraq.

Los soldados estadounidenses y sus familias, muchas de las cuales se manifestaron en Washington el 25 de octubre, se están uniendo al movimiento contra la guerra porque ahora se están dando cuenta de que la Administración Bush les ha mentido. Muchos estuvieron dispuestos a correr el riesgo de morir y de caer heridos cuando creyeron las afirmaciones del presidente diciendo que Iraq planteaba un serio e inminente peligro al pueblo estadounidense. Sabiendo que esto fue una mentira, la idea de sacrificar incluso una sola vida más es una carga demasiado pesada de llevar.

¿Por qué tienen los soldados estadounidenses, o cualquier soldado extranjero, que ponerse en una situación en la que deben morir o matar por un descarado proyecto colonial? Esos soldados quieren regresar, no mañana sino hoy. El pueblo iraquí mediante millones de maneras de resistencia, armada y pacífica, ha demostrado que quiere que la ocupación extranjera de su país termine ya.

Reivindicando absolutamente la consigna "Retirada de las tropas ya. Fin a la ocupación de Iraq", el movimiento contra la guerra envía un doble mensaje al pueblo iraquí y a los soldados estadounidenses. Afirma el apoyo al derecho básico a la autodeterminación de Iraq, al mismo tiempo que dice a los soldados: esta es la guerra de los ricos. Vuestras vidas y vuestra dignidad son demasiado preciosas para que el imperialismo las use como carne cañón.

Notas de CSCAweb:

1. Tanto Ramsey Clark, ex Fiscal general de EEUU, como otros representantes del IAC han participado en diversas iniciativas del CSCA y de la antigua CEOSI; la última el pasado mes de noviembre en la Conferencia Internacional contra la Guerra celebrada en Madrid. Véase al respecto en CSCAweb: Mensaje de Ramsey Clark, ex Fiscal General de EEUU | Intervención de John Catalinotto (International Action Center, EEUU), así como: "Una guerra por el petróleo": carta de Ramsey Clark al secretario general de NNUU y a los miembros del Consejo de Seguridad
2. Véase en CSCAweb:
El Consejo de Seguridad 'legitima' la ocupación de Iraq y ratifica la administración colonial de EEUU sobre el país
3. Ex vicesecretario General de NNUU y actualmente profesor visitante en la Universidad Pennsylvania Swarthmore College (EEUU). Dennis Halliday dimitió de su cargo como responsable del programa "Petróleo por alimentos" de NNUU para Iraq por estar en contra de la aplicación del régimen de sanciones contra ese país. Su sucesor, Hans Von Sponeck, dimitiría igualmente a los pocos meses de relevarle en el puesto. Ambos han sostenido una intensa actividad internacional para denunciar las consecuencias del embargo a Iraq, la política intervensionista de NNUU y, posteriormente hasta la actualidad, la guerra ilegal y la ocupación de Iraq por parte de EEUU.