Index
Paremos la guerra contra Iraq


* Luis Mesa es investigador del Centro de Estudios sobre África y Medio Oriente (CEAMO) de La Habana, Cuba

Enlaces relacionados:

Luis Mesa y Rodobaldo Isasi: Las tensiones en las relaciones Washington-Riyadh tras el 11-S y el nuevo plan de paz saudí

Luis Mesa y Rodobaldo Isasi: "El 'Eje del Mal' y la vocación unilateralista de la Administración Bush: una perspectiva analítica múltiple"

Luis Mesa Delmonte: Irán, Estados Unidos y el conflicto afgano

Luis Mesa y Rodobaldo Isasi: EEUU, Afganistán y Bin Laden: algunas ideas para el debate sobre la actual situación

Encuentro Internacional contra la Guerra. Madrid, 16 y 17 de noviembre de 2002

Los preparativos de guerra contra Iraq: mapa infográfico del despliegue militar de EEUU en el Golfo Pérsico, Oriente Medio, la región del Caúcaso y Asia Central elaborado por Paco Arnau para CSCAweb
-
Formato GIF (136K-72 ppp)
- Formato TIF (360K-72 ppp)

Paremos la guerra contra Iraq


El fortalecimiento del Comando Central de EEUU (USCENTCOM) y el factor energético

Luis Mesa Delmonte* [1]

15 de noviembre de 2002. CEAMO/CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

En la actualidad, la proyección militar global de EEUU aparece dividida en cinco comandos regionales, a saber: el Joint Forces Command (USJFCOM) para la región de América del Norte; el Southern Command (USSOUTHCOM) para América del Sur; el Pacific Command (USPACOM) para Asia y Oceanía; el European Command (USEUCOM) para Europa y África; y el Central Command (USCENTCOM) para las regiones del noreste y Cuerno de África, Península Arábiga, Golfo Pérsico y Asia Central.

La competencia bipolar de guerra fría, había propiciado que a fines de los 70 y principios de los 80, el pensamiento estadounidense identificara todo un "Arco de Crisis" en esta región, tomando especialmente en consideración acontecimientos tales como la Revolución iraní, y el avance estratégico soviético en Afganistán. Tales preocupaciones dieron lugar a la promulgación de la llamada "Doctrina Carter" , la que estipuló que cualquier movimiento por parte de un poder hostil que pretendiera ganar el control de la región del Golfo Pérsico, - y consecuentemente sobre los enormes recursos energéticos de la misma - sería considerado como un ataque contra los intereses vitales de EEUU y se rechazaría con todos los medios necesarios, incluyendo la fuerza militar.

Para poder llevar adelante esta concepción estratégico-militar, se crearon las Rapid Deployment Joint Task Forces (RDJTF) en marzo de 1980, y se abogó en favor de lograr nuevas garantías de acceso a territorios y mares regionales, como elemento fundamental para una mecánica operacional de despliegue y respuesta rápida. Posteriormente, en enero de 1983, ya con la administración Reagan, las RDJTF se convirtieron en el US Central Command (USCENTCOM).

Sin embargo, la invasión iraquí de Kuwait en 1990 ­la que coincidió con los grandes cambios en la correlación de fuerzas mundiales- generó una nueva coyuntura estratégica que fue aprovechada inmediatamente por EEUU.

La Guerra del Golfo no sólo sirvió para destacar el nuevo protagonismo norteamericano a escala internacional, sino que posibilitó llevar a la práctica ideas para el desarrollo de relaciones estratégicas más estrechas con los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). El esquema de relaciones en materia de seguridad hasta entonces se inclinaba por contar con el apoyo de fuerzas estadounidenses "en el horizonte", las que serían llamadas en caso de urgencia, pero tal esquema fue sustituido por otro que concibió: la presencia directa de efectivos norteamericanos, el preposicionamiento de equipo militar para ser empleado en contingencias futuras, el considerable aumento de las ventas militares, el desarrollo de maniobras conjuntas, la profundización de la asesoría, así como el acceso permanente (en unos casos) o garantías de acceso en contingencias (en otros) a varias bases aéreas y navales de la región.

Aunque los países de la zona hicieron nuevos esfuerzos por incrementar la coordinación estratégica entre ellos, y a pesar de que se firmaron acuerdos de seguridad y concretaron compras de armamentos con diversos grandes actores internacionales, es más que obvio que el principal resultado fue el incremento notable de la presencia militar norteamericana en la zona con un predominio estratégico real.

Este esquema militar norteamericano, ha servido como estructura permanente para las constantes operaciones de vigilancia y periódicas acciones bélicas contra territorio iraquí, y ha sido en buena medida financiado por los propios países del CCG [2] bajo el argumento de la necesaria defensa frente a las "amenazas" provenientes de Iraq e Irán. Precisamente los grandes gastos que ello ha implicado para las monarquías del Golfo y el creciente rechazo popular a la prolongada permanencia de tropas foráneas, ha propiciado (como en el caso saudí), el incremento de las fricciones internas y la crítica opositora a las estructuras tradicionales del poder, calificadas entonces como corruptas, prooccidentales y antiislámicas.

