El Doctor Goldstone y Mister Ocultar

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El Doctor Goldstone y Mister Ocultar

Omar Barghouti

Ahora, y bajo presión continua, perversa e inhumana de Israel y sus grupos de presión en Sudáfrica, en EEUU y en donde sea, el compromiso ideológico de Goldstone hacia Israel y el sionismo ha vencido sobre su compromiso relativamente profesional, haciéndole perder cualquier apariencia de respetabilidad o credibilidad. Su argumento en la contraportada editorial del Washington Post, toma como verdaderas las demandas de la investigación israelí, más o menos, ignorando la conclusión a la que había llegado él y sus colegas que realizaron el Informe, en relación al sistema de justicia de Israel.

The Washington Post, viernes 1 de marzo 2011
Traductor: Joan Calvera
www.nodo50.org/csca

bombardeo

Goldstone siempre ha sido un sionista con profundos vínculos emocionales con Israel y consecuentemente con una tendencia problemática a liberarle de responsabilidad en relación a algunas de las evidencias más claras de crímenes de guerra en su ataque a Gaza en 2008-2009. Personalmente yo siempre he aludido a  su partidismo en mis charlas, siempre desde que se publicó el informe, aunque de forma diplomática y matizada. 
De todos los procedimientos partidistas seguidos y de las conclusiones alcanzadas en el Informe, citaré tan solo una que le haría hervir la sangre a  cualquier persona honrada  (página 13):
“37. … La Misión tiene conocimiento de los importantes esfuerzos realizados por Israel para emitir avisos por medio de llamadas telefónicas, folletos y emisiones radiofónicas y acepta que en algunos casos, particularmente cuando los avisos eran suficientemente específicos, animaban a los residentes a abandonar la zona y ponerse a salvo. Sin embargo, la Misión también señala factores que de forma significativa socavaron la eficacia de los avisos emitidos. Entre ellos se incluyen la falta de especificidad y por lo tanto de credibilidad de muchos de los folletos y de los mensajes telefónicos pre-gravados. La credibilidad de las instrucciones para trasladarse a centros de ciudades por seguridad, también estaba disminuida por el hecho de que los centros de ciudades en sí mismos habían sido objeto de intensos ataques durante la fase aérea de la operación militar. La Misión también examinó la práctica de tirar explosivos más ligeros sobre los tejados (los llamados “roof knocking”). Concluye que esta técnica no es efectiva como aviso y constituye una forma de ataque contra los civiles que habitan el edificio. Finalmente, la Misión subraya que el hecho de que se haya emitido un aviso no exonera  a un mando ni a sus subordinados de tomar cualquier otra medida para poder distinguir entre civiles y combatientes”.
¡Imaginen si tales técnicas “roof knocking” de “aviso inmediato”  llegasen a ser utilizadas contra edificios de civiles Israelíes para “animar” a los residentes a trasladarse a un lugar más seguro antes de bombardear el edificio! ¿Las hubiese descrito Goldstone como “no efectivas” o meramente como una “forma de ataque contra los civiles que habitan el edificio”? Dado el hecho de que el Informe por  sí mismo tiene conocimiento de que los civiles no tenían NINGUN REFUGIO al que escapar y que las matanzas deliberadas fueron en realidad cometidas por fuerzas israelíes contra muchos civiles palestinos cuyos edificios fueron bombardeados sobre sus cabezas por su fallo en no haber prestado atención al “roof knocking” humanitario del ejército de Israelí, ¿es ésta la descripción más correcta y legalmente precisa de este crimen que este juez iluminado puede emitir?
Ahora, y bajo presión continua, perversa e inhumana de Israel y sus grupos de presión en Sudáfrica, en EEUU y en donde sea, el compromiso ideológico de Goldstone hacia Israel y el sionismo ha vencido sobre su compromiso relativamente profesional, haciéndole perder cualquier apariencia de respetabilidad o credibilidad. Su argumento en la contraportada editorial del Washington Post, toma como verdaderas las demandas de la investigación israelí, más o menos, ignorando la conclusión a la que había llegado él y sus colegas que realizaron el Informe, en relación al sistema de justicia de Israel. En relación a los “defectos estructurales” en el llamado sistema de justicia israelí, el informe Goldstone concluyó  que Israel no es fiable para administrar justicia de acuerdo con los estándares internacionales [Informe Goldstone, párrafo 1756]. Aquí está la cláusula exacta:
1756. Después de revisar el sistema de Israel de investigación y procesamiento de serias violaciones de derechos humanos y de ley internacional, en particular de sospecha de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, la Misión encontró  defectos estructurales importantes que, según su visión, hace que el sistema sea incoherente con los estándares internacionales. Con los “informes operativos” militares en el núcleo del sistema, existe la ausencia de cualquier mecanismo de investigación efectivo e imparcial y las víctimas de tales presuntas violaciones son privadas de cualquier remedio efectivo e inmediato. Además, al ser tales investigadores internos de la autoridad militar israelí, no cumplen con los estándares internacionales de independencia e imparcialidad. La misión cree que las pocas investigaciones llevadas a cabo por las autoridades israelíes sobre presuntas serias violaciones de los derechos humanos y de la ley humanitaria internacional, y en particular de los presuntos crímenes de guerra, en el contexto de las operaciones militares de Gaza  entre el 27 de diciembre de 2008 y el 18 de enero de 2009, están afectados por los defectos en el sistema, han sido indebidamente retrasados a pesar de la gravedad de las alegaciones, y, por lo tanto carecen de la requerida credibilidad y conformidad con los estándares internacionales. A la Misión le preocupa que   investigaciones de violaciones relativamente menos serias que las demandas de GOI para investigar hayan sido también indebidamente prolongadas.

