Los ex-Presidentes se caen del guindo, pero los actuales como el avestruz esconden sus vergüenzas

A comienzos de diciembre del año pasado, diversos ex Presidentes tanto de países como de la Comisión Europea y otros ex altos cargos redactaban una carta incendiaria frente a la pusilanimidad de los actuales rectores de sus propios países o de la UE en su política frente a los incumplimientos y vulneraciones de la legalidad internacional por parte israelí (..), unas enérgicas palabras que dada su condición de ex mandatarios tienen poco valor ejecutivo, pero si señalan su decepción por la política y promesas israelíes que ellos aceptaron en su día.

CSCA, jueves 10 de febrero de 2011

A comienzos de diciembre del año pasado, diversos ex Presidentes tanto de países (Felipe González, entre ellos) como de la Comisión Europea (Prodi) y otros ex altos cargos (Solana, Benita Ferrero-Waldner,...) redactaban una carta incendiaria frente a la pusilanimidad de los actuales rectores de sus propios países o de la UE en su política frente a los incumplimientos y vulneraciones de la legalidad internacional por parte israelí.

Reclamaban el uso (y hasta indicaban la suspensión) del Acuerdo de Asociación de la UE con Israel o, por lo menos, que no se mejorasen acuerdos o apoyos -como los que se habían hecho para la entrada de Israel en la OCDE- dada la política israelí de ampliar las colonias y otras vulneraciones. Pedían la pérdida de derechos y beneficios de los productos etiquetados como israelíes procedentes de las colonias y señalaban que si la UE no era coherente entre su discurso (dos estados, contiguos, viables, con las fronteras de 1967 - con Jerusalén Este como capital palestina) y su práctica, llevando a cabo políticas y utilizando los instrumentos a su alcance, inclusive el deterioro de las ventajas concedidas a Israel, toda su política carecería de credibilidad ante los israelíes y palestinos como delmundo árabe en general.

Decían que había que alinearse con el Presidente Obama para forzar un cambio en la política colonial israelí y si Israel continuaba con sus hechos consumados llevar el problema al Consejo de Seguridad para obrar en consecuencia.

En resumen, unas enérgicas palabras que dada su condición de Ex mandatarios tienen poco valor ejecutivo, pero si señalan su decepción por la política y promesas israelíes que ellos aceptaron en su día.

También hay que destacar el relativo poco eco que han tenido por una prensa que acompaña el discurso dominante y que se 'sorprende' de la rebeldia de los pueblos árabes y de su desprecio hacia la amoralidad de la comunidad internacional y de sus gobernantes que antepone la doble vara de medir ante Israel y apoya los regímenes árabes acomodaticios a sus intereses. Esperemos que la publicación en inglés y castellano de la carta concite, ahora, más atención.