Los acontecimientos del 11 de septiembre propiciaron una rápida respuesta de Washington, cuya prioridad fundamental fue golpear a la red terrorista de al-Qaeda y al gobierno talibán en Afganistán que le brindó resguardo. Para ello fue necesario reforzar la avanzada militar existente en la región, crear nuevos accesos estratégicos y ampliar la capacidad de acción efectiva en toda la zona.

Hoy, a más de diez años de la descomposición de la URSS, EEUU encuentra una coyuntura apropiada para avanzar también en el área caucásica y centroasiática, tradicional esfera de influencia rusa, ampliando su red de accesos y bases militares en toda la región del llamado "Medio Oriente ampliado" [3], con la presencia de decenas de miles de efectivos. De hecho, a partir de octubre de 1999 el área de atención del USCENTCOM incorporó formalmente a los países del Asia Central ex soviética, quedando así bajo su responsabilidad 25 países comprendidos desde esta zona hasta el Cuerno Africano [4] (ver mapa 1).

Este esquema militar ampliado y reforzado, no sólo es útil para el desarrollo de acciones puntuales dentro de la actual campaña norteamericana contra el terrorismo, sino que también resulta ser una plataforma adecuada para desarrollar acciones bélicas de mayor envergadura al estilo de la llevada adelante en Afganistán o de la inminente operación contra Iraq, y pieza clave para hacer avanzar y proteger nuevos intereses estratégicos y energéticos de EEUU en toda la zona, en medio de los grandes reacomodos de poder a escala global que se seguirán experimentando.

Con la actual administración republicana, el Pentágono se muestra marcadamente favorable a expandir la proyección del poder de EEUU y rectificar algunos rasgos constrictivos del anterior mandato demócrata, el que había propiciado una tendencia decreciente del presupuesto militar, el reanálisis de determinados proyectos bélicos, el cierre de varias bases militares [5] y la disminución en un 60% de las tropas permanentemente estacionadas en ultramar. Sin embargo, paradójicamente, "mientras las presencia permanente en ultramar decreció dramáticamente, los despliegues operacionales se incrementaron exponencialmente"[6].

La prioridad que debe recibir el preposicionamiento de equipos militares y la velocidad de desplazamiento y acceso a las regiones de mayor potencial de conflicto, quedó nítidamente recogido en el trabajo de la comisión bipartidista sobre Seguridad Nacional para el siglo XXI . En el informe final de la misma, dado a conocer a comienzos del 2001, se recomienda el desarrollo de las fuerzas expedicionarias, especificándose que las capacidades expedicionarias deben diferenciarse de las actuales capacidades convencionales en cuanto a que están diseñadas para responder de forma muy rápida a las crisis, operan con requerimientos logísticos mucho menores, y cuentan con una superioridad tecnológica que les permite dominar a cualquier adversario potencial en el futuro previsible. Estas capacidades expedicionarias tienen que estar caracterizadas por una proyección rápida de poder y habilidades de acceso desde emplazamientos avanzados y distantes, y deberán recibir una atención prioritaria a corto y mediano plazo, pues se supone que a largo plazo el perfeccionamiento de la movilidad de los efectivos irá haciendo desaparecer las actuales diferencias entre fuerzas expedicionarias y convencionales.[7]

Tal como ha señalado Tim Garden, investigador británico del Royal Institute of International Affairs: "Todo el mundo esperaba que con la llegada de la administración Bush, EEUU se retraería a sí mismo, se concentraría en desarrollar sus capacidades de largo alcance y reduciría su presencia en tierra (...) por el contrario están implantando bases avanzadas en distintas partes que podrán emplear en operaciones futuras". [8]
En los actuales momentos, después de varios lustros de constante presencia militar de EEUU en la zona y luego de su reciente escalada regional en ocasión de la contienda afgana, resulta interesante observar cuáles son los principales puntos de avance estratégico norteamericano en la zona y las características más notables de su dispositivo bélico multipropósito.

ARABIA SAUDI, ha sido el punto de apoyo más importante para las fuerzas militares norteamericanas en la zona. La base aérea de Dharan en la región oriental, fue clave para el despliegue de fuerzas norteamericanas en la zona en años anteriores. Sin embargo, luego del atentado perpetrado en junio de 1996 contra las residencias militares de las "Torres al-Khobar", EEUU desarrolló la operación "Desert Focus" mediante la cual trasladó sus efectivos presentes en Dahran y en la capital Riyadh, hacia la base aérea de Prince Sultan y las instalaciones de "Eskan Village". Este nuevo vasto complejo militar, fue ubicado en la aislada zona desértica de al-Kharj al sur de Riyadh, y en el mismo se encuentran permanentemente estacionados 4 500 efectivos norteamericanos, medios aéreos avanzados, y es la sede del centro de control para todas las operaciones de combate aéreo en la zona (Combined Air Operations Center ­ CAOC). También desde la base Prince Sultan se desarrollan vuelos de patrullaje sobre el sur iraquí.