 http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/
¿Es que ha cambiado algo de todo eso o tan solo lo ha hecho el compromiso de su autor con la verdad?

Dicho sea en su favor, desde bien al principio, Goldstone era reacio a aceptar este trabajo de la ONU, con el argumento de que los temas afectados por esta investigación estaban “profundamente cargados y con mucho peso político”. ¡Y tanto. Alguien debería haber prestado atención a su consejo!
Goldstone era desde un principio la posibilidad errónea para conducir esta investigación, dada su lealtad política e ideológica a Israel. Imagine, por ejemplo, si la ONU fuese a seleccionar un defensor público de IRAN-que también diese la casualidad de ser musulmán chiita- para dirigir una investigación de la ONU sobre alegaciones de violaciones iranís de la ley internacional al aplastar las manifestaciones del año pasado!
Además, el informe Goldstone añadía poca nueva evidencia a lo que ya había estado muy bien documentado por Amnistía Internacional, Human Rights Watch,  funcionarios de la ONU sobre el terreno, organizaciones palestinas de derechos humanos y periodistas con experiencia. Como informador especial de la ONU,  líder experto en leyes internacionales, el Profesor Richard Falk escribe:
“Quizás, la evidencia más irrecusable de todo el material disponible antes del informe Goldstone era la publicación de un documento titulado ‘Rompiendo el Silencio’ que contenía comentarios de 30 miembros del ejército israelí que habían tomado parte en la Operación Plomo Fundido” (nombre oficial israelí para la guerra de Gaza). Estos soldados hablaban de modo conmovedor sobre las normas de combate disolutas emitidas por sus mandos, las cuales ayudan a explicar porqué se tomó tan poco cuidado en evitar bajas civiles. La explicación aparece con el testimonio de estos soldados israelíes que no eran críticos hacia Israel en ningún sentido ni tan siquiera hacia  la guerra de Gaza como tal. Esa  política israelí surgió de una combinación de esfuerzos para ‘dar una lección a la gente de Gaza por su apoyo a Hamas’ y para mantener las bajas militares israelíes tan cerca de cero como fuera posible, incluso si ello significaba muerte masiva y destrucción para palestinos inocentes.

