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La Iniciativa de Bilbao, espacio de coordinación por la justicia para Palestina

Iñaki Markiegui, Rosa Temiño, Ana Arriola, Natxo Ribechini, Felisa Piedra, y Alfonso Roncero (Red Mewando)

Tres presidentes se reunieron en la ciudad norteamericana de Annapolis, dicen que para hacer avanzar la paz entre palestinos e israelíes. La última Conferencia de paz hasta el momento, como tantas otras, supuso la escenificación de una mala obra de teatro, con malos actores, cuyo desenlace no merece otra cosa que el abucheo internacional y una respuesta por parte de la sociedad civil: La iniciativa de Bilbao se ofrece como espacio para coordinar esta respuesta en el 60 aniversario del comienzo de la limpieza étnica de Palestina

Red Mewando

El primer ministro israelí prometió a su gobierno de coalición (en el que algunos de sus criminales miembros amenazan sin tapujos con el holocausto palestino como Matan Vilnai, Vice Ministro de Defensa o la expulsión definitiva como Avigdor Lieberman, ex Ministro deAsuntos estratégicos) que no aceptaría otra cosa que una vaga declaración sin contenidos y un calendario que violar en el día a día. Para el presidente Bush la Conferencia de Annapolis era su ocasión de escenificar, con un falso ramo de olivo, un movimiento ante la derrota que sufre en su ocupación de Irak y un occidente harto de su militarismo. Mahmoud Abbas, el presidente palestino, fue a Annapolis sin pueblo y sin nación. Su presidencia se sostiene en la actualidad gracias al apoyo de Israel y Estados Unidos. Abbas se presentó en Annapolis, a sabiendas de que el resultado de la farsa no sería un avance hacia la paz justa.

Fuera de cualquier diálogo, sea real o falso, se ha quedado Gaza, aislada y encerrada. La Unión Europea impone -junto a Israel- un boicot efectivo a la ayuda humanitaria que podría permitir que la población de Gaza, cada vez más cerca del desastre, sobreviva temporalmente. El crimen de los palestinos, el motivo por el cual se le somete a un asedio criminal, ha sido votar en libertad a un partido que los líderes mundiales se niegan a aceptar como tal. Gaza estallará antes de morir y se les empuja al estallido de manera lenta, cruel y concertada sin que ningún gobierno de buena fe alce la voz contra el genocidio. Se trata del espejo que refleja la vergüenza del comportamiento de la comunidad internacional ante los crímenes de Israel, que niegan la vida a sus habitantes, presos en el mayor campo de concentración al aire libre del planeta. Mientras tanto, en Cisjordania se levantan nuevos checkpoints apenas unas horas después del desmantelamiento de los que se muestran ante el gran teatro internacional de la paz y se libera a presos que en realidad ya han cumplido sus condenas, deteniendo inmediatamente al mismo número de personas que se libera (9750 presos en cárceles israelíes). Todo esto sucede al tiempo que continúa construyéndose un Muro de Apartheid que deja el Muro de Berlín a la altura de un juguete lego.

En paralelo al crimen final contra Gaza, el gobierno israelí expresa sin tapujos la ideología que subyace a las medidas que toma, anunciando la continuidad de la judaización de Palestina añadiendo miles de viviendas a lo que será una nueva colonia religiosa judía ilegal en Jerusalén. “Deseamos a los árabes una feliz expulsión” dice una pancarta en la ciudad israelí de Jaffa, dejando así muy claro que la aplicación sionista de la limpieza étnica de Palestina evoluciona y se perfecciona sin interrupción desde 1948. El drama de los refugiados que comenzó hace 60 años no debe ser entendido como parte del pasado sino como la base de este presente. Un crimen final que se acerca lento, pero viene. 

Las organizaciones de la sociedad civil Palestina nos han demostrado que lo tienen claro y nos invitan a sumarnos a su iniciativa. A utilizar nuestro instrumento más poderoso, la resistencia civil en Europa como denuncia política e instrumento de presión. Debemos concentrar nuestras fuerzas y presionar en una dirección clara y expresada por ellos mismos: el boicot al estado de apartheid de Israel tal y como en su día se boicoteó al estado de Apartheid sudafricano.

Nosotros, desde La iniciativa de Bilbao, queremos contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a la coordinación de este movimiento. La sociedad civil de Euskadi y del Estado español, por extensión, se pone al servicio de las legítimas demandas de la sociedad civil Palestina. La iniciativa de Bilbao, impulsada por la Red MEWANDO, a la que pertenecemos, tratará de impulsar la coordinación efectiva de una sociedad civil -cada vez más global- hacia la consecución de un fin legítimo justo: la justicia para Palestina. Paz sí, pero justa y duradera. Y no podemos estar solos. Necesitamos para que llegue a buen fin la colaboración de todos aquellos que continúen comprendiendo la palabra libertad. Os esperamos en Bilbao.  

Firman este texto: Iñaki Markiegui, Presidente de Mundubat; Rosa Temiño, Presidenta del Centro Cultural Palestino BILADI; Ana Arriola es Directora de Nazioarteko Elkastasuna-Solidaridad Internacional; Natxo Ribechini, Director de la secretaría de la Coordinadora de ong´s de Euskadi; Felisa Piedra, Directora de la Fundación Paz y Solidaridad en Euskadi y Alfonso Roncero, Director de Médicos del Mundo de Euskadi.