Las recientes tensiones surgidas en las relaciones entre Washington y Riyadh, [9] podrían incluso motivar algunos reacomodos en materia estratégica. La marcada oposición interna a la prolongación de las fuerzas estadounidenses en territorio saudí y el costo de las transacciones bélicas globales, parecen haber motivado a que la dirección del reino haya solicitado a Washington nuevas formas de dar continuidad a su relación estratégica bilateral, pero retirando algunas tropas y efectivos hacia otros países del CCG. De hecho, ya en los últimos años y a partir del rechazo saudí a que desde su territorio se desarrollen acciones de ataque contra Iraq, EEUU ha decidido reubicar aviones de combate y diversos medios en otras bases del Pérsico [10].

QATAR ha ganado aceleradamente importancia para la estrategia militar norteamericana en la región. Varias fuentes del Pentágono y del pensamiento estratégico estadounidense, han llamado la atención respecto al potencial de este país como alternativa parcial a las fuerzas tradicionalmente instaladas en Arabia Saudita. A principios de 2002 se anunció que una parte importante del personal y de la aviación de combate estacionada en bases sauditas sería relocalizada en la gran base aérea de al-Udeid. Esta base aérea comenzó a construirse en el 2000, luego de la visita del entonces secretario de Defensa William Cohen. Con un coste de mil 500 millones de dólares cuenta con una de las pistas más largas de la región del Golfo, y podría convertirse en una de las mayores que tendrán los EEUU fuera de su territorio.

Qatar desde hace años ha contado con armamento y aviación de combate preposicionada, pero en tiempos recientes estos volúmenes han ido aumentando notablemente, e incluso ya hoy existen miles de efectivos norteamericanos en suelo qatarí empleando tales medios. Aunque la justificación inicial del fortalecimiento militar en Qatar fue la posible renovación de hostilidades contra Iraq, algunas figuras del Departamento de Defensa han reconocido que el desarrollo de instalaciones militares en Qatar "no están dirigidas hacia ningún país en particular, sino son parte de todo un sistema para la región".[11]

Recientemente el General Tommy Franks, jefe máximo del USCENTCOM ha anunciado que a partir de noviembre el CAOC será trasladado desde Arabia Saudita a las nuevas instalaciones en Qatar, consolidando el nuevo papel estratégico del emirato.

En BAHREIN se encuentra la base naval norteamericana en Juffair, cerca de la capital Manama, que es la sede de la 5ta Flota [12]encargada de realizar operaciones en el Golfo Pérsico, Golfo de Omán, Mar de Arabia, partes del Océano Índico y el Mar Rojo. La 5ta Flota apoya desde el punto de vista naval todas las operaciones del USCENTCOM. La aviación norteamericana emplea la base aérea Sheikh Isa, ubicada en la zona desértica al sur del país.

Bahrein ha sido designado en marzo del 2002 como "major non-NATO ally" [13], lo cual incidirá en mayores ventas bélicas y asistencia militar adicional. Por ejemplo, inmediatamente se anunció que EEUU modernizaría todos sus aviones de combate F-16 [14].

Desde 1991 se encuentran concentrados en KUWAIT numerosos efectivos y variados medios de combate permanentemente listos para cualquier contingencia bélica. El ejército estadounidense ha contado con la gran base militar de Camp Doha, mientras que la fuerza aérea también ha empleado las bases de Ali Al Salem y la Ahmed Al Jaber donde hay emplazados cazas de combate, helicópteros de ataque y bombarderos. Particularmente la base aérea de Al Jaber ha sido constantemente utilizada para desde allí efectuar una buena parte de las misiones de vigilancia que se desarrollan sobre la zona de exclusión de vuelos al sur de Iraq. Una nueva base se está terminando de construir en el sur del país [15].

En los EMIRATOS ARABES UNIDOS no existen bases permanentes de EEUU, pero este país siempre ha brindado acceso para el reabastecimiento de los buques de la marina norteamericana en la base naval de Jebel Ali, mientras que las bases aéreas de al-Dhafra y Fujairah han sido importantes accesos en momentos de operaciones en la zona.

OMÁN ha brindado tradicionalmente varios puntos estratégicos en su territorio para el preposicionamiento de importantes medios aéreos, equipos de reserva, armamento variado y avituallamientos para tropas especiales; particularmente la base de Thumrait es clave a tales efectos. Por otra parte, la base aérea de al-Seeb, cerca de la capital Muscat, es un punto importante de apoyo para el mantenimiento y reabastecimiento de la fuerza aérea de EEUU, mientras que la isla de Masirah sigue siendo un punto clave para las operaciones de los aviones de reconocimiento P-3 Orion, y resguardo para un escuadrón de aviones artillados AC-130 [16].