http://electronicintifada.net/v2/article10788.shtml

A pesar de dar una  buena acogida al informe y de alabar sus partes positivas y la rectitud de sus autores en el momento de su emisión, Falk describe a Golldstone de forma precisa  como “profundamente simpatizante de Israel” y al Informe de dar  a Israel el “beneficio de la duda” en áreas clave. Presenta en el artículo antes citado  la evidencia devastadora del partidismo político de Goldstone:
Podría decirse, [el Informe] que era más sensible al argumento israelí de que Hamas era culpable de crímenes de guerra por disparar cohetes en su territorio que lo expuesto en  anteriores informes. Y en muchos aspectos el informe Goldstone apoya la principal línea engañosa de la narrativa israelí al asumir que Israel estaba actuando en defensa propia contra un adversario terrorista. El informe no describe el éxito del alto el fuego con Hamas  que había reducido la violencia en el Sur de Israel a niveles muy bajos, y atribuye su interrupción al ataque de Israel del 4 de noviembre de 2008, pero en ningún sitio se hace la deducción que parece que habría de venir a continuación: que los ataques israelís eran un ejemplo de crimen internacional de agresión. En su lugar, el informe se centra en su crítica al excesivo e indiscriminado uso de la fuerza por parte de Israel…
… el informe da por descontado la dudosa aseveración de que Israel tenía derecho a actuar contra Gaza en defensa propia, y de ese modo excluyendo el informe sobre si habían tenido lugar crímenes contra la paz en forma de agresión al lanzar el ataque.  A este respecto, aunque el informe toma nota del alto el fuego temporal que había reducido el disparo de cohetes dirigidos contra Israel  prácticamente a cero en los meses que precedieron al ataque, parece evitar dibujar ninguna conclusión legal en el comportamiento de este contexto en el que se inició la guerra de Gaza. El informe también ignora los repetidos esfuerzos de Hamas para ampliar el alto el fuego indefinidamente siempre que Israel levantase su ilegal bloqueo de Gaza. Israel ignoró esta alternativa diplomática a la guerra para alcanzar seguridad en sus fronteras y que parecía asequible. Recurrir a la guerra, incluso si los hechos justificasen la autodefensa, es según la ley internacional, el último recurso. Al ignorar el inicio por parte de  Israel de una  guerra de un solo lado, el informe Goldstone implícitamente acepta la equívoca premisa central de la Operación Plomo Fundido, y evita dar un fallo sobre la agresión.
También fue desilusionante el fracaso del informe en comentar la negativa israelí a una opción de refugiados para la población civil atrapada en la diminuta, y concurrida zona de combate que constituye la Franja de Gaza. Israel cerró todos los pasos durante el periodo de la guerra de Gaza, permitiendo marchar tan solo a los residentes de Gaza con pasaporte extranjero. Aunque no existe ninguna disposición de las leyes de guerra que requiera un estado de guerra para permitir abandonar a los civiles  la zona de combate, parece un requerimiento humanitario elemental y debería haber sido por lo menos mencionado bien como parte de la ley consuetudinaria internacional o como un vacio en la ley que debería ser solventado. La importancia de este tema toma fuerza por los relatos del estrés post traumático general experimentado por la población civil de Gaza, especialmente niños, que constituyen el 53 por ciento de la población. Uno podría también darse cuenta que el informe concede una considerable atención a un soldado israelí retenido como prisionero por Hamas en Gaza , recomendando su liberación por razones humanitarias, mientras que se hace tan solo una recomendación general para que Israel libere algunos de los miles de palestinos detenidos en condiciones muy duras, sugiriendo que especialmente los niños deberían se liberados”
Uno solamente puede sacar la conclusión de que la ONU cometió un error al nombrar a Goldstone para dirigir la investigación, dadas sus obvias y explicitas predisposiciones y partidismos. Debería arreglarlo ahora, especialmente después de este cambio de posición  perjudicial  y obviamente político, comisionando un nuevo juez neutral o un grupo de expertos en leyes internacionales para investigar esta patética tentativa de Goldstone tan poco convincente  de exonerar a Israel a pesar de la masiva evidencia recopilada que le condena.
El Dr. Goldstone se ha convertido en Mr. Hide, tratando de forma vergonzosa de ocultar y blanquear  retrospectivamente los crímenes de guerra de Israel, sacrificando cualquier tipo de integridad moral o judicial que pueda haber tenido alguna vez, todo para satisfacer a  grupos sionistas que hicieron lo posible para excomulgarle, más o menos. La sangre de cientos de palestinos asesinados en Gaza, incluyendo cientos de niños, durante la masacre israelí, está ahora no solamente en Israel sino también en las propias manos de Goldstone. El Informe Goldstone aunque defectuoso y partidista como es, no irá a parar al cubo de basura de la historia; sin embargo la credibilidad y el respeto hacia su principal autor  puede que sí.
* * *

