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El pueblo palestino tiene el derecho de resistir a la ocupación por todos los medios, incluida la no violencia

Una aportación al Debate sobre la violencia de Ramzy Baroud

No importa cuántos occidentales levanten la voz y se manifiesten en contra de la intervención occidental -léase agresión- en esos países. No importa que el derecho internacional -no digamos un puro y humilde sentido común y de humanidad- prohíba las guerras de agresión y ocupación. El hecho es que los presidentes y parlamentos occidentales “democráticamente” invaden y retiran sus tropas según conviene, “democráticamente” no son llevados a rendir cuentas en los tribunales por dichos crímenes y sus víctimas están muertas o abandonadas a su propia suerte... “democráticamente”.

Agustín Velloso
www.countercurrents.org/velloso251010.htm

la resistencia

Como defensor (no musulmán ni árabe) de la causa palestina, siempre me ha sido difícil hablar, ya no digamos propugnar, la mejor manera de resistir a la ocupación, en particular cuando dicha ocupación es extremadamente violenta y en ocasiones genocida.
 
La moderada crítica de Ramzy Baroud hacia Occidente y otros entusiastas pregoneros de la paz me ha motivado a plantear un punto de vista distinto, probablemente más común entre occidentales de lo que los propios palestinos podrían creer, aunque los medios dominantes, como sucede con tantas otras problemáticas, han conseguido mantenerlo en las sombras.
 
Las guerras en Iraq y en Afganistán son dos excelentes ejemplos. No importa cuántos occidentales levanten la voz y se manifiesten en contra de la intervención occidental (léase agresión) en esos países. No importa que el derecho internacional (no digamos un puro y humilde sentido común y de
humanidad) prohíba las guerras de agresión y ocupación. El hecho es que los presidentes y parlamentos occidentales “democráticamente” invaden y retiran sus tropas según conviene, “democráticamente” no son llevados a rendir cuentas en los tribunales por dichos crímenes y sus víctimas están muertas o abandonadas a su propia suerte... “democráticamente”.
 
Ya que los occidentales están expuestos, prácticamente a diario y gracias a los medios, a noticias y “análisis” acerca de la violencia palestina, todo estudiante de bachillerato que tome clase de ciencias sociales y salga a las calles a preguntar a los peatones si están en contra de la violencia palestina verá que 90% de las respuestas es “sí”.
 
Si la pregunta fuera la siguiente: Suponga que usted vive bajo la más violenta ocupación militar. ¿Defendería a su familia y a sus compatriotas con una resistencia acorde a dicha violencia? Si la encuesta se hiciera en Francia o Yugoslavia podría preguntarse: En su opinión, ¿quienes resistieron a la ocupación nazi fueron delincuentes o héroes? En España: ¿Cree que los integrantes de las guerrillas españolas que combatieron al ejército invasor de Napoleón merecen la categoría de héroes nacionales o fueron unos bandidos? Desde luego, no hay que preguntar a vietnamitas, argelinos ni libaneses por sus propios héroes a menos que se quiera sacar cero.
 
Quienes agonizan bajo la bota de la potencia ocupante conocen mejor el tema de cómo sobrevivir y superar una ocupación criminal que cualquier occidental, sea una figura política, miembro de una ONG, viajero que pasa por Palestina, amante de la paz o, por supuesto, agente secreto israelí/estadounidense disfrazado de negociador en conversaciones para la paz.
 
Únicamente el pueblo palestino (igual que cualquier víctima de una agresión como la que padece) tiene derecho de decidir la forma de resistir y liberarse de Israel (o de cualquier otra potencia ocupante).
 
El papel de quienes apoyan a Palestina, y en realidad de toda persona que crea en los derechos humanos y la democracia, es tomar partido con el oprimido y repudiar al opresor. Cualquier otra postura equivale a tomar partido con el opresor en contra del oprimido y, por ende, hacerse cómplice del crimen en cuestión.
 
Apoyar a Palestina implica no caer nunca en las trampas sionistas que gozan de respaldo en Occidente. Una de esas trampas es la denominada “violencia” palestina. No hay violencia palestina después de más de 60 años de limpieza étnica y apropiación de tierras palestinas, 40 años de ocupación militar, casi 20 de conversaciones para la paz cuyo resultado no ha sido otro que la muerte, la mutilación, el despojo o el encarcelamiento de miles de palestinos mientras la comunidad   internacional sigue condonando al agresor y presionando al pueblo palestino para que acepte, sumiso, y se prepare para continuar viviendo de la caridad hasta abandonar de una vez por todas su causa.
 