En los últimos tiempos la intensificación de preposicionamiento de equipo bélico no sólo se ha explicado por la importancia del país en las acciones contra Afganistán, sino también se ha planteado que está sirviendo junto a otros países de la zona, como alternativa a Arabia Saudita, en cuanto a la relocalización paulatina de armamentos y fuerzas norteamericanas.

Recientemente se ha dado a conocer que EEUU está financiando la construcción de una nueva base aérea en Al Musnana, al oeste de la capital Muscat. Esta nueva instalación, que se construye a un costo de 120 millones de dólares y que cuenta con una pista de más de 4 kilómetros, será capaz de acoger a cualquier tipo de nave militar norteamericana, incluyendo a los bombarderos estratégicos [17].
Junto a estos lugares de acceso tradicional para las fuerzas norteamericanas comienzan a aparecer nuevos puntos estratégicos en toda la región comprendida por el USCENTCOM que merecen ser considerados.

Desde 1999, el gobierno de YEMEN había brindado al puerto de Aden como acceso de reabastecimiento para la marina estadounidense. Ello fue interrumpido en el año 2000 a partir del ataque contra el USS Cole, en el cual murieron 17 marinos norteamericanos. Sin embargo, luego del 11 de septiembre las autoridades yemenitas han mostrado marcada disposición para colaborar en las investigaciones [18], y desarrollar nuevas acciones coordinadas con EEUU. Los nuevos acuerdos en materia de seguridad han logrado reactivar el acceso estratégico al puerto de Aden para la flota norteamericana, y han estipulado el intercambio de informaciones de inteligencia, así como el envío de 100 asesores norteamericanos para entrenar a fuerzas especiales y del ejército yemenita, en la lucha contra células de al-Qaeda en particular. Se considera que varias de las estructuras tribales rurales del norte y centro del país, pueden tener importantes vínculos y contactos con la organización de Bin Laden, pues miles de pobladores de esas regiones participaron activamente en la contienda afgana durante años. Particularmente se señalan las regiones de Mareb, al Jawf y Shabwah como abrigos principales para miembros de al Qaeda.

Del otro lado del Mar Rojo, llama la atención el caso de ERITREA, en donde el puerto de Assab ha comenzado a ser utilizado por las fuerzas navales de EEUU. Un pequeño aeropuerto al norte de este punto ha sido ampliado para ser empleado como base aérea. Igualmente las fuerzas aéreas y navales norteamericanas cuentan hoy con acceso permanente a las modernizadas instalaciones en el archipiélago de Dalak, las que en etapas anteriores fueran utilizadas primero por fuerzas soviéticas y posteriormente por efectivos israelíes. También en DJIBUTI se encuentran estacionados actualmente 800 efectivos norteamericanos dentro de la base francesa existente en ese país. Cientos de estos pertenecientes al grupo Delta, parecen estar destinados para desarrollar acciones contra elementos de al Qaeda en Yemen, y también efectuar operaciones en Djibuti, Eritrea, Etiopía, Sudán y Somalia [19].

Muy recientemente se ha dado a conocer que más de 6 mil efectivos de fuerzas especiales estadounidenses realizan maniobras en JORDANIA, como parte de su preparación para en caso de que finalmente se decida una acción bélica contra Iraq.

Para las acciones bélicas en contra del gobierno talibán en Afganistán, las fuerzas militares norteamericanas incrementaron considerablemente sus efectivos navales, aéreos y terrestres, empleando una buena parte de su infraestructura de acceso habitual en la Península y el Golfo. No obstante, desde un primer momento fue necesario lograr una expansión de su cobertura estratégica alrededor del escenario afgano. Para ello la fuerza aérea norteamericana logró nuevos accesos a varios campos aéreos en PAQUISTÁN tales como Qetta, Omara, Kharan, Bareder, Pasni, Jacobabad y Chitral. Posteriormente varios puntos dentro del propio AFGANISTÁN fueron empleados para instalar capacidades aéreas (Kandahar, Mazar-i-Sharif, Kabul, Bagram) los que hoy siguen siendo de gran utilidad para la continuidad de las acciones militares de vigilancia y persecución contra los pequeños grupos o bolsones de resistencia talibana reorganizada.

Pero también los territorios del Asia Central se presentaron como de enorme utilidad para el desarrollo de las acciones bélicas contra Afganistán desde la región septentrional, y luego del derrocamiento de los talibanes se convierten en una nueva zona para la expansión de la presencia militar norteamericana en toda el área.