Reconsiderando el Informe Goldstone sobre Israel y crímenes de guerra.
Richard Goldstone, Viernes, Abril

http://www.washingtonpost.com/opinions/reconsidering-the-goldstone-report-on-israel-and-war-crimes/2011/04/01/AFg111JC_story.html

Sabemos mucho más hoy sobre lo que sucedió en la guerra de Gaza del 2008-2009  que lo que sabíamos cuando yo presidí la misión de investigación nombrado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que elaboró lo que ha venido a conocerse como el Informe Goldstone.Si yo hubiese conocido lo que conozco ahora, el Informe Goldstone  hubiese sido un documento diferente.

El informe final del comité de expertos independientes de la ONU- presidido por la antigua juez de Nueva York Mary McGowan Davis- que siguió a las recomendaciones del Informe Goldstone ha encontrado que “Israel ha dedicado importantes recursos a investigar más de 400 alegaciones de conducta impropia operacional en Gaza” mientras que “las autoridades de facto (es decir Hamas) no han realizado ninguna investigación  sobre el lanzamiento de cohetes y ataques de mortero contra Israel”.
Nuestro informe encontró evidencia de potenciales crímenes de guerra y “posiblemente crímenes contra la humanidad” por parte de ambos Israel y Hamas. Ni que decir tiene que los crímenes presuntamente cometidos por Hamas eran intencionados- sus cohetes fueron dirigidos indiscriminadamente y a propósito contra objetivos civiles. Las alegaciones de intencionalidad por parte de Israel estaban basadas en las muertes y heridos civiles en situaciones sobre las cueles   nuestra misión de investigación  no tenía evidencia por la que poder plantear cualquier otra conclusión razonable. Mientras que las investigaciones publicadas por los militares israelíes y reconocidas en el informe del comité de la ONU han establecido la validez de algunos incidentes que nosotros investigamos sobre casos que afectaban a soldados individuales, también indican que los civiles no fueron objetivo intencionado como cuestión de política.
Por ejemplo, el ataque más serio en el que se centró el Informe Goldstone fue la muerte de 29 miembros de la familia al-Simouni en su casa. El bombardeo de la casa aparentemente fue la consecuencia de una interpretación errónea de una imagen drone por parte del mando israelí, y un oficial israelí se halla sometido a investigación por haber ordenado el ataque. Aunque la duración de la investigación sea frustrante, parece que un proceso apropiado está en marcha, y yo confío en que si se encuentra que el oficial fue negligente, Israel responderá en consecuencia. El propósito de estas investigaciones, como yo siempre dije, es asegurar las responsabilidades por acciones impropias, no cuestionar, con la ventaja que proporciona una mirada retrospectiva, a los mandos tomando decisiones difíciles en el campo de batalla.
Mientras apruebo las investigaciones de Israel sobre alegaciones, comparto las preocupaciones reflejadas en el informe McGowan de que se han concluido pocas investigaciones de Israel y creo que los procedimientos deberían haber sido realizados en un foro público. Aunque la evidencia israelí que ha surgido desde la publicación de nuestro informe no niega la trágica pérdida de vidas humanas, yo lamento que nuestra misión de investigación no tenía tal evidencia que explicase las circunstancias en las cuales nosotros dijimos que los civiles de Gaza fueron tomados como objetivo, porque probablemente habría influenciado nuestras recomendaciones sobre la intencionalidad de los crímenes de guerra.
La falta de cooperación de Israel con nuestra investigación significó que nosotros no fuéramos capaces de corroborar cuántos habitantes de Gaza muertos eran civiles y cuantos combatientes. Los números dados por  los militares israelíes parecen similares a los suministrados recientemente por Hamas (aunque Hamas pueda tener razones para inflar el número de sus combatientes).
Como indiqué desde muy al principio, yo habría aprobado la cooperación de Israel. El propósito del informe Goldstone nunca fue probar una conclusión contra Israel. Yo insistí en cambiar el mandato adoptado por el Consejo de Derechos Humanos, el cual era sesgado contra Israel. Siempre he sido claro que Israel, como cualquier otra nación soberana, tiene el derecho y la obligación de defenderse a sí misma y a sus ciudadanos contra ataques de fuera y de dentro.