Lo que hacen los palestinos es defenderse. Lo que debemos hacer los demás es apoyar su derecho a defenderse de manera acorde y cónsona con la magnitud de la agresión a la que han sido sometidos por generaciones, una agresión cuyo fin no se vislumbra.
 
Desde luego, ese derecho asiste a todo pueblo bajo agresión y ocupación en este criminal y cruel sistema político internacional del siglo XXI.
 
¿Y qué hay del derecho internacional? ¿Habríamos de alentar al pueblo palestino a hacer caso omiso del derecho internacional?
 
Primero que nada, resulta indignante ver que ONG, think-tanks y otros colectivos con reconocimiento internacional adopten una postura estricta y exijan de los palestinos el cumplimiento con las pautas del derecho internacional, las normas de las conversaciones para la paz, las treguas y un largo etcétera. Por supuesto, exigen lo mismo de Israel, ¿qué otra cosa podrían hacer mientras lidian de manera “equilibrada” con el lado que goza, por mucho, de mayor poder?
 
Es indignante porque ni una sola resolución de la ONU, ningún convenio, tratado, acuerdo, proceso de paz o cualquier otro instrumento internacional ha sido capaz de evitar que un soldado israelí se sienta libre de disparar contra un pequeño o una pequeña palestina, demoler su hogar, expulsar a su familia o robar su tierra... en los últimos 63 años. Si quienes se pronuncian a favor del cumplimiento de la ley y demás fuesen el padre o la madre de uno de esos niños, ¿serían igualmente entusiastas del derecho internacional? Tengo mis dudas.
 
El problema para quienes abogan por la justicia en Medio Oriente (y, de hecho, en el mundo) no ha de radicar en que los palestinos podrían estar pasando por alto el derecho internacional al defenderse de la ocupación israelí, sino que el derecho internacional ha demostrado no sólo que es inútil para las víctimas, sino mortalmente perjudicial.
 
De ahí la total injusticia al pretender sujetar al pueblo palestino a tal derecho: ese afán equivale a colocar una soga al cuello del negro que trata de escapar del linchamiento a manos de una turba de blancos.
 
Hace mucho que llegó la hora de que los occidentales se sacudan la propaganda sionista y llamen a las cosas por su nombre. Hay violencia en Palestina: violencia sionista. El pueblo palestino tiene pleno derecho a combatir esa violencia valiéndose de todos los medios acordes con la agresión de la que es objeto y sin interferencia de los amantes de la paz (que obviamente son amantes de la justicia).
 
** He tomado prestada la frase “el pueblo palestino tiene el derecho de resistir a la ocupación por todos los medios, incluso aquéllos no violentos” de mi amigo Santiago Alba. Muestra la trampa la en que han caído los occidentales al tratar el conflicto palestino.


CONFEDERACIÓN SINDICAL INTERNACIONAL

CSI EnLínea
161/271010

La CSI indignada por las medidas de la Agencia Palestina de la ONU con respecto a la huelga

Bruselas, 27 de octubre de 2010 (CSI EnLínea): La CSI le ha escrito http://www.ituc-csi.org/ituc-letter-to-ban-ki-moon.html  al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, criticando las medidas adoptadas por la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA) al tiempo que la huelga de sus empleados entra en su tercera semana. La dirección de la UNRWA ha insistido en que no negociará con el sindicato de los trabajadores/as a menos, y hasta, que la huelga se haya suspendido. Unos 7.500 empleados y trabajadores contractuales están en huelga por demandas de mejoras de los salarios y las condiciones laborales.

“Es perfectamente normal que los sindicatos y la dirección negocien durante una huelga – así es cómo se resuelven los conflictos. La postura radical adoptada por la UNRWA de cara a sus propios empleados es inaceptable y sólo conseguirá que las cosas empeoren. Por eso le hemos escrito al Sr. Ban hoy, para pedirle que ayude a la UNRWA a adoptar una postura razonable y constructiva, en vez de negarse a aceptar los derechos legítimos de sus propios empleados”, dijo la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.

La CSI seguirá supervisando la situación junto con su afiliada palestina, la PGFTU, y está planteando el asunto con una serie de donantes importantes de la UNRWA – países donde se respetan los derechos sindicales.

La CSI representa a 176 millones de trabajadores y trabajadoras de 301 organizaciones afiliadas nacionales en 151 países y territorios. http://www.ituc-csi.org  y http://www.youtube.com/ITUCCSI  
Para mayor información, favor de ponerse en contacto con el Departamento de Prensa de la CSI en los teléfonos: +32 2 224 0204 ó +32 476 621 018