Sobre la dimisión del
encargado de negocios español en Iraq, Fernando Valderrama
18 de octubre de 2002, Nota Informativa del
CSCA
CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
La dimisión de Fernando
Valderrama supone una denuncia de la falta de autonomía
del gobierno español en política exterior en Oriente
Medio, en general, y en Iraq en particular.
Ante la dimisión de su cargo del encargado de negocios
español en Bagdad, Fernando Valderrama -máximo
representante del Estado español en Iraq-, el Comité
de Solidaridad con la Causa Árabe (CSCA) desea expresar
lo siguiente:
1. Su reconocimiento por la decisión tomada por Fernando
Valderrama, al tiempo que reitera públicamente su agradecimiento
por las facilidades otorgadas durante los años de ejercicio
de su cargo en Bagdad para el desarrollo del programa de colaboración
sanitaria con Iraq que desde 1996 viene desarrollando la Campaña
Estatal para el Levantamiento de las Sanciones a Iraq (CELSI),
y demás actividades de la CELSI, muy particularmente,
el primer vuelo directo Madrid-Bagdad-Madrid desde 1991, efectuado
en diciembre de 2000.
2. La dimisión de Fernando Valderrama supone una denuncia
de la falta de autonomía del gobierno español en
política exterior en Oriente Medio, en general, y en Iraq
en particular. Las consideraciones realizadas por Fernando Valderrama
en su nota de dimisión evidencian que la posición
del gobierno español -y por ende la del Congreso de los
Diputados- de apoyar una intervención militar de EEUU
contra Iraq suponen no sólo una subordinación a
los intereses estadounidenses en la zona, sino igualmente una
violación de la Constitución española, la
carta de Naciones Unidas e, incluso, de los principios del Tribunal
de Nuremberg, habida cuenta que el concepto de "guerra preventiva"
esgrimido por la Administración estadounidense para justificar
su ataque contra Iraq es, a todas luces, contrario al Derecho
Internacional.
De igual manera, el no explícito pronunciamiento del
gobierno español y del Congreso de los Diputados contra
el mantenimiento de las sanciones económicas que asolan
Iraq desde hace más de 12 años, supone asimismo
una violación del estatuto del recientemente creado Tribunal
Penal Internacional, que, en lo referente a este tipo de sanciones
económicas, indica en su artículo 7.2 que "el
castigo intencionado sobre las condiciones de vida, la privación
de acceso a los alimentos y a las medicinas calculado par producir
la destrucción de parte de la población" es
equiparable a un Crimen contra la Humanidad.
3. Frente a la manipulación, las falsedades y la inmoralidad
de los gobiernos determinados a lanzar o a apoyar una ilegal
e injustificable nueva guerra contra Iraq, la decisión
de Fernando Valderrama constituye un ejemplo de honorabilidad
y dignidad personales. Ejemplo público que queda además
realzado frente a la mezquina e incalificable actitud de la ministra
de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, acusando a Valderrama de
que el "miedo" o el "estrés" sean
las causas de su dimisión [1].
Nota de
CSCAweb:
1. Según
publica el rotativo madrileño El Mundo en su edición
del día 18 de octubre de 2002, el propio Valderrama ha
señalado a este diario que "si la ministra de Exteriores
no rectifica sus declaraciones la va a demandar por difamación".
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