Si ahora no ¿cuándo?

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Si ahora no ¿cuándo?

EE.UU. vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU el Proyecto de Resolución que condena los asentamientos israelíes

Carta al Presidente Obama

Estimado Presidente Obama. Como organizaciones palestinas de dd.hh., comprometidas en la protección y promoción de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, expresamos nuestra profunda consternación por la decisión de EEUU de vetar en el Consejo de Seguridad de la ONU el proyecto de Resolución para condenar los asentamientos israelíes ilegales en Cisjordania y Jerusalén Oriental.

Remedios García/IEPALA
24 de febrero de 2011.

conversaciones

Estimado Presidente Obama:

Como organizaciones palestinas de derechos humanos, comprometidas en la protección y promoción de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO), expresamos nuestra profunda consternación por la decisión de EEUU de vetar en el Consejo de Seguridad de NNUU. el Proyecto de Resolución para condenar los asentamientos israelíes ilegales en Cisjordania y Jerusalén Oriental.

Durante más de cuatro décadas Israel ha participado sistemáticamente en las políticas ilegales de confiscación de tierras, destrucción generalizada de bienes y construcción de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental, cuyas consecuencias han sido el desplazamiento forzado de la población palestina. La generalizada apropiación de tierras, no justificada por motivos militares y llevada a cabo de manera ilegal y arbitraria, es una grave violación de la Cuarta Convención de Ginebra. La actitud colonialista israelí también viola el Derecho internacional humanitario que prohíbe a las potencias ocupantes la transferencia de su propia población al territorio ocupado.

La construcción y expansión de colonias en los Territorios Palestinos Ocupados ha dado como resultado la formación de dos sociedades paralelas y desiguales, en las que se discrimina a los palestinos y se les niegan sus derechos humanos fundamentales. Israel ha declarado en repetidas ocasiones su intención de mantener el control, en cualquier futura solución negociada, sobre los asentamientos más populosos construidos en Cisjordania, lo que sin duda violaría el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y el compromiso de Israel con respecto al Derecho internacional consuetudinario.

En Jerusalén Oriental, Israel está aplicando una matriz de políticas discriminatorias contra los palestinos, que incluye la demolición de viviendas, con objeto de expulsarlos de la ciudad, esto significa que se está aplicando una política de desplazamiento de población. Simultáneamente, en su activa y declarada persecución de anexionarse la ocupada Jerusalén Este, Israel sigue extendiendo los asentamientos, y creando “hechos consumados sobre el terreno”, conducta absolutamente prohibida por el Derecho Internacional y condenada por la comunidad internacional.

En estas circunstancias, el veto de la Administración norteamericana infringe sus obligaciones internacionales como Alta Parte Contratante de la Cuarta Convención de Ginebra. Ello contradice la posición oficial sobre los asentamientos y su pretendido compromiso con la paz en la región.

Además, el veto pone de relieve el aislamiento de la Administración norteamericana sobre esta cuestión en el Consejo de Seguridad de NNUU. Dado que los otros 14 miembros votaron a favor de la Resolución, el hecho habría sido una gran oportunidad para que la comunidad internacional convirtiera su compromiso con el Derecho internacional en un mecanismo vinculante para la Justicia. Además, al garantizar la impunidad de Israel, el veto socava el papel de Naciones Unidas en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, como consagra el Artículo 1 de la Carta de NNUU.

EEUU se enorgullece de ser un defensor de la democracia y, sin embargo, al igual que Oriente Medio se encuentra al borde de una nueva e histórica ola de cambio democrático y revolucionario, no entiende la demanda del pueblo palestino de un verdadero proceso de paz, basado en el Derecho internacional, la dignidad humana y la justicia. Las prolongadas conversaciones de paz no han resultado en un cese de la construcción en las colonias. Por el contrario, mientras Israel aparentemente se implicaba en las conversaciones de paz, al mismo tiempo aceleraba la construcción y expansión de los asentamientos en los TPO.

Este insincero método de negociación ha permitido a Israel continuar con sus ilegales políticas en los TPO, socavando así la viabilidad de la solución de los dos Estados. La impunidad, de la que se ha aprovechado Israel para aplicar sus políticas de asentamientos ha tenido como inevitable consecuencia el desprecio del Derecho internacional, permitiendo la instauración de un sistema de apartheid en los TPO y más obstáculos a las perspectivas de paz.
La Administración norteamericana argumenta que el Proyecto de Resolución podría “dañar” las conversaciones de paz. Sin embargo, tal y como afirmó el Alto Comisionado de NNUU para los Refugiados al término de su reciente visita a Israel y a los TPO:

“Las políticas de conflictos, paz y seguridad están constantemente siendo conducidas a una degradación o abandono de la importancia del compromiso internacional con los derechos humanos y las Leyes humanitarias. El Derecho Internacional Humanitario no es negociable. […] La idea de que un alto parcial o temporal [de la actividad en los asentamientos] es una concesión importante en el proceso de paz, para ser negociado por algo más, es volver la ley a su favor”.

Nosotros, los abajo firmantes, reiteramos nuestra condena a las colonias israelíes y exigimos el fin de toda la actividad en los asentamientos, y la eliminación de todos los asentamientos existentes en los TPO. En consecuencia, les hacemos a ustedes un llamamiento para que cesen en su política de obstrucción a los mecanismos internacionales de mantenimiento de la paz y la seguridad y de apoyo incondicional a Israel que está fomentando la comisión de más graves violaciones al Derecho internacional y haciendo imposible la paz.

Atentamente
Las organizaciones de Derechos Humanos abajo firmantes:

Sahar Francis. Director General de Addameer Prisoners’ Support and Human Rights Association
Zakaria Odeh. Director General de Civic Coalition for Defending Palestinians’ Rights in Jerusalén
Khalil Abu Shammala. Director General de Aldameer Association for Human Rights
Rifat Kassis. Director General de Defence for Children International-sección Palestina
Shawan Jabarin. Director General de Al-Haq
Shawqi Issa. Director General de Ensan Center for Human Rights and Democracy
Issam Younis. Director General de Al Mezan Center for Human Rights
Issam Aruri. Director General de Jerusalem Center for Legal Aid and Human Rights
Najwa Darwish. Director en funciones de Badil Resource Center for Palestinian Residency and Refugee Rights
Raji Sourani. Director General de Palestinian Centre for Human Rights
Iyad Barghouti. Director General de Ramallah Center for Human Rights Studies
Maha Abu Dayieh. Director General de Women’s Centre for Legal Aid and Counselling

 
Nota:
Enviada al Embajador de EE.UU. James Cunningham y al Consul General David Rubinstein