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Académicos surafricanos llaman a que la Universidad de Johanesburgo suspenda su relación con la Universidad israeli “Ben Gurión” del Neguev

Como académicos reconocemos que todo nuestro trabajo científico ocurre dentro de contextos sociales más amplios, en particular en instituciones sometidas a transformaciónes sociales. Las instituciones universitarias sudafricanas estan obligadas a revisar las relaciones forjadas durante la era de apartheid con otras instituciones que hicieron la vista gorda a la opresión racial basándose únicamente en función de la labor desarrollada y el trabajo científico

www.ujpetition.com
Traducción: Andrés Solar

LA MAZA

Esta petición fue difundida el 5 de septiembre y en dos días fue firmada por más de 100 académicos sudafricanos de más de doce universidades de Sudáfrica. Hasta el momento tiene 200 signatarios de 22 instituciones académicas.Es apoyada entre otros por los profesores Kader Asmal, Allan Boesak, Breyten Breytenbach, John Dugard, Antjie Krog, Mahmood Mamdani, Barney Pityana y Arzobispo Desmond Tutu.

Como miembros de la comunidad académica de Sudáfrica, un país con una historia de racismo brutal, y con la paradoja de su consentimiento académico por un lado, como la resistencia en su contra por otro, le escribimos con preocupación por la relación existente entre la Universidad de Johannesburgo y la Universidad de Ben-Gurion del Negev. El acuerdo de relación entre ambas, presentado como “mera continuidad de  una cooperación puramente científica” está actualmente sometido a examen a causa de la  denuncia de estudiantes, académicos y personal de la Universidad de Johannesburgo.

Como académicos reconocemos que todo nuestro trabajo científico ocurre dentro de contextos sociales más amplios, en particular en instituciones sometidas a transformaciónes sociales. Las instituciones universitarias sudafricanas estan obligadas a revisar las relaciones forjadas durante la era de apartheid con otras instituciones que hicieron la vista gorda a la opresión racial basándose únicamente en función de la labor desarrollada y el trabajo científico.

La ocupación israelí de los territorios palestinos ha tenido efectos desastrosos en el acceso a la educación de la población palestina. Mientras los Palestinos no pueden acceder a las universidades y escuelas, las universidades israelíes producen la investigación, la tecnología, los  argumentos y los líderes para mantener la ocupación. La Universidad Ben Gurión de Israel no es ninguna excepción, por mantener vínculos tanto con la Fuerza de Defensa israelí (IDF, ejército israelí) como con la industria de armamento. La Universidad Ben Gurión presta soporte, apoya y facilita la ocupación israelí. Un ejemplo de la complicidad de la Universidad Ben Gurión es su acuerdo con el ejército israelí para proporcionar la cualificación a los pilotos del ejército en un programa especial de sus estudios. La Universidad Ben Gurión es también cómplice de la discriminación general que soportan los estudiantes palestinos, entre ellos los ciudadanos palestinos de Israel, en las universidades israelíes.

Para nosotros está claro que cualquier conexión con una institución tan vinculada con la ocupación israelí reforzaría la colaboración con esta situación que denigra los valores y los principios que forman la base de cualquier democracia real. Estos son los valores que inspiran el periodo de post-Apartheid en Sudáfrica, y son también los valores que creemos que tiene que respetar y defender en el presente periodo democrático.

Apoyamos la decisión tomada por la Universidad de Johannesburgo de reconsiderar el acuerdo de colaboración con la Universidad Ben Gurión. Además, pedimos que dicha relación sea suspendida hasta el momento en que el estado de Israel respete la ley internacional, y que la Universidad Ben Gurión, como hicieron algunas universidades sudafricanas durante la lucha contra el apartheid, se pronuncie abiertamente contra la ocupación y retire todos los privilegios que gozan los soldados que la hacen posible.