El gobierno israelí y los supervivientes del holocausto

Michel Warschawski

"Quiero que los alemanes sepan donde ha ido todo el dinero que han dado al Estado de Israel"....Bastante peor que el aspecto financiero de esta confrontación, está su dimensión moral y todo lo que falta de empatía hacia los supervivientes. Se puede imaginar lo que habría sido la reacción de la opinión pública internacional si Alemania, o cualquier otro país europeo, hubiera tratado a los supervivientes judíos de la forma en que lo hace Israel (he escrito intencionalmente "judíos" pues los demás supervivientes –gitanos, comunistas, homosexuales, etc.- están completamente excluidos del discurso israelí)

Traducción: Alberto Nadal
www.protection-palestine.org/

“Quiero que los alemanes sepan donde ha ido todo el dinero que han dado al Estado de Israel”. Estas palabras son las de uno de los supervivientes del genocidio judío de la segunda guerra mundial que se manifestaba ante la Knesset para exigir una revaloración de la asignación del Estado a los supervivientes del genocidio. Muchos de estos supervivientes, que hoy son evidentemente personas muy mayores, viven en una extrema pobreza: la asignación que reciben del Estado es insuficiente para vivir decentemente durante los pocos años que les quedan de vida y carecen a menudo de los cuidados médicos que necesitan. Sus protestas conciernen al dinero pero ante todo a su dignidad perdida: “He hecho todo el camino desde Ramat Gan para protestar contra la humillación de los supervivientes del holocausto” dice Haya Rosenbaum, una superviviente de Auschwitz.
Y la humillación es doble: primero, deben mendigar dinero para sobrevivir mientras que el Estado de Israel existe gracias a las enormes compensaciones que ha recibido de los alemanes, “en nombre de las víctimas”; y luego, porque la primera respuesta del gobierno ha sido subir la asignación mensual a… 20 dólares, ni siquiera suficiente para pagarse una taza de té todos los días. Tras algunas negociaciones, Ehud Olmert ha aceptado aumentarla: el pago mensual total será ahora de … 280 shkels (NIS), es decir, alrededor de 70 dólares (52 euros), además de lo que cada persona mayor cobre del Instituto nacional de seguros, alrededor de 2.000 NIS.
Bastante peor que el aspecto financiero de esta confrontación, está su dimensión moral y todo lo que falta de empatía hacia los supervivientes. Se puede imaginar lo que habría sido la reacción de la opinión pública internacional si Alemania, o cualquier otro país europeo, hubiera tratado a los supervivientes judíos de la forma en que lo hace Israel (he escrito intencionalmente “judíos” pues los demás supervivientes –gitanos, comunistas, homosexuales, etc.- están completamente excluidos del discurso israelí). “No tienen vergüenza de intentar ganar dinero con el sufrimiento de nuestro pueblo”, ha osado decir uno de los consejeros de Olmert en la televisión israelí. Él, que posee una oficina, un coche y recibe un salario 10 veces superior a la asignación de los supervivientes, todo ello gracias a la ayuda alemana de los años 1950 y 60 a Israel. La deuda de Israel hacia las víctimas del genocidio judío es inmensa, y sin esta tragedia, es razonable deducir que Israel no habría existido jamás. Hubiera sido de esperar que la dirección del país expresara al menos algo de respeto, cuando no gratitud, hacia los supervivientes e hiciera todo lo posible para proporcionarles condiciones de vida decentes en sus últimos años.
“A menudo me pregunto si no fue un error permanecer vivo” dice Miriam Yahav, que sobrevivió a Auschwitz y Treblinka, “si no fue un error venir a Israel para vivir entre los judíos. Hace sesenta años, fuimos oprimidos y robados por los nazis y sus lacayos. Algunos años más tarde, somos robados por nuestro propio gobierno. ¡Es vergonzoso!”. Eizer Eilon, que estuvo en no menos de 5 campos de concentración nazis añade: “Lo que los nazis finalmente no lograron hacer, finalmente lo va a lograr el gobierno israelí. ¡No!” [1].
Esta última cita me recuerda una entrevista en los años 1980, con ocasión del 50 aniversario de la revuelta del guetto de Varsovia, de Marek Edelman, uno de los comandantes del levantamiento y de los dirigentes de Solidarnosc. En esa entrevista, el gran hombre acusaba al Estado de Israel de haber dado el golpe fatal a la existencia de los judíos en Europa del Este: “Los israelíes, tan fuertes y poderosos, los israelíes que han ganado todas sus guerras, tienen vergüenza de las víctimas de la Shoah y desprecian a los supervivientes. Israel no ha hecho nada por el renacimiento de la cultura judía, por la herencia de millones de seres humanos que crearon un mundo judío entre el Dnieper y el Vístula. Incluso su lengua ha sido enterrada. Como si Israel tuviera vergüenza de la historia del pueblo judío de Europa del este y quisiera borrar su pasado” [2].
En efecto, la actitud de Israel respecto al genocidio de la comunidad judía europea es totalmente manipuladora: los museos y los días de conmemoración intentan inculcar a la juventud israelí que, solamente, la potencia y la fuerza militar pueden garantizar la existencia de los judíos, y una propaganda sistemática se dirige a la comunidad internacional y a los pueblos del mundo a fin de obligarles a sostener incondicionalmente al política de Israel y a poner en cuestión el sufrimiento del pueblo palestino. La memoria de los mártires de nuestro pueblo es demasiado sagrada para ser dejada en manos de los cínicos políticos que dirigen el estado de Israel. Es nuestro deber quitar sus cenizas de las manos sucias y llenas de sangre de Ehud Olmert y Shimon Peres, y traducir el último testamente de los combatientes de Varsovia en una línea de acción: “¡Por nuestra libertad y por la vuestra, por nuestro orgullo y vuestra dignidad humana, nacional y social!”.

Notas:
1/ todas las citas son sacadas de la edición de Haaretz del 6 de agosto de 2007.
2/ citado en Points Critiques nº 52 de agosto/octubre 1993.
Artículo traducido por Alberto Nadal de la página de la Campagne Civile Internationale pour la Protection du Peuple Palestinien: http://www.protection-palestine.org/. Vientosur