El senador Tom Daschle, líder de la mayoría demócrata del Senado declararía nítidamente que la presencia de EEUU "era a largo plazo", y que los éxitos militares en Afganistán eran solo el inicio de los esfuerzos de Washington en la zona. La utilización de varias bases en la región por parte de las tropas norteamericanas "no fue un hecho coyuntural sino que tiene un carácter duradero"[20]. Por su parte el general Tommy Franks, jefe del USCENTCOM, ha anunciado que el ejército, la marina y la fuerza aérea, han adoptado la política de rotación regular de tropas en el teatro de operaciones centroasiático, lo que es clara señal también de una estrategia a largo plazo. Entre los acuerdos y avances más notables concertados entre EEUU y los países de la región, aparecen:

UZBEKISTÁN. Miles de efectivos estadounidenses y medios bélicos diversos se encuentran asentados en las bases de Khanabad y Termez. Se ha firmado un acuerdo de "asociación estratégica" que hará a EEUU tomar seriamente en consideración cualquier amenaza exterior contra este Estado postsoviético [21].
KIRGUISTÁN. La nueva base de Manas, cerca de Bishkek, se ha convertido en la segunda en importancia en la zona, pero tiene una ubicación estratégica privilegiada que ha generado inmediatas preocupaciones a estrategas rusos y chinos [22]. Se han creado ya condiciones para la presencia de más de 3 mil efectivos norteamericanos y para el estacionamiento de aviones de combate, de transporte C-130 y de reabastecimiento KC-135.

TAJIKISTÁN. El USCENTCOM ha estado estudiando tres instalaciones militares pare ver cual es más apropiada para establecer una base norteamericana: Kulyab, Khojand o Turgan-Tiube. Igualmente ha valorado implementar garantías de acceso a los aeropuertos de Dushambé y Aini.

TURKMENISTÁN ha brindado hasta el momento permisos de sobrevuelo y garantías de aterrizaje para la aviación estadounidense.

KAZAHASTÁN también ha otorgado autorización de sobrevuelos, y brindado sus campos aéreos y vías de ferrocarriles para el transporte de suministros bélicos hacia las bases militares en Uzbequistán y Kirguistán. Se desarrolla un intenso diálogo en materia de seguridad con los EEUU que ha propiciado la celebración de maniobras conjuntas, la asesoría para la reestructuración de sus fuerzas armadas, así como la ayuda y financiamiento para mejorar las instalaciones navales en la costa del Caspio.

EEUU han mostrado también importantes avances en sus relaciones estratégicas con otros países de la zona que no aparecen formalmente comprendidos dentro del área del USCENTCOM. Es importante tener en cuenta que tanto Turquía como Israel, con profundas relaciones militares con Washington, aparecen atendidos por el US European Command, al igual que los casos de Siria, Líbano y los países del Cáucaso.

En la subregión Caucásica, el caso particular de GEORGIA llama notablemente la atención, luego de que Washington lo seleccionara como punto de importancia para proseguir con la lucha antiterrorista. Ello no sólo se ha traducido en los nuevos acuerdos para entrenamiento, presencia de asesores y efectivos norteamericanos, y desarrollo de operaciones conjuntas, sino que también comienza a discutirse la posible apertura de nuevas bases militares en territorio georgiano. Alexei Arbatov, vicepresidente del comité de defensa en el parlamento ruso ha señalado que como Rusia no tiene hoy la capacidad para poder erradicar los puntos de concentraciones terroristas, no tiene otra alternativa que permitir una presencia militar y política norteamericana en su traspatio,[23] mientras que el canciller Igor Ivanov ha asegurado que la presencia norteamericana sólo agravará las dificultades en la región.

El Pentágono ha enviado helicópteros de combate y más de 200 efectivos de tropas especiales para golpear concentraciones chechenas en el norte del país (particularmente en la región de Pankisi Gorge) con posibles vínculos con al-Qaeda, así como instructores para entrenar a las fuerzas georgianas de reacción rápida encargadas particularmente de proteger varios sitios estratégicos del país como son los oleoductos. [24]

Las relaciones militares norteamericanas con AZERBAIJAN también están mostrando un notable fortalecimiento, llamando la atención la asesoría en materia de seguridad naval, tema clave si consideramos las vigentes disputas limítrofes entre los países del Mar Caspio. Igualmente con ARMENIA se han firmado algunos acuerdos para el perfeccionamiento de sus fuerzas militares.

Tradicionalmente el esquema para toda la región que atiende el USCENTCOM siempre ha contado con el complemento estratégico fundamental que representa la base naval y aérea de la isla Diego García en el Océano Índico, centro de operaciones para los bombarderos gigantes B-52, [25] y para los grandes destacamentos navales que operan habitualmente en la zona [26]. Igualmente la base aérea de Incirlik en TURQUÍA, ha sido de constante utilidad para las labores de vigilancia aérea sobre la región septentrional iraquí, al brindar resguardo permanente a más de 50 aviones de combate F-15 y F16. En caso de contingencias regionales, la aviación norteamericana también puede tener acceso a otras pistas turcas en Izmir, Diyarbakir, Malatya, Estambul y Ankara.