Algo que no ha sido reconocido con suficiente frecuencia es el hecho de que nuestro informe marcó la primera vez que actos ilegales de terrorismo de Hamas estuviesen siendo investigados y condenados por las Naciones Unidas. Yo tenía la esperanza de que nuestra investigación sobre todos los aspectos del conflicto de Gaza daría comienzo a una nueva era de imparcialidad en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, cuya historia de partidismo contra Israel no puede ponerse en duda.
Algunos han acusado que el proceso que seguimos no cumplía con los estándares judiciales. Para ser claro: Nuestra misión no era de ninguna forma un procedimiento judicial ni tan siquiera quasi-judicial. Nosotros no investigamos conductas criminales  por parte de Israel, Gaza o Cisjordania. Hicimos nuestras recomendaciones basadas en la documentación ante nosotros, que desgraciadamente no incluía ninguna evidencia suministrada por el gobierno israelí. En realidad, nuestra principal recomendación fue que cada parte investigara de forma transparente y de buena fe, los incidentes a los que se refiere nuestro informe. McGowan Davis ha encontrado que Israel ha hecho esto en un grado importante; Hamas no ha hecho nada.
Algunos han sugerido que es absurdo esperar que Hamas, una organización que tiene una política de destrucción del Estado de Israel,  investigase lo que dijimos que eran serios crímenes de guerra. Era mi esperanza, aunque poco realista, que Hamas lo hiciese, especialmente si Israel realizaba sus propias investigaciones.  Por lo menos yo esperaba que ante la claridad del descubrimiento de que sus miembros estaban cometiendo serios crímenes de guerra, Hamas restringiría sus ataques. Tristemente,  ese no ha sido el caso. Cientos de cohetes más y de ataques de mortero han sido dirigidos a objetivos civiles en el Sur de Israel. Que comparativamente, pocos israelíes hayan muerto por los ataques ilegales de cohetes y morteros desde Gaza, de ninguna forma minimiza la criminalidad. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debería condenar estos actos atroces en los términos más enérgicos.
A fin de cuentas, el pedir a Hamas que investigase puede haber sido una empresa equivocada. Así también, el Consejo de Derechos Humanos debería condenar la inexcusable reciente matanza a sangre fría de una pareja joven israelí y tres de sus pequeños hijos en la cama.
Yo continuo creyendo en la causa de establecer y aplicar la ley internacional para conflictos prolongados y mortíferos. Nuestro informe ha conducido a numerosas “lecciones aprendidas” y cambios de política, incluyendo la adopción de nuevos procedimientos de las Fuerzas de Defensa de Israel para proteger a los civiles en casos de guerra urbana y limitación del uso de fósforo blanco en zonas civiles. La Autoridad Palestina  estableció una encuesta independiente en nuestras alegaciones de abusos de derechos humanos-asesinatos, tortura y detenciones ilegales- perpetrados por Fatah en Cisjordania., especialmente contra miembros de Hamas. La mayor parte de esas alegaciones fue confirmada por esta encuesta. Lamentablemente, no ha habido esfuerzo alguno por parte de Hamas en Gaza para investigar las alegaciones de sus crímenes de guerra y posibles crímenes contra la humanidad.
Dicho brevemente, las leyes de los conflictos armados no se aplican menos a los actores no estatales que a los ejércitos nacionales. Asegurar que los actores no estatales respeten estos principios, y sean investigados cuando fallen en hacerlo, es uno de los retos más importantes con el que se enfrenta la ley de conflictos armados. Solamente si todas las partes de los conflictos armados se mantienen en estos estándares seremos capaces de proteger a los civiles quienes, sin haberlo escogido, son atrapados en guerra.
El escritor, un juez retirado del Tribunal Constitucional de Sud Africa y antiguo fiscal de los Tribunales Criminales Internacionales de la ONU para la antigua Yugoslavia y Rwanda, presidió la misión de investigación sobre el conflicto de Gaza.