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Contra el muro: ¿Pueden los palestinos “de base” desafiar la impunidad de Israel?

Abdallah Abu Rahmah

Los comités populares han sido la estructura básica de la organización palestina social y política durante generaciones. La criminalización progresiva de esta estructura social por tanto no sólo infringe nuestro derecho a la libertad de expresión y asociación sino que corremos el riesgo de que se cometa un “politicidio”, y si tuviesen éxito podría llegar a desestabilizar a la sociedad en su conjunto.

Stop the Wall: the grassroots palestinian anti-apartheid wall campaign
Traducción: Boletín Desde Palestina, nº11. IEPALA, marzo de 2010.

muro

Hace seis años, nosotros estábamos muy ocupados preparando el inicio de la vista en el Tribunal internacional de justicia de La Haya, La Corte más grande del mundo tenía que decidir sobre las consecuencias legales del Muro, el cual junto con la red de asentamientos, zonas militares y las carreteras anexas sólo para judíos alrededor del 46% del territorio de Cisjordania. Su decisión, meses más tarde, fue clara: el Muro es ilegal, es necesario que sea derribado y la Comunidad internacional tiene la obligación de asegurarse de que es desmantelado.

Una victoria? No suficiente. Hasta hoy, ningún gobierno extranjero ni las Naciones Unidas se han unido a las Comunidades Palestinas que fueron destruidas por el Muro en sus esfuerzos por desmantelarlo. Aún así, los pueblos palestinos muestran una perseverancia y creatividad increíbles a la hora de protestar por la usurpación de su tierra y el derribo de bloques de cemento o parte de la valla de hierro. Ellos lo hacen enfrentándose a una represión insoportable.

El año 2004, cuando la Corte estaba deliberando sobre el caso del Muro, señaló la primera ola de represiones dirigidas hacia los movimientos de base contra el muro. Las características clave de los ataques israelíes consistieron de asesinatos, heridos en masa, arrestos y castigos colectivos con medidas como toques de queda, el cierre de accesos a los pueblos que protestaban contra el Muro y la negativa de permisos a los granjeros y a los trabajadores de forma que no podían acudir a sus trabajos y las tierras situadas detrás del Muro o La Línea Verde. Los pueblos del Noroeste de Jerusalén sufrieron las peores consecuencias de la violencia israelí.

Hoy el Movimiento contra el Muro del Apartheid está otra vez en el punto de mira de la represión israelí.

Una ola de arrestos en serie de bien conocidos defensores de los derechos humanos empezaron este pasado verano y se intensificaron en Septiembre de 2009. Un defensor de los derechos de los Palestinos, Mohammed Toman, coordinador de Juventud de Stop the Wall, fue arrestado en septiembre de cuando volvía de dar una serie de conferencias en Noruega. A principios de Diciembre, Abdullah Abu Rahmah, una figura clave en la organización de las protestas semanales contra el Muro en Bil’in, fue arrestado durante una redada nocturna en su propia casa. A mediados de Diciembre, yo fui arrestado en mi casa por fuerzas israelíes y llevado a un centro de interrogatorios donde fui retenido durante un mes y posteriormente puesto en libertad sin cargos – un acto de represalia por mi enérgica protesta contra las políticas de Israel que ha reducido a Palestina a un número aislado de “Bantustanes “(territorios surafricanos para los no blancos) detrás de muros de cemento. Nosotros fuimos interrogados, amenazados e intimidados mientras permanecíamos en condiciones deplorables en las cárceles israelíes. Othman fue liberado un día después que yo, pero Abu Rahmah permanece detenido.

Escenas parecidas han tenido lugar en todos los pueblos que protestan contra el Muro a lo largo de Cisjordania, En Ni’lin, hasta la fecha, los soldados israelíes has disparado contra cinco personas causándoles la muerte, incluido un niño de diez años, y han herido gravemente a casi 500 personas. Desde el principio de 2010, alrededor de 20 personas han sido arrestadas.

Los arrestos no sólo se focalizan en miembros activos de comités populares. Niños y menores son objetivo habitual porque sus arrestos ejercen presión sobre sus familias y sus comunidades. Además, como son más vulnerables, los oficiales de la inteligencia israelí con frecuencia arresta niños para convertirlos en colaboradores. Últimamente, en un gran número de casos, los familiares de activistas buscados han sido detenidos para presionar a esos activistas a que se entreguen.

Ni yo, ni otros activistas de la campaña Stop the Wall hemos tratado de ocultar nuestro trabajo y nuestras voces críticas contra el apartheid israelí y la arquitectura de su ocupación. La campaña, basada en los esfuerzos de los comités populares de los pueblos, ha sido una fuerza pública y central de investigación, análisis y noticias regulares desde nuestra “ línea de frente”: Nuestros cuerpos, nuestras voces y nuestros pueblos contra el Muro.