La presencia militar de EEUU alcanza niveles sin precedentes en la zona petrolera del Golfo-Cáucaso-Asia Central, en consonancia con su interés geoestratégico de "lograr un acceso ilimitado" [27] según palabras de Zbigniew Brzezinski.

Michel Chossudovsky, profesor de la Universidad de Ottawa al hacer un análisis de todo el actual proceso de militarización de EEUU, y su particular expansión hacia estas regiones señaladas, nos dice:

Guerra y globalización marchan mano a mano. La militarización es una parte integral de la agenda neoliberal. El crecimiento del presupuesto de defensa contribuye a desarrollar a los "Cinco Grandes" contratistas de defensa norteamericanos, mientras niega recursos financieros para los programas civiles como la salud, la educación y el bienestar social (...) la maquinaria bélica norteamericana es empleada para respaldar la conquista de nuevas fronteras económicas. En el Medio Oriente, los Balcanes y el Asia Central, las fuerzas de EEUU han ido tomando posición directamente y mediante la OTAN, no sólo para brindar apoyo a los intereses de las compañías petroleras inglesas y estadounidenses, las que trabajan de cerca con los contratistas de defensa en lucrativas empresas mixtas, sino también para colonizar la antigua URSS y países asiáticos. Mientras tanto, el aumento acelerado de los gastos de defensa lleva la riqueza hacia el complejo militar industrial a costa de las necesidades civiles[28].

Efectivamente, todo este creciente desplazamiento militar, se realiza en la región de mayores reservas energéticas del mundo. (ver gráfico 1) La zona del Golfo Pérsico contiene el 65% de las reservas globales comprobadas de petróleo (unos 679 mil millones de barriles), y cuenta además con el 35% de las reservas de gas.

Por otra parte, la región del Cáucaso y el Asia Central tienen reservas petroleras confirmadas cercanas a los 35 mil millones de barriles, aunque los más recientes estudios llegan a elevar los estimados posibles hasta 235 mil millones de barriles, que si bien es cierto que son mucho menores que las del Pérsico, sin duda alguna se convertirían en los segundos volúmenes más importantes a nivel mundial. Respecto al gas, si se suman las reservas del Cáucaso, Asia Central y Rusia, ellas representarían aproximadamente un 34% de las reservas mundiales, casi iguales que las del Pérsico. Un simple ejercicio de adición matemática nos permite entonces percibir la importancia enorme del factor energético en toda esta región de atención.

Todas las proyecciones y estudios de pronóstico respecto a cómo se comportará el mercado de los energéticos en los próximos años, indican sostenidos incrementos en el consumo global de todos los tipos de energía para los próximos 30 años, siendo los más notables los incrementos en el consumo del petróleo y el gas, por lo que ambos continuarán siendo de importancia trascendental para todos los actores internacionales [29] (ver gráfico 2)

En el caso particular de EEUU, debemos tener en cuenta que en el año 2001 este país importó el 54% de sus necesidades energéticas. Un 48% provino del hemisferio occidental, el 30% del Golfo Pérsico (dividido en 18% para Arabia Saudita, 9% de Iraq y 3% de Kuwait), y un 15% de África. Esta tendencia de dependencia importadora seguirá aumentando hasta alcanzar un 62% en el año 2020 [30]. Para el caso europeo, las cifras son aún más alarmantes, pues se estima que para el 2030, el viejo continente importará el 92% del petróleo que consuma y el 81% del gas.

Esta preocupante situación, ha sido recogida en el National Energy Policy del presidente Bush, en donde se reconoce el impacto que la importación de energéticos tiene sobre el esquema de la seguridad nacional de EEUU, por lo que recomienda incrementar la producción nacional, explotar nuevas áreas, así como expandir y diversificar las fuentes de suministros energéticos.

Por otra parte, el conocido como "Informe Cheney" (US National Energy Report 2001), reconoce que EEUU tiene que garantizar el acceso a las regiones donde se encuentren los recursos energéticos, pues es obvio que la mayor economía del mundo tendrá que seguir importando grandes volúmenes, y especialmente recomienda "garantizar acceso prioritario" a las fuentes energéticas del Golfo Pérsico, las más importantes del mundo como hemos señalado anteriormente.

Aunque es cierto que los intereses del sector de la energía aparecen representados abrumadoramente en la actual administración estadounidense, por figuras tales como Bush, Cheney, Rice, Norton, Evans, Khalilzad y muchos otros, podemos señalar que este factor no es de interés exclusivo de la misma, sino que tiene un carácter mucho más estructural. EEUU seguirá necesitando de estos recursos y le será imposible alcanzar la utopía del "freedom from foreign oil".

EEUU está realmente interesado y en condiciones de seguir reorientando su mercado para lograr suministradores múltiples y evitar con ello alguna dependencia elevada de algún punto potencialmente vulnerable, pero ello nunca significará que se aleje de la zona con las reservas más importantes del mundo, por el contrario perfeccionará sus mecánicas de influencia y control.

