CARETAS FUERA

Cristina Ruíz-Cortina, Asociación Al-Quds de Solidaridad con los Pueblos del Mundo Árabe, Santiago González, Comité de Solidaridad con la Causa Árabe

Las palabras se las llevó el viento. En enero la Vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega decía que “la posición del Gobierno es respetar la acción de los tribunales y no inmiscuirse en el desarrollo del caso abierto por el juez Fernando Andreu contra el ex ministro de Defensa Benjamín Ben-Eliezer y otros seis militares de Israel”. Aseguraba que en este país, democrático para más señas, la justicia actuaba con total independencia

CSCA

Las palabras se las llevó el viento. En enero la Vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega decía que “la posición del Gobierno es respetar la acción de los tribunales y no inmiscuirse en el desarrollo del caso abierto por el juez Fernando Andreu contra el ex ministro de Defensa Benjamín Ben-Eliezer y otros seis militares de Israel”. Aseguraba que en este país, democrático para más señas, la justicia actuaba con total independencia. Se aseguró también que, en caso de que hubiera cambios, éstos no tendrían carácter retroactivo. Esto no fue más que una gota de agua en el mar de los despropósitos del gobierno con Palestina y los palestinos.

Desde hace años el PSOE combina su política de “humanitarismo sentimental” con la indiferencia política más descarada. Ese humanitarismo sentimental le lleva a asistir a manifestaciones, a suscribir manifiestos, sumarse u organizar conciertos y actos lúdicos sin demasiada “hondura política”, organizar determinado tipo de debates y jornadas en los que, desde luego, deben estar representadas ponderadamente todas las “sensibilidades”. No me imagino que hubiéramos tenido que representar como una “sensibilidad” a cualquiera de los dictadores sanguinarios de América Latina, ni tampoco a los traficantes de armas o drogas. Sin embargo, y a pesar de la violencia permanente e incontenible de Israel contra los palestinos y contra sus derechos, a pesar de los innumerables incumplimientos de las Resoluciones de Naciones Unidas, a pesar de ignorar el Dictamen de la Corte Penal Internacional de La Haya sobre el Muro en Cisjordania, aprueban un cambio de la legislación española, que permitiría que queden impunes todos los crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos por Israel a lo largo de su historia y cuyas víctimas siguen esperando justicia.

Es en estos momentos, después de la matanza de Gaza y casi tres años de cruel embargo, con un gobierno ultraderechista en Israel que está dispuesto a actuar en contra de los palestinos y sus derechos sin ambages, es en estos momentos cuando el gobierno español, “cubriéndose de gloria”, decide que es el momento oportuno para cerrar el grifo de la posibilidad de hacer justicia, por una vez en la vida, en Palestina. Abierta la causa y estimada en los Tribunales españoles ¿cómo es que el Gobierno habla de la independencia del poder judicial si se apresura a cambiar la ley para que no se haga justicia y se anuncia, además, que tendrá carácter retroactivo? ¿Cómo es posible que este gobierno tenga la desfachatez de decir que cree en la Paz, si ésta no será posible sin un mínimo de justicia y una política equilibrada basada en el reconocimiento de los derechos de los pueblos?. ¿Qué ha hecho para lograr desde la política y la diplomacia la consecución de una paz justa en Palestina? ¿Cuándo ha hecho presiones para que Israel acate las Resoluciones de las Naciones Unidas? ¿No ha habido tras la implantación de una nueva colonia israelí o a cada avance del Muro una visita y una charlatanería huera que ha dado alas a Israel para seguir profundizando en su política de hechos consumados?.

Se ve venir al Sr, Moratinos o al Presidente Rodríguez Zapatero, asegurando que todo esto se hace con el fin de que España pueda tener un papel protagonista en el Proceso de Paz. Parece preferir salir en la foto con los causantes de los crímenes de la ocupación antes de mantener firme el gesto y a dejar actual con plena libertad, como procede, a los Tribunales españoles. Democracia de república bananera.