Los comités populares han sido la estructura básica de la organización palestina social y política durante generaciones. La criminalización progresiva de esta estructura social por tanto no sólo infringe nuestro derecho a la libertad de expresión y asociación sino que corremos el riesgo de que se cometa un “politicidio”, y si tuviesen éxito podría llegar a desestabilizar a la sociedad en su conjunto.

Durante los últimos seis meses, esto se ha convertido en un intento esencial para Israel.

En Septiembre de 2009, en la época en que el informe Goldstone iba a ser adoptado oficialmente por el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, la sociedad civil palestina mostró su fuerza frente a Israel y un demasiado obediente presidente de la autoridad nacional palestina Mahmoud Abbas cometió el error de intentar ocultar los hechos del informe Goldstone, que corroboraba los testimonios palestinos e internacionales de los crímenes de guerra cometidos por Israel durante el asalto a Gaza en 2008/2009. El informe también contiene un capítulo describiendo el aumento del uso de la fuerza por parte de los israelíes hacia los palestinos en Cisjordsania- especialmente en las manifestaciones contra el Muro- durante y después del asalto de Gaza. Además el informe describe las tácticas brutales con las que la autoridad nacional palestina (PNA)intentaba acallar las voces de disensión internas en esa época. Después de la acción del PNA en el Consejo de los Derechos Humanos de 2009, Abbas se encontró con una fuerte y enojada oposición creciente dentro de la sociedad palestina y, finalmente, presionado por sus propios miembros, el PNA modificó su posición con respecto al informe Goldstone.

Especialmente ahora que el mandato del presidente ha expirado (desde el 26 de Enero) el PNA sabe que no es lo bastante fuerte para cuestionar a una sociedad palestina unida, exigiendo a Israel su responsabilidad por sus crímenes. Está claro que Israel también entiende que esta balanza de poder ha concluido con que la sociedad civil palestina es una fuerza que debe ser considerada y por tanto debe ser debilitada, si no eliminada.

En una situación donde la autoridad está a la vez por ley sin mando y de facto demasiado débil para hacer frente a la presión israelí e internacional y defender nuestros intereses, un debilitamiento de la sociedad civil permitiría a Israel mayor espacio para continuar con sus crímenes con total impunidad.

Desde las bombas lanzadas en Gaza a la población civil atrapada , la represión contra los defensores de los derechos humanos y la expansión de asentamientos ilegales en Cisjordania y el Oeste de Jerusalén, hasta los robos a la luz del día de tierras y la construcción del Muro, Israel permanece en un estado en el que no rinde cuentas a las leyes internacionales.

Apenas hay una ventana abierta para la oportunidad de defender la ley y los derechos humanos de los palestinos. En los meses venideros, la Unión Europea y sus estados miembros negociarán un nuevo Plan de Acción para implementar el acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel.

El hecho es que este acuerdo que está aprobado no despeja las dudas en absoluto sobre la perspicacia de las personas que toman decisiones de la UE: un acuerdo con Israel parece una contradicción en principio ya que su artículo dos declara que cualquier acuerdo estará condicionado a que se respete a ley, los derechos humanos y los principios democráticos. Sin embargo, para mantener un barniz de respeto hacia sus propias leyes y regulaciones, la Unión Europea ha empezado un “diálogo político” con Israel en cuanto a su violación de los derechos humanos. El resultado de más de cinco años de discusiones y debates no sólo es descorazonador para los palestinos sino también incómodo para la Unión Europea: el único resultado obtenido de este “diálogo” es la “voluntad” de Israel de hablar sobre estos temas.

Por fin, parece haber algunos descontentos entre los círculos diplomáticos de la UE con el hecho de que Israel no sólo no respeta los derechos humanos y las leyes internacionales sino que incluso encarcela a aquellos que defienden estos derechos, a nivel nacional y a través de apoyos internacionales. Así que, sin presión importante de la sociedad civil, este cambio en la percepción será absorbido por expresiones sin sentido de “preocupación”, y no se tomará ninguna acción contra estos hechos.

Los estados miembros de la UE han ofrecido un apoyo muy valioso a la campaña de liberación de Mohammed Othman y de mí mismo. Todavía se necesitan presiones mucho más decisivas por parte de Europa, no sólo de sus gobiernos sino también de la sociedad civil europea, que fuercen a Israel a cambiar sus políticas. Mientras los estados miembros sigan manteniendo sus acuerdos de cooperación con Israel, esconden debajo de la alfombra la decisión de la Corte Internacional de Justicia contra el Muro, y no tienen voluntad de implementar las recomendaciones del informe Goldstone- incluso con el riesgo que conlleva perder su propia credibilidad.- y cada vez son arrestados, detenidos, torturados o asesinados más activistas palestinos defensores de los derechos humanos.

Una sociedad civil activa es el componente clave cualquier sociedad democrática y sin ello, la justicia en Oriente Medio será tan difícil de alcanzar como siempre.

Fuente: http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Agentes&id=1674
http://stopthewall.org/analysisandfeatures/2183.shtml