Washington, con su proyección militar reforzada hacia el Pérsico, Cáucaso y Asia Central, no sólo persigue el suministro directo desde estas áreas, garantizando un espacio privilegiado para sus empresas y capitales vinculados a este sector, sino que también persiste en su idea de seguirse presentando como el garante de la seguridad energética de las economías de Europa y Japón. Estos grandes polos del capital mundial, en constante competencia y con notables contradicciones con EEUU, son acotados en su alcance, y supeditados a la dependencia de la notabilísima superioridad estratégico-militar norteamericana.

En la importante región que es atendida por el Comando Central, no sólo se escenifican también notables reacomodos de poder con grandes poderes históricamente preocupados por la misma, como son los casos de Rusia y China, sino que con ellos también se genera una dinámica de contradicción-conciliación en materia de energía. Mientras EEUU finalmente lograron comenzar la construcción del oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan, con lo cual se ha roto el monopolio ruso sobre las vías de exportación de los energéticos del Cáucaso y del Asia Central, la propia Rusia logra participar en el proyecto, comienza a exportar importantes partidas de petróleo hacia la economía norteamericana, y perfecciona sus redes de oleoductos hacia Europa ahora buscando nuevos puntos de exportación en el Mar Adriátic [31].
En el caso chino, el reciente acuerdo para la construcción del gasoducto Xinjiang-Shangai, (4200 kilómetros y coste de 20 mil millones de dólares), no sólo estará destinado para explotar los yacimientos de la complicada provincia del Xinjiang, en la cual habitan poblaciones predominantemente musulmanas y con notables contradicciones con el poder central chino, sino que es un hecho trascendental para la futura vinculación entre los energéticos del Cáucaso y el Asia Central con las crecientes economías asiáticas. La participación de grandes compañías chinas, rusas, europeas y estadounidenses (Petrochina, Gazprom, Royal Dutch/Shell, Exxon/Mobil), en la construcción del mismo, es muestra también de cómo paralelamente a la competencia y a las contradicciones, también se generan espacios para la concertación de intereses entre grandes poderes.

Pero de cualquier manera, el actor protagónico central parece hoy estar claramente definido, así como lo está su decisión de emplear sus vastas capacidades militares para garantizar el control estratégico sobre las regiones de mayores reservas energéticas mundiales.


Notas:

1. Ponencia enviada al "Encuentro internacional contra la guerra", Madrid, 16 y 17 de noviembre del 2002. Es una versión ampliada y actualizada del artículo "EEUU en el Golfo. Bases militares y sujeción política", publicado en Nación Árabe, núm. 47, año XV, Verano 2002, pp. 75-83

2. Además de la colaboración estratégica acordada particularmente entre los miembros del CCG y EEUU, o con otros actores internacionales, el grupo sigue llevando adelante gestiones para incrementar la cooperación militar entre ellos. A comienzos del 2002 se ha estado hablando de la necesidad de concretar viejos proyectos y de llevar adelante otros nuevos, insistiéndose en la posibilidad de incrementar la coordinación en materia de comunicaciones, en radares y en sistemas de alerta temprana. Igualmente se ha propuesto elevar la fuerza conjunta de 5.000 a 20.000 efectivos.

3. Es decir, incorporando ahora las nuevas regiones del Cáucaso y del Asia Central a las tradicionales dinámicas mediorientales.

4. Véase mapa 1. USCENTCOM ha desarrollado diversas operaciones como la "Desert Storm" contra Iraq, o la "Provide Relief" en Somalia, entre otras muchas. Su cuartel general se encuentra en la base aérea de Mac Dill en Tampa, Florida. No obstante, ha contado con cuarteles generales de avanzada en la región del Golfo para coordinar sus acciones bélicas: el de la Fuerza Aérea (AFCENT) en la base Prince Sultan de Arabia Saudita, el del ejército (ARCENT) en Kuwait, y los de la armada (NAVCENT) y la marina (MARCENT) en Bahrein.

5. Sólo en Europa se cerraron 700 instalaciones militares de diverso tipo.

6. Según datos del Departamento de Defensa, en los últimos años entre 40 y 60 mil efectivos se encontraban realizando operaciones temporales en pequeña escala y ejercicios en más de 100 países. Al mismo tiempo mantenía 200 mil efectivos en bases permanentes fuera de EEUU y unos 30 mil marinos en aguas internacionales.

7. The United States Commission on National Security/21st Century, Road Map for National Security: Imperative for Change, January 31, 2001, pp 77-78

8. Citado por Ewen MacAskill, "US expands its presence across the globe", The Guardian, March 8 2002.

9. Consultar al respecto Luis Mesa y Rodobaldo Isasi: Las tensiones en las relaciones Washington-Riyadh tras el 11-S y el nuevo plan de paz saudí

10. El Jefe del Comando Central, Franks, declararía: "Estamos incrementando y perfeccionando nuestra capacidad de mando y control en toda la región a mi cargo...No me sorprendería ver que estemos cambiando la ubicación de algunos de los medios que poseemos". En: Sally Buzbee, "US Military Prepares For Possible Action Against Iraq", AP, 29 Marzo 2002. Una sólida expresión de las contradicciones existentes lo es también que hoy los saudis estén valorando realizar una gigantesca compra de 130 aviones de combate Rafale a Francia, en detrimento de las tradicionales adquisiciones de F-15 y F-16 norteamericanos.