Este argumento junto con otros como “los derechos de Israel a su defensa y su existencia”, la necesidad de no romper el diálogo, e incluso la sobrecarga de los juzgados españoles serán sin duda utilizados para ocultar las verdaderas razones de este vuelco legislativo, esta vergüenza nacional que ahora sufrimos. (Este pseudoargumento es contestado en El País, en su edición digital del 10/05/09 en donde se informaba que de las 500 causas abiertas en el Juzgado Central 4 -el que investiga a Israel o a Ruanda-, sólo hay tres que corresponden a Jurisdicción Universal. “De los 2,5 millones de casos pendientes que hay en España, sólo el 0,0005 persiguen a estos presuntos delincuentes. Los más protegidos” donde se demuestra que los casos de Jurisdicción Universal no son en absoluto motivo de problemas estructurales de la Administración de Justicia).
 
A los políticos que han apoyado esa Resolución para cercenar la búsqueda de justicia hay que advertirles que cuando diversas organizaciones sociales recogimos la antorcha del derecho internacional y de las acciones políticas, no fue más que porque ellos, en las organizaciones internacionales, gobiernos regionales o estatales  decayeron en su empeño e hicieron total dejación de sus responsabilidades, dando por hecho que podían comportarse como una ONG más, haciendo concesiones humanitarias, ayudando a financiar lo que Israel destruye sistemáticamente, sin pedir cuentas por ello. O peor aún, apoyando la política cotidiana israelí y tratando con ‘normalidad’ a un Estado ocupante, torturador y discriminador.

No cejaremos porque creemos en la justicia y en un mundo más justo. Si éste no es el lugar para hacer justicia ¿Cuál es? ¿Cual es, Sr. Moratinos, Sr. Rodríguez Zapatero? En este mundo globalizado, las injusticias nos afectan. Cuando una casa palestina se destruye, destruyen parte de nuestra casa; cuando muere un inocente en palestina, es como si atacaran a cualquiera de nuestros mejores vecinos, o a parte de nuestra familia; cuando les arrancan los árboles es como si los quitaran de algún jardín propio. Cuando se asedia a Gaza siento que estamos asediados, nuestros hermanos, los hijos de nuestros hermanos. Cuando asesinaron a Rachel Corrie, mataron a nuestra hermana. ¿Es que acaso queda algún lugar donde juzgar a los criminales de guerra de Israel? ¿No saben ustedes de sobra que Israel desoye a los Tribunales Internacionales, que tira a la basura las Resoluciones y Acuerdos de Naciones Unidas, que actúa al margen de la legislación internacional?

Entonces, no diga más: Acordemos lo básico: Israel nunca juzga a sus criminales. Israel nunca cumple la legislación internacional. Israel incumple las Resoluciones de Naciones Unidas, Israel desoye a los Tribunales Internacionales.

Acordemos lo básico: el Proceso de Paz está acabado porque una de las partes, la palestina, no tiene apoyo real ni ficticio, y la otra, Israel, nunca hizo el menor esfuerzo porque este fuera un verdadero proceso de reconciliación y descolonización, ya que ningún país se lo exige. Es más, es un señuelo para abundar en la ocupación.

Acordemos lo básico: con este movimiento el gobierno español se asegura un espacio en la foto de una enésima supuesta conferencia sobre el ‘proceso de paz’. Pero  haciendo dejación de sus obligaciones internacionales, los Gobiernos de España y otros países signatarios de múltiples Convenciones y Tratados, tendrán parte del circo de los “procesos de paz”. Pero no en la PAZ. La paz se construye de otra forma.

En esta tesitura, la sociedad civil, atenta a sus responsabilidades actuará en consecuencia, asumiendo que es en nosotros en donde radica la esperanza para Palestina, asegurando a nuestros amigos palestinos que seguiremos elaborando las estrategias necesarias para abrir con ellos un amplio camino de solidaridad y justicia, que multiplicaremos nuestras voces, que ganaremos impulso, que cada día seremos más, porque han caído las caretas y no hay posible confusión de las intenciones de este gobierno que nos ha tocado soportar.

Solo esperamos que en las próximas manifestaciones no se quieran poner para salir en la foto, ni en la pancarta delantera ni en la trasera. Que no nos vengan con cuentos los que se sienten con mala conciencia. Que borren de sus blogs su pertenencia a grupos de derechos humanos o solidarios. Que tengan la coherencia de salir plenamente del armario para abrazar a los criminales israelíes a los que quieren salvar con sus votos en el Congreso. Esta acción tendrá un antes y un después, aclarará el camino, señalará quiénes son compañeros de quién, donde estamos cada uno.