11. Citado por William M.Arkin, "U.S. Air Bases Forge Double-Edged Sword", The Star, January 7, 2002

12. Fue restablecida el 1 de julio de 1995 con esta nueva área de atención. La antigua 5ta Flota había sido parte de la Flota del Pacífico hasta el año 1947 en que fue disuelta.

13. Esta condición de aliado importante no miembro de la OTAN ha sido también otorgada a Egipto, Jordania e Israel en la región medioriental.

14. No obstante, también Bahrein ha sido escenario de fuertes críticas contra EEUU y su política hacia el Medio Oriente. Coincidiendo con los momentos de la escala israelí contra territorios palestinos se escenificaron grandes protestas populares de base estudiantil principalmente, contra la embajada norteamericana y se protestó por la presencia de EEUU en el pequeño país.

15. Agencia REUTERS, 4 de noviembre del 2002.

16. "Oman open to closer U.S. military ties", WorldNetDaily.com, January 14, 2002.

17. "U.S. Funds Air Base in Oman", www.menewsline.com, May 4, 2002

18. El FBI y otras agencias de inteligencia han desarrollado importantes vínculos con su contraparte yemenita en los últimos meses. De cualquier manera la dinámica tribal parece ser un fuerte obstáculo en la identificación y lucha contra elementos simpatizantes o vinculados con al Qaeda. Se estima que luego de las acciones militares contra el Afganistán de los talibanes, muchos efectivos yemenitas han regresado a sus lugares de origen. Ver Mitch Frank, "The New Fronts", TIME, March 18, 2002, p.51

19. Barbara Starr, "More U.S. troops heading for northern Africa", CNN, November 8, 2002

20. Despacho cablegráfico, agencia EFE, Alexei Dimitriev, "Washington apuesta a quedarse largo tiempo en Asia Central", 18 de enero del 2002

21. Dana Milbank, "Uzbekistan Thanked For Role In War", Washington Post, March 13 2002, p. A23

22. Se ha comentado que con el estacionamiento de fuerzas aéreas avanzadas norteamericans en Manas, cerca de la frontera con la provincia china de Xinjiang, las principales instalaciones para pruebas nucleares chinas en Lop Nor quedan fácilmente al alcance de posibles golpes aéreos. Para el caso ruso, aunque el presidente Putin se ha mostrado favorable al despliegue de tropas en territorio ex soviético durante la actual coyuntura, no es menos cierto que ello ha generado grandes preocupaciones en visión perspectiva dentro del establishment de la seguridad nacional rusa, pues también una parte muy importante de la infraestructura de máxima seguridad rusa tradicional (Norte de Kazahastán y Siberia Occidental) también quedan ahora al alcance de la aviación de combate norteamericana. Consultar a Patrick Martin, "US bases pave the way for long-term intervention in Central Asia", World Socialist Web Site, 11 January 2002. Igualmente, algunos generales rusos han acusado al presidente Putin de haber perdido el Asia Central, consultar "Regional Powers in Central Asia grapple with expanding Us military presence", Eurasia Insight, August 13, 2002 (www.eurasianet.org)

23. Citado por Stephen Chris, "Russia tells teh US to keep out of its back yard" , Scottish News, 28 February 2002 (www.News.Scotman.com)

24. Durante los primeros seis meses EEUU invertirá 64 millones de dólares para el entrenamiento de 1 600 soldados georgianos, en "The War's Perilous New Theaters", TIME, March 11, 2002, p.35

25. Actualmente se contempla también el emplazamiento de bombardeos avanzados B-1 y B-2

26. En todo momento, los grandes grupos de batalla encabezados por los portaviones Enterprise, Carl Vinson, Roosevelt y el Kity Hawk, y con sus naves porta misiles, destroyers, fragatas, anfibios de asalto y submarinos, resultan ser también piezas fundamentales del desplazamiento estratégico norteamericano por la zona.

27. Zbigniew Brzezinski, El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos estratégicos, Paidós, 1998, p.144

28. Michel Chossudovsky, "How War and Globalization Support Big Business", 19 February 2001 en emperors-clothes.com/articles/choss/bombs.htm

29. Véase mapa 1.

30. Consultar: Statement of the Honorable Spencer Abraham, Secretary of Energy Before the Committee on International Relations, U.S. House of Representatives, June 20, 2002 (www.usembassy.it/file2002_06/alia/a2062006.htm)

31. Agencia EFE "Petróleo ruso llegará a EEUU a través oleoducto Amistad", 11 de junio 2002



.